🍃3🍃

  Capítulo 3.
Torpeza y olvido.

—No me robes las palomitas, igualado.—Le di un manotazo a Andrew mientras miraba fijamente la pantalla, podía apostar que ya él se había acabado todos sus alimentos y ahora quería robarme los míos.

—Soy tu novio, comparte chica.—Me dijo burlón, metiéndose un puñado de palomitas a la boca.

—Cállense ya, no me dejan escuchar.—Nos riñó Ray.

Estábamos acomodados en fila, exactamente así, Ray, Andrew, yo, April y Gabriel.
Gabriel que era el que hablaba más siempre cuando veníamos al cine, estaba en completo silencio desde el inicio de la película, tenía el pequeño pensar que era por mi culpa pero lo dejé pasar.

—Porque no le das palomitas, si comparten fluidos como saliva no creo que sea para tanto unas palomitas.—Nos susurró April, nos dio un pequeño vistazo y siguió viendo la película.

Gracias a Dios todo aquí estaba oscuro si no todos hubieran notado mi sonrojo.

—Tienes que hacerle caso a April ella tiene razón.—Me hablo Andrew ahora agarrando de mi refresco.
Desgraciado, se esta aprovechando de la situación.

—Uy si.—Resople.—Haz lo que quieras.

Andrew sonrió en la oscuridad y siguió comiendo de mis palomitas, al final ya ni me molestó, no tenía tanta hambre de todos modos.

Después de eso no volvimos a hablar, cuando la película termino, todos salieron hablando de ella y yo pues estaba en mi mundo pensando en otras cosas.
Afuera nos encontramos con Thomas y los niños, muy alegres por cierto, el único que no estaba muy feliz era Thomas, parecía ya harto de la situación, pobre.

—Samara.—Andrew tomo mi mano.

—Dime.—me voltee para quedar justo frente a él.

—Te ves hermosa.—Se acercó y me susurro al oído.

Quedé muda, se notaba que eso no era actuado, si no lo hubiera dicho en voz alta, para que todos escucharan, me di cuenta que pocas palabras como esas podían crear ciertas sensaciones en mi que no estaba segura de que iban a ser buenas.
Me sonroje y estaba segura de que lo había notado. Se separo de mí y empezó a hablar con Ray, Gabriel y Thomas sobre la película que este último no pudo ver.

—¿Me ayudas?-Me pregunto April viendo a los gemelos, que estaban muy despiertos e inquietos todavía. Mi hermana estaba sentada en la acera con su celular, con cara de que odio a todo el mundo y me quiero ir.

–Claro.

—Tengo que llevar a los gemelos al auto de Thomas.

—Bueno mis amores es hora de irnos.—Me agache a su lado y tome a Mati de la mano.

—Tenemos que despedirnos.—Hablo Mati, señalando donde estaban los chicos.

—Okay, vamos entonces.—camine hasta ellos.

—chau cacahuates.—Movió su mano de un lado a otro despidiéndose, soltó un bostezo después y solo eso bastó para que lo mirara con ternura y me dieran ganas de besar sus mejillas.

Andrew lo alzo en sus brazos, y claro el niño ni se quejo. ¿Quién se quejaría por estar entré sus brazos? ¿Dios en que estoy pensando? Piensa en la biblia Samara, piensa en la biblia.

—¿A dónde hay que llevarlo?—Me preguntó, yo solo señale el auto blanco de mi primo Thomas, donde ya estaba April con Rose.

—Bien pequeño, es hora de que te vayas a casa.–Le dijo Andrew sentándolo en el asiento de atrás.

—Adiós, no beses a mi prima, como mi hermana lo hace con el vecino.—Dijo lo suficientemente alto para que tanto April como yo escuchara.

—¡April!—Exclamé asombrada.

—¿Lo siento por besar a mi vecino que esta tan bueno?—Preguntó la muy tonta.

—Otro día hablamos de eso. Buenas noches.—Bese su mejilla.

—Hasta pronto.—Se despidió Andrew.

Caminamos de vuelta hacia Thomas, Ray, Gabo y Samira.

—¿Ya nos vamos?-Habló en medio de un bostezo Samira mirándome.

—Sí, si quieres ve caminando al auto ya voy.—Le contesté.

No dijo nada y se dirigió al auto.

—Bueno chicos, nos vemos mañana buenas noches.—Les di un beso rápido en la mejilla a todos.

—Nos vemos, me caíste bien.—Le dijo Ray a Andrew.

—Espero verlos pronto.—Hablo Andrew con una pequeña sonrisa, despidiéndose.

—¿Nos vamos?—Le pregunte con una pequeña sonrisa.

—Nos vamos Sam.—Me rodeo por la cintura y empezamos a caminar al auto.

—¡Buenas noches!—Les grite a los chicos, ellos me contestaron al unísono lo mismo.

—¿En que piensas?—Me preguntó Andrew, ya íbamos de camino a casa.

—En que fue divertido.-Voltee a ver atrás, mi hermana estaba profundamente dormida.—¿Te diste cuenta no?

—En como te mira él, como un depravado, y que vio tu trasero al menos unas cinco veces hoy, si.—Rascó su mejilla.—No entiendo como tu familia no se ha enterado por si sola, es tan notorio.

—¡O Dios! ¿Él miro mi trasero? Alto, si tú te diste cuanta fue porque también lo estabas viendo. ¡Pervertido!—Le conteste avergonzada.

—En mi defensa solo fue cuando íbamos a la sala de cine y estabas subiendo las escaleras.—Me miro, sonrió y volteo a ver la carretera.

—Ya que—Bostecé y miré la ventana, ya casi llegábamos a casa.

—Algo más te pasa.—Me comento.

—No es nada, es solo que no lo puedo creer aún. ¿Sabes? Él y yo siempre nos hemos llevado bien, jamás creí que fuera a pasar todo eso.—Sin darme cuenta una lagrima rodo por mi mejilla, la limpie de inmediato.—Ya llegamos, voy a despertar a Samira.

Salí del auto y abrí la puerta de atrás, moví a Samira para que se despertará.

—Déjame dormir.—Me reprochó apenas abrió sus ojos.
Andrew ya había bajado del auto, estaba segura de que estaba a mi lado en este momento, porque escuche sus pasos mientras se acercaba.

—Ve a la casa, yo ya casi voy.—La hice levantarse.

—Okay esta bien, quítate.—Me dijo apenas se bajo del auto, me hice a un lado y vio a Andrew y pues creo que en ese momento recordó que teníamos compañía.

—buenas noches Andrew, gracias por todo.—Lo abrazo y empezó a caminar a la casa.
Cuando cerro la puerta de casa me voltee para ver a Andrew.

—Mi hermana no le da abrazos a cualquiera, le caíste bien.—Le sonreí.

—Pues, que bien supongo.—Se acerco a mi.

—Ajá.

—Sabes, tienes derecho a llorar de vez en cuando, incluso a caer Samara, eres un ser humano, tienes sentimientos, problemas, como todos, se que en estos momentos estas muy confundida e incluso enojada, yo lo estaría.—se rasco la nuca nervioso.—Lo siento no sirvo para dar consejos. ¿Verdad?

—Por lo menos eres mejor que Jacob.—Le sonreí.—Gracias.—Acorté la distancia entre nosotros y lo abracé.

—Eso si que me hace sentir bien.

—Bueno yo Ya me tengo que ir Este buenas noches.—Me separé de él y empecé a caminar hacia casa.

Llegue a la puerta y me voltee.

—¡Buenas noches Samara!—Me gritó y se montó a en el auto.

Entré a casa con una sonrisa en mis labios, creo que no había sido tan mala idea que Andrew fuera mi novio falso.    

(...)

—¡Buenos días!—Escuche a mi madre toda alegre entrando a mi habitación.

—¡Ay! Mamá déjame dormir, todavía es temprano.—Me quejé removiéndome entre las sabanas, tenía demasiado sueño.

—¿Temprano? Señorita son las diez y media de la mañana y hoy hay almuerzo familiar recuerdas.—Me riñó ella.

¡El Almuerzo! ¡Joder!

Se me olvidó decirle a Andrew.

—¡Mierda!—Grite levantándome abruptamente de la cama y caminando de lado a lado.

Mi hermana pasó por el pasillo y murmuro algo como ¿cuándo será el día que Samara no diga malas palabras desde qje despierta?

—Esa boca o quieres que te la lave con jabón.—Me amenazo mi madre.

—Perdón mamá, es que se olvidó  que...-dije pensativa.—Que hoy tenía que ir a la casa de Jacob, para hacer algo importante.

-Okay, espero no se te haya olvidado invitarlo a él también.-Salió de la habitación.—El almuerzo empieza a las 12, no lleguen tarde, ella hablaba mientras yo estaba alistando todo para bañarme y salir corriendo a casa de Jacob.

Cuando estuve lista ya eran las once así que prácticamente salí corriendo de casa en busca de Andrew.

Llamé a Jacob mientras iba caminando, casi corriendo.

—¡Hola amigo!—e salude exaltada apenas me contesto, había corrido mucho y hasta ahora empecé a caminar un poco mas lento.

—¿Estás teniendo sexo y me llamas? Cielos no creí que fueras de esas amigas—Me contestó el muy idiota.

—Créeme que jamás te llamaría, si estuviera haciendo eso.—Le conteste a cambio.

—Imagino que estabas corriendo. ¿Desde cuando te gusta hacer ejercicio?—Me contesto, yo ya estaba en la acera enfrente de su casa, así que corrí un poco y me acerque a la puerta.

—Ábreme.

—¿Qué rayos quieres que te abra?—Preguntó.

—La puerta, estoy en tu casa.

—Voy para allá.—colgó.

—Hola amiga.—Apenas abrió la puerta me abrazo y me hecho un vistazo.—Vaya que guapa. ¿Por qué rayos nunca te haz puesto esa camisa?

No sabía de que se sorprendía solamente andaba un pantalón de mezclilla de tiro alto, con una blusa amarilla algo formal y linda, y mis tenis negras.
No era para tanto.

-Tonto deja de molestar.—rodé los ojos y entré a la casa.—Alístate, tenemos que ir a comer a mi casa. ¿Dónde está Andrew?

—Está en su cuarto, pero está ocupado.—Me contestó rascando su nuca nervioso.

—¿Y que hace o que?—Le pregunté subiendo las escaleras, a la otra planta, tenía que alistarse e ir con nosotros.

—Se encerró y—Se detuvo y vio detrás de mí.

—¡Eres un idiota Simón! ¡Maldito mujeriego! ¡Mentiroso!—Escuché algo cayendo al suelo y luego una chica saliendo de la habitación de Andrew, ella se aproximaba enojada y con lagrimas en los ojos hacia nosotros, nos empujo y bajo las escaleras haciendo ruido con sus tacones, luego escuchamos un portazo.

Jacob y yo nos miramos y asentimos al mismo tiempo dirigiéndonos a la habitación de Andrew.  

Jacob entró primero y se empezó a reír mientras tapaba su boca con una mano y brincaba, miré justo donde Jac veía y vi a un Andrew de espaldas, sin camisa, en el suelo y luego escuché un gemido de dolor, Alto, ¿Espalda desnuda? Demonios no era solo su espalda desnuda, me voltee de inmediato sintiendo mi cara caliente,  Andrew estaba completamente desnudo.

Solté un grito y me gire en dirección contraria para no seguir viendo ese espectáculo.

—¿Samara? ¿Qué haces aquí?—preguntó, escuché el sonido de cosas siendo revueltas y luego el sonido de una cremallera.
Jacob no paraba de reír y ya me hubiera asustado si no fuera porque se que en situaciones como estas él perdía la razón.

—Ya puedes voltear, tranquila.—Me volteé poco a poco y ahora Andrew tenía una pantaloneta color vino y seguía sin camisa y una de sus manos se seguía tocando una parte de su espalda.

—¿Te golpeó?—Pregunté al ver que hacía una mueca al seguir tocándose la zona.

—Me tiró uno de sus tacones, pero no es nada, me han pasado cosas peores.—Se encogió de hombros.—¿Qué pasó? ¿Por qué estás aquí?

—Se me olvidó comentarte que hoy tenemos un almuerzo familiar a las 12.—Me agaché para estar a la altura de Jacob y le di un golpe en la cabeza para que se tranquilizara.—Jac tú también estás invitado, alístate. Jacob se levantó de el suelo y salió de la habitación no sin antes decir.

—Si le tocas tan solo un pelo a mi mejor amiga, te mato prostituto.

—Entonces, ¿si vienes?—Le pregunté a Andrew.

—Eh sí, me alisto y nos vamos.—Entendí eso como un sal de mi cuarto y me fui.

                         ()

—¿Me puedes explicar que paso ahí arriba?—Me preguntó Jacob mientras se ponía una camiseta Azul.

—¿De qué hablas?—Pregunté confundida.

-Estabas sonrojada y vi las miraditas que se daban mutuamente mientras hablaron, estaba en una crisis de risa pero no soy ciego.–Se sentó a mi lado en su cama y tomó una de mis manos.—Espero que no sea lo que estoy pensando, porque apenas se están conociendo y sabes perfectamente que mi hermano no es un buen hombre.

—No no, ¿qué dices? Es solo que nunca había visto a un chico desnudo y me tomó por sorpresa y no supe como reaccionar.—Empecé a peinar su cabello con mis dedos.

—Pobre, te traumó.—Yo solo asentí y hice un puchero ridículo, Jacob me abrazó y empezó a moverme como si fuera una bebé.

La verdad que no estaba nada traumada, más bien estaba algo acalorada y ahora tenía ganas de tocar ese trasero y esa espalda ancha, lastima que Andrew fuera tan idiota.  

—Ya estoy listo, ¿nos vamos?—Apareció Andrew en el umbral, su rostro se veía serio y al ver que nosotros dos nos levantamos de la cama empezó a caminar hacía afuera.

Ya era tarde, sin embargo no dije nada, el camino en ese auto hasta casa fue en silencio y muy incomodo, cuando llegamos Jac se bajó de el auto al ver a April, ellos dos se llevaban muy bien, pero esa relación para que era más que amistad.

Andrew y yo nos quedamos dentro de el auto y por un momento hubo un silencio cómodo, pero como siempre yo la tuve que cagar.

—Lamento haber entrado a tu habitación sin permiso, no debí invadir tu privacidad, fue muy indebido de mi parte, no creí jamás encontrarte así, lo juro.

—No importa, me da lo mismo.—Se quitó si cinturón de seguridad.—Ahora vamos de una vez a esa maldita reunión familiar y acabemos esto cuanto antes.

—¿Maldita reunión? ¿Es en serio Andrew?—Lo miré indignada.—Eres un idiota que ni siquiera es capaz de decirle a su conquista su verdadero nombre y que rompe nuestras reglas.

Okay, quizás solo quería hacer drama, pero la verdad era que si estaba molesta.

—Pues este idiota está siendo tu novio falso gratis, que no se te olvide, Samara.—Me miró.—Cualquier otro tipo solo te hubiera ignorado y se hubiera burlado de ti.

—¿Estás diciendo qué soy insuficiente? ¿Qué cualquier chico al qué le pida ser mi novio me va a decir qué no?—Lo miré sorprendida y negué con mi cabeza.—Y yo que creí que eras un buen chico.—Intenté bajar de el auto pero él puso el seguro para niños.

—Okay, lo siento, no quise decir eso, hoy fue una mañana de mierda, lamento lo que hice y lo que dije, no volverá a pasar, lo prometo.—Andrew tomó una de mis manos y le dio un pequeño beso encima.—¿Seguimos siendo novios falsos?

—Sí, no creo que pueda conseguir a otro igualito a ti.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top