🍃23🍃
Capítulo 23.
Siempre quise hacer esto.
Narra Andrew.
Estaba esperando a Samara en la sala de su casa, Samira me estaba hablando sobre un libro demasiado interesante, la verdad que si le haría caso a su consejo y lo leería, su madre se había ido a la cocina porque tenía que atender una llamada, luego de unos minutos Samara llegó con bolso azul, llevaba una camiseta blanca que se trasparentaba un poco y dejaba ver su lindo traje de baño rojo,, se había puesto unos shorts de mezclilla anchos y cómodos, se veía hermosa y sonriente, le sonreí y me levanté de el sofá.
—Lista. —dijo mientras movía su bolso de un lado a otro. —Pero tenemos un pequeño inconveniente.
—¿Y ese es? —Le pregunté.
—Que es un viaje algo largo y que no quiero llevar a Jacob todo el camino detrás de mi quejándose porque no está muy acostumbrado a andar en motocicleta y no sé si te lo dije pero soy algo celosa y tampoco quiero a una chica detrás de ti.
—Comprendo, Llamaré a un amigo que tengo, seguro me presta su auto, papá no esta. —Le contesté, Sam asintió y se fue a la cocina, supongo a hablar con su madre, saqué mi celular del bolsillo de mi pantaloneta, busqué entre mis contactos el número de Leo, uno de mis amigos más cercanos de aquí, cuando lo encontré le marqué y al siguiente tono me contestó.
—Hola. ¿Leo?
—Ese mismo habla, supongo que hasta ahorita te acordaste que tienes un amigo. —El hombre se quejó.
—Lo siento, ya luego nos veremos amigo.
—Sí, claro, sabes que siempre estoy en el taller. —Escuché el grito de una mujer llamándolo. — ¿Qué necesitas?
—¿Me prestas un auto? Prometo cuidarlo muy bien.
—Claro, confiaré en ti, ya sabes mi dirección, ahora debo colgar porque me están llamando hace ratos. —Me despedí y colgué antes que él.
—Tenemos auto Sam. —Le dije cuando regresó a la sala.
()
—¿Ya casi llegamos? —Me preguntó Jacob como por quinta vez, no sabía quien era mas insistente si Sam o Jacob, me estaban volviendo loco ya.
—¿Claudia y tus papás te dejaron venir? —Le pregunto Sam a Claudia, ella iba en la parte trasera junto a Jacob, Samara obviamente iba a mi lado.
—Les dije que era un convivio cristiano y que me quedaría a dormir donde una amiga. —La escuché decir, reprimí mis ganas de hablar, de decirle que eso estaba mal, que no solo se ponía en peligro ella, también a mi, era el adulto por decirlo de alguna manera, también había mentido cuando era más joven pero ahora que era una persona más madura que entendía que mentir era lo peor que podías hacer y que mantener un secreto por mucho tiempo solo hace que tu corazón duela.
—¿Ya casi llegamos? —Preguntó Jacob de nuevo, al darse cuenta que lo había ignorado de nuevo.
—Joder, sí ya casi Jacob solo faltan como diez minutos. —Le contesté poniendo mi manos tensas sobre el volante, Samara acercó su rostro al mío y beso mi mejilla, sonreí y seguí mi mirada en la carretera.
—Lleva así todo el viaje es peor que un niño. —Me quejo con Sam, ella ríe.
—¿Yo soy así de intensa también? —Me pregunta.
—A veces, pero así te quiero.
—Yo también te quiero. —Ella empezó a buscar entre su bolso hasta encontrar su celular y empezar a tomarse fotos con Jacob y Claudia, al menos pasamos unos minutos de paz en ese rato, la playa ya se podía ver por las ventanas del auto, Samara se veía muy emocionada mirando por su ventana.
—¿Ya llegamos? —Me preguntaron Sam y Jacob al mismo tiempo, suspiré, con razón eran mejores amigos.
—Sí, ya llegamos.
Los tres empezaron a festejar y cuando aparque el auto todos salieron de inmediato del auto, yo los seguí por detrás.
Se que quizás me vea muy aburrido, pera la verdad es que tenía planeado venir solamente con Sam, pero lastimosamente le comente a Jacob que quería ir a la playa con Sam y él rápidamente me rogo que también quería ir, y aquí estamos, veo como todos tiran sus bolsos y demás cerca de unas palmeras, yo llevo la hielera donde están los refrescos y cervezas, mis cosas están en el bolso de Sam.
Vi como Jacob y Claudia platicaban animadamente y empezaban a quitar sus prendas, bueno mi hermano solo su camisa que no se si se había puesto de acuerdo con Sam ya que también era blanca, miré a Sam, ella estaba frente a mi de brazos cruzados y me miraba con el ceño fruncido.
—¿Pasa algo? —Me preguntó mientras yo me acercaba mas a ella, la abrace de la cintura y metí mis manos en las bolsas traseras de su shorts, ella no se quejó así que las dejé ahí.
—No, no pasa nada. —Le di un corto beso en su mejilla. —Solo estoy feliz.
—Eso me alegra —.Ella sonrió y colocó sus manos alrededor de mi cuello. —¿Me das un beso?
—Todos los que quieras.
()
—¿No se van a meter? —Nos pregunto a Jacob a Samara y a mí, llevábamos como media hora sentados en la arena viendo como Claudia y Jacob jugaban en el mar. ¿Por qué? Teníamos mucha flojera de levantarnos, además estaba muy cómodo con mi cabeza sobre las piernas de Sam, y ella peinando mi cabello.
—¿Te quieres meter ahora, Sam? —Le pregunté.
—Creo que sí. —Ella movió sus piernas así que yo me levante y luego la ayude a levantarse —.¿No te vas a quitar la camisa? —Me preguntó después de quitarse su camiseta blanca.
—Si me querías ver sin ella solo tenías que pedirlo —.Le sonreí, me quite la camisa y la tire junto a nuestras cosas.
Ella solo carcajeo y después empezó a bajar su short, me miró y luego me tiro el short en la cara, yo lo ataje y lo puse junto a mi camisa, cuando me voltee Sam se giró para contestar a una pregunta que le había hecho Jacob, me dedique a ver su espalda, si esta chica me decía que tenía baja el autoestima estaba seguro que con mis caricias, besos y palabras la haría cambiar de opinión, es tan hermosa y está aquí, es mi novia y esta vez no es falsa.
—Deja de ver a mi mejor amiga de esa forma, atrevido. —Jacob se acerco a mi y me dio zapé en la cabeza.
—Eres hermosa, Sam. —dije y pude apreciar cuando sus mejillas se sonrojaron por mi comentario.
—Gracias An, tú también te ves muy bien. —Me contestó ella con una pequeña sonrisa.
—¿Se van a meter si o no? —Habló Jacob arruinando el momento.
Samara negó con su cabeza hacía su mejor amigo y empezó a caminar al frente de nosotros, Jacob y yo empezamos a caminar detrás de ella, mis ojos se desviaron a su trasero mientras la veía caminar, okay, no estaba siendo nada discreto.
—Eh ya. —Me pego un codazo en las costillas Jacob. —Si la sigues viendo así voy a creer que la vas a manosear en el mar.
—Que buena idea me has dado, hermano. —Bromeé, Jacob me miró mal y camino más rápido para estar cerca de Sam, lo vi susurrarle algo al oído y luego se fue corriendo donde estaba Claudia, Sam se detuvo para esperarme y tomar mi mano, yo entrelacé nuestros dedos, juntos entramos al mar y nos acercamos donde estaban Claudia y Jacob, el agua le llegaba un poco más arriba de la cintura a Sam, interrumpí la sesión de besos de la pareja feliz y les tiré agua encima y así fue como empezó una guerra en el agua, varias veces Jacob me intentó ahogar como cuando éramos niños, agradecí ser un buen nadador porque si no ya estaría en el otro lado.
()
—¿Quieres un helado? —Le pregunté a Sam, estábamos sentados junto a nuestras cosas, Jacob y Claudia había desaparecido hace bastante rato después de comer y tomar unas cuentas cervezas, lo que sabía era que ya no estaban dentro de la playa que era lo que más preocupaba, así que estaba un poco tranquilo.
—Jamás rechazaría una invitación como esa. —Ella se levanta y empieza a sacuidar la arena de sus piernas y pies, yo hago lo mismo.
—¿Cuál es tu sabor favorito? —Le pregunto esta vez.
—Hmm—Puso su mano sobre su barbilla pensativa. —Todos.
—¿Todos? —Le pregunté divertido por su respuesta, solo Samara podría contestar una pregunta de esa forma.
—Sí, todos tienen un sabor especial, un sabor que los hace único. —Caminaba a mi lado mientras me explicaba. —O tal vez simplemente tengo una obsesión por el helado.
-Creo que es lo segundo. —Ella ríe, entramos a la heladería, por suerte estaba muy cerca de nosotros, pedimos varios sabores, nos sentamos en una de las mesas de allí y hablamos mientras nos entregan nuestros pedidos, esto es lo que más me gusta, nunca hay un silencio incomodo entre nosotros, siempre hay que decir, que contar, creo que voy a extrañar esto más de lo que creo.
()
—Siempre quise hacer esto. —Susurré lo suficientemente fuerte para que Sam me escuchará.
—Oh. —Suspiró mientras me miraba. —Yo igual, siempre desee hacerlo solo que no tenía a la persona correcta a mi lado.
—¿La tienes ahora? —Le pregunté mientras jugaba con su mano izquierda.
—Sí, Andrew. —Me miró con una pequeña sonrisa en su rostro. —¿Tú?
—Oh vamos, sé que sabes la respuesta. —dije y puse un mechón detrás de su oreja. —Tengo a la chica más hermosa del mundo a mi lado, y no, no hablo solo de tu físico, cielos eres una chica increíble, haces que desee que estos malditos días a tu lado sean eternos, tu forma de ser me mata, me hace desear más de lo que debería y se que no debería decirte esto Sam, me voy a ir pronto, pero me encantas, me encanta cada uno de tus defectos, me encanta tu rostro, tu aroma, tu sencillez, tu cuerpo, tus ojos son los más hermosos que he visto en mi vida, amo cada vez que sonríes y ríes, me encanta ver las arrugas que se hacen en tu frente cada vez que te enojas, me siento el chico más afortunado por estar contigo, quiero que seas muy feliz. —Mire a Sam y ella limpiaba con su mano libre su cara, estaba llorando. —Oh lo siento, no quería hacerte llorar. —Me detengo y la abrazo.
—Es la primera vez que un chico me dice algo así. —Ella besa una de mis mejillas. —¿Andrew?
—Dime.
—Soy feliz, justo ahora soy la chica más feliz del mundo. —Ella se alejo un poco de mi y alzo la mirada, nos miramos, limpie sus mejillas con mi mano, no se quien fue el que acortó la poca distancia que quedaba, nuestros labios se unieron, profundicé el beso rogando porque el tiempo se detuviera en ese instante, porque estaba seguro de que mi vida no sería la misma de ahora en adelante, porque ella siempre iba a estar en mis pensamientos.
Juntos a la orilla del mar caminamos tomados de la mano, como cualquier pareja normal mirando un atardecer increíble, aunque sabíamos perfectamente que no éramos nada normales. ¿Quién se hace novio de alguien sabiendo que a los pocos días se iría? ¿Quién siente tanto por alguien en tan poco tiempo?
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