🍃22🍃

Capítulo 22.
¿Trato? trato.

Miro a mi hermana, está concentrada leyendo uno de sus libros, yo estoy sentada a su lado en el sofá, supuestamente viendo caricaturas, la verdad es que mi mente está totalmente en otra parte y no me logro concentrar, estiro mis piernas y sin querer boto el vaso que está en el suelo, el jugo de fresa de Samira se riega por el suelo, suelto una maldición y me levanto a limpiar mi desastre, paso el trapeador, junto el vaso, lo llevo a la cocina y regreso a la sala.

—¿Por qué estás tan torpe hoy?—Pregunta Samira sin despegar la mirada de su libro, incluso sigue leyendo.

—¿Qué opinas del amor?—Samira cierra el libro y lo pone en la mesita que hay enfrente de nosotras.

—Creo que todos somos merecedores de esa montaña de emociones y sentimientos.—Le sonrío, tiene toda la razón.—Pero le tengo miedo, porque cuando te enamoras le das un poder muy grande a esa persona, puede amarte con la misma intensidad o destruirte en cuestión de segundos.

—Siempre tan profunda con tus palabras, a veces pienso que tú debiste ser la hermana mayor.—Ella ríe.—¿Crees que lo mío con Andrew sea duradero?

—Yo creo que nada es duradero, todo tiene un final.—Samira volvió a agarrar su libro de la mesita y lo abrió de nuevo.—Nada es para siempre, solo disfruta y guarda lindos recuerdos mientras puedas.

Le agradecí, tomé mi bolso y casco al ver la hora, aún podía quedarme unos minutos más, pero preferí ir a la casa de Johanna a cuidar a los niños desde ya, ya me estaba acostumbrando a verlos, incluso empezaba a tener aprecio por los pequeños, incluso por el mayor, que se notaba era un chico increíble.

()

—Hola Sam. ¿Por qué tan feliz hoy?—Me preguntó James entrando a la cocina, al parecer ya se le había hecho costumbre eso de solo andar en buzo por la casa, no es que me molestara tampoco, siempre era bueno refrescar la vista, él se sentó junto a sus hermanos, los cuales estaban desayunando lo que su madre les había preparado antes de irse.

—Solo estoy alegre, no es nada especial.—Me serví un vaso con agua y tomé un sorbo.

—Oh, me alegro mucho Sam.—James sacó su celular del bolsillo de su pantalón.—¿No hay desayuno para mi?

—Creo que si. ¿Quieres que te sirva, pequeño James?—Le pregunté bromeando mientras sacaba un plato de la alacena para servirle.

—Gracias, solecito.—James se puso a revisar su celular, yo le serví lo quedaba del desayuno que había hecho Johanna.

—Sam.—dijo Sasha.

—Dime.—Contesté, me giré y le sonreí, puse el plato servido frente a James, él me sonrió y empezó a comer.

—¿Cuándo vuelve tu príncipe a traer comida?—Me preguntó con su linda voz infantil.

—Sas tiene razón. ¿Cuándo viene? Ayer James hizo la cena y sabía horrible.—dijo Thomy mientras movía sus piernas de un lado a otro sentado en su silla.

—No lo sé, chicos.—Les contesté recordando que solo faltan como tres días para que Andrew se fuera.

Los niños empezaron a quejarse y rogarme porque lo trajera un día de estos, que querían saber el secreto de la salsa especial de Andrew, incluso Sasha me dijo que quería que jugáramos a las princesas con él, mordí mi labio inferior sin saber que decir, esto parecía un caos, hablaban al mismo tiempo y ya ni los entendía.

—Bueno ya, cálmense.—Habló James un poco fuerte para que los niños escucharan.—.Samara traerá a su novio cuando ella quiera así que no la molesten, están siendo muy intensos.—Sasha y Thomas asintieron y se quedaron en silencio.—Por cierto Sam, necesito hablar contigo, te tengo una propuesta.

—Nos están echando Sas, ya sabes platica de grandes.—Dijo Thomas tomando a su hermana de la mano y saliendo de la cocina, miré sus platos, al menos habían comida la mayoría de su desayuno.—¡Luego jugamos!

—¿De qué quieres hablar?—Le pregunté mientras me sentaba en la silla en la que anteriormente había estado Sas.

—Te propongo un trato.—Agarró el vaso con jugo que había dejado su hermana en la mesa y tomo un sorbo.

—¿Y ese trato sería?

—Cuidaré a mis hermanos por estos días, o sea desde ya, solo si tú me prometes que vas a aprovechar todo ese tiempo para estar con tu novio, que luego volverás y te harás cargo de mis hermosos hermanos, la único que pido para mi es que seas mi amiga y me des tu número.

Tapé mi rostro con mis manos, esto me había dejado muy sorprendida, miré mis manos temblar, por unos segundos quise abrazarlo y darle mil gracias hasta que regrese a la realidad.

—James eres muy lindo, en serio, pero creo que no se va a poder.—Bajo las manos de mi rostro para hablar mejor.—Tú madre me despedirá si no vengo a trabajar.

—No lo hará así que tranquila, ya he hablando con ella y aunque al principio me dijo que estaba algo loco, luego lo comprendió y dijo que confiaría en mi y toda esa hablada de que no la decepcionara.—Se encogió de hombros.—Entonces, ¿trato?

Me levanto de la silla y sin decir nada lo abrazo, James me devuelve el abrazo y lo escucho reír.

—Gracias, gracias.—Le digo sin soltarlo aún.—Jamás creí que fueras a hacer algo así por mi. ¿Por qué?

—Me hiciste entrar en razón.—Nos separamos del abrazo y él toma una de mis manos entre las suyas. —No solo me estaba alejando y dañando a mi, me estaba alejando de mi familia, los lastimé y eso no está bien, quiero mejorar y volver a ser el de antes.—James besa mi mano y la suelta.—Gracias, creo que llegaste en el momento indicado a esta familia.

—Serás mejor que el de antes, James.—Le sonrío.—Y me alegra que entraras en razón.

—A mi me alegra que seas feliz, solecito.—Me revolvió el cabello, se levantó de su silla y empezó a caminar fuera de la cocina, se detuvo cuando estuvo justo en la puerta—¿Qué esperas? Vete Sam, vete.—Prácticamente me echa de su casa.

—Oh cierto, gracias de nuevo James.—Tomé mi bolso y casco de la encimera, beso la mejilla de James y salgo corriendo a la salida.—¡Dile a los niños que vuelvo pronto!

Lo escuche decirme algo pero no lo escuche, camine emocionada y con una sonrisa en mi rostro me dirijo a la casa de mi novio, Andrew.

                                ()

—Hola Sami.—Me abrió la puerta Jacob con una sonrisa, me abrazó y beso mi frente como cada vez que me veía, entré a su casa como si fuera la mía y empecé a subir las escaleras.—Claro, ahora no me visitas a mi, eso es traición, mejor amiga.

—No seas dramático, sabes que te amo.—Subo un escalón más y recuerdo que Jacob aún no me ha contado nada de su salida misteriosa donde me tocó cubrirlo.—No te salvas de mi interrogatorio más tarde Jacob.

Entro sin tocar a la habitación de Andrew, lo miro, está en su cama y se ve muy dormido, me acerco y me siento sobre su cama, toco su mejilla suavemente para que se despierte, pero no hay reacción alguna, reviso que está respirando para no asustarme, hay que ser precavida, todo está bien allí, así que decido moverlo un poco, sus ojos se abren poco a poco y sonríe.

—Estoy soñando definitivamente.—Susurra.—Samara ya hasta eres dueña de mis sueños.

—No estás soñando.—Me reí y toqué su mejilla.—Te tengo una buena noticia.

—¿En serio?—Andrew se reincorpora en su cama y en segundos estoy entre sus brazos mientras recibo unas cuantos besos en mi cara.—¿Cuál es la noticia?

—Tengo unos días libres gracias a James, luego te explico bien.—Andrew asiente y luego acorta la distancia y me besa, le sigo el beso y rodeo su cuello con mis manos, Andrew pone sus manos en mi cintura y profundiza el beso, me separo un momento por aire y porque la puerta está abierta y aunque Jacob acepta nuestra relación, tampoco quiero incomodarlo.— ¿Qué tenías planeado hacer hoy?

—¿Muy loco si te digo que hoy te iba a llevar a la playa?

—Hubiera sido muy loco, porque hubiera sido un viaje largo, pero ahora tenemos más tiempo.—Le contesto.—Aunque no traje vestido de baño Andrew. —Miré mi bolso que estaba en el suelo, en ese bolso con costo cabía mi cartera y celular.

—No lo vas a necesitar—.Me miró con una sonrisa pervertida en su rostro.

—¿Acaso es eso una propuesta indecente?—Le pregunté.

—¿Te gustaría qué lo fuera?

—Yo—Siento mis mejillas calientes, miro al frente para no mirarlo.—Andrew no me hagas contestar eso.

—Lamento interrumpir.—Un Jacob con una mano sobre sus ojos entra a la habitación, me burlo porque casi se cae con un zapato que está en el piso.—Me dijiste que querías ir a la playa con Sam y pues quería saber si a mi también me incluían.

—¿Por qué te tapas los ojos?—Le pregunta Andrew.

—¿No estaban haciendo nada malo? No quiero vomitar tan temprano.—Preguntó, yo me senté más alejada de Andrew y pasé una mano por mi cabello.

—No, Jac.—Contesté, Jacob quitó la mano de su rostro y nos miro aguantando la risa.

—Okay, no soy tan tonto como para creer eso, sus labios rojos y hinchados los delatan.—Rodó los ojos—.Y tu erección Andrew, te delata completamente.

Andrew y yo volteamos a ver al mismo tiempo hacía su entrepierna y al final entendimos que Jacob solo bromeaba, nos estaba molestando.

—Y no estaban haciendo nada malo dicen.—Negó varias veces con su cabeza.—¿Vamos a ir a la playa si o no?

—Sí, ve a buscar tus cosas y si quieres puedes invitar a alguien más. —dijo Andrew.

—¿En serio?—Le preguntó a su hermano, Andrew asintió.—¡Samara vamos a mi habitación!—Jacob caminó hacía mi y me tomó del brazo haciéndome caminar tras él.

—¡Eso no significaba que te podías llevar a mi novia!—Le gritó Andrew desde la habitación.

Jacob solo se carcajeo y luego me encerró con él en su habitación.

—¿Y ahora qué?—Jacob me señaló su closet, reí y me puse a ayudarlo a buscar que ponerse.

—Voy a llevar a Claudia a la playa de eso no hay duda.—dijo, tomó una pantaloneta azul y la metió en su bolso negro, yo metí el bloqueador solar y dos camisetas, uno nunca sabe lo que pueda pasar, Jac abrió agarró una cajita dorada y la echó, ¿Eso eran condones? Mejor no pregunto.

—Pues que bien que la lleves, por mi no hay problema y lo sabes.—Le dije tirándome de espaldas en su cama, ya teníamos su ropa lista, ahora solo faltaban mis cosas que estaban en casa.

—A Claudia no le gustan las motocicletas, ese es el problema.

—¿Me estas hablando en serio? —Que indignante, tan geniales que son, pero bueno.

—Sí, tienes que convencer a Andrew de ir en auto.

—¿En el auto de tu padre?—Pregunté confundida ya que no lo había visto cuando llegue a su casa.

—No, papá esta en un viaje de negocios y obviamente se llevo el auto.

—Vaya que buen padre, su hijo se va dentro de poco y se va.—dije algo molesta.—¿En cuál auto iríamos entonces?

—Andrew debe tener algún amigo que tenga auto.—Me contestó.

—Está bien, lo intentaré.—Me levanté de su cama.—Ahora tengo que ir a casa a conseguir mi ropa para hoy.

—El azul no.—Me dijo rápidamente.

—¿Por qué no?—Lo miré confundida, era uno de mis trajes de baño favoritos.

—Ya no te queda, recuerda que te sentías incomoda aquella vez en la piscina, mejor lleva el negro de una pieza.—Me recomendó.

—¿Y el rojo?

—Oh cierto, ese te queda genial, todo mundo tendrá envidia de lo hermosa que está mi mejor amiga.—Me guiñó un ojo y salí de su habitación.

                             

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top