🍃19🍃
Capítulo 19.
Sasha, Thomas y James.
Un sonido a lo lejos se escucha, me muevo en mi cama estresada, alguien debería apagar esa alarma pronto, tapo mis oídos con la almohada haciendo un intento vago por ignorar la alarma, escucho pasos en el pasillo y luego mi puerta es abierta, debe ser mamá o Samira.
—¡Despierta!—Samira palmea mi espalda haciéndome reaccionar.—Hoy es tu primer día cuidando a los niños, tienes que alistarte.
—¡Mierda! Lo olvide.—Me levanto de la cama rápidamente, gran error, sentí que todo daba vueltas y hasta vi negro, Samira me hizo sentar de nuevo en mi cama.—Tranquila, no debí levantarme tan rápido.
—Es que eres tonta.—Se burló y salió de la habitación, espero unos segundos y me levanté de la cama para alistarme.
Después de bañarme y vestirme me dirigí a la cocina, definitivamente tenía que desayunar algo, suspiré de alegría al ver como mamá me ofrecía una taza de mi cereal, me senté un momento para comer mientras me fijaba en la hora de mi celular, llegaría a tiempo, eso esperaba.
—Gracias, me salvaste—Seguí comiendo hasta que recordé que algo me hacía falta—¿Dónde rayos esta mi bolso negro?
—Está en el mueble cerca de la puerta de enfrente, creo que lo vi allí.—Mamá beso mi frente.—Espero te vaya muy bien hoy.—Le sonreí, termine mi cereal, lavé mi plato, caminé hacía la salida, agarré mi bolso, busque el casco y las llaves y salí sonriente, hoy tenía que ser un buen día.
(...)
Después de escuchar por casi una hora todas las advertencias y consejos de Johanna, ella termino yéndose, confiando en que todo saldría bien y sobre todo confiando en mi, que peligro.
—Bueno.—Les sonreí a los dos pequeños niños frente a mi, que por cierto son gemelos, Sasha y Thomas.—¿Qué quieren hacer?
—Juguemos a las princesas.—Propuso de inmediato Sasha con una sonrisa que me causo ternura.
—¡No! La ultima vez me hiciste usar un vestido rosa.—Le hablo Thomas a Sasha negando, Sasha le hizo un puchero a su hermana y sus ojos se cristalizaron.—Está bien, está bien juguemos lo que te quieras, Sas.—Thomas se acerco a su hermana y la abrazo, de inmediato Sasha sonrió y soltó una pequeña risa, que niña más manipuladora.
Ver todo esto me hizo recordar a Sean y a mi de pequeños, sonreí tristemente deseando volver a esos momentos en los cuales Sean hacia cualquier cosa por mi, moví mi cabeza tratando de reprimir esos recuerdos por ahora, en estos momentos tenía un trabajo que cumplir.
—Yo quiero ser la princesa de vestido rosa.—Le hable a los dos pequeños frente a mi, de inmediato Sasha tomo mi mano y empezó a caminar hacia su habitación, Thomas nos seguía por detrás.
—Te haremos ver como la princesa más hermosa del mundo. ¿Verdad Tomy?—Habló contenta Sasha haciéndome sentar en una silla de su habitación, vi las paredes rosas, esto parecía la típica habitación de una princesa.
—Sí.—Thomas tomo un cepillo rosa y se acerco a mi, agradecía que hoy había dejado mi cabello suelto y me había peinado muy bien porque sino estaría segura que hubiera sido un trabajo muy difícil para el niño.—Me gusta tu cabello es igual al de Susan.
¿Quién rayos es Susan? Pensé.
—Mentira, el cabello de Sam es más lindo que el de esa fea.—Le contesto Sasha acercándose con un montón de maquillaje rosa, oh Dios no.—Cierra los ojos.—Y así lo hice mientras sentía como las pequeñas manos de Sas se paseaban por toda mi cara y sentía como el cepillo que Thomas estaba usando pasaba por mi cabello, sentí algunos jalones de cabello per me callé.
—Susan no es fea—.Escuché que le decía Thomas a Sasha.
—Claro que sí.
—No.
Y así fue como empezó una pela por la tal Susan, mientras discutían seguían "arreglándome", así que al ver que no era discusión donde hubieran mordidas o golpes, me mantuve tranquila mientras que permitía que ellos se divirtieran a costa mía.
El tiempo paso rápidamente entre la compañía de los dos niños, los cuales me hicieron utilizar unas zapatillas de tacón de su madre (esperaba que Johanna nunca se enterara de eso) me hicieron poner un vestido rosa que obviamente no era de mi talla, se suponía que el vestido mínimo me tenía que llegar a los tobillos, pero este me llegaba un poco mas arriba de las rodillas, me mire al espejo de cuerpo entero de la habitación de Sasha, tenía sombra rosa y morada en mis parpados, un rubor rojo demasiado fuerte para mi gusto en las mejillas, mis labios teñidos de rosa Barbie para terminar tenia un lindo lazo rosa en mi cabello, justo donde terminaba la trenza de medio lado que me hizo Thomas, me veía ridícula, pero aún así le sonreí a los niños y les agradecí.
—Ahora si podemos jugar a las princesas.—Hablo Sasha sonriendo para después acercarse a mi con un tipo de corona de princesa que puso en mi cabeza.
—No, necesitamos un príncipe.—Habló Thomas pensativo.
—Tienes razón.—Le secundó Sasha—.¿Quién podría ser?
—Oh ya se.—Thomas pegó un brinco y salió corriendo de la habitación. ¿Qué estará tramando este niño?
—Ven, ¿sabes bailar?—Sas me tomó de las dos manos y empezó a moverse como si estuviéramos en un vals, yo la intente copiar pero lo único que lograba era que la niña riera de mis torpes pasos, definitivamente no estaba hecha para bailar.
Sas y yo bailamos ridículamente por un rato hasta que de pronto ella dejo de moverse al ver algo detrás de mi, yo rápidamente me volteé a ver que pasaba, encontrando a Thomas junto a un chico con solo un buzo de pijama y con cara de adormilado, pude apreciar sus brazos y prácticamente todo su pecho algo musculoso, delgado y con unos hermosos ojos verdes como los de Thomas y Sasha, el chico sonrió al parecer apenado y alzo su brazo para rascar la parte de atrás de su cuello.
—Buenos días.—Reprimió un bostezo, vi como sus mejillas se tiñeron de un rosa suave.—¿Tú debes ser la nueva niñera?
—Buenos días—.Le sonreí divertida, pero rápidamente cambie mi semblante, estaba frente a un chico divino y vestida de princesa, cielos que vergüenza.—Este eh si, yo soy la nueva niñera.
—Yo soy James el hijo mayor.—Me guiño un ojo divertido.—Mucho gusto, princesa.—Se acerco a mi y hizo una reverencia como si de verdad yo fuera una princesa y él un simple caballero, eso hizo reír a Sasha y susurrarle algo a su hermano, "buena idea" algo así escuche que le decía.
—Sam, dime Sam.—Le contesté.—Mucho gusto, James.
—¿Así que tengo que ser el príncipe de esta princesa Thom?—James miro a sus hermanos con una pequeña sonrisa.
—Si—Le contesto Thomas sacando un lindo vestuario de príncipe azul del closet de su hermana, claro su vestuario si tenía que ser a la medida de James y yo aquí valiendo con mi vestido de princesa que ni siquiera me quedaba.
—Está bien, solo déjenme desayuno algo y vuelvo en seguida. ¿Trato?—James toco su estomago el cual sonó en ese momento, eso me hizo reír.
—Te acompañamos.—Sas me agarró de la mano y empezó a caminar conmigo fuera de su habitación, los chicos nos siguieron.
Mire como James sacaba cereal integral de la despensa, hecho un poco en un plato hondo y luego se acerco a la refrigeradora y saco la caja de leche, alzo la mirada y nos sonrió, abrió la leche y la derramo sobre el cereal, tomo una cuchara y tomo un bocado de su cereal.
—¿Ya comieron ustedes?—El chico miró la hora en el reloj de pared de la cocina, iban a ser casi las doce del medio día—.Ya casi es hora de almorzar.
—Mamá nos dio de desayunar.—Le contestó Thomas.—¿Tienes hambre ya Sas?
—Sí—La respuesta de Sasha hizo que James me mirara esperando una respuesta de mi parte, pero ¿qué tenía que contestar?
—¿Quieren que les haga algo de comer—?Pregunté más para mi misma que para ellos, yo era y siempre sería un asco para la cocina.
—¿Sabes cocinar?—Me preguntó James con una sonrisa y este que creí, ¿qué yo le iba a cocinar algo?
—Bueno yo...
—No sabes.—Me interrumpió.—Bueno, será llamar para que nos traigan comida a domicilio. ¿Qué quieren esta vez? ¿Pizza?
—No, creo que no deberían estar comiendo esas cosas, tu mamá me dijo que lo tienen prohibido.—Hable antes de que los niños contestaran.
—¿Entonces?
—Tengo una idea.—Busqué mi celular con la mirada—.Solo déjenme buscar mi celular—.Me levante de la silla en la que estaba sentada.
—Ten toma el mío—.James saco su celular del bolsillo de su buzo para dormir, tome su celular y vi su fondo de pantalla, era él y una chica, se veían muy felices, seguro era su novia, una novia muy bonita por cierto, ignore eso y marque el número de Andrew.
—Hola, ¿Quién es?—Habló Andrew, se escuchaba ruido desde el otro lado, música mejor dicho.
—Hola An, soy yo Sam.—Hable.—¿Dónde estas?
—Estoy ayudando a mamá con el quehacer de la casa, por eso la música.
—Oh. ¿Entonces estás muy ocupado?—Le pregunté.
—Para ti nunca. ¿Qué necesitas?—No pude evitar sonreír al escucharlo.
—¿Ya hiciste almuerzo?—Le pregunté.
—Sí, de hecho ya iba a levantar a Jacob para almorzar. ¿Por qué me preguntas eso?
—Necesito que mueves tu culo hasta aquí y me traigas almuerzo para..—Mire a los niños y a James conversar sobre una película.—Para cuatro personas.
—¿No que solo eran dos niños?
—Lo son, solo que también tienen un hermano mayor.
—Voy a alistar todo y voy para allá. ¿Está bien?
Le dije la dirección no sin antes agradecerle varias veces, literal me había salvado.
—De nada, siempre para ti.—Escuche la voz de su madre a lo lejos.—Nos vemos pronto, Te quiero.
—Yo también te quiero.—Colgué.
—Listo, asunto solucionado.—Les hable regresando a mi lugar.—Y lo mejor, no tenemos que pagar.
Los niños festejaron, James asintió contento y se levanto para dejar su plato vació en el lavaplatos.
—Me iré a bañar—.Habló James, yo me acerque a él y le di su celular.—Gracias.
—Pero dijiste que después de desayunar íbamos a jugar.—Le dijo Sas con el ceño fruncido.
—Será en otra ocasión Sasha, tengo que salir dentro de como una hora.—James paso junto a ella y le revolvió el cabello con su mano.
—Siempre dice lo mismo.-Susurró Thomas cuando su hermano salió de la cocina.—Creí que esta vez iba a ser diferente.
—Tal vez solo tiene que hacer cosas muy importantes niños, hay que entenderlo.—Les sonreí comprensiva, pobres niños.
Los niños sonrieron tristes, no podía hacer nada para cambiar eso, la única forma era distraerlos.
—¿Saben donde deje mi bolso—?Les pregunte.
—Creo que esta en mi habitación.—Comentó Sasha.—Voy a buscarlo.
—Cuando Susan venía si jugaba con nosotros.—Me contó Thomas—.Incluso una vez lo vestimos de princesa.
—¿Y Susan es?—Le pregunte curiosa, lo siento pero el chisme nunca descansa.
—Su ex, ella terminó con él y desde ese día Susan no ha vuelto.
—Tal vez la chica no ha tenido tiempo y tu hermano no quiere jugar porque está triste supongo—.Le contesté. Suspiré, seguro a James le había dolido demasiado esa separación y ahora estaba en un lento proceso de superación.
—Ten, aquí está tu bolso.—Regresó Sasha con mi bolso entre sus manos.
—Gracias linda.—Le agradecí y lo puse sobre la encimera.
Después de unos minutos jugando cartas con los niños el timbre de la casa sonó, sonreí acercándome a la puerta, la abrí, Andrew traía tres bolsas consigo, rápidamente le intente ayudar, pero él se negó con una sonrisa, lo invite a pasar, lo guie a la cocina para que pusiera las bolsas en la encimera.
—Hola Sam o debo decir princesa.—Se acerco a mi y me abrazo, yo le correspondí de inmediato y dejé un corto beso en su mejilla, luego se separó de mi y miró a los niños.—Y hola pequeños, me llamo Andrew. ¿Y ustedes?
—Thomas.—Respondió el niño acercándose a Andrew con su mano en alto, Andrew sonrió y estrecho su mano.
—¿Y como se llama esta hermosa princesa?—Pregunto Andrew acercándose a Sasha, a quien se le pusieron las mejillas rosas, que ternura de niña.
-Sas.-Susurro con una pequeña sonrisa..
—Mucho gusto.—Andrew saco del bolsillo de su pantalón una flor de papel, la coloco en la mano de la niña.—Para ti.
—Gracias.—Contesto mirando la pequeña flor de papel con una sonrisa.—Mira Thomy me dieron una flor—.Ella se la mostro a su hermano feliz.
Andrew fijo su mirada en mi, se acerco y empezó a sacar todo lo que había en las bolsas con mi ayuda.
—En esta taza hay ensalada, en esta arroz, hice pollo al horno, está aquí, esta otra tiene una salsa que le pueden echar encima al pollo, es mi receta secreta y lo que esta en esta taza es solo para ti.—Terminó de enseñarme las tazas y demás.—Espero te guste, lo hice especialmente para ti.
—Gracias, eres un amor Andrew.
—Lo sé.—Sonrió.—Bueno creo que ya me tengo que ir, tú tienes que darle de comer a los niños, por cierto. ¿Dónde esta el otro hermano?
—Se había ido a bañar, supongo que se esta arreglando.—Respondí.—No quiero que te vayas.
—Ni yo quiero irme, Sam.—Tomo mi mano entre las suyas, de pronto escuchamos un carraspeó de parte de alguien, me giré para mirar a James.
—Lamento interrumpir pero necesito pasar.—Dijo James justo frente nosotros, Andrew rápidamente se movió dejándolo pasar, James camino a la refrigeradora y empezó a buscar algo, supongo.
—Bueno vamos, te llevo a la salida An.—Lo tomé de la mano y salí con él de la cocina.—Ya regreso para almorzar niños.
—Tiene tu edad. ¿No?
—Creo que si, aunque quien sabe.
—¿Te parece lindo?—Me preguntó mientras jugando con mi mano en el camino a la salida.
—¿El que?—Pregunté confundida.
—El chico, ¿Qué si lo ves lindo?
—No es feo, es bastante guapo, tú lo viste.—Contesté simplemente.
Andrew detuvo su andar, así que yo me detuve y me voltee, le sonreí al ver su ceño fruncido y aún más cuando se acerco a mi.
—¿Es más guapo que yo?—Me preguntó viéndome directamente a los ojos, colocó su mano en mi mejilla quitando un cabello que estorbaba en mi cara.
—No.—Susurré mirando sus ojos.—Tú eres más lindo.
—¿Sabes quien si es más linda?—Lo miré esperando una respuesta—.Tú, incluso te ves más linda con este disfraz de princesa, aunque creo que no es tu talla.
—Exacto, no había de mi talla—contesté..—Y gracias aunque no te creo, me veo ridícula.
—Ridículamente hermosa.—Andrew besó mis labios rápidamente y empezó a caminar, reí y lo seguí, me despedí de él y volví dentro.
(...)
—Esto está delicioso.—Habló Thomas con la boca llena.
—No se habla con la boca llena Thom, te puedes ahogar.—Le reprendió James de inmediato.—Pero tienes razón, esto sabe genial.
—Andrew cocina muy bien.—Sonreí llevándome otro bocado a la boca.
—¿Y el es tu príncipe Sam?—Me preguntó Sasha.
—Sí, Andrew es mi príncipe.—Le dije.
—Creí que no tenias príncipe.—Habló Thomas triste.
—¿Querías ser su príncipe, enano?—Le preguntó James divertido para después llevar su vaso con jugo a la boca.
—No, quería que ella fuera tu princesa.—Contestó rápidamente Thomas, James casi se ahoga gracias a esa respuesta y empezó a toser como loco.
Rápidamente empecé a darle palmaditas en la espalda para que se recuperara.
—¿Estas bien?—Le pregunté cuando dejo de toser.
—Si, gracias.—Me agradeció.
—¿No se supone que el príncipe tiene que salvar a la princesa no al revés?—Le presuntó Sasha a su gemelo.
—Si, pero este es un cuento diferente supongo.—Le respondió.
Reí divertida, cosas de niños.
—Bueno yo me tengo que ir, gracias por la comida Sam.—James se levanto de su silla después de un rato—.No me esperen, llegaré tarde.—Besó la frente de su hermana y chocó puños con su hermano.
—Con gusto y que la pases bien.
—Chao.—Le gritaron los niños.
James salió de la cocina y al rato escuché la puerta principal siendo cerrada.
—¿Su hermano siempre se va?—Pregunté curiosa, tal vez era por eso que Johanna contrataba niñera para los niños.
—A veces sale, pero casi siempre se queda en su cuarto encerrado.—Me respondió Sasha.
—Oh, entiendo.—Contesté.—Creo que me iré a cambiar, así jugamos otra cosa.
—Sí, juguemos a las escondidas.—Dijo emocionado Thomas.
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