🍃14🍃

Capítulo 14.
Despidos, dinero y muchos problemas.


-¡Samara despierta¡-Me grito Samira entrando a la habitación.—Lo siento, me quedé dormida, son las diez ya.


-¿Qué? No puedo creer que no te levantaras.—Me levanté asustada, ya iba tarde, muy tarde.


—Ayer hablé casi toda la noche con Apolo.


Suspiré al escuchar el nombre de el niño tonto, alisté mis cosas para irme rápido, al menos definitivamente no tenía que pasar por Jacob porque fijo él ya estaba allí.


Treinta minutos después estaba entrando al centro comercial, me alegraba que la tienda no quedaba tan lejos, vi a Katia sentada en su silla detrás de la caja, le sonreí.


-Buenos días, Katia.-Puse mi bolso en el mostrador.-¿Y Jacob?


-No ha llegado en todo el día, tú eres la única que ha venido además de mi.-Suspiro.-La jefa vendrá en un par de horas, quiere conocerte a ti a Jacob, ruega porqué aparezca.


Negué con mi cabeza estresada, saqué mi celular del bolsillo de mi pantalón y empecé a marcarle a Jacob, apagado, genial, lo mataré apenas lo vea, busqué el número de Andrew y le marqué.


-Buenos días.-Bostezó.-¿A qué se debe tu llamada?


—Siento haberte despertado, ¿Jacob está por ahí?

—No, él le dijo a mamá que se quedaría a dormir en tu casa.


—No, él  se fue temprano como a las diez ¿No llego a dormir entonces? 


—Para nada, ¿Tú estás trabajando?


-Sí, casi que acabo de llegar, me quedé dormida.-Mire a Katia, ella me dio una sonrisa comprensiva.-La jefa vendrá dentro de poco An, necesito que Jacob esté aquí cuanto antes.


—No te preocupes, cuando sepa algo te llamo.

                                  (…)


Ya era la hora de almuerzo y Jacob aún no había aparecido, yo ya lo imaginaba en alguna alcantarilla borracho y inconsciente y la verdad prefería que fuera eso a que fuera algo peor.

Andrew: Ya fui al parque, le pregunté a algunos amigos y no lo han visto.
Samara: Maldición, Jacob me va a sacar canas verdes.


El sonido de la campanilla me avisó que había llegado un nuevo cliente, alcé la mirada, una mujer con un vestido celeste demasiado elegante se acercó a la caja justo donde estaba Katia, vi como el rostro de Katia cambió a uno preocupado, demonios fijo ella era la jefa, iba a llamar a Jacob de nuevo, pero ya eso era un caso perdido, más cuando su celular estaba apagado.


Me acerqué a ellas con una sonrisa, intentando aparentar que todo estaba bien, aunque por dentro estaba apunto de llorar por culpa de Jac.
-Samara, te presento a Leticia, la dueña de la tienda.-Me presento Katia a la mujer frente a mi, ella me miro de pies a cabeza y puso mala cara, no pues solo eso faltaba que le caiga mal a mi jefa.


—Mucho gusto.—Contestó, luego se puso a mirar los alrededores de la tienda.—¿Dónde está el otro joven qué contratamos Katia?-Le preguntó


—Él no ha llegado, señora.-Le contestó.


-Está despedido, ve buscando a otro chico que lo sustituya.


-¿Qué? No señora usted no puede hacer eso, a él le surgió un problemas de ultimo momento.-Le mentí, no tenía ni la menor idea de donde este Jacob, solo esperaba que estuviera bien, pero tampoco podía permitir que lo despidieran.


-No te pedí tú opinión.-Me contestó cortante.-Me voy Katia.


-Si lo despide, también me iré yo.-Le hable apenas me dio la espalda, se volteo con una sonrisa divertida.


-Pues entonces no se que haces aquí.—Sonrió y siguió caminando.


Le pedí a Katia mi bolso y salí de la tienda, mordí mi labio intentando retener miles de insultos hacía esa mujer, sentí un dolor en mi cabeza demasiado fuerte, tuve que sentarme en la primera banca que vi, respiré profundamente y luego solté todo ese aire contenido, sentí el deseo de llorar pero lo retuve, ¿para qué llorar por algo tan tonto? Había muchos más trabajos en el mundo, tenía que ser fuerte sino no iba a llegar a nada.


—Maldita mujer, la odio.


—¿A quién odias? —Me sorprendí al ver a Marcus frente a mi, hace mucho tiempo no lo veía, fue mi excompañero.—Por cierto, Hola.


—Vaya semejante susto me diste.—Me reí.—A mi jefa, bueno a mi exjefa.


—Oh, ¿Te despidieron?—Se sentó a mi lado en la banca.—¿Puedo ayudarte en algo?


—Sí, hace apenas unos minuto.—Intenté sonreír.—Pero cuéntame, ¿Cómo estás? ¿Qué has hecho? 


-Muy bien, estoy trabajando con mi padre, voy a estudiar en clases virtuales.-Sonrió.—¿Y ahora qué vas a hacer?


Justo cuando iba a contestar mi celular empezó a sonar, era un número que no tenía añadido, me disculpé con Marcus y contesté.
-¿Samara?


—Oh cielos, ¿dónde demonios estás? Me tienes muy preocupada.


-Perdón.-Susurró.-Necesito que le digas a Andrew que venga a la comisaria, estoy en problemas.


—Mierda ¿Qué hiciste Jacob?.


-Anoche después de estar en tu casa, Claudia me llamó para que saliéramos y obviamente no la rechacé, fuimos a la discoteca y ahí estaba Ámbar, fue un desastre Sam.—Escuché como la voz de Jacob se cortó y como empezó a sollozar.—Sami Claudia se enojó y se fue, estaba muy molesto y me puse a tomar y todo se salió de control.—Escuché la voz de otra persona de fondo.—Debo colgar, llama a Andrew.


Sin ni siquiera pensarlo marqué el numero de Andrew, le dije que me viniera a busca, que ya sabía donde estaba Jac y colgué.


-¿Qué sucedió?-Me pregunto preocupado Marcus, me había olvidado por completo que él estaba a mi lado.


-Jacob está detenido.—Me levanté de la banca.—¿Me podrías hacer un favor?


-Claro, lo que quieras.-Me contestó enseguida.


-Te recuerdas de donde queda mi casa.-Asintió.-Toma las llaves de mi motocicleta y déjala allí y en verdad muchísimas gracias.—Le di las llaves.

                            (…)


-¿Quién era ese chico que se llevo tu motocicleta?-Me preguntó Andrew apenas me monté en el auto.


-Un amigo que me hizo el favor de llevarla a casa.-Suspiré poniéndome el cinturón.-Vamos a la comisaria.


-¿Qué? ¡Cielos! Cuando lo vea lo mataré, te lo juro.–Arrancó el auto y salimos del centro comercial.


Cuando llegamos, no nos dejaron ver a Jacob, era de esperarse, al parecer había que pagar una multa y Andrew y yo no teníamos esa cantidad.


-Voy a llamar a papá, él debe saber que hacer.—Andrew se alejó para hablar con su padre en privado.


                                (…)


-¿Será libre esta noche verdad? No puede quedarse ahí, solo.-Mire a Andrew esperando una respuesta, ya eran casi las cinco de la tarde y aún no sabíamos nada de él.


-No lo sé.-Rascó su nuca.-Estará bien Samara, tranquila.


-Yo no quiero que esté ahí adentro.-Miré mis manos, Andrew asintió y me rodeo con sus brazos.


El padre de los chicos se acerco a nosotros, casi no me llevaba muy bien con él desde que el año pasado se empezó a comportar mega grosero y diferente con Jacob sin ninguna razón y eso hizo que mi amigo se deprimiera demasiado, fueron momentos muy difíciles. 


—Jacob saldrá ya, tuve que pagar una gran multa, pero ya todo está bien.


-Gracias papá.-Le agradeció Andrew.


-Me voy a casa ya, espérenlo ustedes, tu madre no sabe nada, esto quedará completamente entre nosotros. ¿Entendido?


-Sí, no le diremos nada.-Andrew se levanto, abrazo a su padre y le agradeció de nuevo.


-Gracias.-Le sonreí y estreche su mano en forma de despidida, el hombre me sonrió forzadamente y se fue.


Después de unos minutos vi a Jacob salir, rápidamente corrí hacía él y lo abracé, él me respondió enseguida.

-Eres un idiota y apestas.-Le dije después de un rato de separarnos, seguía con la misma ropa de ayer, olía a alcohol y humedad, no se como explicarlo, pero no era una combinación de olores muy buena.


-Lo sé.-Rasco su nuca y se giró para ver a Andrew-Hola bro.


-¿Hola bro? Hablas en serio Jacob, salve tu pellejo y me dices hola.—Le dijo indignado Andrew.
Jacob se acerco y hizo algo que me sorprendió muchísimo al igual que a Andrew, lo rodeo con sus brazos en forma de abrazo y Andrew algo atontado le devolvió el abrazo.


-Gracias.-Carraspeo alejándose de él y poniéndose a mi lado.-¿Nos vamos?


-Nos vamos.-Le contesté.

                               (…)


-¿Así que ya no tenemos trabajo?-Volvió a preguntar por tercera vez Jacob.


Estábamos en mi casa, ya que Jacob prácticamente le suplico a su hermano que lo dejara quedarse en mi casa, Andrew se negó varias veces para al final lo convencimos, era mejor que se quedara en mi casa en vez de estar soportando los regaños de su padre y ahora tengo a un Jacob en mi habitación, recién bañado, oliendo a mujer ya que se echó de mi perfume, se preguntaran que anda de vestir, bueno pues como el imbécil prácticamente es de la familia, tenía ropa aquí, en mi closet.


-Que si hombre, ya te lo expliqué como mil veces.-Golpee con la palma de mi mano mi frente.


-Aún no lo puedo creer, pero bueno ya que.-Me sonrió.-Conseguiremos trabajo pronto tranquila.


-Espero que si.-Me acosté poniendo mi cabeza en sus piernas, Jacob de inmediato llevo sus manos a mi cabello y empezó a acariciarlo, era algo que le gustaba mucho hacer y que a mi me encantaba.


-¿Crees que tu madre ya hizo la cena? Tengo hambre.


—¿No te dieron de comer en la comisaria?


—¿Se te olvida qué tu mejor amigo es vegetariano? 


—Oh cierto.—Suspiré.—Fijo ahorita viene Samira…


-Mamá dice que ya esta la cena.—Dijo Samira entrando a la habitación, Jacob al escucharla por poco me tira de la cama cuando se levantó, reí y me levanté también.


-¿Dónde estabas Sami?-Le pregunté al recordar que ella no estaba aquí cuando llegamos.


-Con los vecinos Thomson.-Me contestó mientras caminábamos juntos al comedor.


-¿Los viejitos?-Preguntó Jacob interesado.


-Sí, me estaban mostrando el álbum de fotos de sus hijos y comiendo galletas.-Contestó sentándose en su silla de siempre, Jacob también se sentó.

Yo caminé a la cocina a ayudar a mi madre.


-¿Necesitas ayuda?-Le pregunte.


-Si hija, lleva tu comida y la de Jacob, debe estar hambriento mi niño.-Me dijo dándome mi plato y el de Jacob.


Mientras comíamos le contamos a mamá todo lo que nos había pasado hoy, definitivamente recordaría este día por siempre, fue demasiado desastroso, luego cuando todos terminamos nos fuimos cada quien a su cuarto, supuestamente Jac y yo íbamos a ver películas, pero apenas el mencionado tocó la cama se durmió.
Mi celular sonó, mientras veía Instagram, era un mensaje de Marcus.


Marcus: Hola, espero todo se haya solucionado, tu hermana me obligo a guardar tu motocicleta en el garaje, ella tiene las llaves.
Marcus: Fue lindo verte hoy, espero que nos veamos pronto. 😊


Cielos, no recordaba tener el número de Marcus agendado, me alegraba saber de él, siempre fue un buen chico conmigo.


Samara: ¡Hola Marcus! Ya todo esta bien, gracias por tu ayuda.
Samara: También fue lindo verte, nos vemos pronto.


Marcus: Que bueno que todo este bien, en verdad me alegro mucho.
Marcus: ¿Te apetece salir a comer un día juntos?


Samara: Dijiste la palabra clave: comer.
Samara: Claro que si. ¿Cuándo nos vemos?


Marcus: ¿Qué te parece este domingo? Estoy libre.


Samara: Perfecto, mañana nos ponemos de acuerdo.
Samara: Ya es muy tarde, tengo sueño.


Marcus: Claro.
Marcus: Que tengas linda noche Sam.
Marcus: Hasta luego.


Samara: Igual, buenas noches.





¡Hola!
Lamento la tardanza, olvidé por completo que hoy era jueves.😂

Los amo y espero les haya gustado el capítulo.❤

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