Capítulo 01: Un simple secretario

Bae JooHyun es una Omega bastante conocida en Corea del Sur y otros continentes, no solo es una de las modelos más hermosas y mejor pagadas, también es la única heredera de Bae Ertainment, la mayor cadena de entretenimiento de Asia.

Había pasado los últimos tres años en Londres, siendo la modelo de pasarela número uno de un reconocido diseñador, además del rostro principal de varias revistas internacionales.

Aunque era una vida glamurosa, también era bastante estresante, por lo que decidió despedirse de las pasarelas y regresar a Corea, con la intención de establecerse con algún Alfa que valiera la pena, y—por supuesto—ya tenía a la persona adecuada. 

Dicha persona no era otro que su antiguo compañero de universidad, Min YoonGi, el segundo heredero del Clan Min, vicepresidente del Conglomerado D-Town y el Alfa soltero más codiciado de toda Corea—no solo por su dinero sino por su deslumbrante belleza etérea. 

El avión en el cual fue su viaje aterrizó en el aeropuerto internacional de Incheon antes del mediodía, y fue escoltada hasta su auto por la seguridad que su padre había enviado.

La omega se permitió relajarse una vez que estuvo en su auto, contemplando la ciudad que había dejado hace tres años, la cual no había cambiado en nada.

Bajó la ventanilla del vehículo, respirando el fresco aroma que flotaba en el aire y esbozó una sonrisa, había extrañado tanto la tranquilidad que transmitía el aroma de la ciudad.

Después de veinte minutos, llegó a su departamento y empujó la maleta a su armario, se encargaría de desempacar más tarde, por ahora solo quería tomar una ducha para relajar su cuerpo del viaje y cambiarse de ropa por algo más formal, ya que se moría de ganas por volver a ver al Alfa —quien a esta hora, seguramente estaba en su oficina—, y definitivamente no podía ir a ese lugar con unos pantalones cortos y una blusa holgada.

Bae JooHyun se apresuró a ducharse, haciendo a un lado el deseo de preparar un baño de burbujas cuando vio todas las bath bomb y aceites que estaban perfectamente acomodados en la repisa a un costado de la tina, si todo salía como lo tenía planeado, tal vez más tarde podría tomar un baño adecuado con su Alfa.

La Omega escogió uno de sus mejores vestidos—de un tono azul con blanco, con un escote recatado y un largo decente, pero que la hacía ver bastante atractiva—y se maquilló lo suficiente para que su belleza destacara —un poco más— y finalmente tomó su bolso y las llaves de su auto y se dirigió a D-Town Corporation. 

「 ♡ 」

Bae JooHyun se estacionó justo frente de la entrada de la empresa —en uno de los lugares asignados para los visitantes especiales— sin preocuparse porque alguien se lo impidiera.

La familia Bae y la familia Min tenían una buena amistad comercial, por lo que nadie se atrevió a negarle el acceso a la empresa.

La Omega subió en el ascensor hasta el piso 16, donde estaba la oficina de Min YoonGi y sonrió para sí misma cuando no divisó al secretario del Alfa en su escritorio.

Kim TaeHyung era un Omega bastante altanero —para ser un simple secretario— incluso hace unos meses que había visitado a Min YoonGi durante sus vacaciones, esa persona tuvo la osadía de no dejarla pasar hasta que él fuera notificado, tratándola como si fuera una visitante cualquiera y no la futura señora Min, claro, todavía no habían discutido esto, pero era casi un hecho. 

— Soy Bae JooHyun, la mejor amiga de Min YoonGi, no necesito una cita para verlo —, había dicho con molestia, casi queriendo gritarle que sería su Omega en un futuro y que si quería conservar su trabajo tenía que tratarla como era debido.

— Y yo soy él, um, ¿Cómo me llamo? —, sonrió con sarcasmo — o sí, el secretario de Yoonie~ —, había respondido Kim TaeHyung girando un lapicero entre sus dedos, restándole importancia a sus palabras. — El señor Min me pidió que le notificará de cualquier persona que quisiera hablar con él y solo cumplo con sus órdenes —, su sonrisa se volvió burlona — Así que, por favor~, espere allí mientras le marco a mi Jefe y le pregunto si puede recibirla —, señaló un elegante sofá frente a su escritorio.

Bae JooHyun giró su rostro hacia donde él le indicaba antes de volver a mirarlo, no sería digno de una señorita educada pelear con un simple secretario, se recordó la Omega, así que se limitó a darle la espalda a Kim TaeHyung y caminó hasta el sofá.

La dichosa llamada había durado más de veinte minutos, hasta que Kim TaeHyung cortó y —por fin—Min YoonGi salió para recibirla.

Pero ahora no había nadie para detenerla, por lo que Bae JooHyun caminó hasta la puerta de la oficina del alfa y tomó el pomo para girarlo.

Se sorprendió cuando se dio cuenta de que estaba cerrado con llave —pero podía oler claramente el olor a sándalo proveniente del interior—, por lo que decidió dar unos pequeños golpes en la puerta y esperó a que le respondieran.

Pasaron varios minutos y nadie respondió, tal vez el Alfa realmente no estaba en su oficina.

Estaba a punto de darse la vuelta para ir a sentarse en el mismo sofá de antes y esperarlo, cuando escuchó que el seguro era retirado e inmediatamente después la puerta se abrió con lentitud y una persona salió del interior.

—¡Señorita Bae! —, saludó Kim TaeHyung sonriendo al mismo tiempo que acomodaba su cabello desarreglado. —Qué gusto volver a verte.

Bae JooHyun inmediatamente se olvidó que quería preguntar qué hacían con la puerta cerrada con llave cuando su mirada recorrió el cuerpo del Omega, clavándose en su vientre, el cual estaba tan abultado que era imposible no saber que estaba embarazado, incluso tal vez a términos de él.

—Secretario Kim —, saludó Bae JooHyun forzando una sonrisa. —Ha pasado un tiempo desde que nos vimos, no sabía que estaba embarazado, de lo contrario, le hubiera traído un pequeño obsequio.

Kim TaeHyung agitó su mano para rechazar sus palabras antes de ponerla sobre su vientre —El padre de mi pequeño rábano me complace y me llena de tantos regalos, todos los días, que sería imposible que algo más entre en mi departamento —. Hizo a un lado su cabello con su mano libre para que su cuello quedara a la vista. 

Bae JooHyun por fin pudo respirar tranquila al ver que el omega tenía una profunda marca de reclamo, despedir a Kim TaeHyung ya no iba a ser lo primero que hiciera en cuanto se casara con Min YoonGi. 

—Señorita Bae —, saludó Min YoonGi acercándose a la puerta mientras se colocaba el saco de su traje. —No sabía que había regresado de su viaje.

—Regresé está misma mañana, YoonGi —, dijo Bae JooHyun ruborizándose al ver de nuevo al alfa, se veía tan apuesto como siempre, además, el aroma sándalo pareció extenderse por el pasillo cuando su mirada se fijó en ella, con un brillo de alegría y excitación visible en sus inusuales y atractivos orbes ambarinos. —Si no tienes algo importante que hacer ¿Te gustaría salir a comer conmigo?

La mirada de Min YoonGi se desvió hacia su secretario antes de volver a ella. —Lo siento señorita Bae, pero tenía planeado llevar a TaeHyung a su departamento antes de volver al trabajo, ¿tal vez una cena?

¿Tu secretario es más importante que yo?, pensó Bae JooHyun mirando como Kim TaeHyung caminaba a su escritorio para tomar su celular y su abrigo.

—No sabía que un vicepresidente tenía la obligación de llevar a su secretario a su departamento —, susurró Bae JooHyun en un tono bajo, pero que sí fue captado por ambos hombres.

Kim TaeHyung resopló una risa antes sus palabras y se giró hacia Min YoonGi. —YoonGi, deberías ir con tu amiga, después de todo, se tomó la molestia de venir hasta aquí para verte, no deberías ser grosero y rechazarla, yo llamaré un taxi para ir a casa.

YoonGi negó con la cabeza inmediatamente. —Señorita Bae, en realidad Taehyung no...

TaeHyung se aclaró la garganta y negó con la cabeza haciendo que YoonGi se quedará callado por un segundo, contemplando sus siguientes palabras:

—Le dije que lo llevaría a su departamento — dijo YoonGi con su seriedad habitual—. Estábamos trabajando en un proyecto urgente de la compañía donde su presencia era absolutamente necesaria, sería imprudente por parte mía que, en su estado, se arriesgara a viajar en un taxi, espero que me entienda.

—Una llamada al padre de su hijo solucionaría eso, YoonGi—, respondió Bae JooHyun con indiferencia.

Kim TaeHyung levantó una mano y se golpeó la barbilla con un dedo, poniendo una expresión sumamente seria —Oh, supongo que tienes razón, Bae —dijo, esbozando una pequeña sonrisa mientras levantaba su celular y realizaba la llamada.

Un suave sonido hizo que Bae JooHyun girara su rostro hacia el alfa, observando cómo sacaba su celular de su saco y aceptaba una llamada.

—Hola cariño~ —, saludó Kim TaeHyung detrás de ella —Disculpa por molestarte, se que estás en la oficina, pero...—, sus labios formaron un puchero —Tengo antojo de dumplings de cerdo y helado de nísperos... ¿Quieres consentir al padre de tu hijo y después llevarlo a su departamento?

—Por supuesto —, respondió Min YoonGi encontrándose con la traviesa mirada del Omega.

Bae JooHyun se quedó boquiabierta cuando las comisuras de los labios de Min YoonGi se levantaron mientras caminaba hacia Kim TaeHyung y le ayudaba a ponerse su abrigo sobre sus hombros.

—Si nos disculpa , señorita Bae —, recordó decir Min YoonGi antes de empezar a caminar hacia los ascensores, con una mano envuelta alrededor de la cintura de Kim TaeHyung.

Bae JooHyun permaneció congelada en su lugar, observando la mirada burlona de Kim TaeHyung mientras las puertas del ascensor se cerraban.

¿Qué diablos acaba de pasar? Se preguntó Bae JooHyun cuando logró salir del shock, con las palabras del Omega repitiéndose una y otra vez lo que había dicho en su mente.

La Omega negó con la cabeza, seguramente malinterpretó sus palabras o simplemente Kim TaeHyung hizo esa broma para fastidiarla, porque era totalmente imposible que Min YoonGi —un alfa puro, empresario del año, millonario, respetuoso, atento, educado y súper guapo— pudiera estar con alguien como Kim TaeHyung, quien no es más que un simple secretario.

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