El albino estaba sentado junto a la cama de Camila, observándola con preocupación mientras ella luchaba contra el dolor. Los médicos hacían lo posible por aliviar su sufrimiento, pero era evidente que la situación era difícil. Fue en ese momento crítico cuando entró Lisa, quien, además de ser la médica encargada de la latina, también era la mente maestra detrás de la creación de la máscara alquímica.

Lisa explicó con detalle cómo había diseñado la máscara utilizando su conocimiento científico y los poderes oscuros de Lucy. La máscara, según las palabras de Lisa, era un híbrido único que combinaba la magia y la ciencia para ofrecer alivio a Camila. Describió los sacrificios y experimentos que llevaron a esa creación, destacando la colaboración inusual entre la ciencia lógica y los métodos más misteriosos de la alquimia.

—La clave estaba en encontrar un equilibrio entre la ciencia y lo paranormal, explicó Lisa con seriedad. --La alquimia de Lucy proporcionó la base para canalizar las energías negativas, mientras que mi conocimiento científico permitió estructurar una solución práctica y segura.

Lincoln asintió, impresionado por la explicación de Lisa. Con cuidado, colocaron la media máscara a la joven, observando cómo esta empezaba a cumplir su propósito. A medida que Lisa monitoreaba los signos vitales de Camila, todos esperaban con ansias la mejora en su situación.

Con el alivio evidente en el rostro de Camila gracias a la máscara, el hombre no pudo contener su gratitud. Se acercó a la científica y la gótica, abrazándolas a ambas con fuerza. El gesto fue una expresión de agradecimiento y también de comprensión hacia la complejidad de la situación.

-Gracias, chicas. Lisa, Lucy, lo que han hecho por la morena es... increíble, expresó el hombre, con un nudo en la garganta. -No sé cómo agradecerles.

Lisa sonrió modestamente, mientras la gótica parecía ligeramente abrumada por la situación. Fue en ese momento que Lincoln decidió abordar un tema pendiente.

El albino dijo con seriedad, sosteniéndole la mirada. -Entiendo que has pasado por muchas cosas. Quiero que sepas que, a pesar de todo, te perdono. Quiero tenerte en mi vida, como una hermana.

Las palabras de Lincoln parecieron afectar a Lucy, y ella lo miró con sorpresa y gratitud. Aunque la reconciliación no borraría el pasado, era un primer paso hacia la construcción de un nuevo entendimiento entre ellos.

El albino tuvo que dejar a sus hermanas trabajar, el albino tenía que volver al trabajo, pero sabia que su pequeña estaba en buenas manos.

P.V LINCOLN

Me encuentro sentado en mi oficina, mientras reflexiono cual será mi próximo movimiento, lo ocurrido con Camila no fue un accidente, fue un intento de asesinato, y debido a la naturaleza del ataque y sus consecuencias, inmediatamente supe de quien se trataba, una de las asesinas más despiadadas y efectivas que eh conocido en mi vida, y lo peor del caso es que el veneno es solo uno de sus variadas habilidades.

La habilidad más peligrosas que posee es una técnica extremadamente atroz que solo tengo conocimiento que solo ella puede hacer, ya que bueno era una habilidad que solo su familia sabe utilizar y ella era la única sobreviviente ya que ella acabo con todos, ella es capaz de retirar de forma precisa la piel del cuerpo de sus víctimas y modificarla para utilizarla como un disfraz de carne viva, de esta forma ella era capaz de infiltrarse a cualquier lugar sin ser detectada y tomar identidades alternas.

Gracias a que conviví un tiempo con ella, descubrí el punto débil de sus disfraces y es solo un pequeño casi imperceptible volita de piel debajo de la nuca, es casi invisible por lo que solo se puede identificar a corta distancia.

El miedo más grande que siento es que pueda ser cualquier persona en esta ciudad, incluso una persona importante para mí, ese es el factor más aterrador, tengo que proceder de forma cautelosa, solo hay una persona que solo por su edad y estatura, es imposible que su disfraz sea de ella.

Mientras la puerta de mi oficina se abría, Liby entró con maquillaje de mimo, sudor en la frente y evidentes signos de cansancio. Tras acomodarse, preguntó, - ¿Fue un día pesado, papá? ¿Para qué me necesitas?

Me levanté de mi silla, observando a mi hija con una mezcla de orgullo y preocupación -Sí, ha sido un día difícil, pero necesito tu ayuda, Liby. Hay algo importante que debo decirte y explicarte. La invité a sentarse frente a mí mientras intentaba ordenar mis pensamientos.

-Liby, lo que ocurrió con Camila no fue un simple accidente. Fue un intento de acabar con tu hermana posiblemente, y la responsable es alguien a quien conocí en el pasado, alguien peligrosa y astuta, comencé, tratando de elegir mis palabras con cuidado.

Le expliqué a mi hija menor sobre las habilidades letales de esta persona, especialmente su capacidad para modificar la piel de sus víctimas y utilizarla como si fuera un disfraz perfecto.

Mi hija escuchaba atentamente, absorbiendo cada palabra mientras la seriedad de la situación se reflejaba en su rostro.

-El miedo más grande que tengo, Liby, es que esta persona podría ser cualquiera en nuestra ciudad, incluso alguien importante para nosotros. Necesito que estés alerta y que tengas cuidado con las personas que te rodean, le dije, buscando su comprensión.

La aspirante a comediante, a pesar de la gravedad de la conversación, sonrió y dijo -Bueno, papá, parece que estamos en un lío de 'piel' complicado. Pero no te preocupes, ¡siempre he querido ser una experta en detectar volitas de piel bajo la nuca! ¿Qué tal si organizamos un concurso familiar para practicar?

Aunque su chiste era un intento de aliviar la tensión, se notaba que Liby estaba dispuesta a enfrentar la situación con valentía. Ambos compartimos una risa breve, reconociendo que, incluso en los momentos más difíciles, el humor podía ser una herramienta poderosa para mantenernos fuertes.

Le agradecí por su disposición y abracé a mi hija con fuerza.

Mientras abrazaba a mi hija, sentí la responsabilidad de proteger a mi familia aún más. El desafío que se avecinaba era grande, pero estábamos unidos, y juntos encontraríamos la manera de superarlo.

La solté y la miré a la cara.

Dije sarcásticamente -hay cosas peores.... En fin, lo primero es descartar a las personas cercanas a nosotros, por eliminación no puede ser Camila, ni tu ni yo, las principales sospechosas son mujeres mayores de 16 años o que midan más de 1 metro con 65, Liby tragó saliva y dijo -entonces, tanto Lyra como Joan, la tía Lola e incluso mi suegra ¿pueden ser sospechosas?

Asentí con impotencia, mi hija dijo tras ponerse las manos en el rostro -esto es muy jodido papi, es tan difícil de procesar... papá si resulta ser mi hermana...

La ira se apodero de mi cuerpo, y aprete mis puños, si esa era una posibilidad que no paraba de rondar mi mente, no solo Lyra incluso si fuera Joan... miré a mi hija la cual se asustó bastante y dije -no existirá lugar en la faz de la tierra en el que este a salvo de mi ira.

Liby me miro determinada y pregunto - ¿Cuál es el plan papi?

Me calme un poco y dije -no quiero que te involucres tanto, solo dime si notas algo sospechoso o si logras detectar el punto visible del disfraz en la nuca, en esa zona suele tener una pequeña bolita de carne, sé que tienes buena vista, pero júrame que no te acercaras a algún sospechoso a más de 5 metros o a solas, ella asintió y dijo -me parece muy lógico, solo me limitare a analizar y te dejare el resto a ti.

Al día siguiente

Obviamente mi primer blanco a revisar minuciosamente era Lyra, tenía que encontrar algún pretexto, se perfectamente que en una pelea 1 contra 1, podría ganarle fácil y más ahora que estoy con la guardia alta.

Lyra se encontraba lavando los trastes de la cena tarareando una canción así que me acerque a ella con tranquilidad y decidí hacer algo un poco raro de mi parte, pero tenía pocas opciones a la mano, la abrace desde atrás y le di un beso en la nuca, ella se estremeció de golpe y dijo - ¿¡qué haces papá¡?

La solté y avergonzado dije – fue solo un reflejo perdona, pude notar como ella iba a decirme algo, pero suspiro y dijo avergonzada -no seas así papá es raro.

Ella se giró y un gran peso abandono mi cuerpo, pude notar que ella no fue remplazada y sin que se diera cuenta le coloqué un pequeño rastreador que funcionara unos cuantos días, en la nuca con el beso.

Sali de casa para ir al gimnasio donde me encontraría con Joan, por suerte el día de hoy ella llego más temprano que yo, ella me saludo con un beso en la mejilla y me dijo -hoy toca trabajar cadera y piernas ¿verdad? Asentí y dije -si ayer trabajamos los bíceps y cuádriceps.

Hay una cosa de mí mismo de la cual no me siento orgulloso y es que últimamente estoy algo atraído por Joan, no lo puedo negar, y me siento como un cerdo por eso, posiblemente es culpa de la abstinencia, durante mi juventud fui un hombre que estuvo con muchas mujeres de todo tipo, sin embargo desde que adopte a Lyra eh estado en celibato, más que nada por tantas responsabilidades de ser padre, ni siquiera puedo masturbarme, me llena de culpa la simple idea de hacer eso en la misma casa en la que convivo con mis hijas, vi como ella se estaba estirando, pude ver como sus leggins apretaban con fuerza su retaguardia, el cual esta torneado y con todas las proporciones correctas, costaba creer que hace 10 años era una jovencita rellenita, los años pasan y yo me quedo estancado, no lo mal entiendan preferiría morir antes de ponerles un solo dedo encima.

Ella dijo -toca estiramiento ¿podrías sostener mi espalda para poder estirar mis brazos así podre tocar mis pies, ¿harías eso por mi Linky?

Asentí un poco nervioso y ella se sentó en el piso con los pies estirados mientras yo detrás de ella le empuje la espalda para que ella pudiese estirar sus manos, gracias a ello me di cuenta que ella no fue remplazada ya que su nuca no tenía la evidencia, al igual que a Lyra le coloque un rastreador.

Ahora seguía Lola, cuando regrese del gimnasio y subí al segundo piso para saludarla, pude ver que ella acababa de salir de la ducha, solo una toalla cubría su voluptuoso y fornido cuerpo, si dios existe me odia, ella tenía exactamente el cuerpo que deseo que tenga toda mujer, ella me sonrió y dijo como una niña mimada -Linky, mi espalda me está matando, ¿podrías darme uno de tus clásicos masajes? como los que me dabas antes de mis certámenes cuando era pequeña, sé que es mucho pedir pero... lo decía mientras jugaba coquetamente con su cabello.

Hoy era mi día de suerte -claro Lola, vamos a tu habitación ahora.

Cerramos la puerta y pusimos el seguro, estableciendo claridad en sus intenciones. Con cierta incomodidad, me giré para evitar mirarla mientras ella se quitaba la toalla. En un tono juguetón, Lola anunció:

- Lista para ti Linky.

Intente mantener una actitud profesional en todo momento.

Cuando ella anunció que estaba lista, volví a mirar, encontrándola recostada de espaldas en la cama con la espalda completamente expuesta y la toalla estratégicamente colocada en sus glúteos.

Me acerque para aplicarle aceite en la espalda, preparándome para comenzar el masaje. Note algo que antes había pasado desapercibido para mí, ya sea por desinterés o distracción: unos tatuajes en su espalda, similares a lianas con espinas. Me parecieron sumamente atractivos, un encanto rebelde desconocido viniendo de ella.

Comencé a frotar su espalda con movimientos precisos y profesionales, pero no pude evitar comentar:

- ¿Li... lianas y espinas, Lola? Eso sí que es algo... único. ¿Tienen algún significado especial para ti o solo es estético? Me mata un poco la curiosidad.

Lola soltó una risa suave Con un toque de picardía, respondió:

- Oh, estos pequeños chicos malos tienen su propia historia. Verás, cada uno representa un desafío superado por mí, una victoria en mi vida. Las lianas simbolizan el camino que he recorrido, lleno de giros y vueltas, pero siempre hacia adelante. Y las espinas... bueno, supongo que son las lecciones aprendidas en el camino, las partes un poco complicadas en mi vida.

Sonreí, apreciando la explicación y la actitud juguetona de Lola. El masaje continuó, pero ahora acompañado de historias sobre esos tatuajes y los momentos que representaban. La tensión inicial se fue desvaneciendo mientras compartíamos risas y anécdotas, y me di cuenta de que, a veces, la vida podía sorprendernos con giros inesperados, incluso en las situaciones más cotidianas.

Fin p.v

Mientras él le picaba las costillas, ella soltó una risa seductora y comentó:

- Se nota que aun eres muy bueno Linky, había olvidado lo relajantemente deliciosos que se sienten tus mansajes.

Él, sin dejar de masajear, respondió con un poco de resignación:

- Cuando era joven, recuerda que ustedes a veces me obligaban a hacer esto. Era normal que lo perfeccionara, aunque me sirvió mucho. De las pocas cosas útiles que puedo decir que aprendí en la casa Loud.

Lola, con una expresión un tanto melancólica, dijo:

- Lamento que te vieras obligado a tomar ese horrible camino en verdad lo lamento Linky.

- ¿Qué piensas de mí ahora? ¿Me guardas algún rencor por lo que ocurrió en el pasado?

Él dejó de masajear por un momento y miró a Lola directamente a los ojos, respondiendo con sinceridad:

- No te guardo rencor Lola. Aprecio lo que eres y lo que fuiste para mí. Fuiste de las pocas personas que no me mostraron indiferencia en la casa Loud.

Lola, sorprendida por la respuesta, sonrió y dijo:

- Aunque suene un poco egoísta, me alegra escuchar eso. A veces pienso en todo lo que ocurrió y en cómo las cosas podrían haber sido totalmente diferentes.

Lincoln sonrió y, con un tono más tranquilo, dijo - No me arrepiento de nada. Gracias a eso tengo a Lyra y a Liby, y...Pasaron varias horas conversando de varias cosas, entre ellas, una cosa que Lola noto de Lincoln respecto a como dijo el nombre de Lyra.

Lola se levantó después de que Lincoln concluyó el masaje y se retiró, ella Estiró sus brazos y luego su cuerpo, sintiéndose relajada. Cuando miró hacia abajo, notó un tatuaje en su entrepierna con el nombre de Lincoln. Entre risas, comentó para sí misma:

- Bueno, menos mal que Lincoln no vio este todavía, aunque si tengo suerte podría ser pronto.

Se vistió rápidamente y salió de su habitación. Al adentrarse en el pasillo, se encontró con Lyra, quien la miró curiosamente. Lola, juguetonamente le guiñó un ojo y le dijo:

- No te preocupes querida, solo estaba arreglando unos nudos en mi espalda con la ayuda de Lincoln. ¿Necesitas algo?

Lyra cruzó los brazos y miró a Lola con una ceja levantada.

- ¿Arreglando nudos en la espalda? ¿Es eso lo que llaman ahora a lo que estaban haciendo? preguntó Lyra con sarcasmo.

Lola respondió con una risita y una mirada coqueta.

- Oh, cariño, solo estaba aprovechando un buen masaje. Lincoln es muy talentoso en eso. Ella se limaba las uñas mientras decía eso ultimo.

Lyra, sin perder su actitud, comentó:

- Deberías agradecer que no te rompí la cara por toquetear a mi padre así.

Lola le lanzó una mirada desafiante.

- Lincoln no te pertenece jovencita, ¿verdad? Además, ¿por qué estás tan preocupada? ¿Tienes algo que ocultar?

Lyra apretó los puños, claramente irritada por la respuesta de Lola. Sin embargo, decidió mantener la calma y no caer en sus provocaciones.

- Deberías tener cuidado, Lola. No todas son tan pacientes como yo - respondió Lyra con un tono amenazador.

Lola simplemente sonrió con arrogancia - No te preocupes, querida. No estoy buscando problemas, solo disfrutando de la hospitalidad de mi querido hermano mayor.

Antes de alejarse, Lola se inclinó hacia Lyra y le susurró con malicia - A veces, ser más activa puede marcar la diferencia, especialmente si no quieres perder a tu papi a manos de otra mujer ta,ta.

Lyra apretó los dientes, conteniendo la furia, mientras Lola se alejaba con una risa burlona meneando las caderas.

A las afueras de la casa Delacroix, un auto se detuvo con un chirrido de neumáticos. La puerta se abrió, y de ella bajo un chico rubio de apariencia atractiva. Se estiró con despreocupación y declaró con confianza, -¡He vuelto!.

Sacó una foto de su bolsillo, mostrando una foto de Lyra de hace algunos años, ambos sonriendo en una instantánea que capturaba sus tiempos felices. Observando la foto con nostalgia, el chico murmuró para sí mismo, - Sí que fueron Buenos tiempos, Lyra, buenos tiempos. Ahora es el momento de revivirlos.