Una muestra pequeña.

~Narra Jeikei~

Mi paz en ese momento estaba siendo casi celestial, si no fuera por las voces melodramaticas que susurraban a lo lejos y la música de la que fuí consiente de manera repentina, pero no importaba, podía ignorarlo a la perfección... Hasta que de mi cuerpo salió un enorme ronquido que incluso me despertó.

— ¡M~mierda, ¿Que~que pasó!? — abrazo mi pecho como método de defensa mientras observo a mis alrededores, como resultado, la taza con pistaches que reposaba en mi estómago cayó al suelo.

Me encontraba en mi departamento, en plena luz del día, aún con el televisor encendido y puesto en mi novela, lo que me confundió aún más. Me inclino y coloco mis codos sobre mis rodillas para rascar mi cabeza con mi mano izquierda, tratando de despertar del todo.

— ¿Me quedé dormido...? — balbuceo en voz alta.

Pequeños flashbacks de ese extraño sueño aparecen en mi mente. Criaturas sádicas angelicales, rituales gitanos, oscuridades abrumadoras...

Vuelvo a recostar mi espalda sobre el sofá, frotando mi frente y parte de mi copete.

— ¿Todo eso fue un~?

No, no lo fue. La voz de Hakihiro aparece en mi cabeza. ... Fué la historia de un viejo lobo.

Me quedé paralizado, sin saber que decir... ¿Debía disculparme? ¿Felicitarlo por su valentía?... No sé porque tengo el presentimiento de que cualquier cosa que diga será errónea.

— Haki... — me interrumpí a mí mismo, recordando que en ese sueño lo llamaron por su nombre original varias veces. ¿Debía empezar a llamarlo de esa forma?

No tienes que hacerlo. Leyó mis pensamientos, literalmente. Yo ya no soy Ansari, ese lobo solo vive en mi recuerdo.

Seguía con muchas preguntas en mi cabeza, ¿Me mostró todo eso para hacer que me disculpara por hablar mal de su padre? N~no comprendo porque me mostró su vida anterior...

— Haki, y~yo... Tengo demasiadas preguntas... — balbuceo atónito. — N~no creo poder dormir está noche.

Le robo una pequeña risa.

¿Me creerías si te digo que yo tampoco sé exactamente porqué te mostré eso?... Nunca se lo dije a nadie, su~supongo que no tienes que hacer nada con esa información.

— Oye, ¿Cómo se supone que no haga nada con eso? Me mostraste el pasado, tu vida anterior, la forma en la que ustedes estaban conectados con la Luna...

Solo olvídalo, ¿Si? No quiero tu compasión ni nada por el estilo.

— No es compasión, lobo necio. — digo con un tono molesto. — Solo trato de decir que... Gracias.

Se necesita mucho coraje y confianza en alguien para contarle todo aquello que una vez lo atormentó. Y estoy feliz de ser la primera persona con la que se siente así...

Mis ojos se pasean por la habitación en medio del silencio y accidentalmente me cruzo con el reloj de pared, mostrando en sus manecillas que eran más de las nueve de la mañana. Me levanto alarmado del sofá.

— ¡Carajo, ¿¡Ya son las nueve y veinte!? ¿¡Y yo sigo en pijama!? — corro a mi habitación para vestirme lo más pronto posible para mí reunión a las once en punto. — ¿¡Dormí dos horas!? ¿¡Cómo es posible!?

Bueno, era una historia realmente larga... Se excusa él.

~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~

— ¡Con permiso! — pido a los empleados que se cruzan en mi camino.

Corro lo más rápido que puedo con el maletín que contiene mi laptop mientras reviso la hora en mi reloj de muñeca. Son las once tres y estoy a dos pisos de la sala de reuniones.

Subo las escaleras a toda velocidad, no tenía tiempo para tomar el ascensor y conté al menos tres posibles caídas en las que me esguinsaba el tobillo, venía la ambulancia por mi y terminaban amputando mi pie por la gravedad de la lesión. Pero finalmente llego a la reunión, abro la puerta lentamente y trato de hacer el mínimo ruido, asomo mi cabeza y me sorprende ver a Cedrik en lugar de mi supervisor.

Entro confundido y nervioso al lugar, acomodando la corbata que ahoga mi cuello.

— ¡Jeon Jungkook! Adelante, pasa. Te estaba esperando. — el hombre se levanta de la silla y se acerca a mí para abrazarme y rodearme con sus enormes brazos y su colonia con olor a cedro.

Palpa mi espalda cuando se separa y me guía amablemente hasta la silla colocada a su izquierda en el escritorio.

— ¿El señor Jon no a llegado? — pregunto al ver la sala vacía.

El Alfa toma asiento en su silla de cuero y, con una sonrisa en su rostro, me extiende la mano, señalando mi maletín.

— Muéstrame lo que tienes. — me ordena, entonces soy rápido para abrir el maletín y prender mi laptop.

Me toma unos minutos entrar al archivo del proyecto y le doy el aparato electrónico para que lo revise. Se coloca los lentes y comienza a leer mi trabajo, llenando el lugar de un aplastante silencio.

Ansioso comienzo a tocar rítmicamente el escritorio de madera con mi dedo índice, no puedo dejar de ver su rostro, analizando cada mínimo gesto que hace mientras lee.

Con esa corbata pareces una mascota. Hace la inteligente observación.

— Ahora no... — le callo accidentalmente en voz alta.

— ¿Dijiste algo? — me pregunta mi jefe, confundido.

— ¡He! N~no, no me... Siento yo mismo hoy, una disculpa. No dormí muy bien.

El hombre asiente sin lucir muy convencido y finalmente me devuelve mi laptop.

— Me gusta como estás llevando a cabo este proyecto, Jungkook. - halaga y no puedo evitar sentirme inmensamente feliz por mí buen desempeño. — Necesito que envíes el archivo a mi asistente Larry, tienes su correo electrónico, ¿No?

— Si, señor.

— Bien, él se encargará del proyecto de ahora en adelante.

...

— ¿Dis~disculpe? — frunzo el ceño, confundido.

Mi jefe suspira y procede a explicarse.

— No me malentiendas, estás haciendo un excelente trabajo con esto, Jungkook. Sucede que mi equipo y yo estuvimos de acuerdo en que tus servicios serán requeridos en un nuevo y más beneficioso~ — hace el signo de dinero. — Proyecto.

— ... ¿M~me está ascendiendo, señor? — mis ojos destellan una abundante felicidad. Ni siquiera tendré que pedir el aumento, ¡Será mi salario permanente!

— Podría decirse que si, te encargarás del proyecto Stilantium. — me anuncia y no puedo evitar detenerme a pensar que ese es el proyecto del fármaco para Omegas.

— ¿Y que debo hacer? ¿Supervisar su avance como en mi proyecto anterior?

— No, no, serás una pieza mucho más clave que eso. Tan solo tienes que presentarte mañana en el laboratorio a las siete en punto y regalarnos una muestra de tu sangre. — todo iba bien hasta la última parte, me quedé completamente en shock.

Se formó un silencio abrumador en aquella solitaria oficina, muchas preguntas comenzaron a atacarme la cabeza y todas parecían necesitar prioridad.

— ¿Mi... Sangre? ¿Pa~para que?

— Solo es una pequeña muestra. Veras. — el hombre me entrega los folders con los que había estado cargando durante toda la reunión. El primero de ellos solo contiene fórmulas que no tengo el tiempo de interpretar, solo noto que están incompletas. — El fármaco está casi listo, solo falta un material perfecto y natural al cual adherirse. Lo que haremos será sustraer unas gotas de tu sangre, laboratorio se encargará de crear una réplica de tu material genético y así lo podremos usar como base para el Stilantium.

Mientras mi jefe me explica sigo ojeando los folders, mirando más a detalle me doy cuenta que al fármaco si le hace falta una base de la cual sostenerse. Con lo que tienen solo han logrado que haya más producción de testosterona pero eso lo logran algunas pastillas de farmacia, si clonan el código genético de mi sangre entonces conseguirían que aquel que consuma Stilantium no solo tenga facilidad para aumentar masa muscular, sino que también tengo un amplio sentido del olfato y la vista, talentos que solo se consiguen hereditariamente.

— Yo... — cierro el folder he intento a toda costa evitar el contacto visual.

Es una maldita locura.

— No creo poder ayudar con este proyecto. — intento hilar las palabras que salen de mi boca mientras Hakihiro refunfuña en mi cabeza.

¡UNA ABERRACIÓN DE LA NATURALEZA! ¡VA EN CONTRA DE TODO LO NATURAL!

¡Jungkook, no puedes permitir que hagan eso!

— Lo siento mucho, señor. — empujo mi silla hacia atrás para largarme de aquí. — Clonar mi ADN... Es~es una locura...

— No vamos a clonar tu ADN, solo tomaremos una pequeña muestra del material que necesitamos para que el fármaco sea sostenible. — el Alfa se levanta de la silla y recarga sus manos en el escritorio. — Jungkook, nuestro objetivo es solo romper la barrera fisiológica entre el Omega y el Alfa, ¿Cuántas veces no has visto en las noticias como desprecian a los deportistas Omegas solo por ser mínimamente menos fuertes que los Alfas? ¿No te importan los Omegas, Jungkook?

— S~si me importa la causa, señor. Pero lo que me propone es simplemente una locura, no puedo permitir que el gen Stigma se venda como una pastilla.

Dile, Kook. Me apoya Haki con un tono parecido al de las “Mean girls”

— No quiero vender tu gen Stigma, chico. Nadie se va a convertir automáticamente en un Stigma solo por usar Stilantium. Trato de explicarte que no vamos a usar tu ADN por completo, tomaremos la pieza que necesitamos para potenciar los efectos del fármaco y no volverás a donarnos un mililitro de sangre. — alza un poco la voz en sus últimas palabras, lo cual eriza los cabellos de mi nuca, colocándome en estado de alerta.

Mi jefe parece notar que me encuentro a la defensiva, suspira y lentamente vuelve a tomar asiento.

— Tienes un Omega en tu corazón, ¿No es así? Siempre que vienes a trabajar llega él para entregarte tu almuerzo.

— ¿Que tiene que ver él con todo esto? — nada de esta situación me gusta, quiero irme.

— ¿No estás cansado de ver cómo es despreciado por todos los Alfas que se creen superiores a él? ¿De ver cómo pierde oportunidades solo por ser un Omega “debil”?

— Cedrik.

— Jungkook, lo único que quiero es derribar el estereotipo del Omega que no puede ni siquiera defenderse a si mismo. Estoy harto de ver qué por más que un Omega se parta el lomo entrenando, dando lo mejor de sí mismo, jamas podrá llegar al nivel de un Alfa. Solo piensa en cuántas personas podrías ayudar a llegar a su máximo potencial. — me toma del hombro para mostrarme que habla sinceramente.

Lo que dice es cierto, la discriminación del género Omega es algo que podría desaparecer paulatinamente si tan solo el resto del mundo viera que no se trata de personas débiles. Aún así, darles un poco de mi sangre me sigue sonando loco.

No me importa la clase de problemas sociales que han construido, mezclar dos razas totalmente distintas es antinatural.

Tecnicamente ya se han mezclado las dos razas. No soy solo Stigma, también soy una combinación de Canis Lupus. Le recuerdo.

Jungkook, dime qué no vas a aceptar esta mierda.

Observo a mi jefe, uno de los empresarios que más se a preocupado por apoyar a aquellos servicios que se dedican a cubrir las necesidades Omega. Su discurso no le surgió de la noche a la mañana, lleva protegiendo a los Omegas desde que su prometida fué una víctima de crimen de odio hace siete años, o al menos eso dicen las noticias.

En verdad me encantaría apoyar esta noble causa, pero sigo teniendo dudas...

— ¿Entonces solo tomará lo que necesita y ya? — pregunto y él asiente. — Tengo condiciones.

— Te escucho.

— Quiero estar presente durante todo el proyecto y además... Quiero que se destruya mi muestra de sangre en cuanto acabe la experimentación. — sé que la última petición puede sacarme automáticamente del ascenso, pero no puedo arriesgarme a que mi ADN esté en un laboratorio a manos de cualquiera.

— Se hará a tu manera. — me extiende la mano para que la estreche. — Entonces, ¿Estás dentro?

Jungkook, dime qué sabes lo que estás haciendo.

Vigilaré cada cambio que le hagan a mi sangre, nada podría salir mal.

— Acepto. — digo mientras lo tomo de la mano.

Mi jefe sonríe y procede a retirarse, no sin antes palpar mi hombro.

— Estás apoyando una buena causa, muchacho. — dice antes de desaparecer detrás de la puerta.

Me quedo solo en aquella sala, con un profundo sentimiento de que me voy a arrepentir de haber tomado está desicion.

~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~

Hakihiro y yo tuvimos una larga charla de regreso a casa, el tráfico estuvo muy molesto conmigo por mi disociación con la moto en mitad de la carretera.

Cuando finalmente abrí la puerta de mi departamento, mi novio me recibió con los brazos abiertos.

— ¡Bienvenido a casa, amor! — me da un corto y tierno beso en medio del abrazo. — ¿Cómo te fué en la reunión?

— ... Me ascendieron. — sonrío un poco para él y su abrazo se vuelve más fuerte.

— ¿¡En serio!? ¡Que alegría, es una gran noticia! — me entrega muchos besos en la mejilla. — ¡Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo!

Celebramos juntos con una cena romántica y unas copas de vino, sin embargo, mi corazón dolía al saber que le mentía a Jimin, tan solo porque tenía miedo de como podía reaccionar.

Todo estará bien, vigilaré el proyecto de cerca, no podrán mover mi ADN un centímetro sin que yo lo sepa, el Stilantium saldrá a la venta sin ningún efecto adverso en él y además ayudaré a la población Omega, y nadie sabrá que la muestra existió.

Todos ganan.

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