~Narra JJk~

¿Me vas a decir por qué estamos tan lejos de la ciudad?

Haki se ha vuelto insistente desde hace una hora, es muy gracioso como deja su aura mística y misteriosa por una picadura de curiosidad, tanto me divierte que no le he dicho hacia donde vamos.

— ¿Dices que has estado presente en cada evento importante pero no recuerdas este trayecto? Me decepcionas, guía espiritual. — me burlo.

Tengo cosas más importantes que simplemente ver cómo coqueteas con tu novio. Y ya te dije que dejes de compararme con un guía espiritual, soy mucho más que esa basura ficticia.

Me río más fuertemente, mis viajes en carretera son como un circo desde que conecté de esta forma con él, es muy divertido molestarlo.

Lo que sea que estés planeando, ¿No puedes solo conseguirlo en una tienda de conveniencia?

— Ya te lo dije. Esto es lo más parecido a un rinoceronte lanudo en mi época. Además, ¿Que te molesta de todo esto? Literalmente soy yo el único que está sacrificando la poca de gasolina que me queda.

Observo el medidor y me doy cuenta está a un cuarto de gasolina, solo puedo rezar para que todo esté viaje valga la pena.

He conducido tanto que ya ni siquiera hay rastros de civilización, se a hecho la noche y yo no soy el mejor para ubicarme en la oscuridad. También dudé demasiado en un par de bifurcaciones y elegí el camino que lucia más bonito... Pero son detalles que no valen la pena contarle a Hakihiro.

Cielos... No estaría en este lío si tan solo hubiera medido un poco más mis palabras. Es que es recordar la pelea sinsentido que tuvimos y pensar en millones de otras soluciones para controlar la situación.

Ambos nos gritamos como niños infantiles, no cabe duda que nos falta mucho por madurar.

¡¡Cuidado!!

El grito de mi compañero me alerta y al momento de enfocar el camino me encuentro con las relucientes intermitentes de un camión a menos de un metro de mí. Mi primera reacción es maniobrar para esquivarlo, pero está tan cerca como para que eso funcione, así que la única salida que veo es abandonar mi vehículo y saltar hacia el bosque.

Mientras mi cuerpo rueda por el pasto y mi ropa se rasga, a mis espaldas salen volando partes de mi vieja compañera. El idiota del camión ni siquiera se detiene para observar si me a matado.

Cuando termino de rodar y mi mente se sumerge en una de las confusiones más grandes de mi vida, inconscientemente me siento y observo las virutas de lo que solía ser mi moto.

¡¡Por la Luna, ¿Estás bien?!!

— Si... Si... — suspiro y me levanto lentamente, sacudo mis ropas y verifico si me encuentro completo. — Solo son rasguños.

¿¡Que le pasa a ese idiota!? ¡¡Ni siquiera se detuvo!! ¡Pero existe una diosa en este universo que se encargará de multiplicar su karma!

— Si, las pagará muy caro por el precio de haberla destruido... — me paro en medio de la carretera para observar mejor mi motocicleta, me envuelve una tristeza enorme ver qué llegó a su fin.

... Estoy pensando que te debió atropellar para ponerle fin a tu estupidez.

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~Mientras tanto, en la ciudad de Seúl~

~Narra PJM~

Quizás estuve mucho tiempo atrapado en la rutina, de la casa al trabajo y del trabajo a mi casa, que incluso ví está pequeña oportunidad de hacer algo diferente y la tomé.

Aunque ahora me arrepiento, la atmósfera entre nosotros dos es más incómoda de lo que creí que sería. Lógico entre dos extraños que acaban de conocerse...

— Así que... Te gusta la malteada de piña... — intento iniciar una conversación mientras lo veo sorber del popote.

— Es un Milkshake de piña. — me corrige en cuanto deja de beber.

A pesar de su aspecto alegre, es un tipo bastante reservado.

Suspiro aburrido y observo por la ventana, a comenzado a llover un poco y la gente sin paraguas se apresura a buscar refugio.

¿Que estoy haciendo? En lugar de perder el tiempo con un extraño debería haberme quedado en casa, esperar a que volviera y así poder resolver las cosas.

Solo soy un idiota cobarde, actúe de forma impulsiva y seguro creé que lo odio. O tal vez ahora me odia, eso explicaría porque salió sin avisar.

— Veo que algo te molesta. — habla y me saca de mis pensamientos. — Problemas con el novio, si me permites adivinar.

— ¿C~como lo supiste? ¿Fuí muy evidente? Santa Luna, perdóname por disociar frente a tí... — me hundo en mi vergüenza y, para sentirme peor, él se ríe.

— No tienes que disculparte~ Después de todo, nadie es tan extrovertido para invitar a un completo extraño a tomar algo, debes tener un peso sobre tus hombros que está molestándote. — bebe un poco más como si no acabará de resumir mis últimas semanas.

No sabía que era tan evidente, ¿Soy tan fácil de leer?

Pero dejando de lado la vergüenza, es lindo tener a alguien con quién hablar sobre esto. Quizás me sirva un poco escuchar el consejo de alguien externo. Suspiro antes que nada.

— Es difícil de explicar...

— No será un problema.

— Bien... — tomo aire. — Mi novio y yo discutimos porque yo quiero un bebé, él también lo quiere pero estoy seguro que lo hace solo porque yo quiero uno. Y no quiero que quiera solo porque yo lo quiero, quiero que lo quiera porque de verdad le hace ilusión un cachorro. Y~y no creo que estemos en un punto sólido de nuestra relación como para involucrar a un bebé, ¿Y si somos los peores padres? No q~quiero darle una vida así a mi hijo... Me enoja y me entristece mucho que últimamente peleamos tanto... ¿Cómo hago para arreglar esto? ¿Deb~debería disculparme?

— ... A ver, espera un momento. Más despacio, por favor. N~no estoy diciendo que no entiendo, solo... Habla más despacio. — se ríe de una forma nerviosa.

Quizás lo estoy saturando demasiado con información... Debería resumirlo todo.

— ¿Cómo se... Que estamos listos para tener un cachorro? — pregunto y de inmediato recuerdo que, aunque estemos listos, jamás vamos... Jamás voy a poder dárselo.

— Bueno. — medita mi pregunta, toma el popote de su bebida y remenea el líquido con este, pensativo. — Es una pregunta difícil, ¿Cómo sabes que elegiste una buena carrera? ¿Cómo estás tan seguro de que eres feliz con tu trabajo y que no hay mejores oportunidades haya afuera? ¿Cómo te das cuenta que la persona que está a tu lado es el mejor partido?... No lo sabes, solo avanzas y no paras hasta que te tropiezas, y si no te tropiezas... Entonces estás en el camino correcto.

Tiene sentido lo que dice, pero sinceramente no me a resuelto nada. ¿Entonces solo tengo que seguir mi corazón y si me equivoco... Me equivoqué y ya está?

— Pero... Darme cuenta que estoy en el camino equivocado no me devolverá al principio. — le externo mi duda.

— Es verdad. ¿Entonces tú solución es quedarte en el principio porque le tienes miedo a equivocarte?

Su pregunta me da un vuelco a todo lo que creía saber. Me congelo completamente, sin poder decir o hacer nada, salvó darme cuenta mi filosofía de vida era el miedo.

— ... Está lloviendo muy fuerte. — dice y le miro, está mirando hacía la ventana.

Dirijo mi vista hacia afuera también, dándome cuenta que la lluvia es más fuerte de lo que creí que sería.

— ¡Jungkook! — me levanto de la silla abruptamente, recordando que tengo que volver al departamento para hablar con él. — ¡Seguramente ya volvió y se está preguntando dónde estoy! Lo siento, me gustó pasar tiempo contigo, pero me tengo que ir...

— ¡Espera! — se levanta también. — ... Déjame llevarte a tu casa.

— Estoy bien, solo es agua~

— Insisto. — Hoseok toma su bolso y de ella saca las llaves de su auto. — Tómalo como un agradecimiento por la malteada.

Sonrío ante su amabilidad.

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~Narra el Stigma~

La adrenalina hace que mi corazón salte sin para, me muevo ágilmente entre los arbustos y los árboles, mi lengua cuelga entre mis colmillos mientras la tierra bajo mis patas tiembla con cada uno de mis saltos.

¡Nunca me sentí tan vivo! Grito alegre y, en un ataque de euforia, aullo a la luna mientras corro hacia mi destino.

¿¡Por qué te transportas en esa tortuga que llamas moto si tú eres el vehículo más rápido de este mundo!? Me cuestiona Hakihiro.

¡Oye, esa tortuga me costó muchos años de trabajo! Gruño molesto.

¡Veo una luz! Me advierte. Yo no veo nada, pero me basta con enfocar la vista para detectar a la lejanía lo que parece ser un pueblo.

Mis orejas detectan el sonido característico del mar y, feliz, acelero el paso.

¡Ya llegamossssss! Celebro y, una vez la luz se hace más grande, doy un salto largo y me lanzó hacia ella.

En un segundo salgo del bosque y al tocar el piso, mis patas derrapan sobre la arena, pero finalmente logro recuperar el equilibrio para no caerme.

A unos pocos metros veo unas casitas junto al mar, entonces me transformo de vuelta en humano y saco de la mochila que tenía a mi espalda la ropa que llevaba hace poco, comienzo a vestirme.

¿Dónde estamos? Me pregunta el lobo.

— Nuestras familias nos trajeron aquí hace muchos años, cuando estaban planeando emparejarnos. — le explico mientras me subo la mochila al hombro en cuanto termino de vestirme. — Este pueblo era famoso porque todas las parejas que venían aquí se casaban felizmente tiempo después. Pero la gente dejó de venir cuando salió la noticia de que un tipo que se había casado aquí mató a su esposa en un ataque de celos.

Mhm... Siento una fuerte conexión con la Luna en este lugar. Su voz es alegre. Así que eso es lo que me da tanta tranquilidad en el pecho. ¿Y que buscas en un pueblo como este?

— ¡Hola, Noona, Hal-abeoji! — saludo a una pareja de ancianos que caminaba junto a la playa. Siento como Haki se enoja por ignorar su pregunta. — Disculpen, mi pareja y yo vinimos aquí hace muchos años y... Me preguntaba si todavía tienen el servicio para parejas hospedadas aquí.

La pareja se mira entre sí y, segundos después sonríen enternecidos. La mujer me toma de la mano y me guía hacia el pueblo.

— Por aquí, joven Alfa.

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