Juicio.

~Narrador omnisciente~

Entre la oscuridad de la habitación se distinguía el sonido crepitante de las antorchas qué iluminaban pobremente la sala, y además de eso, una leve y apenas presente voz femenina tarareando una canción que transmitía una rara mezcla de paz y melancolía.

Jungkook se encuentra a si mismo en la fría madera del piso, con la cabeza dando vueltas y completamente desnudo. Tarda un minuto en incorporarse, utiliza uno de los libreros para apoyar su espalda y un pergamino abierto para cubrir sus partes íntimas.

La voz de aquella desconocida lo desconcertaba, pues se encontraba tan desorientado que no distinguía de donde provenía la canción. Buscaba el origen de esa voz en la oscuridad de la biblioteca, moviendo sus ojos de manera lenta debido al mareo, hasta que una gran cantidad de agua es lanzada hacia él de manera directa en medio de la nada.

— ¡HAA! — el stigma instintivamente se cubre el rostro con los brazos, pero aun así el agua termina por empaparlo. — ¿Por que...? ¿Quien...?

— Así que has recuperado el control de tu cuerpo.

— ¿Quien habla? — gruñe a la defensiva. — ¿Quien eres y que es este lugar?

Y finalmente después de tanto suspenso, de entre las sombras aparece una joven que irrepetuosamente invade el espacio personal de Jungkook arrodillandose frente a él y analizándolo como a un animal de experimentación, abriendo sus párpados para ver sus ojos, acercando descuidadamente su antorcha al rostro y girando su cabeza para ver todos los perfiles posibles. Jk estaba tan aturdido que solo podía quejarse en protesta, más no hacer nada para detenerla.

— Que interesante. Así que no recuerdas nada. ¿Que es lo último que recuerdas? — pregunta mientras tira de sus brazos y observa sus heridas.

El castaño abre la boca para responder rápidamente pero en cuestión de milisegundos se detiene al hablar, quedando completamente paralizado al darse cuenta que no recuerda nada. Frunce el ceño, frustrado y confundido.

No recuerda nada visual, pero si algo en concreto.

— Furia... — responde en un susurro.

Aquella respuesta provoca escalofríos en Xavi, cosa que la hace retroceder en un instante. Ambos se quedan mudos por varios minutos.

— ¡Jimin! — exclama Jungkook repentinamente. — ¿Donde está Jimin? ¿É~él está bien?

Pero sin importar cuantas preguntas haga, no obtiene respuesta pues la mujer se sume en sus propios pensamientos, susurrando incoherencias y haciendo muecas a la nada, como si estuviera hablando con alguien que no está ahí.

— ¡Respondeme, loca! ¿¡Que hago aquí!? ¡¿Donde está él?!

— ¿Pero por que yo? Yo no tengo la obligación... — musita para ella misma.

— ¡Oye!... — le pide respuestas por última vez, pues se cansa de gritarle y de inmediato intenta levantarse de forma lenta y torpe, las heridas que muestra en su espalda comienzan a generarle un inmenso dolor que le impide hacer grandes movimientos. — Mierda...

Jungkook jadea agotado apenas logra erguirse, se sostiene al mueble para intentar recuperar el aliento.

— Ni siquiera sé como llegar... — sigue balbuceando la mujer, a pesar de tener al stigma de frente, ni siquiera percibe que intenta escapar, pues se encuentra concentrada en su propia conversación.

Jungkook aprovecha esto para dar unos pasos y recorrer el lugar para tratar de averiguar donde está, pero no pasan ni dos minutos de eso cuando aquel pasillo que parecía ser largo, en un abrir y cerrar de ojos se vuelve pequeño y Jungkook se encuentra de frente a una pared qué antes no estaba ahí.

— ¿Que mier...? — susurra confundido el hombre.

De repente una mano lo toma del hombro, deteniendo su avance.

— No deberías vagar tan cómodamente por un sitio que no conoces, ¿no te parece? — le advierte Xavi.

La mano que posa sobre su hombro es rápidamente arrebatada.

— ¡Ni siquiera te conozco, ¿Por que debería escucharte?!

Jungkook camina cojeando en la dirección contraria, pero no da ni diez pasos antes de que suceda lo mismo con el pasillo que tiene delante, aparece frente a él una pared y de repente se encuentra en una habitación de 4×4 junto a esa mujer.

— ¿Es~estoy soñando o...? — por unos segundos, Jungkook se jura enloquecido.

— ¿Por que deberías escucharme? — repite la mujer. — Porque soy la única que conoce como salir de aquí.

"¡Vieja Xavi! ¡Jungkook! ¿¡Están ahí!?" La distintiva voz de Cripx hace eco en el aire. "¡Necesitamos a Jungkook de vuelta para iniciar su juicio!" La voz del alfa retumbaba molesta, él y sus soldados habían entrado a la biblioteca.

La mujer suspira con cansancio y molestia, habían arruinado su plan con su intervención.

— ¿Ju~juicio? — retrocede un confundido y aterrorizado Jungkook.

— Te juzgarán por asesinato y traición. — responde rápidamente la mujer, lo que solo ocasiona más pánico en el stigma. Pero antes de poder explicarle las razones, las paredes se derrumban y ambos quedan cara a cara con el alfa de la tribu y sus guardias. — No puedes llevártelo.

Jungkook parpadea un par de veces, juraría que estaba atrapado con una joven beta y no una anciana arrugada. Debió ser una ilusión debido a la poca luz.

— ¿Ha, no? — responde sarcástico el de ojos verdes antes de ordenar a los guardias que vayan por el castaño con un simple movimiento de cabeza. — Mirame hacerlo.

— ¡E~esperen! — exclama el castaño, visiblemente asustado.

Pero antes de que los lobos pudieran acercarse, Xavi se coloca en medio, protegiendo al asustado hombre. El semblante de la mujer es lo suficientemente firme como para hacer dudar a los guardias de seguir avanzando.

— No voy a permitir que te lo lleves sin antes probar otras alternativas. 

— ¡Mató a uno de los nuestros! — responde furioso uno de los guardias.

— ¡Deberíamos hacer lo mismo con él! ¡Es una amenaza! — grita otra mujer.

Pero sin importar las protestas del resto de la tribu, Xavi mira y habla tan solo con Cripx, pues sabe que él la escuchará.

— Por favor... Ambos sabemos que algo fuera de nuestros conocimientos actuales le sucedió a Jungkook, solo hace falta averiguar por qué. Esta tribu todavía cree en ayudar al desafortunado, ¿o no?...

Cripx se ve afectado por sus palabras, pues una parte de él está completamente de acuerdo con la anciana. La bestia que los atacó hablaba extraño, como si fuera ajeno a la raza humana; además de la insistencia de su compañero sobre un "animal" dentro de Jungkook.

— ... ¿Y como planeas ayudarlo? ¿Sabes algo sobre su condición? — el Alfa señala con decepción y compasión al confundido Jungkook.

— No. — responde sincera. — Pero sé de alguien que si.

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

El cielo se volvió negro hace un par de horas, humedeciendo la tierra seca con generosas gotas de lluvia realmente frías. Los primeros síntomas del invierno.

El frío obliga a toda la tribu a buscar refugio en sus cabañas, especialmente en el calor de la fogata, sitio que codició Jung Hoseok para su inconsciente amigo. El Omega moja un pequeño paño y constantemente lo frota sobre las almohadillas de las patas del lobo negro con tintes rosa artificial, todo con el objetivo de mantenerlo a una buena temperatura.

Por la puerta aparece una empapada Zazil, la joven de cabellos azuladamente negros conocida por ser la nieta de Zaum y la unica hija del Alfa Cripx.

— Uf, el cielo se está cayendo~ — bromea la chica en cuanto entra en la habitación y se exprime el cabello para sacar el exceso. — ¿Como está él?

Hoseok no responde enseguida, demasiado ocupado reuniendo fuerzas para dar un reporte de la condición de su querido amigo.

— ... No a despertado.

La chica es infectada por la negatividad del Omega demasiado pronto. Toma asiento del otro lado de la fogata, teniendo el plano perfecto para leer los preocupados ojos del pelirrojo, que no pierden de vista los de Jimin.

— Tal vez las emociones que experimentó fueron demasiado intensas y su cuerpo optó por dormir. — sugiere ella.

— No, todo esto es por culpa del lazo que comparten Jungkook y Jimin... Pero si Jungkook está despierto, ¿Por que él sigue dormido? — suspira Hoseok.

— Dale tiempo. Lo estás cuidando muy bien, es cuestión de tiempo para que despierte.

Ambos guardan silencio, la crepitacion de la madera siendo devorada por el fuego es el único ruido presente. Hoseok está demasiado inmerso en su preocupación mientras Zazil se muere de la curiosidad, al final, se arma de valor y se arriesga a romper el momento.

— Escuché que la bestia estuvo a punto de destruir la aldea, ¿Es verdad? ¿Tan violento fue?

— ... Fue el momento más aterrador de mi vida. — responde a la par que un trueno golpea la tierra cercana, iluminando la habitación de un azul electrizante. — ... Pero no fue culpa de Jungkook, él jamas le haría daño a nadie.

— ¿Mhm? ¿No fue ese Alfa el que enloqueció?

— El detalle es... Que no fue Jungkook.  Es decir, f~fué solo su cuerpo, el verdadero Jungkook jamás haría algo como eso... S~solo estoy diciendo disparates, ¿verdad? Perdóname, nunca comprendí esa parte cuando estudié a los Stigmas...

— No... Lo comprendiste demasiado bien... — musita un cansado Jimin.

— ¡Ji~jimin! ¡Santa luna, gracias a la diosa estas bien! — el pelirrojo abraza con sumo cuidado la cabeza del pelinegro, que antes se encontraba posado sobre su regazo.

— Le avisaré a mi padre que despertaste. — Zazil se levanta con prisa.

— No hace falta, hija mía. — el alfa Cripx se anuncia en la puerta, justo tras él se encuentran dos guardias custodiando.

— ¿Padre?... — su hija frunce el ceño con  recelo.

— Me alega ver que has despertado, hijo. — dice el ojiverde mientras los dos lobos irrumpen en la habitación y rodean a los chicos. — Tenemos un par de preguntas que hacerte.

— ¿Donde está Jungkook? No les diré nada si no me llevan con él. — exije el Omega con las pocas fuerzas que le quedan.

— Él está bien. Está en un sitio que es seguro para él y para nosotros. — responde.

— Está encerrado. — concluye Hoseok terriblemente ofendido.

— Solo lo hicimos por seguridad. Pero no deben de temer, no estará allí por mucho tiempo. Y, con suerte, ustedes tampoco estarán aquí por más tiempo del necesario.

Aquella frase inspira un gran temor por parte de los Omegas.

— Ahora, señor Jeon, si sería tan amable de acompañarnos. — pide Cripx.

Uno de los guardias intenta levantar el escuálido cuerpo del lobo, pero Hoseok no se lo permite.

— No les recomiendo oponer resistencia,  ya que fui induljente con ustedes al convencer a mi pueblo de no castigarlos con la mayor pena posible. En lugar de eso, tendremos una civilizada reunión en la que se decidirá la forma en que podemos ayudar a Jungkook con su... Inusual condición.

Los chicos quedan en schok, incrédulos a sus palabras.

— ¿Civilizada... reunión? — pregunta Jimin, completamente confundido.

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~Capilla de reuniones de la tribu~

Como era costumbre en aquella capilla, la habitación se había llenado de gritos y exigencias desde hace un par de minutos. La mayoría de los ancianos proclamaba la muerte como castigo, mientras que otros veían innecesaria esta reunión.

Todos los ojos estaban clavados en Jungkook, quien se encontraba encadenado de manos y pies sobre un estrado en mitad de la sala.

Hakijiro, por favor, háblame... Dime que sucedió, ¿Que hiciste? Tan solo dime una palabra... El Stigma llevaba un tiempo tratando de comunicarse sin éxito.

De repente, la puerta principal se abre y aparecen en la sala un Jimin en su forma humana, Hoseok, el Alfa de la tribu y su hija, junto con los dos guardias de antes.

— ¡...Jimin! — el Stigma no puede evitar sacudir las cadenas con desesperación en cuanto va a su pareja.

— ¡Amor! — Jimin logra evadir al guardia que lo custodia, corre directo hacia el castaño y termina abrazándolo con fuerza sobre el estrado, aun cuando su novio no puede corresponderle por los grilletes. — ¿Estas bien? ¿Te~te hicieron algo?

— Estoy bien, ¿Tu estas bien? ¿Que~que sucedió? ¿Por que estoy aquí? Nadie me dice nada... — incapaz de abrazarlo, Jungkook opta por inclinar su cabeza y besar innumerables veces la frente de su amado.

— Fue Hakijiro, él enloqueció y... Y~y los mató... — balbucea Jimin.

— Nos será de mucha ayuda saber más sobre ese Hakijiro del que hablas para nuestro veredicto final, joven Jeon. — habla Cripx en voz alta, acallando a la multitud enaltecida y comenzando la reunión.

— Jimin, ven aqui... — susurra Hoseok, pidiendo que tome asiento con él en la mesa de los juzgados

Pero Jimn niega con la cabeza y toma la mano de Jungkook, aferrándose a ella con fuerza. No puede simplemente ocupar un asiento lejos de Jungkook y hacerlo sentir como a un monstruo. Se quedará aquí y tomará el juicio a la par de él.

— Esperen, antes de que inicien... ¿Alguien podría explicarme que fue lo que sucedió? — pide apenado el Stigma.

— ¿¡Se atreve a fingir demencia en su propio juicio!? ¡Es un descarado! — grita la multitud.

— Silencio. — el contundente golpe de su bastón contra la madera del piso los hace callar a todos. Xavi toma asiento a la derecha de Cripx. — No estamos seguros de qué o porqué, pero una fuerza ajena a ti tomó el control de tu cuerpo y provocó... Dolorosas perdidas.

— ¿É~él hizo...? — tartamudea Jungkook antes de entrar en shock.

Hakijiro era de pensamiento bastante extremista, pero nunca había matado a alguien inocente antes... Mira sus propias manos atadas a grilletes, decoradas con cicatrices abiertas, producidas en aquella batalla librada con su propio cuerpo. Sus manos comienzan a temblar, asustado de si mismo.

— Imagino que sabes que ya no eres bienvenido en este lugar. — continua la anciana, a lo que Jk asiente resignado. — Sin embargo, sería imprudente de nuestra parte devolverte a la sociedad siendo tú una amenaza impredecible. Es por eso que he tomado la decisión de enviarte a otra tribu, una en la que te puedan ayudar.

— Pero no conocemos otra tribu capaz de manejarlo. — recuerda Cripx bastante confundido.

— Porque no se trata de una conformada por Canis Lupus, sino Canis  Dirus. — anuncia la de canas, sorprendiendo a la pareja.

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