~Narra Jjk~

Por fin encuentro el lugar perfecto para trabajar en mi tesis mientras estoy en el campus. La biblioteca es uno de los edificios más antiguos de la universidad, decorada con falso mármol de pies a cabeza, las repisas polvorientas hechas con madera de caoba oscura que rechinan con la más mínima perturbación,  y muy pocas lámparas aún funcionan. Este lugar debería estar en un museo.

Hay otra biblioteca mucho más nueva en la zona norte, así que esta está prácticamente abandonada. Ni siquiera los estudiantes de medicina vienen aquí, solo aquellos que buscan un lugar donde dormir.

Tomo asiento en una de las mesas más decentes a simple vista. Arrastro con cuidado la silla para no hacer mucho ruido mientras mantengo mi mirada fija en la bibliotecaria, esperando no molestarla, aunque no parece haberme notado.

Me siento y de inmediato enciendo la laptop.

7:15 AM. Me toma cinco minutos releer el texto en el que me había quedado y otros seis pensar como continuar. Me aferro a la primera idea buena que se me cruza por la cabeza y comienzo a mover mis dedos con rapidez sobre el teclado.

Juro que he escrito por una hora hasta que dirijo mi vista al reloj de la computadora. Son las 7:41.

Suspiro desanimado y frustrado, entonces pienso que tal vez el aire fresco sea más efectivo. Guardo mi mediocre avance y apago la laptop.

Te estás ahogando en un vaso de agua. Aparece su desinteresada pero preocupada voz.

— Haki, ya hemos hablado de esto... — gruño en un susurro, tratando de no parecer un lunático frente a la bibliotecaria que ni siquiera me mira.

Deja de querer impresionar a gente que no le importas y comienza a ver por tus intereses.

Su regaño atraviesa mi pecho como una daga... Quizás tiene razón. No solo no sé absolutamente nada sobre las serpientes y sus venenos, sino que también me importan una mierda. Hay tantos temas por explorar y yo... Me siento estancado en este.

— Pero este es el tema que más impresiona al público hoy en día... — lleno mi cabeza con temas que me apasionan, pero todos y cada uno ya han sido explorados a fondo o no son interesantes para nada.

Jungkook, estás en una biblioteca mucho más antigua que yo. Exagera. Una hora hojeando algunos libros serán más productivas que la mierda que estás intentando escribir.

Miro a mi alrededor y nada de estos viejos y desgastados libros me llama la atención. Aunque debo admitir que me da curiosidad saber que tipo de libros se esconden por aquí.

No medito mucho mi decisión, haría cualquier cosa por alejarme de mi aburrida tesis. Me paseo por todo el lugar, leyendo las portadas de cualquier libro que se vea llamativo.

— Aquí solo hay anatomía y religión. — me quejo mientras vuelvo a poner en su lugar el decimosexto libro sobre anatomía que me encuentro.

Que poca paciencia. En mi época, los cachorros tenían que cazar y matar al animal si querían conocer su anatomía.

— En tu época ni siquiera existía el concepto de anatomía. — me burlo.

Pero aún así la estudiaban. Y deja de burlarte de mi tribu, ni siquiera la conoces y te atreves a pensar que éramos cavernícolas.

— No la conozco porque no me lo permites. — le recuerdo, entonces reparo en que el lobo no habla mucho sobre su tiempo en vida.

Un silencio se hace entre los dos. Me debato si es buena idea indagar en un pasado que tal vez le incomoda mencionar.

Adelante.

— ¿Mhm? — finjo demencia. De repente el libro de anatomía que había descartado me parece el más interesante.

Pregunta. Sé que tienes curiosidad.

— N~no quiero hacerte sentir incómodo... — puedo sentir a mis espaldas la mirada de la bibliotecaria a lo lejos. Siento como me juzga.

No lo harás. Me promete, pero yo sigo dudando.

— ... ¿Recuerdas... A tus amigos, como era tu familia? ¿Llegaste a tener hijos? — quizás empecé por las más duras y las que más me carcomían.

Era muy joven cuando realicé el ritual, definitivamente no tuve descendencia. Dijo y sentí pena por él. A veces tengo atisbos de recuerdos, pero sus rostros no son nada más que espejismos borrosos. Ya no recuerdo sus voces, aunque la escencia de mi madre a veces cruza mi memoria.

Me mantengo en silencio, sintiendo como mi corazón se achica por la tristeza. Es horrible imaginar que por más que tú corazón anhele a alguien, algún día lo olvidarás y te olvidarán de vuelta.

No sientas pena por mi, era plenamente conciente de las consecuencias de la decisión que tomé. Y créeme que no me he arrepentido en todos estos siglos. Es un gran honor promulgar mi legado y tener la oportunidad de compartir vida con los Stigmas de cada actualidad.

— Aún así, ¿No extrañas tu vieja vida?

Mentiría si dijera que no. Quizás hoy la vida es más sencilla y cómoda, lo que te hace pensar que nadie querría volver al pasado. Pero lo cierto es que, por muy salvaje y cruel que fuera nuestra vida, seguía siendo nuestra vida.

Aunque si me pides que mencione algo a lo que extraño más que cualquier otra cosa sobre mi época, diría que es la conexión con nuestra madre Luna. Hoy en día está tan decepcionada de su creación que ni siquiera se hace presente, ya no llora por nuestros pecados, solo calla y observa.

Un escalofrío sin origen me recorre el cuerpo. Hakihiro está para recordarme que la diosa Luna y otras deidades son reales, y peor aún, que hemos sido olvidados por ellos; dejados de lado como castigo por nuestra arrogancia.

— ... ¿Crees que ella aún nos ama? — observo melancólicamente hacia una ventana a lo alto, puedo notar a la luna asomándose por las nubes en pleno día.

Si te preocupa que ella no sepa ni tu nombre, apacigua tu preocupación, Jungkook; porque ella te conoce como si fueras su hijo. Te ama de pies a cabeza, pero siempre está lista para que la decepciones. Ya nada ni nadie le sorprende.

No concebí que la conversación se tornaria tan profunda, hablando sobre deidades y cajones llenos de viejos recuerdos. Tengo un nudo en mi garganta.

Mi cabeza se comienza a llenar de impotencia. Hakihiro es alguien con tanta historia, una historia que todos deberían conocer y así su dolor no solo sea reconocido por alguien como yo: un don nadie que no a logrado nada.

— Un momento. — mis ojos se abren de par en par mientras mi idea toma forma con cada segundo. Y el resultado es sumamente satisfactorio, lo que provoca una bomba de emociones en mi.

A pasos rápidos me dirijo hacia la bibliotecaria, con un brillo de esperanza en mis ojos inimaginable.

¿Que haces?

La Alfa me mira con miedo mientras camino hacia ella, pero ignoro sus prejuicios y me planto frente a la única empleada de la vieja biblioteca.

— ¿Dónde está la sección de historia?

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Me tomó un tiempo convencerlo de que el tema ideal para mi tesis era su tribu y su fascinante código genético. Claro que omitiendo la verdadera forma por la que el gen Stigma sigue vivo en la actualidad. Hablar sobre rituales no parece muy científico.

Fuí tan estúpido, necesitaba un tema que fuera controversial pero también necesitaba una fuente de información confiable y, todo este tiempo la tuve frente a mi. Los secretos de los dinosaurios, los eslabones perdidos, lagunas históricas que la humanidad nunca pudo descubrir; todo eso pasó frente a los ojos de Hakihiro.

Él es un dinosaurio viviente, un testigo del paso del tiempo. No hay fuente más confiable que él.

De inmediato tomo asiento en la primera mesa que me encuentro y enciendo la laptop, y mientras la pantalla carga, mi cabeza se ahoga en miles de formas por las que debería empezar mi nueva tesis. Al lado del aparato descansa una enorme pila de libros de historia que leí sin parar y remarqué la información que necesito.

Estoy tan emocionado que siento que mi corazón va a estallar.

Pero recuerda no exponerte como un Stigma. Eso podría...

— Traernos problemas. Ya lo sé. Relájate, ¿Quieres? No haría algo tan estúpido.

Con la mayor satisfacción del mundo borro mi vieja tesis he inicio un nuevo documento, con una hoja en blanco que pronto será bañada en la información más valiosa de todo su tiempo.

— Bien, ¿Por dónde comienzo?

¿Que tal por el inicio?

— Ese es el problema, ¿Cuál es el inicio?

Siento como medita mi pregunta. No se le había ocurrido antes.

Hay muchas cosas que debes omitir.

— Ya lo sé.

¿Que tal con una primera frase corta pero llamativa? ¿Cómo “El antepasado que la historia olvidó”? Y comienzas a describir mi tribu, entonces al final dices que se trata del Stigma.

— Me gusta, me gusta. — escribo en la primera línea lo que dijo Haki. — ¿Y que hay del título? El título es una de las cosas más importantes.

¡Ha, puedes llamarlo “lo que el tiempo se llevó”! Al principio no le gustaba la idea, pero ahora está más emocionado que yo, jaja.

Tengo un buen presentimiento sobre esta nueva tesis. Y veo una oportunidad de estrechar mi lazo con el lobo que creció conmigo y me cuidó hasta entonces.

Definitivamente, se vienen cositas.

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Mis dedos eran fuego en las últimas horas, no paré de escribir hasta que sentí calambres que no me permitieron avanzar. Hakihiro me contó todo lo que sabía, cada partícula de información me fue confiada y yo la guardé como un tesoro.

— Bien, creo que 150 páginas por hoy está muy bien. — me tiro en la silla y descanso mi espalda mientras tomo el café que compré hace una hora en un pequeño brake.

Miro con orgullo el documento, feliz de que avancé tanto en tan solo un dia. Mientras que con el antiguo tema podía hacer diez páginas en tres días. Haber abrazado el antigüo tema fue un completo error y me alegra haber entrado en razón a tiempo.

— Haki, muchas gracias por insistir con esto. Debí escucharte desde la primera vez, lamento si fuí un dolor de huevos... — me disculpo mientras bebo un sorbo grande de café.

Está bien. Soy tu guía después de todo, mi trabajo es acompañarte en el camino. No puedo verlo, pero puedo sentir su orgullosa sonrisa. Me llena el pecho de calidez.

De repente escucho el timbre de mi celular, el aparato vibra sin parar sobre la mesa mientras escucho “Serendipity”, el tono de llamada de mi cachorrito negro~

Atiendo a la llamada sin dudar.

— hey~

¡Jungkook, no vas a creerlo! ¡TaeHyung me llamó!

Tch. Ese lobo si que actúa rápido.

— ¿En serio? ¿Y que te dijo?~ — tengo que actuar sorprendido.

Ay... Me vas a regañar pero, me invitó a salir mañana, c~como amigos, no pienses nada raro. Él dijo que quiere arreglar las cosas y disculparse.

— ¿Y aceptaste?

... Si. Sabes~sabes que está es una oportunidad para terminar mis asuntos pendientes con él y dejar las cosas en claro, ¿No? Esto no es una excusa para verlo, en serio, yo ya lo superé... So~solo quiero~

— Jimin, cachorrito. — me levanto de la silla para estirar las piernas. — No tienes que explicarme nada, eres un ser humano autosuficiente, capaz de tomar tus propias decisiones. Además, confío en ti. Sé que solo quieres poner las cartas sobre la mesa.

Si... Gracias, por ser tan comprensivo con mi proceso... Una pequeña risa tímida se escucha a través de la línea y mi memoria me retrata perfectamente esa sonrisa. Cada dia lo amo más.

— En fin, ¿Esas son todas las buenas nuevas? — me distraigo un poco, tomando libros al azar y leyendo las portadas.

No. He... Quería... Invitarte a la cita con TaeHyung mañana. Se que a lo mejor no es buena idea, pero quería invitarte para que vieras que la cita es solo entre amigos.

— Ho, no hace falta que vaya. — digo de lo más normal y él parece no entender el porque de mi respuesta. — Ya te dije, confío en tí.

Si, pero~

— Mimi, ustedes dos tienen asuntos que atender, lo que significa que ustedes deben resolverlo. No te preocupes por mi, solo ve y haz lo que tengas que hacer. — explico, pero no parece convencido. — Aunque si te sientes más seguro, puedo ir a dejarte y recogerte en el punto de encuentro.

Eso sería hermoso~ ¿Si puedes? ¿Estás libre mañana de 8 a 10?

— Por ti, baby. Sería Batman. — profundizo la voz en todo de broma y mi novio se carcajea.

Bien, entonces, ¿Te veo en la casa?

— Si, de hecho ya terminé con un trabajo aquí. Hago un último rondín por la universidad y voy en camino. ¿Quieres que lleve algo para cocinar? ¿Se te antoja algo en especial? — guardo la laptop en mi maletín y salgo del lugar.

¡Calamar asado!

— Calamar asado será. — le prometo. — Te veo en la casa. Nos vemos~

Le lanzo un beso a través del celular y él hace lo mismo. Y feliz cuelgo la llamada.

Tenía mis dudas sobre dar el gran paso y mudarme con él en su departamento, pero conversar con él sobre nuestra casa me hace inmensamente feliz. Cómo no tienen una idea.

Me hace pensar que nos espera un futuro muy feliz.

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