Amado mío.

~Narra Jk~

El bullicio de la gente a mi alrededor no hace más que ponerme aún más nervioso, cosa que se refleja con mi inquieta pierna, la cual salta frenéticamente sobre su sitio.

Suspiro para tratar de relajarme, pero eso no pareció funcionar mucho. Se acercaba la ansiada hora y yo no estoy listo.

— Deja de sudar, no queremos que luzcas cómo camarón en hoya frente a todos. — mi abuela pasa un paño sobre mi frente.

— Gracias, eso definitivamente me tranquiliza.

— ¡Ya llegué! ¡Lo encontré! — apareció Jimin, entonces me levanto de la silla y corro en su dirección — ¡Fue difícil encontrarlo, pero lo hice!

— Muchas gracias, Jimin... No sabes cuánto te debo. — le agradezco, tomando el USB que fué a buscar hasta nuestro departamento.

— No es nada. Da un excelente discurso y me daré por bien servido~ — se lo veía agitado, en cuanto le dije que había olvidado el USB en el que guardé la evidencia para mí presentación de hoy, de inmediato corrió a buscarlo.

— Muchas gracias, en serio~ — lo tomo de las manos y las estrujo con cariño, le doy un beso en agradecimiento.

— ¡A continuación y como broche de cierre, el alumno más destacado de su generación y el presidente del campus expondrá el tema de su tesis! ¡Denle un fuerte aplauso al ingeniero genético más prometedor de la universidad: Jeon Jungkook! — la voz de la directora retumba por todo el auditorio, anunciando que era momento de subir al escenario.

— Creo que ya es momento... — me río nervioso.

— Tu puedes, amor~ — Jimin me da un pequeño masaje en los hombros para relajarme y decirme que todo saldrá bien.

— Mucha suerte haya arriba, hijo~ Te estaremos viendo en primera fila. — me recuerda mi abuela, entonces ambos se van para permitirme prepararme.

Suspiro una vez más antes de salir al escenario, dónde la multitud me recibe con fuertes aplausos, cálidos y animosos. Camino hasta el pidio y me subo en él mientras saludo a mi audiencia.

— Muchas gracias por esa maravillosa presentación, directora. Primeramente quiero felicitar a toda mi generación por haber llegado hasta aquí, todos ustedes tienen un hermoso futuro, se los prometo. — no necesito leer mi guión en esta parte, felicitar a mis compañeros no está en el guión, viene desde mi corazón. — Además de eso, agradecer a mis amigos, a mi abuela y mi novio por haberme acompañado hasta el final de este camino, darme muchos ánimos y, sobre todo, por haber creido en mí. Los amo, en verdad~

Nuevamente aparecen aplausos, entonces bajo la mirada para comenzar a leer mis anotaciones.

— Está investigación la titulé “Mi ADN y yo”. Comenzaré diciendo que está no fue la idea principal para mi tesis, había hecho otra con un tema completamente diferente, pero creo que ningún tema daría la talla a este que estoy por presentar. Un consejo, no sean como yo. No es fácil volver a hacer una tesis. — susurro aquello último, entonces la audiencia se ríe. — Nuestra especie a evolucionado de tal manera que en la actualidad es capaz de dar un vistazo al pasado y de esa forma contruir un nuevo futuro. Mi pregunta es, ¿Realmente podemos dar por hecho el pasado?

La misma pregunta se proyecta en la lona a mis espaldas y el público susurra, interesado.

— La tierra tiene miles de millones de años, ¿Cómo es posible que hayamos descubierto todos sus secretos? Es imposible. — miro detenidamente los rostros de mis profesores, quienes no quitan su atenta mirada de mí. — Hoy estoy parado frente a ustedes con el único propósito de abrir paso a nuevos horizontes.

La imagen a mis espaldas cambia y en ella se muestra la foto de un fósil de un Canis Dirus tomada desde el museo de Nueva York.

— ¿Les es conocido? Aquellos conocedores identificarán que se trata de un Canis Dirus o lobo terrible prehistórico, otros solo pensaran que es un Canis Lupus normal, uno de nuestros antepasados. ¿Quien ver la diferencia? — la imagen vuelve a cambiar y muestran ambos esqueletos, escucho suspiros sorprendidos al unisono. — La mayor característica de este espécimen extinto es su increíble tamaño. Pero eso es solo lo que más destaca.

La charla continua y yo vierto toda mi escencia y pasión en este discurso, mencionando hasta el más mínimo detalle entre las diferencias tanto físicas como sociales que engloban a mis ancestros.

— Muy impresionante, ¿No lo creen? — pregunto mientras bebo un trago de agua de la botella que dejaron en el podio para mí. La multitud aplaude. — Hasta este punto podrían llegar a pensar que las dos especies nunca se conocieron. Pero no es cierto en absoluto, de hecho, estos dos chicos pisaron las mismas tierras durante un tiempo. Si, era un increíble desastre, peleas territoriales he incontables muertes por la comida. Pero además de eso, y fuera de todas las muertes que se produjeron por el choque de especies, también hubo una mezcla.

Al decir aquello, el auditorio se quedó en silencio. Las imágenes a mi espalda cambiaron y mostraron fotos y videos censurados de viejos experimentos con gente de todas las edades.

— Lo que ven aquí son experimentos físicos y mentales que se realizaron en sujetos con el ADN Stigma en sus códigos genéticos. Si, estos extintos animales tuvieron descendencia con los nuestros, realizando una nueva cadena de genes totalmente nuevos y sumamente interesantes.

Expliqué cada uno de los casos, describí cada sujeto en las diapositivas y dí créditos a los científicos y la academia que dedicaron su tiempo y dinero en realizar esta importante investigación que se había perdido en el tiempo.

— Gracias a todas estas investigaciones podemos hacer conciencia de lo prometedor que es un ADN como este en la actualidad. Mi único propósito aquí es abrir sus mentes, y presentarme al mundo como lo que soy: un hombre de 25 años con el gen Stigma activo en mi ADN. — revelo, se hizo un silencio incómodo, busco entre la multitud a mi novio, quien me mira preocupado por la reacción del público.

Los primeros aplausos se hacen presentes, y acompañados a esos, varios profesores se levantan de sus sillas para ovacionar de pie. De repente, tengo a toda mi audiencia, alumnos, maestros y padres aplaudiendo a mi presentación. Sonrio con alegría, aliviado y conmovido.

— Muchas gracias, gracias en verdad... — bajo del pidio y hago una reverencia a mi público, para después saludar amigablemente sacudiendo mis manos.

Realmente estoy muy satisfecho con el resultado, lo único que me preocupaba era que no tomaran el tema seriamente. Pero no fue así. En verdad parece que les gustó.

Mi corazón está alegre, por fin, después de tantos años encontré un lugar en este mundo, fuera de los estándares ideológicos del mundo actual y hoy, pude presentarme a él formalmente, de cara contra los escépticos y negacionistas.

Ho, cierto, ustedes no saben cómo llegué hasta aquí, ¿Verdad?

Seguramente quieren saber que fue lo que pasó este último año. Bien, les contaré cómo fue el orden de los acontecimientos.

~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~

~Hace un año~

¡Tu puedes, Jungkookie!~ — grita Jimin desde las gradas.

Sonrio alegremente mientras el sudor recorre mi espalda. Mi sonrisa se borra en cuanto mi oponente logra estampar su pie directamente en mi rostro, afortunadamente, eso no bastó para perder mi conciencia. Solo me desequilibré un poco.

— No me quites los ojos de encima, idiota. — me reta el Alfa.

— ¡Concéntrate, Jungkook! ¡Aposté mucho por tí, más te vale que ganes! — grita mi abuela.

— ¡Tus ojos en el oponente, Jungkook! — regaña mi entrenador.

El Alfa con la misma cinta amarilla que yo en el arte del Karate Kyokushin salta alrededor de mi, rodeandome y viendo cada movimiento.

Bien, a logrado enojarme. Dice Hakihiro.

A mí también. Concuerdo con él mientras trueno mi cuello, preparándome para mi siguiente movimiento.

El idiota se acerca un centímetro más desde mi espalda por error, detecto su cercanía y en un rápido movimiento giro mi cuerpo para encestarle una patada directa en el estómago. Cae al piso y el referí se acerca a él para comprobar su estado.

— ¡Sigue en pie! ¡Que continúe el combate! — se levanta el referí junto a mi oponente.

— ¡Vas a morir, infeliz! — se avalanza hacia mi con la furia de un toro violento, no lo esquivo y en su lugar prefiero bloquear sus puñetazos directos a mi estómago. — ¡Vas a pagar por eso!

Giro una vez más y esta vez mi talón se clava directamente en su mandíbula, grita de dolor.

— ¡Estoy bien! — le insiste al referí. — Solo estoy un poco...

Y cae al suelo finalmente, perdiendo la conciencia. El personal de primeros auxilios acude en su ayuda mientras el referí levanta mi mano en señal de victoria.

Es extraño, siento que debería sentirme cansado, tuve cuatro contrincantes más antes que este tipo. Y aún así, siento que podría pelear con otros cinco.

De nada. Dice el lobo y yo me río en mis adentros.

Cierto, a veces olvido que no soy como mis oponentes. Tengo una ventaja genética... ¿Podría considerarse trampa?

Deja de parlotear y concéntrate. Saluda a nuestros fans. Puedo detectar una pizca de ego en sus palabras. Alzo las manos para saludar a quienes me aplauden mientras bajo de la arena.

Mi abuela y novio bajan de las gradas para felicitarme. Jimin es quien se abalanza hacia mi en un gran abrazo.

— ¡Sabía que podías! — besa mi mejilla un sinnúmero de veces.

— Fue todo gracias a sus ánimos. Ustedes son el motor de mi vida. — digo mientras los veo a ambos.

Jimin sonríe sonrojado mientras que mi abuela hace un ademán, restándole importancia, luego busca al tipo de las apuestas para reclamar su dinero.

— Sabes que se siente muy orgullosa de ti~ — me recuerda Jimin, tomándome de la mano mientras caminamos hacia la salida.

— Lo sé~ Viví con ella toda mi adolescencia, sé que tiene una forma extraña de demostrar cariño, pero me ama, lo sé.

Nos volvemos a casa de mi abuela en su auto, antes ni sabía conducir, no tenía licencia y tampoco le interesaba conseguir una. Pero repentinamente, desde que comenzó a salir con la doctora, quiso comprar un auto y encargarse de los viajes de ella.

Me burlaría de su cursilería, pero entonces sería morderme la lengua.

— Que día~ — suspiro cansado mientras me tiro en mi vieja cama. Mi abuela nos dió permiso para quedarnos a dormir en mi antigua habitación.

El pelinegro se tira al lado mío, para después acurrucarse en mi pecho. Alzo el brazo para acariciarle la cabeza, mi bíceps le sirve de almohada.

— Estuviste genial en el dojo~ — alaga mientras acaricia mi pecho.

— ¿Tu crees?~

— ¡Claro! Cada día eres más fuerte que el anterior~

— Eso... No te asusta, ¿No?

El Omega me mira, se recarga sobre su brazo para poder verme ampliamente.

— Jungkook, por el contrario, eso me atrae muchísimo~

Sonrío enternecido y siento la necesidad de decirle que lo amo... Pero no puedo decirlo.

— Te diré algo, ¿Que tal si vamos con los chicos a dar una vuelta mañana después de clases? — me pregunta y sé inmediatamente a quienes se refiere.

Bufo con descontento.

— Son tus amigos, Jungkook.

— No, ahora son tus amigos. Me los robaste.

— No te los robé. No seas llorón~

— Me los robaste porque de un día para otro ya no me hablan a mí~

Jimin se ríe y se abalanza hacia mi pecho.

— Deja de hacer drama~ ¿Vamos o no?

— Está bien. Iré. — acepto y mi novio celebra felizmente.

Nos desvelamos un poquito viendo películas, comiendo algo rico y pintandonos las uñas mutuamente. Y cuando finalmente llegó la hora de dormir, ambos caímos redondos en los brazos de Morfeo.

Esta es la vida que siempre soñé. La que solo podía ver en sueños, y ahora la tengo en mis manos... Este día es uno de los muchos días memorables que voy a tener a tu lado y recordaré por siempre, amado mío.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top