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Mike observó a Gastón de espaldas, estaba haciendo los ejercicios de calentamiento antes de cada entrenamiento del equipo de futbol el cual él pertenecía. Le gustaba lo que veía y le parecía algo realmente fascinante el hecho de cómo podía verse tan bien incluso con litros de sudor rondando por su cuerpo.
Volteó un poco la mirada a las gradas y se fijó que a dos más debajo de él se encontraba la chica que solía estar con el pelinegro. Rodó los ojos al ver como ella lo estaba animando, que ridículo.
No es como si ella le cayese mal, pero igual que toda persona enamorada, siente cierta competencia cuando alguien más está cerca de la persona que le gusta, sin importar que la persona no sienta lo mismo por él. La miró por unos minutos para detallarla, era linda y eso no le gustaba; Gastón seguramente caería rápido por esa chica y él no quería eso. Lo quería soltero para toda la vida, o bueno, a su lado era algo válido pero bastante imposible para ser sinceros.
— ¡Vamos Gastón! —Escuchó animar a la castaña y decidió acercarse a ella.
—Hola. —Le dijo. Ella volteó rápidamente y le sonrió. —Soy Mike.
—Keyla. —Le dio la mano como saludo. — ¿Qué haces aquí?
—Me estoy buceando al lindo pelinegro que se encuentra haciendo las sentadillas. —Le dijo tranquilo para luego hacer una pequeña sonrisa al ver la reacción de la chica.
— ¿Gastón? —Le dijo asombrada.
—Sí, ¿Por?
—Es mi amigo. —Se encogió de hombros.
—Vaya, ¿En serio? —Ella asintió. —Es lindo.
—Pero no es gay.
—Eso no le quita lo lindo. —Le respondió. — ¿Sabes si tiene novia?
—Me dijo que estaba en algo con una chica —Comentó, Mike asintió sabiendo que estaba mintiendo. Conocía a Gastón más de lo que él se conocía, y sabía cada aspecto de su vida.
¿Obsesión? Oh no cariño, eso era amor. Amor del puro y más triste, porque era de los amores que sabes que te rechazarán y que no hay ninguna posibilidad de que pasen pero que aún así no pierdes las esperanzas.
—Qué triste, ¿Él te gusta también?
— ¿Qué? ¿Por qué crees eso?
—Porque tu cuerpo se tensó cuando te lo pregunté. —Le dijo. —Estudiaré derecho pero conozco el lenguaje corporal a un buen nivel.
—Yo no sé si...
—Key. —Dijo la voz del pelinegro interrumpiéndolos, Mike volteó a verlo y se sintió nervioso; y lo estuvo más cuando la mirada del chico se fijó en él. —Mike. —Pronunció su nombre de una manera tan linda que a Mike se le erizó la piel.
— ¿Se conocen? —Preguntó Keyla curiosa. Gastón asintió.
—Desde la secundaria. —La castaña volteó a verlo, Mike sólo se encogió de hombros y la miró.
—Y seguimos compartiendo el mismo salón de clases. Vaya suerte.
—Sí como sea. —Respondió Gastón y fijó su mirada en la chica. —Yo me iré, ¿Vienes o te quedas con él?
—Voy contigo. —Le respondió parándose de las gradas. Gastón se despidió de él con una palmada en la espalda, Mike esperó a que volteara para sonreír libremente, a lo lejos volteó a ver a Evan quien ya lo estaba observando con una mirada divertida.
Todo el mundo sabía que a él le gustaba Gastón, pero no importa, mientras que Gastón no le molestara ese hecho, todo estaría bien.
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