Mike vio a Gastón sentado en una de las mesas del campus, estaba concentrado leyendo de su libro mientras escuchaba música, igual que todos los días. — Háblale, di algo inteligente. —Se dijo a sí mismo. —Tú puedes Michael, ve y háblale a ese chico. —Suspiró y caminó hacia él, se quedó unos segundos parado frente a su mesa para luego sentarse, Gastón elevó la mirada de su libro y la fijó en él.

— ¿Necesitas algo Mike? —Le preguntó serio, Mike se puso nervioso y jugó con sus dedos. Gastón lo ponía nervioso y es que, ¿Cómo no estarlo? Gastón lograba hacerte sentir débil sólo con darte una de sus serias miradas.

— ¿Qué estás leyendo? —Le preguntó sin pensar, el pelinegro le mostró la portada del libro para que él leyera el título. — ¿Y es bueno?

—Sí, algo así. —Se encogió de hombros. — ¿Venías sólo para preguntarme eso?

—La verdad sólo quería escuchar tu voz. —Pensó. —Te vi un poco solo.

—Me gusta estar solo. —Le respondió mirándolo. —Ahora, sé que no venías para preguntarme que leía, ¿Me dirás tu verdadera razón o debo fingir demencia y creer que sí era esa?

— ¿Siempre eres así de directo?

—Disculpa, es algo natural. —Le respondió encogiéndose de hombros. —Mi madre siempre me ha regañado por eso, porque no suelo pensar en los sentimientos de los demás antes de hablar; ridículo. —Mike se rió.

—Tienes lindos ojos. —Gastón frunció el ceño y supo que lo había arruinado.

—Son marrones, nada nuevo. —Le dijo levantándose de la mesa. —Ya me voy, tengo que hacer algunas cosas, nos vemos. —Dicho eso se alejó de él, Mike suspiró.

—Lo espantaste Michael. —Se dijo a sí mismo. —Eres un idiota. —Volteó a verlo y se dio cuenta de que una chica estaba caminando a su lado, frunció el ceño preguntándose quién podría ser esa chica.

Buscó a Roni y la encontró hablando con varias de sus compañeras, quien a él le desagradaba porque solía ser unas lanzadas cuando de chicos se trataba. Roni lo vio y dejó de hablarles para acercarse a él. — ¿Entonces? ¿Ya le hablaste? —Él asintió. — ¿Qué tal te fue?

—Lo arruiné, le dije que tenía ojos bonitos y se fue. —Le respondió y colocó sus manos en la cara.

—Ese fue el coqueteo más horrible que has hecho seguro.

—No sé coquetear, incluso si lo supiera creo que se sentiría incómodo por eso.

— ¿Por qué?

—Oh, no se...tal vez porque no soy una chica. —Dijo como si fuese lo más obvio del mundo.

—Con esa actitud ya pareces una de nosotras. —Se rió, Mike rodó los ojos y caminó fuera del salón con su mejor amiga detrás. Notó la presencia de Gastón, estaba con esa chica de nuevo, ¿Quién era? ¿Su novia?

— ¿Sabes quién es ella? —Le preguntó señalando a la chica de pelo castaño. —Él se está riendo con ella, no me gusta.

— ¿Son celos los que oigo?

—Claro que lo son, con ella se ríe y conmigo huye, ¿Tú crees que eso es agradable para mí?

—Intenta ser sólo su amigo—Le dijo tomando su mano—Incluso si no le gustas, podrás tenerlo cerca. Sólo no digas algo raro o se sentirá incómodo contigo.

—Ser su amigo es un paso directo a la friendzone.

—De igual forma lo estarás porque se ve que él está más interesado en la chica que tiene al lado que el resto de las personas.

—Lo sé y me preocupa. —Le dijo—Puede que le guste ella.

Mike suspiró al verlo nuevamente, sabía que nada iba a pasar entre ellos pero no quería verlo con alguien más y menos si era esa chica que era todo lo opuesto a lo que Gastón solía gustarle.