Mike llegó a su clase al día siguiente y tomó el brazo de Roni para llevársela a una esquina del salón—. Por ese gesto tan brusco que has hecho debo concluir que algo pasó ayer cuando fuiste a buscar a Andy.

—Lo besé—Roni hizo un gesto de sorpresa para luego emocionarse haciendo pequeños ruidos de festejo.

—Cuéntame todo bebé, ¿qué tal fue? Los estoy shippeando desde la primera vez que los vi—Mike rió.

—Su padre no está de acuerdo con que sea gay—comentó—, y la verdad es que me da rabia eso pero puedo entenderlo, mi mamá pasó por lo mismo cuando yo le dije, pero ahora me habla, así que ya está todo superado. Y como el padre es pastor estoy muy seguro que entenderá, ellos no son malos como la gente cree.

— ¿Y qué harás con Gastón?

—Debería olvidarme de él, ¿verdad?

—Es lo más correcto.

—Pero es que Gastón es mi amor platónico, es el chico con el que nunca pasará nada y estoy consciente de eso—respondió—, quisiera saber si él me ve al menos como un amigo.

—Quedarías en la friendzone—dijo, fijó su mirada en la puerta por unos segundos y luego regresó su atención con Mike—Ahí viene.

— ¿Hacia nosotros?

—No realmente pero sí; salúdalo.

—Hey Gastón—dijo saludándolo con la mano, el pelinegro volteó a verlo y le devolvió el gesto.

—Michael—le dijo—, Roni—la miró y luego continuó caminando para hablar con uno de sus amigos.

—Te tiene en la friendzone—habló Roni, Mike se encogió de hombros.

—No es justo estudiar derecho y te manden derecho a la friendzone—Roni carcajeó y él sólo rodó los ojos.

—La vida es triste, por suerte tienes a Andy.

Mike sonrió por lo que ella había dicho. Él tenía a Andy, ¿saben lo lindo que era eso?