Prólogo.
Cuando Greg llego a su puerta cargando dos bultos envueltos en mantas rosas, no pudo decir que no fue el momento más raro para empezar la mañana, sin embargo, considerando que empezaba a nevar y luego de una breve explicación de que ya era padre supo lo que paso, y cuando coloco a ambos bultos en la mesa de cambio vio a dos mellizos que la veían con miradas como las de un búho.
Sabía que pasaría en cualquier momento, la propia Rose sé lo confeso en privado. Rose... enamorarse de ella era sencillo, había caído por ella con la fuerza de un camión y cuando se dio cuenta tuvo que mantener distancia por respeto a la amistad que tenía con Greg.
Sabía que el sentimiento era mutuo, la mirada que le daba Rose a Greg era diferente. Estaba segura de que ella lo quería, solo que de una manera distinta por como lo veía, aquella mirada que ella le daba a Greg era más una de respeto y admiración que de amor, había afecto, pero no era mucho. No como cuando veía a Perla, Garnet y a Amatista.
Las gemas...
Dejando que Greg colocara a ambos bebés en una cuna vacía, solo pudo observarlos mientras pensaba, Greg estaba hablando de manera errática y su voz era solo un ruido de fondo.
La propia Perla le dijo que podía ver como Rose la miraba, lo dijo en un tono acusador mientras que ella misma dibujaba el paisaje, fue un inicio tenso, ya que la mirada de la pálida la hizo sentir un poco incómodo; sin embargo, luego de un rato termino con ambas fumando hierba mientras se reían en la colina.
No fue difícil entrar en ese grupo, ya se llevaba bien con Amatista, fue mucho sencillo luego de que Perla mostrara su no desagrado hacia ella, parecía preferir verla a ella que a Greg.
Sabía que Rose era Pink, fueron meses de conocerse donde ella cambió de forma frente a ella y ya sea por la información o por estar demasiado drogada lo tomo bien. Había entrado en aquel cabello rosado mientras gritaba que era como estar en una almohada y que deseaba tener sus pinturas para pintarla así, cambio muchas veces frente a ella y cuando lo hacía la dibujaba en todas sus formas.
Se sentía tan enamorada que cuando vio a Greg nuevamente se sintió culpable y decidió mantener distancia.
Así que ahora tenía que cambiarle los pañales a lo que quedaba de esa mujer de cabello rosa y piel suave, cuando los tuvo con al menos algo, puesto tuvo que convencer a Greg de ir a un hospital, cuando ella les devolvió la mirada a esos bebés supo que podría amarlos de diferente forma a como amo a su madre.
Podía al menos hacer eso, no?
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