C A P Í T U L O 7
La puerta de mi habitación se abrió de golpe y una agitada Addison apareció de la nada, interrumpiendo mi hora de estudio e irrespetando mi privacidad.
En la casa de los Blut la privacidad era un término desconocido para cada uno de sus miembros. No había ser en aquella vivienda que no allanara las habitaciones ajenas sin importar lo que estuviese haciendo la persona en ese momento.
—Addison, tal vez no tenga advertencias tan llamativas pegadas en mi puerta como Michael, pero aun así debes tocar la puerta.
Cerró detrás de ella y dio un paso al frente, sin tener en consideración lo que acababa de decirle.
—Derek, necesito un favor tuyo —fue lo que respondió.
Moví mi silla giratoria hasta quedar frente a ella.
—Depende de lo que sea que quieras.
Unió sus manos y me regaló la sonrisa más angelical que tenía. El problema era que yo ya conocía al demonio que me la estaba mostrando.
—Hoy hay una obra de teatro informal y me gustaría que me acompañaras.
Fruncí mis cejas y miré hacia el libro de texto que había estado leyendo, antes de verla una vez más.
—Addison, estoy estudiando una materia que no entiendo y necesito ponerle más empeño —informé, rascándome la nuca—. No puedo perder el tiempo así.
Su cara de desilusión me hizo sentir una punzada de culpa.
—Te prometo que no será una pérdida de tiempo —insistió, con un deje de súplica en su voz—. Es que no quiero ir sola. Andrew piensa salir con unos amigos y no sé en dónde rayos está Michael.
Además de todo, era la última opción.
—Llama a Margaret —sugerí
—No le gusta el teatro.
Me enderecé en mi silla y la observé a ella con una ceja alzada.
—Ahora que lo mencionas, hasta donde tengo entendido a ti tampoco te interesan ese tipo de cosas —señalé—. ¿Por qué el repentino interés ahora?
Se encogió de hombros mientras desviaba la mirada para ocultar el pequeño sonrojo en sus mejillas.
—Quiero ir a apoyar a Alisson —murmuró—. Hace unos días intercambiamos número de teléfono y hemos estado hablando. En una de nuestras conversaciones, mencionó que participa en obras de teatro clandestinas con un grupo de amigos y me invitó a la de hoy. —Golpeó su pie contra el suelo mientras explicaba la situación, sin dirigirme la mirada ni por un momento—. Al fin siento que encontré a una amiga que no me juzgará por la manera en que visto, hablo o actúo, así que... ya sabes, quería ir un rato.
Analicé por un momento sus palabras, antes de cruzarme de brazos mientras observaba su forma tan inusual de actuar.
—Sabes que no tienes que ir para ganar su aprobación, ¿verdad?
Mordió su labio y levantó su rostro en el mismo instante en que afirmó con la cabeza.
—Lo sé, pero creo que sí algún día me atrevo a revelar que modelo en arcilla, me gustaría que se interesaran lo suficiente en mis pasatiempos como para investigar sobre ellos o estar allí para mí. ¿La amistad no se trata también de interés?
Miré fijamente a Addison sabiendo que no podría contradecir aquellas palabras. Ella tenía un punto bastante aceptable y para nada cuestionable porque tenía razón. No había nada como mostrar y recibir interés.
Bajé la mirada al suelo y solo en ese instante de reflexión caí en cuenta de una cosa. Levanté la cabeza y la miré con curiosidad.
—¿Alisson? ¿Te refieres a la hermana de Stephen? —quise saber.
Cuando Addison asintió para confirmarlo, volteé a mirar una vez más el libro de texto que había intentado leer sin éxito porque seguía sin comprender el tema del que intentaba hablarme.
Mordí mi labio y me pregunté si sería correcto salir un rato, dejando de lado las obligaciones. Tenía un itinerario que cumplir, pero también tenía mucha curiosidad por saber lo que encontraría en aquel lugar.
¿Iría Jared?
Moví mi cabeza para sacudir lejos el pensamiento antes de observar nuevamente a mi hermana que parecía esperar una respuesta. Addison se veía nerviosa. Podía decirlo por la manera en que tenía los brazos cruzados, fingiendo indiferencia hacia mi respuesta, pero golpeando una y otra vez su dedo índice contra su brazo en señal de impaciencia.
Addison era una chica excepcional, pero tenía muchos complejos porque no era tan femenina como otras chicas. Mi hermana era ruda, utilizaba un lenguaje que a otras personas les molestaba y vestía de una forma muy peculiar que a otros les parecía fuera de lugar.
Su familia la amaba tal cual era, pero nunca tuvo amigas a excepción de Margaret, porque el resto de las chicas la rechazaban por ser diferente. Por ello suponía que, aunque no lo dijera, esa situación había golpeado su autoestima y su confianza en sí misma.
Addison era una chica que constantemente buscaba aprobación en los demás.
La miré fijamente y de esa forma pude notar que esto era importante para ella. Sobre todo si sentía que había encontrado en Alisson a una amiga que la entendería y apoyaría cuando lo necesitara.
—¿Hora?
El rostro de mi hermana se iluminó y comenzó a dar saltitos mientras chillaba emocionada por mi evidente aceptación. Corrió hacia donde estaba y me abrazó con fuerza, casi volcando la silla giratoria conmigo sentado en ella.
—Gracias, gracias, gracias. —Apretó su agarre hasta casi sacarme el aire—. Prometo que te lo recompensaré.
Sobé su espalda riendo por su inusual emoción.
—Lo que sea, pero no lo hago para recibir algo a cambio, que conste.
—No importa, de igual manera te deberé un favor. —Se alejó mientras peinaba su cabello desordenado y me señaló de forma amenazante luego de recuperar la compostura—. Ni una palabra de esto a los chicos.
Alcé mis manos en señal de rendición, sin borrar la sonrisa de mi rostro.
—Lo prometo.
Con una última sonrisa salió de mi habitación, aunque a los segundos volvió, asomando su cabeza por el marco de la puerta.
—Te espero a las ocho en la sala.
Salió corriendo por el pasillo y el portazo que se escuchó me hizo saber que había entrado en su habitación. Miré el reloj digital que descansaba en mi escritorio y abrí mis ojos al notar que faltaban treinta minutos para las ocho.
Maldije por lo bajo y me levanté con rapidez para tomar una toalla del buró y entrar a la ducha para estar listo lo antes posible.
Retiraba lo dicho.
Addison tendría que compensarme por esto.
Conduje mi auto por una zona abandonada en la parte más criminal de la ciudad y de inmediato me arrepentí de ser un hermano comprensivo al dejar de lado mis responsabilidades para acompañar a mi hermana, porque era evidente que esto gritaba «mala idea» por todas partes.
—¿Nos estás llevando a la muerte, Addison? —Giré el volante y crucé hacia el callejón que me había indicado, sin dejar de sentir que esta sería nuestra última noche.
—Esta es la dirección que me dio —refunfuñó leyendo algo en el teléfono y luego en el letrero de una pequeña tienda de tatuajes abierta—. Creo...
—Crees... —Suspiré—. El que no puede creer esto soy yo.
Abrió su boca para decir algo hasta que un golpe en el vidrio de mi auto me sobresaltó tanto que me agarré del volante y volteé lentamente. Estuve a punto de bajar el vidrio para entregar mis llaves y rogar por mi vida, hasta que vi a una chica con cabello azul amarrado en dos coletas sonriéndonos con emoción.
Miré a mi hermana mientras comenzaba a bajar el vidrio.
—Me vas a pagar por esto, Addison.
—Pensé que lo hacías sin ningún interés. —Hizo un puchero.
—Pensaste mal.
—Hey, chicos. —Alisson nos saludó a ambos con la mano—. Me alegra que hayan venido, pueden dejar el auto estacionado aquí y seguirme.
Sí, claro.
—¿No hay algún estacionamiento con vigilancia por aquí?
Soltó una pequeña risa y me dedicó una mirada que me hizo sentir como la persona más ingenua del mundo.
—No te preocupes, este lugar está muy bien cuidado.
Me señaló con la cabeza un balcón en el que un chico con cigarrillo en mano nos saludó en cuanto cruzamos miradas. Luego indicó de manera discreta un par de lugares estratégicos y ocultos en los que varios chicos con pinta de vándalos custodiaban la zona desde las alturas o camuflados como dueños de los negocios que allí había.
—Les prometo que es seguro.
Aún con el miedo a flor de piel, saqué la llave del switch y subí los vidrios, antes de salir de mi auto e intentar con todas mis fuerzas no mirar hacia los lugares que me mostró Alisson para no dejar en evidencia la coartada que habían montado.
No sabía si nos habíamos metido en algo ilegal, pero al menos ahora me sentía tranquilo por no haber dejado que Addison viniese sola a un lugar así.
Seguimos a Alisson por aquella calle oscura y nos detuvimos frente a una puerta de lo que parecía un lugar abandonado. Miró a los lados, asegurándose de que nadie nos estuviese viendo, antes de abrir y darnos paso para luego entrar detrás de nosotros.
Un pasillo largo y tenue, apenas iluminado por un bombillo que titilaba, estaba ante nuestros ojos. El rumor de unas voces llegó a nuestros oídos, haciéndonos saber que no estábamos solos allí.
Alisson nos guio por todo el recorrido, abrió una puerta y un enorme escenario apareció con una larga hilera de butacas que llevaban hasta un pequeño pasillo antes de llegar a la puerta en la que estábamos. Caminamos por ese pasillo, rodeando las butacas, y nos dirigimos hacia un costado del escenario, en dónde un gran camerino lleno de personas nos esperaba.
Cuando traspasamos la cortina que ocultaba el lugar, me detuve en mi sitio y sentí un inmenso terror por segunda vez en la noche cuando vi a toda esa gente extraña reunida allí. Cabellos de todos los colores, perforaciones y tatuajes era lo que predominaba en el estilo de aquellas personas que no sabía si eran hippies, rockeros, emos o punkers.
Lo único cierto fue que nunca me sentí tan fuera de lugar como en ese momento. Tampoco me creí una persona prejuiciosa hasta que el miedo me paralizó en mi lugar mientras seguía mirando a aquellas personas ir y venir con esas pintas.
Addison dio un paso al frente y yo la detuve de la muñeca sin saber cómo proceder a continuación. Estaba a punto de decirle que regresáramos por dónde vinimos hasta que dos personas caminaron hacia nosotros, llamando nuestra atención.
—Hey.
Los gemelos Miller se detuvieron frente a nosotros, observándonos con curiosidad y algo de confusión.
Jared me observaba con curiosidad y James tenía sus manos dentro de los bolsillos delanteros de su pantalón, intercalando la mirada entre el suelo y mi hermana con interés.
—¿Qué hacen aquí? —preguntó Jared, mirándonos a ambos.
Mi agarre se apretó en el brazo de mi hermana y ella debió tomar aquello como una especie de señal porque fue quien respondió:
—Alisson nos invitó.
La emoción en su voz era obvia mientras detallaba a todas las personas a nuestro alrededor como si un nuevo mundo se desplegase ante sus ojos.
Y no sé equivocaba.
—Eso es... genial. —Jared parecía verdaderamente sorprendido.
—No los esperábamos —comentó su gemelo, aun mirando a mi hermana.
—Lo decidimos a última hora —mencioné, esta vez queriendo sacudirme de aquel cosquilleo extraño generado por la intensa mirada de los ojos de Jared sobre mí.
—Derek, ¿puedes soltarme? —me rogó mi hermana, colocando su mano sobre la mía—. Quiero explorar el lugar.
Estuve a punto de decir que no, cuando una voz me detuvo.
—Déjala ir, este lugar es bastante seguro —intervino Jared—. Aunque si te sientes más tranquilo, James puede acompañarla.
El recién mencionado miró a su gemelo y ambos se miraron a los ojos por unos segundos ―como si una conversación se estuviese efectuando entre ambos―, antes de que James asintiera y mirara a mi hermana.
—Vamos. —Movió la cabeza señalando algún lugar detrás de él. Se dio la vuelta y comenzó a caminar, sin esperar, cuando mi hermana se zafó de mi agarre y corrió detrás de él.
Mi mirada se mantuvo fija en ellos mientras parecían tener una conversación, si los movimientos eufóricos de Addison al hablar me decían algo.
Una mano en mi hombro me hizo apartar la mirada y los ojos de Jared se encontraron con los míos cuando desvié mi atención hacia él.
—Tranquilo, está en buenas manos —intentó confortarme, dando un pequeño apretón.
Detallé en sus ojos un inusual brillo que no había visto antes y asentí, notando que la tensión había comenzado a drenar de mi cuerpo.
—Lo siento, es que... cuando me dijo que vendríamos a ver una obra de teatro, esperaba otra cosa —admití, inspeccionando nuestro alrededor.
Soltó una pequeña risa que me sorprendió.
—Entiendo lo que dices, me ocurrió lo mismo la primera vez que vine aquí. —Apretó mi hombro, antes de apartar su mano y meterla en su bolsillo—. Ni hablar de James. Casi muere cuando vio este lugar y a las personas que vienen aquí. Pero con el tiempo te acostumbras y descubres que las apariencias engañan.
Asentí, aceptando eso.
—¿Son todos amigos de tu hermana?
Afirmó con la cabeza.
—Y muy buenas personas, también.
—Lo siento, no quería-
—Lo sé, tranquilo —dijo con una pequeña sonrisa—. No podría culparte ni aunque quisiera.
Abrí mi boca para decir algo cuando un chico con perforaciones en toda la cara y cabello despeinado se acercó a nosotros con una gran sonrisa ofreciendo bebidas.
—Hey, Jared. —El chico frente a mi le saludó con un movimiento de cabeza y tomó un par de gaseosas sin destapar para extenderme una.
—¿Qué tal?
La tomé con algo de desconfianza, pero luego me dije a mi mismo que Jared no me daría algo que me dañaría.
—Todo va estupendo —vociferó el chico antes de seguir su camino repartiendo bebidas a los grupos de personas que se aglomeraban.
—¿Le conoces?
—Es el director de la obra que verás hoy.
Abrí mis ojos con asombro, desviando mi mirada de nuevo hacia el chico que se perdía entre la multitud. Me mantuve en silencio viendo ir y venir a las personas cuando vislumbré a Alisson reunida con un grupo de personas riendo y una pregunta surgió de pronto.
—¿Stephen también está aquí?
Sabía que la sola idea era descabellada, pero viendo a sus hermanos menores allí, no me pareció tan loco pensar en aquello.
—No, él no estaba invitado.
Aquello me hizo mirarle de inmediato con curiosidad.
—¿Por qué no?
Jared me miró por un momento, como si se estuviese preguntando si era correcto hablar o no, antes de suspirar.
—Digamos que este es el pequeño secreto de Alisson y Stephen no sabe sobre esto.
Tomó un sorbo de su bebida, antes de continuar.
—Todos le admiramos como nuestro hermano mayor y supongo que Alisson estaría avergonzada si supiese sobre su pasatiempo. Aquí es fácil caer en prejuicios y supongo que también teme decepcionarlo, a pesar de no avergonzarse de ninguno de sus amigos ni de lo que hace. —Detallé con disimulo a las personas que la rodeaban creyendo entender a qué se refería—. Somos conscientes de lo poco que las apariencias definen a una persona y este lugar lleno de gente increíblemente talentosa es la prueba de ello. Aun así, Stephen es tan serio que a veces es imposible saber la forma en que reaccionará ante algunas cosas.
—Tal vez estén subestimando a Stephen.
Asintió.
—Aun así, esto le pertenece a mi hermana, así que solo nos queda respetar su decisión.
Me quedé pensativo por un momento, antes de verle con sospecha.
—¿Y cómo es que ustedes sí conocen su secreto? —disparé.
Una pequeña sonrisa apreció en el rostro de Jared mientras metía su mano libre en el bolsillo delantero del pantalón.
—Hubo una época en la que Alisson estuvo actuando raro, James es muy curioso y yo siempre sigo sus travesuras. Así que en una de sus salidas nocturnas, la seguimos y descubrimos este lugar. —Señaló a nuestro alrededor—. James es un poco prejuicioso y casi le da un infarto cuando observó a todas las personas con las que convivía nuestra hermana, pero se contuvo de hacer o decir algo para avergonzarla y no fue hasta que la vimos actuar que decidimos que no diríamos nada al respecto para dañar la cara de felicidad que tenía tras subirse al escenario. —Se encogió de hombros—. Pero eso no impidió que al finalizar la obra le reclamáramos por no decirnos nada y comenzáramos a acompañarla a cada presentación.
—También es la manera de James de asegurarse que estará bien —agregó—. Él puede parecer un total idiota, lo en realidad es cierto, pero es muy protector con ella.
—Eso es lindo.
—Es lo que debemos hacer.
Sonreí.
—Aun así.
Di un último sorbo a mi gaseosa y levanté a lata vacía a la altura de mi cara
—¿En dónde puedo botarla?
Jared me señaló un cesto de basura cercano a nosotros y yo me dirigí hacia allí pasando a través de la multitud de gente aún con un millón de preguntas en la cabeza mientras el sentimiento de culpa por haber abandonado el estudio comenzaba a abrumarme.
Cuando llegué al lado de Jared, no pude evitar soltarlo.
—En este momento debería estar estudiando.
—¿Por qué estudiarías un viernes en la noche?
—No estoy entendiendo una materia y quiero abordar el problema ahora, antes de que sea demasiado tarde.
—¿Sobre qué tenías que estudiar?
—Administración de empresas editorial, aunque no entiendo nada. La idea era estudiar toda la noche, pero la curiosidad me pudo. —Mire la estructura que nos cubría, mientras recordaba toda la seguridad afuera y la actitud sospechosa de Alisson— ¿Por qué esto es tan... clandestino? ¿Hacen cosas ilegales aquí?
Jared frunció las cejas ante mi insinuación.
—No —negó de inmediato—. Bueno, en realidad, Alisson no les cobró porque son amigos, pero para entrar hay que pagar —informó—. Las obras que ellos presentan aquí son exclusivas. En este lugar está involucrado el trabajo de escritores, escenógrafos, actores, estilistas y diseñadores de moda novatos que dan todo de sí para presentar algo de calidad al público con la esperanza de dedicarse a su profesión en algún momento de sus vidas.
Al oír aquello, me sentí impactado y culpable por haber juzgado a todas aquellas personas que día a día trabajaban por lograr sus sueños mientras eran juzgadas por personas como yo que no dudaban en caer en los prejuicios.
—Eso es... maravilloso —fue lo único que pude decir por el nudo que tenía atascado en mi garganta.
—Lo es —estuvo de acuerdo—. Por eso James y yo no pudimos hacer nada cuando nuestra hermana nos explicó. —Se encogió de hombros—. No íbamos a ser nosotros quienes derrumbaran sus sueños, por eso preferimos venir a apoyarla.
—Fue lo correcto.
Las personas a nuestro alrededor comenzaron a caminar hacia el pasillo momentos después y Jared me tomó de la muñeca mientras me explicaba que la obra estaba a punto de comenzar. Busqué entre las personas a mi hermana y a lo lejos una chica me alzó la mano cuando notó que la buscaba.
Nos detuvimos por un momento para esperarles y juntos nos dirigimos a las butacas que comenzaban a llenarse para presenciar el show que la hermana de Jared junto a su equipo estaba a punto de ofrecernos.
Tomamos asiento en los puestos intermedios y esperamos a que el lugar se llenara teniendo pequeñas charlas.
—Puedo ayudarte si quieres —susurraron sobre mi oreja, provocándome un estremecimiento.
Volteé a mirar a Jared con mis rasgos llenos de confusión.
—¿Ayudarme?
Asintió.
—Con esa materia que te está dando problemas —explicó—. Si quieres puedo ayudarte.
Acepté de inmediato, sin pensar mucho en ello. Estaba realmente desesperado y todo lo que quería era entender la materia.
—Por favor, te lo agradecería muchísimo.
Las luces se apagaron en ese instante y todo lo que pude percibir fue el brillo en los ojos de Jared, producto de la pequeña sonrisa provocada por mi respuesta tan sincera y desesperada.
Ninguno dijo algo después de allí porque el telón se abrió y una escena apareció ante nosotros.
Una escena en la que Alisson comenzó, apareciendo como una chica de mirada soñadora con la vista puesta en el paisaje de una ventana de lo que parecía un orfanato.
—La obra se titula: «Lo que el viento trajo y la marea se llevó» —murmuró Jared antes de sentarse de forma adecuada en su lugar para prestar atención.
Alisson se movía con gracia y naturalidad sobre el escenario, transmitiendo al público lo que la chica de la historia estaba sufriendo. Ella estaba interpretando a una chica que había pasado toda su vida viviendo de apariencias que no le correspondían para agradar a las personas que se relacionaban con ella y más adelante sufriendo por el abandono de aquellos que habían transitado caminos de su vida y luego la habían abandonado.
Nadie había estado para ella de verdad, hasta que conoció en un paseo por la playa a la única persona que estuvo dispuesta a luchar por ella y que perdió por su propia cobardía.
Al terminar la obra, se mostró a la protagonista frente a una playa lamentándose por todos los errores que cometió a lo largo de su existencia, pero agradeciendo a quien quiera que la escuchara por haberlo conocido a él, que había sido aquella luz que la había sacado de la profunda oscuridad creada por todas sus dudas e inseguridades.
La chica acabó con su vida tras ahogarse en el mar y años después se visualizó al chico frente a su tumba mirando la lápida con pesadumbre, mientras se lamentaba no haber luchado más por ella a pesar de que su esposa e hijo lo acompañaban.
A pesar de que la única que tuvo que luchar por si misma fue aquella chica.
Limpié las repentinas lágrimas que surgieron sin darme cuenta y me levanté de mi butaca para aplaudir cuando el sonido de los aplausos llenó aquel viejo teatro y los intérpretes se inclinaban en forma de agradecimiento para aquellos que habían visto la obra.
Mi mirada se desvió al chico a mi lado y unos ojos miel me observaban con emoción y algo de preocupación por las lágrimas derramadas. Dejó de aplaudir y con una de sus manos limpió la humedad de mis mejillas, sonriendo después con algo de ternura al mirarme.
Hasta esa noche, nunca vi tantas expresiones juntas en el serio rostro de Jared y ahora estaba agradecido de haber venido si con ello podría conservar en mi memoria cada cosa nueva que descubrí de él.
Las personas comenzaron a salir del lugar mientras otros, los más cercanos, se quedaban junto a los actores, felicitándolos y celebrando otro de tantos éxitos que habían tenido y esperando todos aquellos que estaban por venir.
Solo cuando el lugar quedó casi vacío con algunos chicos recogiendo todo, fue que salimos al frío de la noche y nos detuvimos junto a mi auto para despedirnos de los Miller.
Las chicas saltaban y chillaban emocionadas. Addison felicitándola por el maravilloso trabajo que había hecho y Alisson agradeciéndole por haber venido y darle su apoyo. James estaba a un par de pasos de nosotros con sus manos en los bolsillos y la mirada perdida en los edificios que rodeaban el lugar, luciendo serio.
A unos pasos, nos encontrábamos Jared y yo frente al otro, mirándonos, sin saber qué decir. Luego de unos largos minutos de silencio, él rascó su nuca con nerviosismo y carraspeó.
—Supongo que podrías pensar sobre la sugerencia que te hice de ir a estudiar en mi casa.
Negué con una sonrisa.
—No hay nada qué pensar, ya tomé una decisión: el domingo iré a tu casa —golpeé su hombro juguetonamente—. El que debe prepararse eres tú, no te garantizo ser un estudiante de primera.
Se encogió de hombros.
—Estoy acostumbrado a lidiar con tontos, uno más no hará la diferencia.
Solté una inmensa carcajada que llamó la atención de los demás, pero no pude prestar mucha atención a eso cuando Jared acababa de insultarme en la cara y me había causado tanta gracia.
Era refrescante convivir con Jared y descubrir que había tantas facetas ocultas bajo de esa expresión seria y diálogo poco elocuente.
Aunque había descubierto que solía llevar la batuta en una conversación cuando el tema le interesaba y cuando tenía algo que decir al respecto.
Ambos nos despedimos prometiendo vernos el domingo. Luego de felicitar a Alisson y murmurar un «adiós» a James, entré al auto con mi hermana y partimos de allí, luego de haber pasado unas horas bastante entretenidas.
El camino de regreso a casa fue silencioso. Ninguno tuvo nada que decir y ambos parecíamos perdidos en nuestros pensamientos. Transité las calles poco pobladas con retazos de la obra llegando a mi cabeza como flashbacks y el recuerdo de mi momento con Jared antes de que comenzara el show.
Apoyé el codo en la puerta y me incliné para cubrir con la mano la sonrisa que apareció en mi rostro.
Esa había sido una noche excepcional y estaba seguro de que sería una de las pocas que nunca olvidaría en mi vida.
Este es uno de mis capítulos favoritos de esta historia, así que espero que lo amen tanto como yo lo hice porque está precioso ¿ok?
Así mismo, este capitulo en particular, está estrechamente relacionado con el capítulo 25 de EDDS y algunos más que vienen, si recuerdan bien algunas cosas que confesó Alisson uwu
En realidad estoy muy interesada en saber su opinión, por lo que me gustaría que me dijeran:
¿Qué fue lo que más les gustó?
¿Tienen algun pensamiento u opinión sobre Addison?
¿Qué opinan de los gemelos?
Espero que les haya gustado el capítulo. Denle mucho amor <3
Nos leemos pronto;)
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