Capítulo 30

LEONE.

Me miré al espejo de cuerpo completo, mientras me preparaba para la boda, tengo los pantalones del traje a medida puestos, calcetines de marca, los zapatos bien pulidos, mientras observo con picardía el nuevo tatuaje que me hice bajo el corazón, un tatuaje pequeño, minimalista, que me hizo un amigo hoy temprano, una mujer pelirroja, sentada mientras abraza sus rodillas, mirando el horizonte, y su gato negro sentado a su lado, a mi roja la quiero llevar siempre en el corazón, y Lucifer... bueno, ese gato se ganó su lugar, aquí está mirándome, bien bañado y arreglado, con su collar de corbatín, listo para la boda.

Pasé los brazos por la camisa, esperando que a la rojita le guste mi sorpresa, no nos vemos desde ayer, ella y las chicas fueron a quedarse con mi madre para seguir con la tradición de no ver a la novia antes del gran día, yo le dije que me quedaba con el gato o me sentiría muy sólo, me acostumbré al ruido y la presencia de varias almas en esta casa.

Claro que mi plan se vio afectado por cierto idiota que no para de cantar y bailar, mientras se prepara en el mismo cuarto que yo.

— Oye, parece que el que se casa eres tú y no yo —lo molesté— Ese beso que tienes tatuado en la clavícula — Alzando la ceja con burla, yo conozco muy bien de dónde viene la forma y el color.

Dejó de bailar al espejo y volteó a mirarme.

Yo no fui el único que se tatuó hoy.

— Emma quiso colaborar con esta obra de arte ¿Quién soy yo para negarme? Le dije que quería hacerme algo e hizo esto, yo pensé que iba a dibujarme un pene en la frente, no me lo hubiera hecho, pero era lo que esperaba de ella.

Sonrió, abotonándose la camisa, comenzando a cantar otra vez.

¿Cuándo va a admitir que le gusta? Ambos son unos tontos, son demasiado obvios.

"uh, love, no one's ever going to hurt you, love, I'm going to give you all of my love, Nobody matters like you" Stay out there, stay out there, She tells him "your life ain't going to be nothing like my life, you're going to grow and have a good life, I'm going to do what I've got to do"

"uh, amor, nadie te va a hacer daño, amor, yo voy a darte todo mi amor, nadie me importa como tú". Quédate ahí, quédate ahí-. Ella le dice, "tu vida no va a tener nada que ver con la mía, vas a crecer y tener una buena vida, yo voy a hacer lo que tengo que hacer".

Siguió cantando el muy imbécil.

— ¿Qué tipo de canción es esta? ¿De quién es?

Pregunté, acomodando los gemelos en las mangas de la camisa, viendo al idiota que sigue bailando, yendo de aquí para allá.

Clean Bandit, hermano, culturízate.

Me dijo casi como si lo hubiese ofendido, tomando su pajarita para atar la corbata.

Now hush, little baby, don't you cry, Everything's gonna be alright, Stiffen that upper lip up, little lady, I told ya, Daddy's here to hold ya through the night.

Ahora cállate, bebita, no llores Todo va a estar bien Aprieta ese labio superior, pequeña dama, te dije que papá está aquí para abrazarte durante la noche.

Esa sí la conocía, es de Eminem, mockingbird. No sé que le habrá bajado a este idiota, pero está demasiado feliz, y sin darme cuenta, terminé bailando con él en lo que nos preparamos para mi gran día y no puedo darme el lujo de llegar pasado de la hora, es la novia quién llega elegantemente tarde, y mi novia, no puede esperar.

***

GABRIELA.

Miré mi atuendo en el espejo, el vestido pesa bastante, pero es tan bonito que no me molestará para nada llevarlo puesto, estoy parada en unos increíblemente altos zapatos muy bonitos, Grace me peinó maravillosamente, un moño bajo, acompañado de unas trenzas a ambos lados de la cara, dos mechones en el frente, y como fijador, un bonito peine suyo, un regalo, ella dijo que una novia debe llevar algo nuevo, algo prestado, algo azul y algo usado, y este peine cumple con las cuatro características, mandó a modificar el que su madre le regaló el día que hizo una ceremonia pequeñita para sentir que se había casado con Marcel y ahora quería que fuera mía, algo así como una tradición, y debo admitir que cuando ella me dijo eso... Emilia tuvo que arreglarme el maquillaje porque lloré demasiado.

Dijo que sería nuestra tradición familiar, y que se la entregara a mi hija el día que Leone y yo tuviéramos una, Emma me miró con rostro de circunstancias porque no le he dicho nada aún, Blaz y yo somos los únicos que sabemos del intruso traga frambuesas, pero luego de escuchar esto...

Dejé que las chicas acomodaran el velo, lo último que quedaba por preparar, mirando la hora en el reloj, ya tuvimos que haber llegado al salón, pero la novia siempre llega tarde, así que... no importa.

— Chicas, hay algo que tengo que contarles, algo que Leone no sabe y necesito que guarden el secreto por mí hasta que me arme de valor para decirle. Hans, siempre estás escuchando tras la puerta, ven aquí y trae a Marcel contigo, son parte de la familia ya.

Dos segundos después, la puerta fue abierta y ambos entraron, como si estuviesen esperando por aprobación, Marcel parecía muy nervioso, de hecho, es quién me entregará al altar hoy, este hombre es... fabuloso, ya veo por qué Leone le tiene tanto cariño.

— Me estás asustando — dijo Emma— ¿Qué locura hiciste?

— Espero que no sea nada peligroso — dijo Grace— ¿Estás bien, cariño?

Mirándome de pies a cabeza, buscando daños, aún sabiendo que estoy perfectamente bien.

— No, no es nada malo, no hice nada — sonriendo amplia— Primero, prométanme que no le dirán nada a Leo, porque debo contárselo yo.

— Te lo juro.

Dijo Emma al instante, siempre leal.

— Nosotras no diremos nada, promesa.

Dijo Emilia, enganchando su brazo con el de su madre, mientras ella asiente.

— Nosotros tampoco — dijo Marcel— ¿Cierto?

Mirando a Hans.

— Cierto — acordó este— Es su decisión cuando y cómo contar las cosas.

Tomé aire, temblorosa, apoyando mi mano en la panza, viendo como Emma se lleva las manos a la boca y los ojos le empiezan a brillar, lo entendió todo.

— Blaz me acompañó ayer a la clínica de fertilidad para... saber si yo podría tener hijos alguna vez, estaba por hacerme los exámenes físicos, en bata, con el especulo... no entraré en detalles, la cosa es que no pude llevarlos a cabo porque hay un pequeño intruso aquí — mirando cómo el rostro de todos pasó de la preocupación a la felicidad— Estoy embarazada de poco más de tres semanas, Leone y yo vamos a ser papás.

Lo primero que sentí, fueron los apretados brazos de Grace a mi alrededor, y sus lagrimas tocarme el cuello, ríe mientras llora, felicitándome una y otra vez, luego sentí el perfume de Emilia y su calidez, luego los conocidos brazos de Emma, las tres abrazándome con fuerza, felices por mi noticia.

— Rojita, tu deseo de formar una familia se hará realidad por fin — dijo mi amiga— Tantos años pensando que jamás podrías tener hijos, ese bastardo de Emil era inservible hasta en ese sentido.

— El universo te recompensa por fin, cuñada, estoy tan feliz por ti, Leo va a convulsionar con la noticia, le va a encantar, te lo aseguro.

— Gracias querida, gracias por este regalo — dijo Grace— Haces feliz a mi hijo, y además, me darás un nieto, este día no puede ir mejor, llegaste a iluminar la vida de todos.

Emilia va a odiarme, porque tendrá que retocarme el maquillaje otra vez, estoy tan feliz, que soy incapaz de mantener las emociones a raya.

— Voy a cuidarme más de ahora en adelante, dejaré de hacer tonterías — dije en medio de mi llanto mientras sonrío— Y le contaré a Leo lo antes posible, Blaz dijo que mañana me harán algo por mi cumpleaños, le diré entonces, le compré una cajita y metí dentro los resultados del test de sangre y el de orina, también le compré zapatitos y mini ropita, se lo contaré mañana.

Dando un paso atrás, mirándolas a todas, recibiendo ahora el abrazo de Marcel y el beso en la frente.

Si yo hubiese tenido un padre, sería como este sin duda.

Y Hans no se quedó atrás, me levantó de la cintura y giró conmigo sin molestarle el pesado vestido, feliz por mí.

— Felicidades, y bienvenida a la familia, Gabi — dijo mi suegro— Llegaste con todas las buenas noticias.

— Sé que Leone y tú serán muy felices — dijo el guardia, alias, el cuñado nuevo— Los hijos son recompensa de la diosa, y sé que tú crees mucho en ella. Te compré algo para la buena suerte — rebuscando en su bolsillo, entregándome una pequeña bolsita— Pensaba entregártelo después, pero creo que ahora es el momento perfecto. Es un collar con dos lunas, y en el centro de ambas, una estrella en medio de un círculo, el símbolo de la triple diosa a la que le rezas, para que te bendijera y pudieras tener hijos, pero veo que mi deseo te alcanzó pronto. Felicidades.

Lloriqueé de nuevo y saqué el collar de la bolsita, entregándoselo.

— Pónmelo ya, me encanta, no me lo quitaré nunca.

— Es de oro blanco, porque cierta mujer, siempre dice que los Lehmann no ocupan cosas de material barato, así que me esmeré.

Negué riendo, mientras siento el peso del collar y el frío tocarme el cuello.

— Gracias por el detalle, yo me hubiese puesto igual de feliz con uno de acero quirúrgico.

Tocando el collar, estoy demasiado feliz, podría dar brincos por la habitación, dar volteretas, o ir a matar a Dominik yo misma, cualquier cosa, me siento capaz de todo.

— ¿Ves como Hans ya va entrando en el círculo? — dijo Emilia— Me conoce, te conoce, nos conoce ¡Es perfecto!

Lanzándose a él en cuanto terminó de ponerme el collar, dándole un beso en la boca, lo cual hizo llorar más a Grace, feliz de que sus hijos por fin encuentren la felicidad.

Luego de que todos pudimos componernos de los últimos acontecimientos, nos arreglamos el maquillaje, y aprovechando el buen clima, dejamos la habitación y la casa atrás, viajando en dos vehículos, un convertible blanco, que el tonto de Leone compró sólo para esta ocasión, en el cual va Marcel y yo, y la limusina negra que lleva al resto de las personas de mi nueva familia.

Tengo el ramo bien sujeto contra mi pecho, rosas rojas muy bonitas, Leone me dijo antes de que yo pudiera comentar algo, que no habrá ningún tipo de flor blanca en la fiesta por respeto a mí y mi madre, que podría estar tranquila con eso.

Y creo que eso, sumando el hecho de que fue a presentar sus respetos a Freya, terminó de hacer que me enamorara perdidamente de él.

Leone es el hombre de mi vida, lo sé, podrá estar medio loquito, y ser un tanto obsesivo, pero a mí me trata como una maldita reina, y eso es justo lo que quiero.

— Deja de temblar, está todo bien, Leo estará ahí, todos estaremos ahí, y será el día más increíble de tu vida... hasta que llegue ese pequeño bebé, porque ese sí que será un el mejor día de tu vida, es... inolvidable, es mágico. Sé que Leone no es mi hijo y ya estaba ahí cuando conocí a Grace, pero... él y yo tuvimos esa conexión mágica en cuanto nos conocimos, él es mi hijo digan lo que digan, cuando nació Blaz, jamás hice diferencias con ambos, los quería por igual, y cuando nació la princesita — sonrió— Emilia también es mi hija, los tres lo son, y junto a Grace... ellos son mi vida, mi familia. Estoy feliz de que por fin estén encontrando su camino todos, sólo falta que Blaz abra los ojos.

— Quiero acumular momentos felices —admití— Quiero acabar con el problema de Dominik, y quiero vivir cada momento de este embarazo con tranquilidad, con Leo, con todos. Quiero reír, quiero ir de compras sin estar mirando en todas direcciones siempre, quiero... quiero estar tranquila ¿Me entiende? Y déjeme a mí lo de Blaz y Emma, esos dos se emborracharán hoy y haré que hablen con la verdad, ya verá.

Marcel se encargó de tranquilizarme en lo que, recorriendo las calles con lentitud en el bonito convertible sin la parte superior puesta, me llevaba al salón sin que se saliera ni un solo mechón de mi bonito moño, deteniéndose frente a la alfombra roja, riendo bajo al ver como los invitados corren dentro y comienzan a gritar que la novia llegó... elegantemente tarde, por veinte minutos.

— Hagamos esto, guapa — dijo Blaz, acercándose al auto— Seré la mejor niña de las flores.

Carcajee en cuanto levantó la canasta de flores rojas y rosadas, él se lo estaba tomando muy en serio.

— Pero si yo ni siquiera te lo pedí — sujetándome la panza de la risa— Blazie, eres un tonto.

— Nada de tonto, mi cuñada se casa con mi hermano hoy, y tendrán a su niña de las flores, ya que las otras dos rubias te llevarán el vestido. Fuera del auto, princesa, llegó el momento.

Salí del auto con su ayuda, viendo a Emma y Emilia llegar a mi lado, arreglando mi vestido, sujetándome la cola para que no se arrugara en medio de mi caminata, acomodando la primera mitad del velo frente a mi cara para cubrirla, la segunda mitad, cinco metros de velo a mi espalda, las fotografías saldrán estupendas.

¿El velo cubriendo mi cara?

Idea de Grace, para que Leo no me besara antes de tiempo y arruinara la ceremonia.

— Te ves hermosa — dijo mi suegra— Te deseo lo mejor para esta nueva vida, cariño.

Me dio dos besos, uno en cada mejilla, y comenzó a caminar por el pasillo, hacia la primera fila, besando las mejillas de su hijo, quien se mueve nervioso frente al altar, una cortina de flores rojas, rosas hermosas y frescas, en medio de hojas verdes y tallos sin espinas, luces frías se entremezclan con la decoración, nada de blanco, como prometió.

Es perfecto.

— ¿Estás lista, hija? No te dejaré caer, lo juro.

Dijo Marcel ofreciéndome el brazo que no dudé el tomar, sujetando bien el ramo con la otra mano, parándome derecha, recibiendo el flash de las cámaras, comportándome a la altura, viendo al centenar de invitados que tenemos en este lugar, está... repleto.

Para la boda, nos decidimos por un enorme terreno repleto de vegetación, quería algo grande y natural, con espacio suficiente para poder ir a follar por ahí si se me apetece, por lo mismo, nos decidimos por encarpar el lugar, metros y metros de tela blanca bien sellada, calefaccionada, para dejar fuera el frío del invierno que pronto nos abandonará, en cuanto a follar, instalamos pequeñas tiendas de campaña no tan pequeñas, con todas las comodidades que pudiésemos necesitar para cuando la noche se volviese alocada y quisiéramos escaparnos para estar solos y consumar el matrimonio, como es acostumbrado entre la zona roja, mostrando las pruebas de la virginidad robada, ya que son neandertales que toman mujeres como objetos, las venden, subastan o pagan tratos con ellas, y quienes ya fueron "Ocupadas" puede esperar a morir solas si quieren casarse con alguien de la zona roja.

Yo en cambio me caso con el jefe y espero un bebé de él, así que pueden ir a tomar todos por el culo, que no pienso mostrar ninguna prueba de virginidad, ya que no tengo nada para mostrar y no pienso rebajarme.

— ¿Gabi?

Pestañee repetidas veces, mirando a Marcel, regresando en mí.

— ¿Qué ocurre?

— Han puesto la marcha nupcial unas tres veces, pero no caminas, Leo está por venir, se impacienta ¿Está todo bien? ¿Te quieres ir?

— ¿Irme? No, no, sólo estaba pensando, no escuché —carcajeé nerviosa— Vamos allá.

Asintió y dio la señal al sujeto del piano, quien comenzó a tocar la cancioncita por cuarta vez, pero en esta ocasión, sí que comencé a caminar, viendo a Blaz tirar pétalos por todas partes, lanzándole en la boca a quienes bostezaban, golpeándole la nuca a otros, tirándole la cesta completa encima a Luther, cuando llegamos a la tercera fila del frente, se lo pasó increíble como la niña de las flores, jodiendo a todo el mundo con sus bonitos pétalos.

— Lucifer, ven aquí.

Dijo mi cuñado, alias el padrino, alias, el que vigila a que mi minino no pierda los anillos que lleva anudados al collar, viendo que estaba por ir a perseguir mi velo que las chicas pulcramente estiran a mi espalda.

— Te ves... hermosa, increíblemente hermosa —Dijo Leone, recibiendo la mano que Marcel me dio — Gracias por entregarla, papá, lo valoro mucho.

Mirando a su padrastro con cariño, recibiendo una palmada de su parte en el hombro.

— Felicidades, hijo, muchas felicidades. Sé que serán increíblemente felices juntos.

Besó la mejilla de ambos y luego se ubicó con Grace en primera fila, las chicas a mi lado, Blaz junto a Leone, el minino bien portado sentado junto al cuñado, todo es perfecto, muy perfecto.

— Estás tan guapo como un novio de torta, impresionante. Quiero desvestirte ya, pero quiero hacerlo siendo tu mujer oficialmente.

Sonriendo a pesar de que él no puede verme bien con este velo.

— Y tú brillas, preciosa, no sólo por el vestido, toda tú es perfecta, te ves increíble — mirándome de pies a cabeza— No puedo creer que esté casándome con una mujer tan hermosa, soy tan afortunado...

Llevando mi mano a sus labios para poder besarla.

— Si continuas, me harás llorar, y he llorado lo suficiente hoy, estoy tan feliz de que por fin haya llegado este día...

Nos pusimos uno junto al otro, ambos sin dejar de sonreír ni soltarnos la mano, es más, le entregué el ramo a Emma para poder tomarlo de ambas manos, como creo que la jueza nos pidió, porque no le estoy prestando atención, mi novio de catalogo está mirándome y es mucho más interesante.

— Esperen, chicos ¿Comenzarán la boda sin el padre del novio?

Esa maldita voz...

Giré el rostro con violencia, viendo a Dominik entrar junto... con Emil, ambos de traje, bien vestidos y peinados, Emil camina bien a pesar de la falta de una pierna, debe estar usando una prótesis ¿Cómo es que se recuperó tan pronto? ¿Estará bien? ¿Estará fingiendo?

¿Vino a arruinar mi gran día?

— ¿Qué hacen aquí?

Hablando a ambos, viendo a mi ex prometido pisar la cola de mi vestido y también el velo, manchándolo de barro, eso hizo enfurecer a Leone, quien sacó un arma, oculta en la cinturilla de su pantalón, le hubiese dado de frente a Emil si Dominik no lo sacara del camino.

— Si le faltas el respeto a mi esposa, tendré que aplazar la boda, matarte y luego casarme con ella.

— Es mía — dijo Emil— Fue mía primero, es mía aún, yo jamás te la cedí y su padre no firmó nada que dijera que podías tenerla, yo en cambio, sí que lo tengo.

Temblé ligeramente por sus palabras, me siento tonta al no haberme armado de alguna manera, estuvieron tan tranquilos que no pensé que fuesen a aparecer justo hoy.

— Nos quedaremos aquí, en silencio — dijo Dominik, mirando mal a Emil— Sólo quería ver a mi hijo casarse con la rojita que le destruyó las manos, la enemiga, la traidora — se me encogió el pecho ante sus palabras— Luther dijo que estará feliz de cobrar la deuda a partir de hoy.

Disimuladamente, Emma se sacó algo de entre los pechos y se encargó de ponérmelo entre las manos, una navaja corta, algo es algo.

— No te tengo miedo, Emil, y no vas a arruinarme el día. Me voy a casar, supérame ya, maldito imbécil, tú no me gustas.

Este ladeó la cabeza sin borrar esa tétrica sonrisa.

— Que linda, creyendo que puedes librarte de mí.

Ya me arruinó el día, carajo.

Me quité el velo de la cara y apreté la mano que Leone aún sostiene, me miró de reojo, un leve asentimiento fue suficiente para que él entendiera lo que yo quería hacer, mantendrá ocupado a su padre.

Leo no dudó en disparar las suficientes veces para que Dominik tuviera que responder y su atención dejara de estar fija en mi maldito ex, calculé lo suficiente y lancé la navaja, clavándola en su pecho, viendo la mancha roja extenderse por su camisa pulcramente blanca.

Lamentablemente Dominik no iba solo, parte de la gente que invitamos a la fiesta, se levantó y lo protegió, tanta gente... que la mitad de los asientos se desocuparon.

Vinieron aquí a demostrar su punto, esto acaba de comenzar, ya inició.

— ¡Te voy a matar, Leone! Espera y verás, te quitaré todo, y esa mujer de ahí — me señaló— Voy a hacerla mi perra, comerá y vivirá por mi polla, pégale un tiro ya para ahorrarle el sufrimiento.

Leo intentó matarlo con todas las balas que tenía, Blaz no se quedó atrás, Hans protegió a las rubias, sacando su arma, mientras Marcel abrazaba a Grace, quien no deja de temblar, Dominik arremete contra nosotros, y afortunadamente, los escoltas hicieron su trabajo, ninguno de nosotros salió lastimado.

Aun así, todo se fue a la mierda.

— Espera, espera, para, es peligroso.

Sujetándolo antes de que lo persiguiera, se le acabaron las balas y no trae nada más encima, es ir a una muerte segura.

— Sabes que tenemos que irnos ahora ¿No? La boda... la boda se arruinó, ese bastardo arruinó el día, acaba de demostrar que tiene poder, y quizá la gente de aquí se haya quedado para matarnos, no te voy a arriesgar.

— Pero quiero casarme contigo — protesté— Al menos firmemos el maldito documento y asegurémonos de que la jueza lo entregue, sólo... joder — pateando el aire— Este debía ser un día feliz.

Mirando mi vestido arruinado por la sangre que escurre fuera de los cuerpos que Leone logró apilar en el camino rojo hacia el altar, y el barro de los zapatos de Emil.

— Casémonos entonces — mirando en todas direcciones— Pero rápido, no quiero darle la espalda a esta gente, no confío en nadie ahora.

Buscando los broches de mi cola para quitarla, parándose tras de mí, sujetándome por los hombros, protegiéndome, intenta cubrirme.

— Rápido, tenemos que terminar esto rápido.

Hablando a la jueza quien tiembla de pies a cabeza, abriendo el libro con manos torpes y temblorosas.

— ¿Traen los anillos? — firmen aquí y aquí, señaló— Y todo estará listo.

— Bien, firmemos primero — tomando el lápiz— Casémonos y luego regresemos a casa a planear como acabar con esos dos imbéciles.

Firmé sin dudar y le entregué el lápiz a Leone, quien no dudó en poner su firma en el papel, ya estaba hecho, pero falta lo simbólico, falta...

Voltee para ver a Blaz y pedirle los anillos, este se encuentra arrodillado en el piso, frente a... un montón de pelos negros recostado sobe un charco de sangre...

— Lucifer... — sujetándome el vestido para llegar más rápido con él— Lucifer no... minino no me hagas esto... — cayendo de rodillas frente a él, tocándolo, él no está respirando— Lucifer por favor... — llorando por otras razones ahora, estoy muy lejos de ser feliz— No me hagas esto, tú eres mi pequeño animal de terapia ¿Recuerdas? No puedo hacer esto sin ti... Lu, por favor...

Intenté reanimarlo, intenté... intenté parar el sangrado, intenté darle respiración boca a boca, pero por más intentos que hice, por más esfuerzos... mi pequeño no abrió sus ojos otra vez, estaba muerto, Dominik lo mató.

— Lo siento tanto... — dijo Leone, arrodillándose a mi lado, abrazándome— Lo siento, hermosa, lo siento... sabes que adoraba a ese gato.

— Debí dejarlo en casa, es mi culpa — jalándome por los pelos— Debí dejarlo en el pent-house ¿Qué estaba pensando? Esto es mi culpa... mi maldita culpa...

— No lo es, no es tu culpa, esto pasó por causa de Dominik y Emil, y los vamos a hacer pagar.

Con manos temblorosas, tomé a mi minino con delicadeza, acunándolo contra mi pecho, comienza a ponerse frío, y su sangre mancha mi vestido.

No respondí a Leone y comencé a caminar hacia la salida, envuelta en furia y tristeza, no hay nada que quiera más que ir hacia ellos y acabarlos aunque eso me destruya en el proceso... pero no puedo, ahora mismo, tengo algo que proteger, alguien a quién proteger.

— Rojita...

Susurró Leone, subiendo al auto junto conmigo y los demás, Hans conduce la limusina, nos vamos a casa.

— Quiero cremarlo... no sé si sea posible en estos momentos, pero... no quiero... no quiero que lo tiren a la basura, no quiero que se sienta sólo... él era mi amigo... mi familia, todo lo que tenía...

Sollocé de nuevo, sintiendo su brazo cruzar por mis hombros y abrazarme con fuerza, besando mi coronilla.

— Te juro que lo cremaremos, yo mismo me encargaré — tomando los anillos de su cuello, acariciando al minino— Perdón, gato del demonio... perdón por no protegerte.

Oculté mi rostro en su pecho y lloré con fuerza, mientras se me parte el corazón, si las cosas se pondrán así de crudas, tengo muy claro lo que debo hacer.







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BUENAS BUENAS BESTIES! 

COMO LES COMENTÉ POR EL GRUPO, YO TENÍA PLANEADA UNA BODA  MUY DIFERENTE JAJAJAJAJA PERO  LLEGA UN PUNTO EN EL QUE LA HISTORIA SE ESCRIBE SOLA Y LLEGÓ DOMINIK (AL CUAL NO TENÍA CONTEMPLADO) Y POS OCURRIÓ ASÍ

ESTOY LLORANDO A LUCIFER CÓMO NO TIENEN IDEA

ESE MININO NO SE MERECÍA ESTO!

SE GANÓ EL CORAZÓN DE TODAS! 

SE GANÓ EL CORAZÓN DE LEO, QUIEN INCLUSO SE LO TATUÓ

ESTOY SUFRIENDO HERMANAS MÍAS

DEBIÓ DE SER UN DÍA FELIZ, PERO FUE TODO LO CONTRARIO

APENAS Y PUDIERON FIRMAR EL MATRIMONIO, NI SIQUIERA LO SINTIERON

MALDITO EMIL, SIEMPRE JODIENDO TODO

MUERTE A DOMINIK

TENGO MIEDOOO

NOS LEEMOS EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO BELLAS

250 COMENTARIOS Y VOLVEMOS

BESITOS EN LA COLA


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