Capítulo 18

GABRIELA.

Mis primeros recuerdos comienzan cuando yo tenía más o menos cinco años, estaba oculta bajo el mantel de la mesa pequeña en la que comíamos, no teníamos dinero como para comprar mesas de cuatro personas, dos eran suficientes, después de todo, nunca compartíamos comidas como familia, no éramos una familia con ese señor.

Recuerdo bien que en ese entonces cubrí mis oídos y cerré los ojos con fuerza, rezándole a cualquiera que quisiera escucharme para que ese hombre no me encontrara, mi mamá no era la mejor, era descuidada e irresponsable, pero siempre se encargaba de que yo tuviera un plato de comida caliente sobre nuestra pequeña mesa, vivíamos sólo las dos y a menudo ella desaparecía, tenía una vida pacifica la mayor parte del tiempo, pero esa paz se fracturaba cuando mi padre venía a visitarnos, Frank era de todo menos tranquilo, y siempre que venía, golpeaba a mamá.

Recuerda, rojita — dijo mamá, su voz temblorosa lograba llegar a mis oídos— Estamos jugando a las escondidas, por mucho ruido que haya, no puedes salir, ni gritar ¿De acuerdo? Silenciosa como un pequeño conejito, esos esponjosos que vimos por la tele.

Asentí sin atreverme a hablar, recordándome que debo ser silenciosa como un conejo y mantenerme aquí en esta madriguera chiquitita y segura, lejos de las manos de Frank, a quién mamá escuchó venir desde el otro extremo de la calle, mi padre siempre fue ruidoso y violento.

Me cubrí la boca con ambas manos, intentando no emitir sonido, la puerta hizo un ruido horrible por los incesantes golpes, mamá tuvo que abrir, porque si rompían la puerta, entrarían a robar por la noche y yo me quedaba sola, mamá tenía que ir a trabajar, se preocupará si me deja sin la puerta principal, lo único que me protege de los delincuentes de la mafia roja que viven por todos lados, no nos alcanza para vivir en la zona segura lamentablemente.

Lloré en silencio escuchando a mamá suplicar, Frank se roba todo el dinero que mamá gana en el club, es culpa suya nuestro mal vivir, es culpa de él todo lo que nos pasa.

Odio a mi papá, lo odio.

Tenía diez años cuando Frank me estaba esperando fuera de la escuela, era un poco tétrica, una escuela pública pintada de rojo, jamás he puesto un pie en la zona segura, una vez lo intenté y la gente se apartó de mí, supongo que fue por la cantidad de rojo en mis ropas, o mi cabello... o la presencia de los amigos de mamá que me escoltaban a casa cuando ella tenía cosas que hacer, mamá era muy conocida, su cabello como el mío era ya el pecado ondulante al viento, es por eso que siempre estaba en el club, siempre querían verla, ella brillaba en el escenario, era una gran bailarina, y una gran cantante, pero a papá no le gustaba eso, odiaba que le pusieran los ojos encima y por eso la golpeaba, creía que si mancillaba su bonita piel la querrían mirar menos y sería toda para él.

Vamos a dar una vuelta, haber si así tu mamá me presta un poco más de atención ¿O es que a ti te gusta que te miren como la miran a ella? Eres su viva imagen, naciste prohibida, mira ese cabello horrible que tienes, los colores que usas ¿Estás orgullosa de vivir aquí? ¿En esta mierda?

Retrocedí, mirando a ambos lados con disimulo, los amigos de mamá estaban recargados contra un auto, están fumando, no se han dado cuenta de que salí.

¿Es un insulto que me digas que me parezco a mi mamá? — pregunté, sospesando mis opciones, si corro, probablemente me atrapará antes de llegar con los amigos de mami— A mí me gusta mucho y sus amigos son mucho mejores que tú.

Apretó con fuerza la botella de alcohol que cargaba entre las manos, frunciendo el ceño.

Me las vas a pagar, así no es cómo se le habla a tu padre, mocosa de mierda, eres igual a la zorra de tu mamá.

Quise correr, grité para alertar a los amigos de mamá, los vi apresurarse hacia mí, pero mi papá estaba más cerca, el sonido de la botella hacerse pedazos contra mi cabeza fue lo primero que logré analizar, luego llegó el dolor... y luego... nada.

Estuve semanas en el hospital gracias a eso, hice perder mucho dinero a mamá por mi descuido...

Tenía trece años cuando mi mamá enfermó, los constantes golpes de papá la llevaron al hospital, le recomendaron llevar una vida tranquila y pacifica cuando está más que claro que en la zona roja eso jamás podría pasar, así que... me propuse algo, yo recibiría los golpes de ella, me haría responsable para que mamá no tuviera su cuerpo magullado y siguiera trabajando en el club, sonriendo y haciendo amigos, yo podía soportar, ya era una niña grande, la viva imagen de su mamá, fuerte, valiente, y con la capacidad de amar hasta sangrar, así me crío mamá, me amó tanto que sangró por mí y yo puedo hacer lo mismo por ella.

¿Ya te cansaste? ¿Tan débil eres? ¿Y así te haces llamar mi hija?

Dijo mi padre, intentando mantenerse derecho, estaba tan borracho que ya se ha tropezado dos veces con sus propios pies, mientras yo mantengo los brazos extendidos hacia los lados y protejo a mamá, se desmayó con el primer golpe que le dio mi papá, al abrir la puerta, su estado de salud no es el mejor y yo tengo que hacer algo, tengo que intentar al menos.

Fuera de mi casa —le dije agotada, con piernas temblorosas, sin dejarlo pasar— No te daré el dinero que mamá ganó con esfuerzo ¡Fuera de aquí!

Me cruzó el rostro de una cachetada, hace mucho que dejé de sentir sensibilidad en la mejillas gracias a sus repetitivos abusos físicos, supongo que es algo bueno, no sentir, así podré soportar un poco más.

¡Marie!

Grité de pronto, viendo a la amiga de mamá correr a toda velocidad hacia aquí, a menudo va a mi escuela y les enseña a los niños a leer, es buena, no se ha contaminado con el veneno de la zona roja aún.

¡Freya! ¡Gabriela!

Gritó la mujer, preocupada por lo que estaba viendo, móvil en mano, hablaba con alguien, duró pocos segundos, su atención estaba puesta en mi padre, ella no dudó en acertarle un duro golpe en el rostro, sacando un arma pequeña de su bolso, apuntándole.

Salte de aquí o te abro a agujeros, hijo de puta — disparándole a los pies para probar su punto, va en serio— Duerme con un ojo abierto esta noche, porque envíe un par de amigos a saludarte.

Papá la maldijo y corrió como el cobarde que es, dándole tiempo a Marie para ayudarme a entrar a mamá y recostarla en el sofá, entonces, se percató de mi apariencia y me miró con molestia.

Gabi, vivimos en la zona roja por una razón, ser valiente no es suficiente, recibir golpes no es para una mujer de este lugar, por más que quieran pisotearnos, lo que tenemos que hacer es revelarnos y devolver el golpe, siempre levantarse, siempre pelear, aprende a defenderte, no te conformes con recibir, así podrás protegerte y de paso proteger a Freya, tu mamá está enferma, no puedo regañarla porque su cuerpo ya no da más, así que tú cargarás con esa responsabilidad, mantenerte viva y elegir tu camino sin dejar que terceros manipulen la ruta ¿Qué dice tu madre siempre?

Acomodándome el cabello que se me pegaba a la cara por la sangre que ya se estaba secando.

Ella dice que uno elije cómo quiere vivir, que mi felicidad depende de qué tan fiel sea a mis ideales.

¿Y tú quieres ser feliz?

Asentí.

Quiero ser feliz y vivir en paz para que ella... viva una vida pacífica.

Mirando a mamá.

Pues en ese caso, para que haya paz, debes prepararte para la guerra — observándome con determinación— La violencia es necesaria, así que comenzarás a prepararte desde ahora, tengo unos amigos que te enseñarán bien, te cuidarán, y sacarán provecho de tus habilidades para que tú misma seas un arma.

Pero las mujeres somos...

Las mujeres tenemos un poder secreto — dijo ella interrumpiéndome, tomando mis manos— Podemos vernos muy bonitas, sumisas, tranquilas, incapaces de lastimar, nos subestiman todo el tiempo, imagina cómo se sentirán sabiendo que somos quienes tenemos el poder —sonrió maliciosa— Llegará el día en que Dominik Lehmann caiga, caerá él y todo su sequito de bastardos, incluido tu padre, y entonces comenzarán a respetarnos — la determinación en su rostro terminó por convencerme— Y quedarnos de brazos cruzados no nos llevará a la victoria, tenemos que pulir nuestras habilidades, mañana te llevaré con la oposición, ya estás lista.

Así es como me di cuenta que mamá no sólo iba a trabajar, sino que era parte de un gran número de personas que se oponía a que Dominik Lehmann estuviese al mando, ese hombre era el diablo en persona, sin piedad, un violador, mataba mujeres, hombres o niños por igual, nada le importaba más que él mismo, escorias como él deben ser eliminadas, eso me enseñó la resistencia quien me entrenó arduamente, día tras día, enseñándome a sobrevivir, protegerme, dañar y matar si es necesario, todo esto con dos claros objetivos personales en mente, proteger a mamá y deshacerme de Frank, un cáncer en la vida de ambas.

Cuando cumplí quince, se me encomendó una misión, me sentí poderosa y feliz porque por fin confiaban lo suficiente en mí para encomendarme algo grande como esto, resulta que los Braun tienen en su poder el 20% de Alemania, son una familia de super ricos, egocéntricos e hijos de puta en su mayoría, tienen tratos directos con Dominik Lehmann, por lo tanto, servían en nuestro plan.

¿Mi misión?

Seducir a Emil, el heredero, seis años mayor que yo, de esa manera, podría tener acceso al intercambio de información y las transacciones que se realizaban entre ambas familias, y como mujer, Marie, la amiga de mamá, me enseñó a sacar provecho a nuestro super poder, estudié por semanas al tal Emil y me convertí en todo lo que él buscaba en una novia, fui perfecta en mi papel, tanto, que a menudo me confundía entre mi yo real y la yo que fingía, cada vez se me hacía más difícil separar los papeles, pero no olvidaba mi misión, recopilar información, hundir a los Braun, proteger a mamá, hasta el momento, he logrado mantener el equilibrio.

Pero como lo bueno no es para siempre... cometí un error, decidí obedecer la orden de la resistencia y aceptar la cita de Emil para conocer a su familia, si me incluía en su círculo, será mucho más fácil averiguar lo que nos compete, eso me hizo perder de vista mi objetivo principal, lo que me impulsó a tomar la decisión de entrar a la resistencia, y cuando llegué a casa esa noche bastante entrada en la madrugada... mamá estaba muerta y mi padre tirado en la sala, borracho, con sus manos manchadas de la sangre de mi progenitora, y esas bonitas flores que mamá puso por la mañana en el jarrón sobre la mesa ratona, esos lirios blancos que tanto amaba, ahora están manchados de rojo, repartidos por el piso sobre la sangre de mi mamá.

Por más que quise matar a Frank en ese momento, logré contenerme, la muerte rápida no es algo que quisiera darle, no si está borracho y apenas sentirá el golpe, hacerlo pagar en vida será mucho más gratificante, destruir poco a poco todo lo que disfruta, y cuando lo tenga hasta el cuello, lo voy a destripar y disfrutaré de su sangre goteándome por los codos.

Al día siguiente, mientras velaba a mi mamá, sentí la misma rabia, el mismo odio que sentí cuando la vi tirada en el piso, fría e inmóvil, Emil apareció con una corona de lirios blancos enorme para dejársela a mi mamá, le dije que lo odiaba y que lo sacara, le conté la escena que no deja de revivirse en mi cabeza, y él se río, sujetándome por el mentón con fuerza, diciendo expresamente que debería callarme y ser agradecida, o la próxima vez que los lirios se empaparan de sangre, esa sin duda sería la mía.

Lo hubiese matado ahí mismo si Marie no me hubiese contenido, Emil aún nos sirve, debo ser inteligente.

A los diecisiete mis días de tortura se multiplicaron, Emil me apostó en un estúpido juego de cartas, un castigo por no haber querido ir con él esa noche, yo ya vivía con Emma para ese entonces, me fue a buscar y me hizo vestir como una zorra, obligándome a firmar un papel que me condenaría, la firma de mi padre relucía en tinta negra por ahí también, este par de idiotas tienen la misma mentalidad, yo soy un objeto del cual ambos sacan provecho, me cuesta horrores mantener mi papel cuando se juntan, pero hoy debía mantener la cabeza fría, si voy a esa reunión, sabré con quienes se involucran los Braun en la zona roja, claro que no esperé ver ahí a Dominik Lehmann ni a Luther, tampoco a los doce del consejo de la mafia roja, si entraba en ese cuarto, podría considerarme muerta, y no será nada rápido, mi tortura será lenta y dolorosa, no podía permitirme eso, así que corrí, corrí lo más lejos que pude y me refugié en un estudio de tatuajes que encontré abierto, así fue cómo conocí a Leone Lehmann, quién heredaría el poder de su padre, y luego de lo que hizo por mí, decidí apostar por él, convencí a la resistencia de que era nuestra mejor opción, y me dejaron hacer un par de movimientos por mi cuenta.

Dominik Lehmann tuvo un accidente automovilístico en el 2019 que lo mantuvo en coma por meses, y meses más para rehabilitación, todo ese tiempo fuera, el heredero tuvo que hacerse cargo y se ganó el respeto del consejo y la gente de la mafia roja, así que, si a alguien le debe su ascenso Leone, es a mí, yo haría que consiguiera todo lo que deseara para pagar la deuda de sangre, me salvó la vida y eso yo no lo olvidaría.

Posterior a eso, usé a Emma para extorsionar a Luther, así, tuve ojos y oídos en la mafia roja, gente de la resistencia se infiltró y tiré de los hilos para mover las cosas a mi antojo, disfrutando de la paliza que le dieron a mi perro fiel cuando Leone recuperó las manos, disfruté más cuando Dominik perdió una mano, y los motivos de esos actos...

Leone tiene hermanos, no tardé en averiguar como lucían, su edad y dónde vivían, así me enteré del club que maneja Emilia, el pandemónium, visitado frecuentemente por el cabecilla de la mafia roja, me convencí a mí misma que entre más cerca de él estuviera, más podría ayudarlo, y entre más cerca de los Lehmann, más información podría robar, y eso pondría en ventaja a la resistencia, quienes estaban más que complacidos con mis avances.

Claro que no estaba en mis planes enamorarme, Leone era un hombre de acero, cruel, un asesino, pero era tan bueno a la vez... tan comprensivo, tan buen amante, tan atento...

Las ordenes de la resistencia pasaron a segundo plano, y a pesar de que se me dijo que casarme con Leone me traerá problemas a futuro, no los escuché, los ignoré y seguí adelante, haciendo caso a los consejos de mamá, buscando mi felicidad, dándole dinero a mi padre para que mantuviera la boca cerrada y no me delatara a Dominik.

Si Dominik se entera de mí y de quién soy, verá a su hijo como un traidor por mantenerme viva y cerca de él todo este tiempo, y si eso pasa, todos estaremos muertos, debo actuar con cautela, debo seguir en mi papel, fingir bien, ser alguien tan insignificante que apenas y voltearan a verme.

Así viví, hasta que la seguridad que vi en mí en el espejo fue mucho más atractiva y decidí tomar el riesgo de enamorarme, aunque eso desestabilizara todos los planes que tengo entre manos, a mi parecer, Leone valía la pena, era un riesgo que estaba dispuesta a correr.

Sequé mis lagrimas y levanté la cabeza, viendo a Leone con el ceño fruncido, de seguro su cabeza está a toda maquina trabajando para evaluar verdades y mentiras, también la nueva información que le entregué sobre la resistencia, este es un voto de confianza enorme que le estoy dando, mi gente está en juego ahora, todo depende de lo que él decida.

— Así que... en caso de que mi padre y el consejo decidieran que me quieren muerto y hagan algo en contra de mí ¿Contaría con la gente que te entrenó?

Pestañee repetidas veces, sospesando sus palabras, no me esperaba esa respuesta, está intentando ser objetivo.

— Bueno, sí, los convencí de que eras mejor que tu padre, las muertes de mujeres y niños prácticamente desaparecieron cuando tomaste el cargo, eres un líder justo que castiga a quién lo merece. Bueno... sigues siendo un hijo de puta y el apellido de Lehmann ya es suficiente para hacer temblar a mi gente, pero te prefieren en el mando, la zona roja necesita un líder que ponga mano dura, yo puedo hacer que, si llega el momento, estén con nosotros.

Asintió trazando suaves caricias en mi espalda, mirando a la nada, sus pensamientos deben mantenerlo muy lejos de aquí.

— Lo que yo sabía de ti no es ni de cerca lo que en realidad eres — dijo de pronto— Tú tolerancia al dolor me sorprendió hoy, ni siquiera hiciste una mueca cuando Blaz te atravesó la mano, ahora entiendo que eso se debe a que te acostumbraste al dolor luego de años de abuso, y luego, preparación para una guerra de la que no deberías ser parte. A ti te robaron la infancia.

— Igual que a ti —mirándolo— Dudo mucho que un niño criado en esa familia tuya haya sido muy feliz, al menos yo tuve una madre que me puso cómo prioridad hasta que su cuerpo no fue capaz de seguirle el ritmo.

No me arrepiento de la vida que tuve, yo decidí muchas cosas malas que me pasaron, un mal necesario para un bien común, pero me engañé tanto tiempo que comencé a acostumbrarme a la Gabriela incapaz e inofensiva, es hora de recordar quién soy y retomar el mando, visitaré la resistencia lo antes posible para contarles los últimos acontecimientos.

— ¿Qué harás a partir de hoy? — preguntó sacándome de mis pensamientos— ¿Te quedarás o te irás?

¿No le importa nada más? ¿Soy suficiente?

— No confías en mí, no le veo caso a que me quede, y yo no confío en que no saltarás sobre mí en la noche e intentarás matarme luego de saber todo lo que te conté.

Ladeó la cabeza y medio sonrió, viéndome con curiosidad.

— Creo que esta Gabriela me gusta más ¿Qué voy a hacer? A este paso obligaré a Blaz a hacer un contrato de matrimonio sin fecha de caducidad, después de todo, has estado orquestando todo desde las sombras para que a mí me vaya bien, estás salvándome el cuello arriesgándote por información para saber si me matará mi padre o no, eso es sexy, tengo frente a mí algo mejor que una chica que proteger, tengo una igual, una que no va a temerme jamás, porque ha visto cosas mucho peores.

La sonrisa tiró de mis labios, disfrutando de sus palabras.

— Entonces... ¿Contrato de matrimonio sin fecha de termino? A mí no me importaría estar ligada a ti de por vida, suena a que tendré una larga, larga existencia.

Saber que no me quiere muerta me agrada.

— Y para mí sería un honor que eso ocurriera, te prometo que voy a solucionar mi mierda y podré entregarme por completo a ti, sin pedazos faltantes que puedan lastimarte.

Asentí, sujetándolo por la camiseta con toda intención de atraerlo para besarlo, quería tenerlo cerca, comprobar que esto no es una fantasía de mi mente provocada por un corazón herido, pero antes de tocar sus labios, lo escuché gritar.

— ¡Leone la cagué! ¡Vieras todo lo que le dije hoy!

El rubio y yo intercambiamos miradas, rápidamente me puse en pie con gato y todo, señalándolo.

— Yo no estoy aquí, me fui con Emma, pobre de ti si le dices que estoy aquí, Lehmann.

Corriendo a toda prisa hacia las escaleras, quedándome a mitad de camino, viendo a Blaz apareciendo por la sala con la ropa aún manchada de sangre, sin corbata y con una botella de ron en la mano, tambaleándose, debe estar muy ebrio.

— ¿Dónde está? ¿Si vino? Le dije cosas feas, Leo, le amenacé a su gatito ¡A su gatito! — exageró— Como si yo fuese capaz de dañar al minino que me chupa un ojo cada vez que me ve ¿Ahora qué voy a hacer con la cuñada?

Dejándose caer lentamente al piso hasta sentarse ahí, empinándose la botella, limpiando su boca con el dorso de la mano después.

— Algo me contó, dijo que no quiere volver a verte, vino por Lucifer y se fue con Emma — suspiró Leo— Sinceramente, la cagaste, tampoco me tolera a mí, acabas de estropear mi única oportunidad de ser feliz ¿Por qué le dijiste que no la amo cuando claramente sí lo hago?

Para mi sorpresa, Blaz se quedó callado y... comenzó a llorar, la cara de pánico de Leone me dice que no tiene ni la menor idea de qué hacer ahora.

Y yo estoy perpleja por dos razones, Leone dijo abiertamente que me ama, no tengo ni la menor idea si lo dice porque sabe que estoy aquí o no, pero... se sintió bien escucharlo, y la segunda razón es Blaz llorando ¿Por qué le afectaría tanto? No soy nadie para él.

— Oye, Blaz, no me jodas, sabes que no se me dan los sentimentalismos — estirando los brazos hacia él sin tocarlo— Oye...

Blaz levantó la cabeza para mirarlo, las lágrimas recorriéndole las mejillas.

— Estaba enojado conmigo por lo que le hice, la lastimé, Leo, le apuñalé su mano, iba a matarla por ti, porque eres mi hermano, porque te has sacrificado toda tu vida para que yo esté completo y sin marcas en el cuerpo ¿Cómo no iba a hacer todo por ti? Pero la cuñada... yo le tengo cariño a esa mujer, pero ahora ni siquiera sé quién es ¿Y si todo es mentira y yo no soy nada para ella? Teníamos algo, éramos amigos ¿Y si me odia en secreto?

Leone suspiró y lo ayudó a ponerse en pie, sentándolo en el sofá, Blaz se abrazó a la botella cuando el rubio intentó quitársela, pateando los zapatos para estar más cómodo.

— Al menos déjame curarte eso — señalando su mano— Creí que para estas alturas ya la habrías curado, perdón por clavarte un lápiz, es que no soporto verla mal, traición o no, yo no hubiese podido hacerle daño, esa mujer me hace perder la cabeza.

el calor subió a mi rostro, mientras que el nerviosismo me subió por el espinazo, la sensación de calidez me cubre completa.

Yo sé que escuchar a escondidas está mal, pero me reconforta saber que no miente acerca de sus sentimientos.

— No me la curé porque me pasé el día vigilando a la rojita y después me fui a beber porque la culpa pudo conmigo ¿Cómo arreglo este desastre, Leo? Le dije cosas muy feas porque me sentía preocupado de que nuestra relación hubiese sido un invento, yo de verdad me encariñé con ella, y toda esa preocupación la canalicé en... violencia, joder, es el único lenguaje que sabemos hablar — dándole un trago más a la botella— Me da miedo que cuando comience a hablar sobre su verdad me diga que se obligó a tolerarme por el bien de sus planes, y que en realidad la asquea mi presencia ¡Yo la quiero, Leo!

Lloriqueándole encima mientras mi prometido intentaba alejarlo completamente asqueado de su demostración de cariño, él no mentía al decir que no sabía consolar, mi Lucifer sin duda lo hace mej...

— ¡Oye no, espera...!

Susurré intentando atrapar a mi gato, quien bajó rápidamente las escaleras y se reunió con los chicos en el sofá, parándose en dos patas sobre Blaz, lamiéndole las lágrimas.

— Hola Luci, espero que tus lamidas de ojos no sean fingidas o...

Se calló y lentamente volteó a ver a su hermano, frunciendo el ceño sin dejar de acariciar el pelaje del minino.

— Está aquí ¿Cierto?

Preguntó.

Me cubrí la boca con ambas manos, temiendo que si respiraba demasiado fuerte él pudiera escucharme, ebrio o no, a Blaz no se le va nada.

— Ella no quiere verte — le dijo Leone— No fue menor lo que hicimos hoy, está furiosa incluso conmigo, no tienes idea cuanto lloró, estaba muy acomplejada, ella me hizo una observación muy acertada, yo la manipulé para matarla, ella lo hizo para salvarme, y no tienes idea de todo lo que ha hecho por mí.

— Pero yo quiero verla, Leo...

Suplicó recostándose contra su brazo con pesar.

— ¿Quieres que te hable mejor de lo que ella me contó? La verdadera Gabriela.

Asintió no muy convencido, dejando la botella de lado, abrazándose al minino a quién parece encantarle ser animal de apoyo emocional.

Y entonces, Leone comenzó a narrar parte por parte todo lo que le mencioné, impresionándome con la capacidad de su memoria.

Silenciosamente me levanté y fui a mi habitación, dejando la puerta entreabierta para que Lucifer entrara cuando terminara con su labor, me puse mi pijama y sin mayor tardanza, me metí en la cama para dormir, estaba tan cansada que no me costó para nada dormirme.

En medio de la noche, un cuerpo fibroso y duro se acomodó tras de mí en la cama, me asusté y quise ponerme de pie, la desconfianza sigue ahí, necesito ser cautelosa, pero su voz me detuve.

— Me até las manos para tu tranquilidad — explicó Leone— Jamás levantaré un arma en tu contra, nunca más.

Besando mi hombro.

Me incorporé levemente para ver que efectivamente tenía las manos atadas, pero me sorprendió más ver a Blaz sentarse en el piso junto a la cama, tomando mi mano, las suyas también estaban firmemente unidas con cinta gruesa, varias vueltas.

— Perdón, cuñada... yo no tenía idea... no sabía, y actúe mal, estaba triste porque pensé que la relación de mistad que teníamos era una mentira, y a mí me gusta ser tu cuñado, vamos a ser familia y yo la cagué, la cagué...

El olor a alcohol de ambos llegó a mis fosas nasales, deben estar ebrios hasta el culo.

— Mañana, hablemos de esto mañana —suspiré incorporándome— Súbete a la cama, tonto, te vas a resfriar.

— Pero ¿Y tú?

Gracias a que el rubio tenía las manos atadas, no me pudo detener al levantarme.

— Yo dormiré en el cuarto de Leone — cargando a mi gato— Que duermas en el piso no me agrada, y tampoco me agrada compartir cama con los dos, así que... buenas noches.

— ¡Espera!

Dijo Leone incorporándose de golpe, se ve divertido maniatado.

— ¿Qué sucede? ¿Necesitas que te traiga algo?

— ¿Seguimos enojados? Es que me da miedo que, cuando despierte, ya no estés.

Suspiré, sospesando mis opciones, Blaz ya se subió a la cama y se quedó dormido, ni siquiera se mueve, no puede dormir sólo porque bebió demasiado, y Leone no está en condiciones de ayudarlo si se vomita encima, menos con las manos atadas.

— Ok, haber — caminando hacia la cama otra vez, dejando al gato ahí, yendo por uno de mis cuchillos a uno de mis escondites— Es para soltarles las manos, par de inteligentes.

Dije al ver el rostro de desconfianza de Leone, pero afortunadamente no hizo mayores problemas, estiró las manos hacia mí, dejando que se las soltara, y luego vio atentamente cómo se las soltaba a Blaz.

— Ahora, duérmanse, estoy agotada.

Tirándome a los pies de la cama, cubriéndome con una manta.

— Oye... de dará frío ahí, mejor, yo duermo en el medio y tú en la orilla.

Dijo leone.

— No, es mejor así, más cómodo para revisar en la noche que no se ahogaron en su vomito.

— Yo no vomito.

Se ofendió la princesa.

— Cómo digas Lehmann, buenas noches.

Cerrando los ojos otra vez.

— Buenas noches, Gabriela.

Dijo este, y entonces sí que me dormí, pero no por demasiadas horas, a las cuatro de la mañana, Blaz comenzó a vomitar.

Adiós a mi sueño reparador, Leone ni siquiera se movió cuando lo llevé al baño, eso quiere decir que el cuñadito y yo estamos solos en esto. 





~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

BUENAS BUENAS BBCITAS!

APENAS CUMPLIDA LA META DE LOS 200, YO REGRESO JAJAJAJA PERO PARECE QUE LA META NI SIQUIERA ES NECESARIA, LA SUPERAN CON CRECES, ASÍ PARECE QUE TENDRÉ QUE SUBIR LA CUOTA... ¿LO DEJAMOS EN 250? 

GABRIELA ES MÁS DE LO QUE ESPERABAMOS

ES PARTE DE ALGO MÁS GRANDE 

Y LA POSICIÓN DE LEONE TAMBIÉN ES GRACIAS A ELLA

LITERAL LA CODICIA LA HIZO ACERCARSE, QUERÍA ESTAR CON LEONE, SE ENAMORÓ DE SU SALVADOR

Y YA SABEMOS EL POR QUÉ DE LA RESISTENCIA DE GABRIELA, EL ABUSO LA HIZO TOLERAR GRANDES CANTIDADES DE DOLOR

Y LO DE EMIL? WOW NO FUE AL AZAR

YA VEREMOS QUE OCURRE CON EL DUO DE CUÑADITOS 

NOS LEEMOS EN EL PROXIMO CAPÍTULO BBCITAS

BESITOS EN LA COLA 


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top