En El Banquillo, De Los Acusados.

En El Banquillo, De Los Acusados.

Agosto 15 1945

Este día Sesshomaru lo han llamado para interrogarlo, el fiscal Britanico Degel Rudenko, lo ataca acusándole de muertes en Italia, y otros países todo porque firmo papeles donde ordena la asistencia en algunos países para su investigación Midoriko me sostiene de la mano es increíble la manera como se dirigen a ellos como si se tratara de alimañas sin derechos.

-Mariscal Taisho ¿usted ordeno la incursión en esta lista de países. -Mostro una hoja con los nombres - Donde investigarían hallazgos arqueológicos ¿no importándole que arrasarán con aldeas completas?

-Si yo ordene las investigaciones pero jamás ordene que les asesinaran a sangre fría cuando yo me entere de esto, que me acusan ordene la destitución de los Capitanes y deje claro que cada soldado no debería de interferir con la vida de los aldeanos.

Si continuaron eso fue oculto de mí, ya que sabían que si me enteraba los destituiría por infringir a la naturaleza, del lugar, mismo Naraku Onigumo me volvió Mariscal porque compartíamos la creencia en que la naturaleza debería ser intacta. Y él me dio pase libre en mis investigaciones a mi placer. Mi tarea no era la persecución antisemita, o la eliminación, más bien yo estudiaba el pasado para aprender del folklor de nuestra madre patria y entender las ideas de otros países. Pero yo jamás ordene la ejecución de alguien ni cuando un soldado se lo merecía.

- ¿Bien que me dice del nombre de Kagome Higurashi? - ¿Qué con ella? Sesshomaru se puso a la defensiva. -Nuestras investigaciones demuestran que fue una amiga judía de su infancia y sus padres la tuvieron como esclava y cuando usted fue nombrado Capitán la utilizo y mato, con un tiro de gracia a sangre fría. -Escuchar esa acusación me congele Sesshomaru solo me miro con esos ojos que me indicaban que no cometiera una imprudencia.

-Objeción su señorías el fiscal no planteo su pregunta más bien esta acusándole. -El abogado Jaken. - A lugar - Respondió el Juez. -Lo retiro Señoría aquí tengo un diario del Capitán Inu no Taisho y encargado del campo de trabajo y eliminación Dachau, Mariscal por favor lea los dos primeros renglones.

Después de tanto tiempo por fin mi hijo se ha dado cuenta que solo esa pestilente judía es una piedra en su acenso, por fin hoy veo que las horas y entrenamientos que tubo han sido fructíferos.

-Leyó Sesshomaru en voz alta, indudablemente leer esa declaración de su padre le dolía y lo hacía ver como culpable. -Mariscal ¿esa es la letra de su padre? -Sí.

-¿Usted asesino a Kagome Higurashi? -No responderé a esa pregunta me niego.

-Mariscal responda la pregunta ¿Usted mato a Kagome Higurashi? -Sesshomaru se mantuvo en silencio. -Mariscal Taisho responda. -Pidió el juez de Rusia Radamantys Wyver Nikichenko. -Me niego, a responder. -Mariscal Taisho sabe que si no responde lo tomaremos como aceptación a que usted mato a Kagome Higurashi. -Inisitio, el Juez Ruso Radamantys. -No harán que abra mis labios. -Mariscal está afectando usted su juicio al no responder. -Declaro por último el Juez principal, el Ingles Hades Heinstein Lawrens.

-Su señoría solicito una prorroga de un día para poder hablar con mi cliente. - ¿Con base a qué Abogado Jaken? Dijo el juez francés Minos de Grifo. -A convencer a mi cliente a que responda y nueva evidencia, principalmente. Sesshomaru miro a Jaken interrogante sin saber que a lo que se refería. -Está bien, el juicio contra Sesshomaru Taisho, Mariscal de investigación se aplazará para el próximo lunes 18 de agosto. -El juez Hades, dio dos golpes en su mazo, dando terminada la sesión, los cuatro jueces los vi salir poco después el lugar se vació solo quedando Midoriko y yo.

-Kagome debemos irnos o vendrán a sacarnos. - ¿Midoriko sabes porque no quiere decirlo? ¿Por qué no quiere que los demás sepan que sigo viva?

-No Kagome, no lo sé.

- ¿Señora Taisho? Llamo el abogado. -La estuve buscando, señora su esposo me ha pedido decirle que, se debe ser consciente y no se le ocurra intervenir. -Señor Jaken si responde que no lo hizo ¿Qué sucederá? -Señora para poder demostrar y abalar esa declaración debemos tener un testigo y evidencia. -Cielo santo la evidencia él, la tiene en su celda. -Señora que es lo que está diciendo. -Abogado Jaken yo soy Kagome Higurashi. Los fiscales Americano y francés lo saben.

-Señora usted me está dando armas para poder salvar a su esposo, ¿quien más lo sabe? -Todo el convento de las hermanas franciscanas y el padre. Allí están las monjas que le atendieron cuando el, hizo pasar un cuerpo de una mujer por la de ella, para hacer creer a su padre. -Midoriko llegara tarde, Midoriko.

-Tranquila Kagome tenemos hasta el lunes para que ellos lleguen. -Señoras de ¿Qué están hablando? No estoy enterado. -El Capitán Miroku fue en busca de esas personas que el General ayudo a salir con papeles.

-Está bien esperaremos hasta el domingo en la tarde, y pediré que esa evidencia que dice que él la tiene me la entreguen, hablare con el Fiscal Americano Koga. Mientras ustedes vallan a casa y vea a sus hijos.

Aun con ese temor, nos dirigimos a casa, ese mismo día regresamos a Múnich, era inevitable ocultar mi estado de ánimo a pesar que intente ocultarlo pero era en vano, el estar con mis hijos era un pequeño suspiro. El domingo en la tarde cuando regresábamos Midoriko y yo estabamos en un estado intolerante mis nervios estaban desechos.

El Juez francés Minos, al notarlo desde que llegamos llevo a un médico, con permiso de Midoriko que estaba preocupada, me atendió. Dio a beber tranquilizantes, recomendó el que no asistiera al juicio del lunes.

18 de agosto 1946

Es de mañana aun no llega Miroku y Sango, hoy veo un día sin sol, Midoriko no quiere que acuda al juicio, pero mi terquedad en asistir es más fuerte que mis nervios destrozados no puedo dejar a Sesshomaru solo. Al bajar de las escaleras el fiscal Camus se acerca. -Señora la veo mucho mejor que ayer, le aseguro que hoy estará mejor, hoy solicitare, que le permitan están visitarle, después de la cena esta noche. Venga, venga tome un té para que le ayude el día de hoy, ¿señorita Midoriko, usted dígame como se encuentra? -Bien gracias Fiscal al menos creo que un poco mejor que ella.

-Respondió al momento que uno de las manos derechas del Fiscal le arrimaba la silla en la mesa.

-Fiscal no sé si es correcto lo que quiero decir pero le pido si ve que Sesshomaru está perdiendo llame al estrado a Aome Goldemberg, señora sabe que no puedo hacerlo.

-Si le llamo a usted es para acusarle.

-No Fiscal si en verdad cree en la justicia, no solo para eso me llamara. A partir desde ese momento no volví a decir nada bebí el te tranquilamente, al levantarme mire a Midoriko ignorando los presentes. - ¿Midoriko sabes cómo fue que Sesshomaru, mantuvo la cordura, durante ese tiempo que viví en ese infierno?

- ¿No lo sabes? -No, Midoriko. -El hizo todo, por ti. Para poder sacarte de ese infierno con su padre. -Midoriko se levantó, caminamos hasta el palacio para poder tranquilizarme. Llegamos y al entrar lo vi, sentado con los demás acusados, no despegue la mirada de, él era un debate entre los dos.

El juicio se ha reanudado, esta vez el Fiscal americano Koga lo interrogara a Sesshomaru, espero que al menos saber la verdad de Sesshomaru no sea tan mezquino, solo pregunto.

- ¿Usted desprecia a los judíos como sus camaradas? -No. -Respondió Sesshomaru frió con una mirada perdida.

- Mariscal, Taisho ¿Usted enviaba periódicamente una cantidad de Euros y Marcos a un convento de la ciudad de Múnich para ser preciso al convento de las hermanas Franciscanas?

-Sí.

- ¿Nos puede decir por qué lo hacía?

-Porque allí se encontraba mi amiga.

-El día de ayer en la noche, recibí esta carta, Su señoría, de una mujer que perteneció a la liga de mujeres alemanas. Que fue compañera de su actual esposa Aome Goldemberg, esta mujer se llama Ann Glasgow. Me envió esta carta donde textualmente me dice. Que, si el Mariscal Sesshomaru Taisho, es culpable debe ser castigado con todas las de la ley, pero sí, es inocente debe dejar con vida y con libertad.

Añade una carta donde está firmada por usted y es enviada a Kagome Higurashi. Donde le da indicaciones concretas describiendo una vida donde ella se aria pasar por una mujer alemana al servició del convento. Y se presentaría como Aome Goldemberg, mi pregunta ¿Es esa mujer que estamos viendo en los asientos del segundo piso, quien describió su padre como una asquerosa judía? ¿Su amiga es el símbolo de mujer de aria pura Alemana? Recuérdelo Mariscal este bajo juramento. -Reafirmo el Fiscal Koga Jackson.

-Sí.

De pronto luces aturdiéndome a mí al rededor acusaciones no se hicieron esperar. Hasta que el juez Hades Heinstein con su mazo y firme dictaba. -Orden, Orden o pediré que la sala sea desalojada. -Por temor a que cumpliera la amenaza todos guardaron silencio, para seguir escuchando. - ¿Mariscal usted salvo a su Amiga Kagome Higurashi? ¿Posteriormente se caso con ella, para volverla una anti semitista?

- ¡No! ¡Yo le salve la vida, porque ella salvo la mía y ella no merecía el sufrimiento que mi padre le hizo pasar, por culpa mía!

- ¿Entonces usted está casado con una Judía? ¿Qué tuvo que hacer para hacerla pasar como una alemana de aria pura? -Solo vine a este edificio y hable con uno de mis camaradas solicitando los papeles para mi amiga, di el nombre y fecha el al ver que era su superior no me cuestiono y me entrego las identificaciones para ella. -Entonces Mariscal ¿por qué no, quería responder a la pregunta? si usted mato a Kagome Higurashi. -Porque no quería exponerla a ella y a mis hijos.

- ¡Eres un traidor! - ¡Mereces la orca, no mereces ser fusilado! - ¡Traidor eres un asqueroso cómo pudiste revolcarte con una judía! - ¿Cómo es posible lo que estás diciendo Sesshomaru? Reclamaron los demás acusados.

Sesshomaru con mirada fría los miro y firme respondió. -Ustedes la conocen ustedes y cada uno la deseo, tenerla, le besaron los pies la alabaron. ¡Y si mi esposa es judía y no me da pena decirlo! Y si he de caer muerto, he de ser castigado por mis pecados, pero ella es libre de toda culpa al igual que el Capitán Miroku.

-Estas declaraciones no las imaginamos nadie de los presentes. -Dijo el presidente de los jueces, El Juez Hades Heinstein Lawrens. - ¿Fiscal Koga Jackson de qué lado está usted? -Pregunto el Juez Ruso Radamantys Wyvenr Nikitchenko.

-Del Lado de la justicia su señoría.

- A medida que estas declaraciones dan un giro nuevo a este juicio quiero que mañana atestigüe la esposa del Mariscal. -Ordeno directamente el Juez Hades Heinstein Lawrens.

-Su señoría si me permite. -Si hable Jaken. Respondió el Francés Minos de Grifo. -Ante esta petición solicito un amparo que solo la señora Taisho solo atestiguara. Pero se abalara su seguridad a ella y su familia. -Concebido, la señora Taisho y la familia completa del Mariscal gozaran de resguardo militar. -Dio un golpe el Juez Hades Heinstein, prosiguió. -Nos vemos mañana martes 19 de agosto a las 9:00 de la mañana se reanudara. Abogado Jaken prepare a la señora Taisho para el interrogatorio.

Increíble no sabía cómo actuar oh que decir, cuando me levanté de mi asiento para regresar a casa con una esperanza para ayudar a Sesshomaru. Mire que un soldado de cada nación nos resguardaría, a Midoriko y a mí no antes de salir Midoriko me abrazo.

- ¿Señora Taisho, han llegado andando oh en auto? Uno de los soldados amablemente pregunto. -Andando soldado. -Inmediato que respondí uno de ellos el soldado que tenía un casco blanco y supe que era Ruso se adelanto deduje que nos llevarían a casa en auto.

El resto de la tarde estuve con el abogado de Sesshomaru, preparándome ante el interrogatorio.

19 agosto martes 1946

Es de mañana, desde las cinco de la mañana estoy despierta llevo dos horas rezando para que todo salga bien, entrado a dar un baño solo por mi mente pasa las palabras del señor Jaken no debo dejarme intimidar de nadie y no debo de titubear al contestar. Eh decido usar el traje que Sesshomaru me regalo la ultima vez increíblemente, no lo eh usado solo lo mantenía guardado para una ocasión especial, y creo que este día es, hoy. Le agradezco a Midoriko ella se encargo en mantenerlo listo para hoy. Salgo de mi habitación y uno de los oficiales encargados en cuidarme este pardo firme enfrente de la puerta.

-Buenos días, soldado. -Buenos días esposa del Mariscal, Taisho. - ¿Soldado desea tomar algo? -No muchas gracias, antes de hacer mi cambio pase a desayunar usted debería tomar algo. -Claro que si, Soldado.

Los dos bajamos el fiscal Camus evito hablarme, los periodistas evitaron interrogarme y los fotógrafos de igual manera. Tome un poco de té y una tostada Francesa que me invitaron. Al salir todos me desearon buena suerte.

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Hola espero que allán fisfrutado este cápitulo tanto como escribirlo.
Espero sus votos y comentarios.

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