El castillo de Wewelsburg

-Ven siéntate. Me llevo hasta el sillón más próximo de su oficina. Tengo que decirte algo, de suma importancia. -Si te escucho. -Acaba de llegar, un Coronel muy importante para la S.S. Tiene una habilidad infalible para idéntica a judíos y quiere conocer a todos los de la alta aria de este lugar por capricho. -Y... por suerte él sabe que tenemos la mansión más grande y se presta para que festejemos navidad. -Entiendo. -Tocaron la puerta, era Oyakatan. -Pasa. -Entro Oyakatan en una pequeña mesa de centro las dos tasas ella discretamente me observo de pies a cabeza nuevamente, salió. -Dime que le viste apunte a la puerta por donde ella había desaparecido. -Soy un idiota amor ni me lo recuerdes.

-Bueno, cambiando de tema y ¿qué quieres para esa fiesta para el Coronel? -No sé lo que se te ocurra, espera recuerdas una de las fiestas de mi madre una que coloco un árbol grande un día antes de año nuevo lo quemamos. -Si como olvidarlo, eso significa que tendré que ir a la ciudad.

-Bien yo te acompañare, no pienso dejarte sola. -Tú no puedes dejar tu trabajo así como, como si, llevare a dos de las chicas. -Ja recuerdas soy General tengo privilegios.

-Tienes más obligaciones.

-Tengo más Preferencias, que te parece si vamos este fin de semana.

-Si me parece bien.

-Tomo un poco del café se levanto sigiloso se asomo por la puerta y dijo. -Ve arreglar el salón de conferencias.

Cerró la puerta riéndose dijo muy serio, a veces daba escalofríos sus cambios de humor. -Lo siento pero no me aguanto. Cuando me di cuenta estaba arrodillado retirándome los zapatos. -Mujer me vuelves loco y mas así como te vez hoy. -No como crees aquí no alguien puede venir y entrar. -Nadie entra sin mi orden además tiene seguro. -Dijo eso cuando mis pantaletas ya iban a medio camino.

A pesar que traía las medias sus caricias eran quemantes sus besos eran profundos y delicados de pronto sentí su mano entre mis piernas sintiendo mi cálida y húmeda entrada. -Sr. General eso no está bien. - ¿Quien lo dice señora? No creo que usted también se aguante la siento y esta igual que yo mejor demos un poco de placer mutuo.

Acto seguido al ver que traía el saco y la blusa molesto gruño y me desvistió como muñeca por ultimo, quitándome el sostén y la falda. -No queremos que su ropa se arrugue mi señora, además mi señora usted ya venía preparada para esto. -Susurro entre besos que me daba en el cuello, jadeante pregunte.

- ¿Cómo es que lo sabe mi General? -Es lógico porque sus ligueros justamente esos son los que le hacen ver más sexi. -Mi Sr. Lo ciento no fue premeditado esta situación, pero me agrada la idea de ser suya en su trabajo es muy excitante.

Dicho eso el solo se retiro el saco donde colgaban sus insignias barras y estrellas mientras yo me enfoque en su pantalón podía ver y sentir que tenía una fuerte erección enseguida al ver su miembro libre, el me beso y se coloco entre mis piernas gustosa lo recibí a él jamás le podría decir no, sus envestidas eran rápidas y con fuerza enterraba mis uñas en el sillón era necesario sentir un sostén para no perder el conocimiento, por tan gran euforia que lograba sentir.

-Sesshomaru... Ya no puedo más me correré. -No te detengas hazlo. Respondió al momento que él lo hizo, enseguida el salió lentamente. -No te muevas así como estas quédate. -Alcanzo unos pañuelos desechables, limpio nuestros fluidos que salían de mi vagina, mi útero aun lo sentía palpitante. -Ya puedes vestirte. Dijo después de darme un beso con una gran carga de deseó.

Nos vestimos aun con deseo pero no era muy recomendable por suerte su oficina tenia baño propio, afortunadamente nadie se dio cuenta, y pude arreglar mi cabellos aun que el sombrero era de gran ayuda, la junta fue rápida, no espere mucho mientras yo terminaba de desarrugar mi sombrero vi entrar a Sesshomaru, Miroku, el Sr. Mioga y los Sargentos Hinta y Hakaku.

Quien salude respetuosa. -Sra. aun no lo creo a pesar que la e vista varias veces siempre me deja sorprendido su cambio, su transformación recordarla de cuando la recibí en Berlín, y hasta hoy puedo decir que la señora Kagura hizo gran trabajo. -Gracias. Es grato saber que aparte de mi esposo lo note.

-Ja, Ja Miroku deberías mandar una solicitud a ver si corres con la suerte que te toque con una chica como ella. - Dijo Mioga. -No lo creo correr esa suerte. -Bueno, me dio gusto saludarles, debo de regresar. -No, no que date. -Dijo Sesshomaru. -Sra. quédese al juramento de los nuevos integrantes. - Dijo el Sargento Hinta, mire a Sesshomaru solo asintió discreto.

-Sera un honor que una integrante de la liga de las mujeres Alemanas, este presente. -Continuó diciendo el Sargento. -Sra. que le parece si le enseño este magnífico castillo en lo que terminan los preparativos. -Dijo Walter Mioga. -Por supuesto que no Sr. Yo vine con mi esposo, no con un subordinado de él.

-Camine hacia Sesshomaru su rostro tenía una gran sonrisa, y los demás reían entre dientes. - ¿General tiene un tiempo para mí? -Ja, ja todo el que desees. Ven yo te lo enseñare. Señores nos vemos en unos minutos.

Dio a termino salimos Sesshomaru me mostro algunas partes entre salas con poco de toque contemporáneo mezclado con la medieval poco después al llegar a la sala principal.

En la ceremonia hacían el juramento hacían el juramento hacia el Führer y les entregaban algunos dagas otros anillos otros unos espadines pero allí pude comprender que la mayoría de los presentes estudiosos eruditos con títulos universitarios algunos especializados, no solo en justicia, si se podría llamar así, su justicia que repartían.

Otros lingüística nacional e internacional, también se enfocaban en la arqueología con el fin de buscar la historia de una Alemania poderosa y sus orígenes al punto de rescatar difundir la cultura, folklórica y leyendas danzas con el objetivo era lograr una ideología totalitaria

Lo que podía comprender igual era por algunos arqueólogos analizaban historias con relación con roma y su impero, Noruego al parecer era un país hermano de los Alemanes, por tener grandes similitudes físicas en el hombre Alemán.

Sentí un gran alivio cuando note que Sesshomaru era parte de un programa de investigación llamada ANA NAVA, era muy lógico él no era de su agrado seguir los mismos pasos de su padre el no disfrutaba ser el encargado en vigilancia de un campo de trabajo como ellos les llamaban. Oh custodia preventiva.

Ese día pude entender correctamente, como Sesshomaru a su edad había llegado ser General no había sido por matar judíos, si, no que en su tesis de la universidad exalto a la Alemania de Onigumo manteniendo una línea de la realidad, en el tiempo que él estuvo como Teniente las había manifestado.

Allí me día cuenta que si viviría en ese mundo, no podría yo continuar si seguía fingiendo terminaría mal, tendría que tomar las cosa en una posición más seria o todo esto sería un desastre, y mi pequeño engaño se iría al carajo.

Los soldados que conocí me trataron como si fuese de la realeza, a pesar que casi todos tenían la misma ideología de Naraku Onigumo y Ratsesu Himmler hacia las mujeres algunos repetían un verso.

Al ver a Sesshomaru de pronto era como toparse con el diablo él se mantenía en el límite un Teniente parecía que buscaba molestar a Sesshomaru.

En tono de burla dijo- 'Nuestro Führer, yo que sé, no es partidario del matrimonio y piensa que todo hombre debe dejar huella en cada mujer' -Pero entro en conversación un hombre de edad del padre de Sesshomaru, no permitiéndole a Sesshomaru contestar.

-Qué curioso a pesar de que el Führer lo allá dicho, se puede pensar que se contradice con la liga que ella representa. Pero analícelo ¿Por qué? ¿No lo sabe?

-No señor. -Porque la Sra. y el General son uno de los símbolos de un aria exquisita.

-Riéndose. -Usted Teniente ¿usted está a cargo de investigación o mejor dicho ayudante de Tesso Mengele? es alguien que puede ser destituido en cualquier momento por el General, ah insultado a su esposa yo que alabó esta exquisita pureza que usted jamás lograría y debe saberlo la Sra. es una de las favoritas del Führer.

Ese hombre demostró aun más fuerza en su presencia algunos le aplaudieron por su pequeño discurso, ese hombre era cautivante a todos los que escucharon parecía que lo admiraban como si fuera mismo Onigumo. -Sra. -Tomo mi mano y beso mi anillo con la insignia del nacional socialismo. -Me presento Kahaku Olbrich.

-Coronel -Sesshomaru lo saludo y continúo. -Le presento Aome Goldemberg mi esposa. -Un gusto Coronel - Ah... solo escuchar su apellido me hace sentir extasiado. -Sabe me sé su historia de los dos el reía un poco sarcástico. -Ah. Si. -Reí - Se que usted estudio con el General un par de años en la escuela básica. -Sí. -Apoyo Sesshomaru. -Y ustedes sus padres murieron y usted se deshizo de sus pertenencias y fue a vivir al convento y fue criada por monjas y estuvo a punto de ser una.

Y el General cuando se entero que usted se encontraba allí, hacia donaciones muy generosas y por lo que se envían cartas, ja ja de mejores amigos. -Huaw... Coronel me ha dejado boca abierta. - Lo sé, a eso me dedico saber de los demás, cuando me entreviste con la madre superiora, poco después que partió a Berlín muy cálida. Muy amable me platico de su historia ella la estima y mucho.

- ¿Y dígame por qué yo? -Usted debe saberlo, por una piedra judía en el pasado de su esposo. -A eso. - Torcí un poco la boca, dando entender un desprecio sutil. - ¡Aja...! ¡Si lo sabe! -Su rostro del Coronel Cambio de una sigilosa, mirada de interrogantes buscando la verdad con una Sonrisa malévola.

De a ver confirmado alguna teoría yo pienso que eso fue un oyó negro que fue tapado. -Sí, si Sra. Lo entiendo el reía. -Doy gracias que se dio cuenta a tiempo. Muy bien dicho Sra. Usted demuestra su pureza tan solo en su expresión sonreí, acentué con la cabeza. -Mi General, lo felicito ya quisiera tener una esposa tan refinada. Bueno... ya no los molesto, imagino que tienen algo que hacer, no se tal vez buscar nombres para sus hijos.

-Puf hijos eso me sonó como Hey apresúrate en embarazarla o te la quito. -Claro que por el momento no, nos enfocaremos en las festividades que vienen y usted está invitado. -Como usted diga en su momento Coronel es un gusto conocerlo. -Extendí la mano y realizo el mismo ritual de besar el anillo. -Coronel Kohaku si necesita secretaria puede pedir a Oyakatan que lo sea es muy eficiente. -Oh, Sí. -El apunto con el índice a los dos. -Sí comprendo le diré que está destituida me coloque el sombrero se despidieron con ese saludo que me provoco escalofríos

-Hi, Onigumo, ocultándolo poniendo de pretexto arreglar el sombrero dejándolo ligeramente de lado.
Lo que funciono con naturalidad al llegar a casa, Sesshomaru ordeno que prepararan los caballos, nos mostraron como dar órdenes.

En lo que cabalgamos en los alrededores en fondo nadie nos escuchara. - ¿Cómo, es que ocultaste de tu nerviosismo, enfrente de, él? Normalmente el tiende a descubrir cuando le mienten.

-No sé, como explicarte. - Linda como sea sigue así. -Te diré posiblemente llegue algún momento en que veas como traidora, pero recuerda ya te lo eh comentado cuando me despedí de mi familia ellos me dijeron que estarían orgullosos de mi, y si me ha costado un poco pensar como una Alemana Aria.

-Sí, te entiendo continua.

-Pero en el convento me mostraron, que debo confiar en Dios y en mi, y así lograría todo, después el Teniente Inuyasha me dijo algo muy cierto, estuve en un aislamiento de la sociedad por largo tiempo y me dijo que no confiara en nadie, que los tiempos que conocí ya no existían y él me insinuó que fuera más déspota, y vil al principio no entendí realmente a lo que se refería pero estando en la mansión observando la Sra. Kagura pude comprender a lo que él se refería y allí antes de conocer al Führer, deduje esa carta que mandaste que no solo por fuera me debía sentir como una Alemana sí, no por dentro también y eso del judaísmo, ya no existe en mi persona. - ¿Aome, entonces ya no existe Kagome? - No, solo Aome. - Que bien eso me alegra así no tendré mucha preocupación por ese tema, esa posición que ahora tienes te hace más firme.

Seguimos adentrando un poco más en el bosque -Mira ese Árbol. -Sí es idéntico justamente al que necesitamos, bien vamos de regreso para informarles a los cabos que vengan por este chico.

De regreso Miroku estaba sentado en las escaleras esperándonos se encontraba un poco inquieto baje de Ah-Un de un salto era fácil con esa silla de montar para mujer y Sesshomaru de Yako elegantemente, y nos dirigimos directamente a nuestra recamara ver que nos guio hasta allí supimos que era un tema delicado porque solo allí tocábamos temas del pasado.

- ¿Hermano que pasa? ¿Por qué te vez preocupado? - Me enviaron esto. -Enseño unas hojas y una fotografía con la información de una mujer de 17 Años inmediato identifique que era de la liga.

- ¿Quien te la envió? -Una mujer que se llama Tsubaki además te dejo esto. -Entrego el sobre antes de abrirlo pregunte. - ¿Qué le dijiste? -Que lo pensaría. -Sesshomaru me enseño la fotografía la observe por varios minutos intentando recordar el de donde. De pronto leyó y dijo en voz alta. - Aome tú la conoces, viene del mismo convento se llama Sango...
-Orwell -Si era maestra en el convento. -Sí ahora que la veo está muy cambiada.

- ¿Entonces tú la conoces? Miroku pregunto. -Sí, ella es una gran amiga ella fue la primera que conocí cuando llegue. - ¿No sabías que también la llamaron? - No, poco antes de que nos casaríamos ella me envió una carta pero no lo menciono, Miroku ¿Cuándo tienes que ir si, aceptas? - La próxima semana después de este fin de semana. -Aome abre tú carta. -Dijo Sesshomaru.

Querida Aome, espero que estés bien con tu vida de casada, hemos platicado Kikyo, la Sra. Kagura y yo sean padrinos de esta camada.
Espero que el General acepte y tenga tiempo y sobre el Teniente y su candidata fue a propósito de nosotras, sabemos que estás sola y compañía femenina no te vendrá mal.
Atte. Tsubaki y Kikyo.

P.D. si nos puedes avisar tu respuesta por llamada a la ext. 00045 te lo agradeceríamos.

Sesshomaru me miro y supuso que no era algo bueno.
-Lo siento Miroku. - Entregue la carta para que la leyera, primero Sesshomaru después, el dijo al darle la carta. - Es mejor que leas eso.
Al termino de leerla el me miro no sabía que expresaba. - Entonces si la conoces.

-Ya te dije que si ella fue la primera en apoyarme supongo que las volvieron amenazar para que allá dejado los votos. - No te preocupes marca y avisa que si asistiremos.

-Sesshomaru dijo mientras releía los datos de Sango.

Los dos me acompañaron hasta llegar al teléfono mientras me comunicaban escuche a Sesshomaru.

-Hermano, yo sé que no estaba en tus planes por el momento pero aprovecha ahora la oportunidad Aome la conoce, acepta y se un caballero y no la dejes esperando a cualquier idiota como Walter Mioga, recuerda ella dejo los votos de seguro fue duro para ella y no creo que se merezca una vida como la que lleva la esposa aquel club de idiotas, y sabes a lo que me refiero, Igual las buenas opciones no se presentan dos veces y te aseguro que no la tendrás y te obligaran a casar con una completamente falsa. - Sí es verdad. - Sonrió miro la foto de Sango.

+VCظ-

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