Conociendote



Al llegar al hotel el cabo entregándola llave al chico que se encargaría del auto y me escolto al interior una vez adentro un gerente nos guió al elevador. -Buenas noches. Miro el botón que tenia prendido en el hombro izquierdo. -Si les guió, la cena es en el quinto piso aun faltan que lleguen algunas personalidades importantes.

Dicho eso subimos al elevador y el chico cerró las dos puertas encontradas de seguridad después de seguir la orden al gerente. Al llegar las chicas se acercaron y el cabo se retiro. Todas las chicas en su totalidad se veían muy lindas algunas copias de Simón mire el reloj solo me retrasé quince minutos enseguida al fondo pude ver al Teniente Inuyasha con Con Kikyo y Tsubaki que se acercaron. Para las que no conocían al Teniente Inuyasha Lahm fue divertido verlas chicas como si suplicara que ese soldado guapo fuera para ellas.

Nos presentaron más personas que apoyaban ese programa, y eran los que abalaban económicamente el proyecto así pasaron dos horas y ya tenían a un soldado o político a su lado, mejor Ann ya tenía a su lado un Sargento y rumores la mayoría ya sabía de ella Kikio, Tsubaki y Teniente Inuyasha se apartaron con la Sra. Kagura y les conto lo sucedido.

Con Hitomiko un Teniente que dentro de poco seria ascendido a Capitán, Koharu con un General al igual que Suijin las otras con cabos y sargentos todas se veían felices, paso otra hora eran las nueve y media. Kagura se veía que al verme solo sacaba chispas de enojo al grado de casi insultar a Tsubaki y Kikyo, diciéndoles. -Son unas incompetentes, en primera deben ser más selectas, en segunda como se atreven a dejar a mi mejor pupila, colgada. -Allí tuve que intervenir, no me agrado que los insultara. -Así déjelo madame, tal vez si es mi destino irme de monja.

Escuchar eso Kagura estaba a punto de llorar y peor cada segundo porque no tardaría. En llegar el Führer, Kikyo y Tsubaki se reían apenadas para consolarlas dije. -No es su culpa. El teniente que se había mantenido me pregunto. - ¿Como estas? -Creo que decepcionada. Pero no es la primera vez, ni la segunda se lo aseguro y de seguro tampoco la ultima en sentirme así.

-Discúlpanos, pensamos el Teniente y nosotras no creímos que se echaría apara atrás.

-Kikyo. - No, se preocupen, festejen han logrado un triunfo con ellas apunte a las parejas con un pulgar sobre el hombro sin mirar. -Creo que lo mejor es que me baya antes que llegue... -Mi sus rostros de los tres Kagura seguía igual. De su seriedad y preocupación a una súbita sonrisa de oreja a oreja, de Inuyasha empezó a reír por lo bajo. Intente descifrar ahora sus rostros dije. -Yo me voy.

Enseguida apareció una mano con un collar que colgaba una Perla, muy cerca de mi cara, y escuche. -No monjita a ningún lado vas tome de golpe el sobre junto con la perla al momento que gire a media vuelta intentando reconocer la voz, lo segundo que vi fue las estrellas que significaban que era un general después los rayos de la S.S. mi corazón latía muy fuerte y rápido las rodillas me temblaban di un paso atrás por la impresión.

En mi mundo no veía mas, ni sabía que todos nos veían, ellos salían sobrando de pronto sentí algo tibio correr en mi mejilla, con su mano cálida, enjuago esa lagrima aislada, dijo. -No, llores si bien sabes que no me gusta verte llorar.

Había olvidado la voz de Sesshomaru es niño odioso manipulador sí, mi amigo, mi héroe mi acecino, mi salvador estaba enfrente de mí, entrelazamos las miradas. Pensé. 'Es un sueño no me despierten, el que me despierte yo lo mato.' Cruce los brazos en señal de enojo, el reía. - ¿Por qué a esta hora? Tu madre y padre siempre te enseñaron fueras puntual. -Si lo sé, llegue tarde, lo que pasa es que no me decidía, ¿Cuál? De los dos.

-Tomo mi mano retirando la enorme Perla y coloco en mi cuello, enseguida mostro un brazalete de diamantes y pequeñas perlas. -A sí que termine comprando los dos para ti.

Escuchar eso trague en seco él lo noto y rio mas cuando me enseño un anillo. Mis ojos se abrieron pero más cuando el tomo su seriedad dijo. - ¿Sabes qué significa? -Sí, soy tu prometida.

El toco mi rostro en específico donde debería estar la cicatriz. - ¿Qué paso? -Un invento de mis amigas las monjas. -Que bien, eso me alegra.

-Pero ¿cómo te atreves? Reclamo Kagura pero el Teniente Inuyasha estuvo a punto de intervenir pero le dije. -Sra. Kagura no se preocupe ya sé que quiere el General. Dicho ella se mantuvo asombrada. Y aun así, lo abrí decía.

Mi necesidad es ser querido por ti tener una familia, te amo cásate conmigo

El teniente, Kikyo y Tsubaki terminaron llevándosela. Levanté la mirada y vi esa sonrisa romper ese rosto serio firme. -Tú sabes que si, mil veces sí. Cuando vimos que el Führer Onigumo había llegado todos acudía en su dirección ya no éramos el centro de los demás.

El dio un paso atrás para mirarme de pies a cabeza su rostro expresaba alegría me abrazo muy fuerte y me beso y volví a sentir eso mismo como aquella vez ese calor surgir de mi columna y recorrer mi cuerpo. -Ven, me guio a uno de los balcones con mesa volvió a besar que gustosa acepte, lo abrace con fuerza como si me lo intentaran quitar. Y no lo permitiría. Al separarnos nos sentamos. -En verdad discúlpame por llegar tarde aquí estoy enfrente de ti por fin sin tener que ocultarnos. Siempre he dicho que serias mía si fuera por mi hoy mismo te llevo conmigo.

De pronto el Führer apareció junto a nosotros se acerco a mí al momento que Sesshomaru lo saludaba debidamente. -Ho, mi pareja favorita la perfección máxima.

Díganme cuando es la boda. Aun no te la puedes llevar. -No señor. -Bien ¿qué dices tú cuando será? -Mi Führer... mire a los ojos a Sesshomaru respondimos en coro. Cuando usted disponga. -Ja, ja magnifico - Aplaudía emocionado el mandatario

- Ustedes están sincronizados, me parece perfecto que sea mañana en mi residencia privada. -Sí, Sr. Coro. Magnifico continúen conózcanse el mandatario coloco su mano en el hombro para que se relajara Sesshomaru logrando ese efecto, enseguida se alejo.

Junto Kikyo, no la había visto. Se había mantenido en un segundo plano. Vimos como se regocijaba. Decía a Kikyo encárgate eso y así quiero a todas mis parejas completamente sincronizadas.

Los dos sabíamos que no era el lugar de hablar además no era necesario cruzar palabra alguna nos sentíamos cómodos vernos y sentirnos, el al colocarme el anillo observó el cambio, el recordaba las manos de una esclava, ahora veía otras pasaron dos horas ara mi fue como estar solo quince minutos junto a él.

La Sra. Kagura se acerco con sus pavoneos. -General buena noche, quisiera decirle que ella es la mejor, no puedo decir más, y nada negativo. Y...Aome, General mañana será un día especial para ustedes, los dos deben de descansa o al menos intentarlo se que les será difícil pero ella debe mañana lucir despampanante y si no duerme no lo será. -Por supuesto que lo comprendo. -Bien vamos es muy tarde. Sra. Kagura me permite unos segundos. -Si iré por las demás. Enseguida volví a verlo escuche su linda voz.

-Descansa te veo mañana, quisiera no dejarte pero... - No te preocupes después de mañana no lo harás, ven acompáñame en la entrada del salón el cabo me miro le hice la seña que ya era la hora. El celoso solo gruño y recibió mi estola. Subimos al, elevador tomados de la mano, era extraña la sensación pero me gustaba.

-Sabias que me saldrás cara con estolas carísimas. Chofer particular no sé ni que auto tienes. Pero sabes que...

- ¿Qué? -Pregunte al momento que vi que se colocaba la estola en el hombro derecho. -No, me importa eso no será nada mientras tenga tu seguridad. Al llegar a la puerta el cabo me esperaba con la puerta abierta al sentir el aire frió Sesshomaru me coloco la estola. -Amor ¿Cómo se llama tu cabo? -Cabo Hoyo Mengel el se enderezó firme llamo. -Cabo, Mengel. El chico al escuchar su llamado salió corriendo en nuestra dirección. -Sí, diga General. -Más vale que la cuide muy bien, si no lo haré pagar antes de colgarlo. -Si señor lo hare, si es necesario dar mi vida así será. -Baya prenda el motor.

Caminamos detrás de él y me abrió la puerta robo un beso antes que subiera al auto. Al partir verlo alejarme de él sentía horrendo mi corazón, pero me regañaba mentalmente tranquila es el no es otro a partir de mañana no abra otra para él y otro para ti. -Señorita no le fue tan mal. -No Cabo, resulto ser mejor de lo que yo esperaba, resulto ser mi mejor amigo.

-Enserió ¿de, él es quien hablaban? -Si Hoyo de ese mismo. -Vaya que sorpresa ya entiendo porque esa orden medio. Felicidades no le toco ningún desconocido, me alegra que usted sea feliz.

-Gracias Hoyo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top