Ah-Un y Yako
Al día siguiente al despertar el me abrazaba como cuando teníamos cinco años y dormíamos ese niño mal criado que tanto odiaba, porque me obligaba a veces repetir palabras en un idioma que en mi niñez diría no sirve de nada. Observe su rostro apacible por un largo rato cuando despertó lo primero que hizo fue besarme.
-Buenos días Señora.
-Buenos días General.
-Señora preciosa dueña de mi corazón ¿sabe la hora?
-No señor.
El giro para ver su reloj. - ¿Cuánto tiempo llevas viéndome? -Lo suficiente. -Como te sientes. Solo un poco cansada y casi nada adolorida pero sobreviviré. - ¿Entonces te gusto?
-Sí, fue increíble.
- ¿Nunca había experimentado algo así?
- ¡Claro que no!
-Si lo note ayer.
-De seguro tú has estado con muchas mujeres bonitas.
-Sí, muchas. Dijo en sarcasmo, posterior me beso al cortar el beso añadió. -No, Nunca lo había hecho.
Enojada mire a otro punto. -Cuando tuve la oportunidad con chicas no me dio la gana solo atine a darles de beber y llevarlas a dormir. -No te creo. -Es verdad yo solo esperaba a mi mujer siempre estaba preocupado por ti, que no te pasara nada.
- ¿Y a ti te gusto? -Claro que si eso no está en tela de juicio hacer el amor con mi esposa es algo que muchos me envidiaran. Hasta tengo ganas de volverlo hacer.
Lo mire tenía ese rostro de deseo. -No te preocupes aun tenemos mucho tiempo beso y acaricio mis senos sintió que los tenia aun duros seguimos por un rato mas pero media hora antes tocaron la puerta escuchamos a Karlota. -En media hora estará, el desayudo, ¿señores? Al no recibir contestación de, el que la ignoraba estábamos a punto de tener nuestro segundo orgasmo tuve que contestar cuando volvió a tocar. - Si gracias...
- ¿Nos abra escuchado? -No importa respondió Sesshomaru al momento que salió de mi su respiración era igual de rápida que la mía, se dejo caer de espalda reía. -Y si nos escucho no tiene nada de malo para ellos es lo mejor que le daríamos un hijo al Rench del Führer pero tú y yo sabes la verdad, además no pienso inculcar esa basura antisemita.
Bese su mejilla el gruño mire los ojos Dorados. - ¿Qué? - ¿Y por qué allí? mejor dame un beso como el que diste ayer cuando Himmler nos caso.
-No es difícil, si es orden del Gral. Hay que cumplirlas. Lo bese y si no me cansaría de hacerlo probar esos dulces labios era como comer miel. Al separarnos a causa de falta de oxigeno.
-Vamos General, que hay que nos esperan. Los dos nos levantamos directo a la ducha él se baño en la regadera y me pidió que yo en la Tina para que relaja mi cuerpo con los aceites que habían colocado apropósito a simple vista.
El salió primero de la ducha lavo mi espalda y fue a vestir yo como era de costumbre terminaba con agua fría en la regadera al salir. El casi terminaba mire el ropero que correspondía a mi ropa saque un traje negro que combine con una blusa roja, y ropa intima regrese al baño termine de preparar de regreso, me senté en la cama y empecé a vestir poniéndome las medias de mi color ignorando lo que hacía Sesshomaru seguí vistiendo hasta cuando me coloque el saco lo vi sentado en una silla cerca en del ventanal se había encargado de ver todos mis movimientos.
- ¿En verdad te costo trabajo aprender caminar con eso? -A punto los zapatos no eran tan altos como los del día anterior, eran más bajos por tres centímetros -No, mucho a veces tenía que aparentar que no me salía, por que las demás casi en todo fallaban y era ilógico que yo no, y en teoría enseñaban cosas estúpidas, que yo con los años sirviendo a la Sra. Irasue aprendí, y ellas en realidad carecían de interés por eso resulte ser la mejor.
-Ven. -Extendió su mano para tomar me de la cintura y sentarme en su regazo voz queda cerca del oído. - ¿No extrañas todos los ritos judíos? Sonreía al ver esa preocupación imitándole respondí. -Tú sabes que, mi familia no era muy apegada a eso, además mi padre siempre me dijo que aprendiera de los demás aunque fuera lo mínimo y durante los años eso fui haciendo, y... la última vez que los vi ellos me dijeron que... no importaba si era necesario negarlos que mientras yo estuviera con vida ellos igual.
-Escucha, lo más seguro que a partir de hoy escucharas comentarios completamente insultante, y te lastimen pero te pido que seas fuerte y si te molesta solo actúes como si te fuera indiferente, si te preguntan algo al respecto, piensa bien cada palabra que dirás.
-Sesshomaru, estado enfrente de mismo Onigumo y Himmler y me he mantenido a raya y respondido lo que ellos quieren escuchar, tranquilo no me pondré a riesgo y a ti menos.
Me beso cariñosamente podía sentir como se desvanecía su preocupación, miro su reloj. - Es hora de irnos, mi Aome. Me levanté fui al escritorio donde tome mis anillos y aun lado estaba el broche, lo mire y Sesshomaru lo tomo para colocar. -Esto será solo una baratija no lo tomes muy a pecho. - ¿Es malo, que no piense así? ¿Es hipócrita de mi parte? Lo Cuestione, quería sabes que pensaba él, pero principalmente a mí. -No, es malo y no es hipócrita porque tu verdaderamente eres una Alemana tus mismos rasgos te delatan, solo no te creas todo. Dijo al momento que estiro el saco para ver cómo había quedado el broche. -Si te entiendo. Vamos que ya tengo hambre. -Si vamos con el Lobo. Susurro en el oído. Salimos, caminamos en un liberito y tomo mi mano y entrelazo los brazos pude ver pinturas decorando las paredes blancas al llegar fue casi al mismo tiempo el Führer.
- ¿Descansaron? El Führer pregunto lucia muy feliz Tsubaki se acerco. -Disculpe General le robo a su esposa unos segundos. Sesshomaru asintió en silencio, me llevo a la ventana donde no nos podían escuchar, hablo en voz baja. Oye los dos irradian alegría dime ¿ya paso? -Sí. - ¿Y qué tal? -Que puedo decir Fue hermoso. -No te lastimo. -No al contrario fue muy caballeroso. -Que bueno, a ver cuando hay bebes.
-Señores pasen a sentar. -Karlota dijo, en voz alta.
-Fui a sentarme el orden más o menos fue así, de cabecera el Führer a su derecha Sebastián enseguida yo después la Sra. Kagura, Hashi, Suijin su pareja el general, Koharu y el Capitán de frente de Sesshomaru Himmler seguido por Kikyo, Tsubaki dos generales que no los conocía un Teniente que algún momento lo llegue a ver qué platicaba muy ameno con el Teniente Inuyasha Lahm.
En el transcurso del desayuno los únicos que parecía que podía hablar y eran los generales y por supuesto era a causa de preguntas que realizaba Onigumo directamente. Después del desayuno todos los hombres se levantaron Sesshomaru toco mi pierna susurro. -Nos vemos luego toma un té o café. Beso discreto mi mejilla lo mire salir con una sonrisa de estúpida cuando todos los hombres desaparecieron vi que se acercaron sirvientas y completamente organizadas rápido levantaron los cubiertos y las mujeres presentes se arrimaron cerca al lugar donde yo estaba Kikyo tomo el lugar del Führer y Tsubaki de Himmler, nadie mencionó ni una palabra hasta que las sirvientas colocaron las tazas con café y otra con té. Pude ver el rostro de, la Sra. Kagura al igual que todas se veían interesadas en mí, pero Sra. Kagura pregunto. - ¿Qué tal la noche de boda? -Bien Sra. Kagura. Respondí seca pero al ver ella dijo y más directa -Ya te entregaste o te tomo. Escuchar la pregunta me causo un poco de pena no quería que se enteraran de mi vida ahora casada.
-Sra. Kagura creo que correctamente seria las dos y fue fantástica la noche. -Creí que las preguntas cesarían pero no fue así la siguiente fue Kikyo. - ¿Te maltrato? -No, se porto como un caballero. -Entonces no te toco la voz de Ann sonó del otro lado, respondí molesta.
-Ann que te tomen como mujer no siempre es con agresividad y si querías escuchar que me golpeo pues tienes que irte a otro lugar porque no lo escucharas aquí, el General es todo un caballero es más que evidente que es una persona con clase, que tu no tengas no me interesa y a partir de hoy que estas, sobria y puedes entender a la perfección te dirigirás con respeto ante mi soy esposa de un Mariscal y fui la mejor en la clase y creo tengo esos dos puntos a mi favor para que sea sí. Yo ya no estoy para seguir tus jueguitos y si he respondido es por ser cordial ya que es un tema que solo nos compete al mi esposo y yo. Respire profundamente para tranquilizarme tome un poco de té.
-Eso es muy cierto la esposa de un general no se debe prestar a eso y si ella te lo ha pedido Ann debes atacar la orden. - Dijo la Sra. Kagura, y cambio de tema. - ¿Ya sabes donde Vivirán? -Sí, el Führer nos dio una mansión cerca del castillo de Wewlsburg.
- ¿Solo tiene una? Koharu pregunto. -No tiene también en Berlín y En Múnich. -Si lo más posible que sea cerca en Wewlburg porque en ese castillo están las oficinas generales de la S.S. - Comento Kikyo continuo. - Está bien Aome ya has demostrado que tu eres perfecta para el lugar que te has ganado, ahora todo lo que aprendiste en este poco tiempo empléalo y avísanos cuando venga un bebe eso será maravilloso. -Claro, solo lamento ya no poder ayudarle. -No te preocupes, ahora solo nos encargaremos solo repartir.
Por un rato mas la plática se enfoco en las demás chicas, si ya tenían fecha para su casamiento con los dos generales y el capitán al parecer el sargento no le había agrado lo sucedido en la noche anterior. Hasta el momento que regresaron los hombres siendo el primero fue Sesshomaru en entrar se veía más serio frio. -Ven Vamos a caminar. Dijo extendiendo la mano para que lo tomara. -Sí, me disculpan.
Me dirigí al grupo que lo veían como si fueran a comérselo, nos dirigimos al jardín donde nadie nos molestaría, una vez en una de las bancas estratégicamente colocadas en el lugar nos sentamos, el suspiro y lo cuestione.
- ¿Pasa algo? -No nada grave, tranquila te tengo dos noticias una buena y una mala.
-Dime las contigo a mi lado puedo con lo que me pongas enfrente. -El sonrió dijo. -Se que de un modo no te va gustar, pero me alegra saber que estas dispuesta, me encargaron supervisar tres campos de concentración y el Führer quiere que bayas conmigo y aparte tengo que supervisar el campo que está encargado mi padre. Y la otra noticia es, que veras a tus padres pero como no, nos podemos arriesgar con ellos no quiero que salgas de la casa. -No importa estaremos de un modo con nuestros padres, sabré comportarme. -Mañana partiremos, a los primeros tres campos, tardare en supervisar máximo tres días cada uno, no te obligare entrar tú te podrás quedar en las casa donde nos quedaremos solo ten mucho cuidado. -Sí, lo entiendo. -Después de ir a Dachau iremos a casa. -El acariciaba mi mano, levantó la vista y a lo lejos vio algo su rostro cambio súbitamente.
-Ahora que recuerdo... ¿Aun deseas aprender a montar a caballo? -Sí. -Entonces ven. Tomo la mano y llevo hasta una distancia un poco lejana de la mansión había un establecimiento. -Oye yo... no puedo montar a caballo así no tengo la ropa apropiada para ello. -Eso, no importa, miedosa. -Yo no soy miedosa solo que nunca lo eh hecho.
-Por eso mismo yo te voy a enseñar además allí tienen soldados especializados en domar caballos. Al llegar encontramos dos soldados jugando cartas y tres dormían pero cuando nos vieron se levantaron de golpe, uno firme dijo - ¡Oficial en el área! Los tres hombres asustados brincaron tomando su posición se vieron tan graciosos que solté una risa enseguida los cinco levantaron la mano derecha. - ¡Hi Onigumo! - ¡Hi Onigumo! oficiales descansen. Sesshomaru dijo. Con un tono de mando. - ¿Sr. Desea montar? -Si solo que quiero uno, para que pueda aprender a montar mi esposa. -Enseguida le prepararan uno se llama Ah-un, es perfecto para la Sra. al ver el caballo cuando lo sacaron de su cubículo era un caballo de pelaje negro azabache en la frente una tipo estrella en la frente blanco, nerviosa dije. - ¿y cómo me voy a subir, Sesshomaru?
-Sra. no se preocupe eso no es ningún problema. El soldado encargado al parecer intervino. Una vez afuera el soldado dio una orden, simple al momento que toco dos veces la cabeza y dijo. - Abajo. -El caballo, azabache se recostó. -Así será más fácil señora. -Enseguida subí el soldado dio un ligero tiro de la cuerda y firme dijo Arriba. Como acto seguida el caballo se levantó Sesshomaru tomo la cuerda y guio al caballo dio dos vueltas al pasar cerca de uno de los oficiales le dijo. -Subiré a otro.
-El joven se dirigió adentro en busca. -Aome, si tuviste la oportunidad porque no le dijiste ah Zota que te enseñara. -Miedo a tu padre. - ¿Y dime que aras cuando lo veas y te salude? -Eso mismo me pregunto y estoy pensando.
Después me dio las instrucciones y llego el soldado en otro caballo blanco, me entrego las riendas y subió a un caballo igual al que montaba dimos varias vueltas hasta que nos llamaron a comer, regresamos y el soldado hizo lo mismo bajo Sesshomaru me ayudo a bajar.
En la entrada Himmler nos esperaba. -Magníficos animales verdad. -Sí, son los mejores que he visto. -Alguna vez había montado a caballo. -No nunca. -Le dieron miedo. -No señor.
A la llegada del Führer platicaba con Simón y otros allegados a él. -Pasen tomen asiento. -Sra. la veo un poco acalorada. El oficial Walter Mioga, dijo. -Si un poco. -Me ha dicho su esposo que a usted le gusta los caballos.
-Himmler escuchaban de cerca y detenidamente. -Nunca había tenido la oportunidad pero hoy ese detalle en que me enseño es grato. -Ya ven ese quiero que tomen en cuenta esas palabras, un detalle valorado. -Sra. Kagura, sugiero que aprendan eso. -Sr. Himmler contesto emocionada Kagura cuando nos, sentamos todos en la gran mesa pude ver que la dama de llaves se veía exhausta, mientras comíamos pude escuchar algunas opiniones diferentes respecto los nuevos proyectos.
Poco antes de retirarnos de la mesa el Führer se dirigió a Sesshomaru. -General Taisho. -Si mi Führer. -Ella es una joya bien pulida cuídela bien. -Sí. Señor lo haré. -Sra. Taisho. -Sí, mi Führer. Veo que le agrado a Ah-Un y Yaki. -Si mi Sr. - ¿Le agrado su boda? -Por supuesto fue magnífica mi Sr. Gracias.
El mandatario hizo una ligera reverencia y se levanto, por respeto a él todos nos levantamos posteriormente unos fueron a fumar otros a beber un poco de cerveza y jugar cartas en mi caso, subí al cuarto a empacar me acerque a la dama de llaves dije. -Podría enviar alguien que me ayude a empacar. -Si Sra. me dirigí a Sesshomaru discreto dije.
-Disfruta un poco yo iré a empacar. El asintió beso mi mano.
Posterior la chica que me ayudo a empacar resulto la que había enredado el rosario en el ramo ella lo había guardado con la emoción del día de ayer lo había olvidado, con su ayuda terminamos rápido, solo dejamos la ropa que usuarios y algunos artículos que usaríamos pero la ropa en las maletas, el resto dedique a leer libros que encontré de Sesshomaru sobre la mitología nórdica, a la hora de la cena Onigumo se mando a disculpar por no presentarse ya que tenia migraña, por lo que no, nos despedimos de él.
QM7?I$
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Les dejo este Cap. Por agradecimiento a sus votos y comentarios,
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