Capítulo 2
Taehyung había llegado a su casa después de la media noche, había perdido demasiado tiempo esperando a que lo recogieran, incluso su ex pretendiente al salir se había asombrado de aún verlo en la entrada del restaurante. Para él fue humillante tener que fingir que no lo había visto. Caminó exhausto quitándose los zapatos y acomodándolos en la entrada, caminó sin hacer ruido tal como le habían enseñado. A veces odiaba que su habitación fuera de las más lejanas, aunque lo agradecía mucho, podía tener una sensación de espacio personal que lo calmaba.
Al llegar a su cuarto vio que alguien estaba dormido en su cama. Genial solo faltaba que también se hubieran comido su sopa.
Camino hacia la cama destapando el cuerpo que dormía profundamente.
—Jimin, despierta, quiero dormir —dijo sacudiéndolo para levantarlo.
—Duerme en el piso —contestó volviéndose a tapar.
—Entonces hazme un hueco —dijo empujándolo—. Jimin, en serio vengo cansado —rogó.
Su tono al parecer logró hacer que el rubio se moviera hasta hacerle el suficiente espacio para acomodarse, y pudo meterse a la cama. Ya hablaría con el rubio en la mañana, ahora se encontraba agotado.
A la mañana siguiente ambos despertaron con el pelo alborotado, y algo adoloridos por dormir apretados en una cama individual.
—Entonces, Jimin, ¿Qué necesitabas para quedarte hasta muy noche? —preguntó mientras trataba de aplacar su cabello
—En realidad me dormí sin querer, solo venía a ver cómo estabas.
—Eso no suena a ti, puedes decirme lo que sea. Lo tomaré bien.
-—Bueno... cómo te lo digo.... veras el líder de la casa Katsuki está harto de ti.
—¿Harto? Pero si no rompo ni un plato —dijo fingiendo inocencia.
—Creo que sospecha que haces algo para espantar a tus pretendientes.
—¿Y cómo sabes lo que pasa?
—Le llegó una invitación a Beka, harán una fiesta de matrimonio para ti.
—¿Por qué le llegaría a Yoongi si están casados?
—Supongo que escuchó los rumores de que nos íbamos a divorciar.
—¡¿Te vas a divorciar?! —preguntó mirándolo preocupado.
—No, no, nada de eso, solo discutimos en el centro comercial y se me salió la palabra divorcio. Estoy hormonal no puedo evitarlo.
—Estás embarazado.... dios, Jimin... pero tú dijiste que esperarían y que tu carrera...
—Sigo estudiando, pero se me salió de control el celo y bueno... tendré al bebé y después contrataremos una niñera para que regrese a estudiar. Bueno, ahora esto no es importante lo que importa es, ¿qué harás?
—Una fiesta de matrimonio, mhm.... supongo que tendré que conseguir un esposo antes de que pase eso —dijo sonriendo—. ¿Ahora dónde consigo uno? ¿Conoces a alguien?
—Sabes que no te presentaría a nadie no quiero que después se quieran vengar de mí, y por si no lo recuerdas no tengo tantos amigo como para perderlos
—¿Entonces conoces algún rumor de algún alfa disponible?
—Supongo que Seokjin podría ayudarte, yo no tengo una red de información tan amplia como la que él tiene.
—Quisiera evitar a Seokjin, la información es buena, pero no es nada barata y no quiero gastar demasiado.
—Tienes dinero de sobra, ¿y no quieres gastar? Estoy seguro de que ya llevas una gran cantidad de pretendientes estafados como para que te hagas el pobre.
—Pero me costó. Me lo gané con el sudor de mi...
—¡Cállate cerdo asqueroso! —Gritó molesto el rubio.
—Iba a decir sudor de mi frente —dijo riendo.
—No es cierto. Estoy seguro de que ibas a decir culo. —Taehyung rió.
—En serio Jimin, ¿Cómo es que quedaste embarazado si todo te avergüenza?
—Cállate —dijo sonrojado—. Bueno, me marcho que seguro Yoonie está preocupado. Y tomate esto en serio por una vez. No querrás que te casen con un alfa 40 años mayor que tú.
—Lo prometo.
—Cuídate Taehyung, vendré otra vez a verte, iré al onsen —dijo un poco acongojado—. ¿Quieres que le diga algo a tus padres?
—Diles que los amo y que pronto iré a verlos.
—De acuerdo, les diré que es una promesa.
—Una promesa —dijo sonriendo tiernamente.
.
.
.
.
.
.
Taehyung había descansado la mayor parte de la mañana cuando tocaron a su puerta, ya lo esperaba, pero pensó que aún tenía un poco más de tiempo.
—Adelante.
—Taehyung, el líder te espera, vine a ayudarte a arreglar —dijo un omega de cabellos bicolor.
—No sé porqué no puedo presentarme así.
—Son las reglas, venga que te ayudo.
—Gracias, Beomgyu.
—Por cierto, Taehyung, pronto me casaré.
—Pero aún eres un niño.
—Lo sé, pero... nos amamos y tenemos miedo de que el líder encuentre una mejor oferta.
—¿Ya firmaron los documentos?
—Se hará al atardecer.
—Entonces creo que felicidades, espero que tu futuro esposo te de tu lugar.
—Lo hará. Lo escogí bien, tal como me enseñaste.
—Entonces no me preocuparé.
Beomgyu le arregló el cabello poniéndole un adorno demasiado ostentoso, además del kimono demasiado apretado en la cintura, sentía que sus pobres órganos invadían el espacio de los contrarios, trato de respirar mientras caminaba en pasos cortos tratando de idear alguna historia que le ayudara a no sentir que se ahogaba, tal vez sus órganos se amaban y solo cuando le ponían ese cinturón tenían la oportunidad de encontrarse, seguro que estaban haciendo el amor y por eso le dolía demasiado, tenía que aguantar por el bien del amor prohibido de sus órganos.
Al llegar una sirvienta que estaba fuera lo anuncio para después abrirle la puerta, entró poniéndose erguido mostrando todo el orgullo que poseía.
—Taehyung, ¿dime qué debo hacer contigo? —preguntó un hombre mayor algo robusto vestido en un kimono tradicional.
—No lo sé, mi señor, seguro pronto encontraré a la persona indicada.
—¿Crees que soy idiota? ¿Qué haces para que nadie se quiera casar contigo?
—No lo sé, tal vez soy demasiado para esos estúpidos alfas.
Taehyung solo sintió la bofetada, sabía que llegaría al hablar de esa forma, pero vaya que ese hombre no se contenía.
—No sé en qué fallé, pero eres un omega. Tu deber es lucir bonito y dar hijos, y sobre todo tienes un deber con la casa Katsuki, han empezado a haber rumores y tú no harás que esta noble familia pierda prestigio.
—Si la casa pierde prestigio es porque usted es el líder, un idiota alfa que no sabe hacer nada más que vender omegas al mejor postor. —Vió venir otro golpe pero no se amedrentó haciendo que el alfa retrocediera. —Poco hombre —susurró.
—En dos semanas organizaremos una fiesta de matrimonio para ti. Te casarás aún si tengo que darle tu mano al alfa más vil del país, aunque eso te podría ayudar a recordar tu lugar.
—Entonces si ya lo decidió no me moleste para estas cosas, estoy demasiado ocupado —dijo retirándose mientras veía a su lado pasar un vaso que se estrelló en la pared, le restó importancia saliendo, tenía menos de dos semanas para casarse y por desgracia tendría que gastar dinero para comprar información.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top