Capítulo 3

Taehyung se las había ingeniado para salir de paseo con la excusa de que necesitaba nuevos accesorios y ropa para su fiesta de matrimonio, se había quedado de encontrar con Seokjin en una cafetería en una zona poco transitada, era el mejor lugar para evitar encontrarse con personas indeseadas que pudieran dar algún tipo de aviso de verle hacer algo sospechoso.

Cuando encontró la cafetería le pareció un lugar hermoso, se veía pequeña por fuera pero por dentro por cómo estaba decorada se veía enorme, con dos grandes ventanales, que daban a un espacio con muchas macetas y plantas coloridas, al entrar había una barra donde estaba el barista principal junto con la registradora, los camareros aunque con uniformes sencillos se veían elegantes. Lo guiaron a una mesa que había sido reservada, al sentarse miró con curiosidad, había plantas enredaderas que no estaba seguro de si eran artificiales, pero que daban un toque armonioso al lugar, en conjunto con las mesas y sillas de madera cuidadosamente pulidas, y el cojín de la silla era firme y cómodo, era el lugar perfecto para pasar una tarde tranquila.

Al parecer el lugar era más popular de lo que creyó, pronto casi todas las mesas estaban ocupadas. Mientras esperaba, se distrajo mirando a la gente, era algo que le gustaba hacer, observar a la gente para ver sus acciones, a veces envidiando, otras queriendo pararse para golpear a alguien o defender a algún joven que era maltratado, pero sabía que no siempre podía hacerlo. A veces se había metido en peleas donde veía algún omega ser maltratado solo para escuchar de parte de este mismo que no se metiera en sus asuntos, para verlos terminar rogándole al alfa que no los dejara. No entendía esa parte, muchos decían que era su naturaleza pero él pensaba que era gracias a la educación que se les daba, desde pequeños se les condicionaba a ser sumisos y pensar que solo servían con un alfa al lado.

De pronto se sentía molesto, apartó su vista para terminar dando un brinco en su lugar al ver que un omega más alto que él estaba sentado frente suyo, mirándolo con una gran sonrisa.

—¿Cuándo...? —preguntó medio recuperándose del susto.

—Llegué hace... —Miró su reloj de muñeca. —Diez minutos, pero estabas tan entretenido que no te diste cuenta.

—Discúlpame, sé que estás muy ocupado —dijo un poco avergonzado.

—No pasa nada, a mí también me gusta ver a la gente, aunque cuando lo hago los espanto —comentó sonriente a lo que Taehyung también sonrió.

—Entonces no te quito más tiempo, necesito información urgente —habló de forma directa Taehyung.

—¿Qué clase de información? —preguntó mientras llamaba al mesero para pedir un café y un pastelillo al presentir que podría tardar un poco.

—Quiero saber si hay algún alfa disponible para contraer matrimonio.

—Mhm, ¿un alfa para casarte? ¿No puede ser beta? —preguntó Jin sacando su computadora portátil para anotar lo que pedía el omega.

—Debe ser alfa, de preferencia alguien que pueda pagar por casarse conmigo.

—Oh. —Sonrió. —¿Seguro que es para casarse?

—¿Para qué más querría un alfa?

—No sé... ¿para estafarlo? —Su sonrisa se ensanchó aún más. Taehyung, enfadado, hizo el ademán de levantarse, pero Jin lo detuvo. —Perdón, perdón no quería ofenderte, pero eres popular. Aunque hayan firmado acuerdos de confidencialidad, se ha esparcido un pequeño rumor

—¿Me investigaste? —Preguntó en un susurro.

—Siempre investigo a mis clientes, no puedo reunirme con cualquiera. Además me gano la vida de esto, si veo que no tienes cómo pagar no vendría en primer lugar. No hago caridad.

—Bueno, entonces solo quiero la información. Necesito casarme con un alfa antes de dos semanas, debe ser capaz de pagar por el matrimonio y si es guapo mejor. Ah, y como un bonus preferiría que aceptara divorciarse.

—Pides demasiado —dijo para apartar su laptop y comer su postre—. Quinientos mil.

—Eso es mucho —dijo Taehyung frunciendo el ceño.

—Te lo dije, te investigue. Sé que apenas es un pequeño número en tu cuenta personal, que en primera instancia, no deberías de tener al pertenecer a una familia de preparación de omegas.

—De acuerdo, pagaré. Pero tu información debe ser buena o no te daré nada.

—Lo acepto entonces. —Miró su celular. —Tendrás tu información en dos días, te daré la información y el resto dependerá de ti. Te mandé la ubicación a tu teléfono, siempre que entrego mi trabajo es en mi territorio.

—Entonces te veo en dos días —dijo y se levantó para luego hacer una reverencia—. Yo invito, gracias por tu tiempo.

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Sintió el pasar de los días demasiado lento, por fin iría por la información. Tomó un taxi para evitar que alguien lo viera caminando por esa zona, esa parte de la ciudad era demasiado tranquila, algo alejada de los suburbios, no pareciera que ahí viviera ese omega. Sabía que seguramente poseía mucho dinero como para comprar una mansión en una zona residencial. Al llegar pensó que se había confundido, no era una casa, la dirección que le habían dado era la de un orfanato, era un lugar enorme, tenia una reja enorme y grandes paredes de piedra que abarcaban, diría por lo menos, unas cuatro casas grandes. Había un intercomunicador, no sabía si preguntar. Miró alrededor y un pequeño se acercó a la reja.

—¿Necesita algo? —preguntó el niño.

—Sí, disculpa. Me dieron esta dirección, ¿podrías decirme dónde es? —Le mostró la pantalla de su teléfono con la ubicación.

—Es aquí. —El pequeño lo miró. —¿Viene a adoptar a alguien?

—Eh, bueno... yo... —dijo sintiéndose un poco incomodo—. Un chico llamado Seokjin me citó aquí.

—¡Oh! Viene a ver al hermano mayor. —Sonrió.— Espere, iré por él —dijo para luego correr hacia la casa.

Solo tuvo que esperar unos minutos cuando apareció Jin vestido con una bata, como las que usaban los maestros en las guarderías.

—Perdón, Taehyung, no pensé que llegarías pronto —dijo abriendo una puerta situada a un costado de la enorme reja—. Pasa.

—¿Vives aquí? —preguntó curioso—. Aunque me alegro de que no me haya equivocado.

—Dirijo este lugar. Yo lo fundé —respondió orgulloso—. Pasa. Amm, podrías esperar en aquella casa. —Señaló una pequeña casa de un piso, que estaba al costado de la casa principal que era alargada y contaba con dos pisos.— Tengo que dejar a los niños encargados con alguien, no tardaré.

—Claro. —Comenzó su camino dirigiéndose a ese lugar.

Al llegar vio que era extrañamente cálido, solo contaba con un par de sillones una mesa de centro mediana, y algunas decoraciones.

—Bueno, estoy listo —dijo Seokjin entrando después de algunos minutos—. Aquí tengo a los futuros candidatos

Seokjin extendió sobre la mesa seis folders, y abrió la primer página de cada uno donde mostraba una foto junto con información.

—Algunos tienen pequeños defectos, pero podrían servirte. El primero es feo, pero rico y estaría dispuesto a casarse de inmediato. Solo podría dificultarse un poco el divorcio. —Dejó la foto y tomó otra.— El sguiente es medio guapo, tiene algunas tendencias al sexo rudo pero fuera de eso es normal. —Repitió la misma acción.— El tercero, acepta a cualquier omega que quiera casarse y no le importara lo que hagas, lo único que pide es un hijo y que te dejes marcar.

—Esos no son pequeños defectos —dijo Taehyung un poco preocupado—. Ok, el siguiente.

—Paga la mitad. —El omega sonrió.

—De acuerdo —De su bolsillo, Taehyung sacó un sobre.— Aquí está en efectivo, como pediste.

—Gracias —dijo comenzando a contarlo rápidamente, para después guardarlo.

—El siguiente, es parecido al tercero tiene un montón de omegas viviendo con él. Le gusta ver a sus omegas convivir "íntimamente" si entiendes. —Miró burlón la expresión de asco que puso Taehyung.— Y si le gustas demasiado te marcará y te llevará a sus fiestas sociales.

—Parece un patán.

—Pero es un patán con dinero, te aceptará inmediatamente ya que vienes de una prestigiosa familia. —Se alzó de hombros. —El quinto tiene cuatro madrastras que guían su vida, pero el alfa es un amor de persona. Si tienes alguna queja, sería que tus suegras podrían querer hacerte la vida difícil. Por lo que logré investigar, no han aceptado a ningún omega. Tiene ya tres divorcios por culpa de ellas, así que solo tendrías que aguantar el tiempo que necesites y podrás irte con la excusa de que ellas te hacen la vida imposible.

—El siguiente —dijo sintiéndose molesto, ninguno servía. Bueno podría considerar este ultimo aunque solo sería en un caso extremo. Él no era del tipo que soportaba en silencio y estaba seguro que si trataban de molestarlo, él no dudaría en defenderse.

—El siguiente el alguien difícil. Es guapo, adinerado, un alfa cotizado, pero rumores dicen que le desagradan los omegas, aun así, ahora mismo está realizando entrevistas para casarse con uno.

—No entiendo si le desagradan, ¿por qué busca casarse con un omega?

—Algunos dicen que es porque se siente solo, otros que solo quiere un heredero, la verdad no logré conseguir más información.

—De acuerdo, ¿y tiene algún defecto aparte de que no le gusten los omegas?

—No, básicamente es perfecto.

—Lo intentaré primero con este, si no funciona, analizaré a los demás. Aunque preferiría que buscaras más, es demasiado el pago para solo seis candidatos.

—Buscaré un poco más, pero es poco probable encontrar algo. Además me anticipé un poco y te hice la cita de entrevista para el matrimonio.

—De acuerdo. Aquí está la otra mitad. ¿Cuándo es la cita?

—Mañana a las 4 pm, aquí tienes la información completa —dijo entregándole todas las carpetas.

—Gracias, entonces nos vemos. —El omega se levantó de su lugar e hizo una reverencia para marcharse, al abrir la puerta vio a una pequeña afuera.

—Ella te abrirá la puerta, gracias por tu preferencia —dijo Seokjin despidiéndolo con su mano.

Al salir del orfanato, Taehyung tomó un taxi de regreso a la casa y cuando llegó paso rápidamente a su cuarto para esconder los archivos. Una vez seguro que nadie los encontraría salió a hacer sus labores, era tarde y tenía que lavar mucha ropa como castigo por su "lenguaje inapropiado", demás de quedarse a rezar en el templo para reflexionar sobre su comportamiento. No le molestaba rezar, le ayudaba a calmarse y a pensar en otras cosas.

Cuando terminó de lavar y tender todo, fue hacia el comedor que ya se hallaba casi vacío. Comió en silencio apartado como casi siempre, Beomgyu se había marchado apenas con su nuevo esposo, así que ahora ya no tenía otro amigo en aquel lugar.

Al finalizar se dirigió hacia el templo, y cuando llegó vio que habían otros tres chicos rezando. En parte le agradaba no estar solo en ese lugar. Habían dado las once de la noche cuando uno de los encargados de supervisarlos les mando a acostarse, aunque eran castigados trataban de mantenerlos en buen estado y para eso debían dormir lo necesario. Cansado y con sueño, regresó a su habitación y alistó la ropa que usaría al día siguiente pues no estaba seguro de que le diera tiempo. Tenía toda la mañana ocupada con su castigo de barrer y limpiar ventanas.

Sacó la carpeta de su escondite para repasar una última vez la información. Debía estar seguro de lo que diría en la entrevista. Sonrió y pasó sus dedos sobre la foto del hermoso hombre ahí retratado.

—Jeon Jungkook, en serio eres guapo. No me decepciones. —Le habló a la foto, se sentía tonto por hacer eso, pero mínimamente no estaba siendo observado.

Sonrió de nuevo, para cerrar la carpeta y volverla a esconder para seguidamente acostarse en su cama. Lo mejor era descansar, el día siguiente tendría que hacer una gran actuación.

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