ღCapítulo 5

Después de aquel encuentro tan infortunio, Fandral salió a la búsqueda del joven príncipe, esta vez no le dejaría ir tan fácil. Caminaba mirando por todas partes aún pensado en que era lo que le diría ahora, ya que después de la interrupción no se sentía seguro de revelar sus sentimientos, fue como si le hubieran cortado la inspiración de hacerlo.

A pesar de haberlo buscado en cada rincón del palacio y hasta haber entrado a su habitación, no encontró de su presencia.

—Perfecto, lo he perdido otra vez —dijo para sí mismo mientras daba por terminada la búsqueda y retomaba el camino de regreso.

Con la ceremonia tan cerca y la reciente desaparición de Loki no le hacía más que aumentar sus nervios. El futuro del reino probablemente dependía de lo que fuera a pasar ese día.

Fandral aún no sabía a quien apoyar realmente, sin duda Loki sería un gran rey para Asgard, pero sabía muy bien que lo que trataba  de hacer para obtenerlo no sería lo correcto para su nombre. Fandral quería lo mejor para él sin saber que hacer para ayudarlo. Tampoco no es que tuviera nada contra Thor, también pensaba que el sería un fantástico rey, aunque cuando se tratan de preferencias personales cambiaba todo el asunto.

~•~

Los días pasaron y la dichosa ceremonia ya se empezaba a llevar a cabo. No había noticias de Loki y ya faltaba poco para la llegada de Thor. Asgardianos empezaban a llenar el lugar, ansiosos de que se llevara acabo aquel evento y poder contemplar en su gloria al sucesor de Odín.

— Entonces todavía no hay rastro de Loki —se acercó Sif a Fandral, quién caminaba de un lado a otro absorto en su pensar.

Fandral miró a Sif unos momentos con una expresión de suma preocupación que lo decía todo.

— No te preocupes, si Odín llega a matarte te aseguro que en un futuro diré que Fandral fue el más valiente de los Tres Guerreros... aunque no sea verdad, pero lo diré para que te sientas mejor —le dedicó una sonrisa burlona para volver a su expresión normal.

— No estás ayudando —siguió caminando de un lado a otro pensando en sus últimas alternativas.

— Si no tienes nada mejor que hacer hazme el favor de darle un último vistazo al aposento de Thor. Asegúrate de que todo esté en orden, yo haré guardia por ti —sonrió amablemente.

Fandral sin poder negarse hizo caso y fue en dirección a las habitaciones de los reales.

Estaba totalmente alerta, sin saber que es lo que planeaba su amigo, ni quiera lo que esperará Odín de él. Estaba metido en un lío.

Al acercarse a la habitación de Thor se dio cuenta de que la puerta estaba entre abierta, lo que le alarmó e hizo que se apresurara en entrar.

—¿Quien anda ahí? —entró a punto de desenvainar su espada encontrándose a Loki, que al parecer hurgaba entre la pertenencias de su hermano.

Loki pareció espantarse ante la llegada del guerrero, pero se alivio inmediato al ver que se trataba de Fandral.

— ¡Por los dioses!, que susto me has sacado —suspiró y volvió a lo estaba haciendo.

— ¡¿Qué haces aquí?! —exclamó sin estar seguro de alegrarse de encontrarlo o enojarse con él.

— Busco algo, acaso no lo vez —siguió buscando en la habitación, dejando un ligero desorden en cada lugar en donde revisaba.

— ¿Qué buscas? —lo miró extrañado–. Sabes, eso no importa ya, ahora vendrás conmigo y más te vale que le des una explicación a todas sus ausencias y tu comportamiento —se acercó con la intención de tomarlo para salir de ahí.

— Fandral, por favor... —empezó a retroceder hasta que topó con la pared—. Bien, te lo contaré, pero necesito que me dejes hacer esto.

Fandral pareció relajar sus expresión y observó como Loki volvía a su labor. Se cruzó se brazos esperando la respuesta.

Loki suspiró y volteó un momento asegurándose que realmente estuvieran solos.

— Una vez que escuches esto tendrás que prometerme que serás mi aliado —le miró para que supiera que en verdad hablaba en serio.

Fandral tragó saliva y se quedó unos momentos meditando cuál sería su respuesta.

— Sí, está bien —accedió ya que era la única alternativa que le quedaba por ahora.

Loki le miró convencido de sus palabras y se decidió a hablar.

— Como ya habrás imaginado planeo arruinar el día de mi "hermano" y no sólo eso, también quiero hacerme notar —sonrió—, ¿qué opinas acerca de que los Jotuns ataquen Asgard?

— ¡Estas demente! —se empezó a alterar un poco— ¡¿Va a pasar ahora?!

— Tranquilo, ahora no, será para la cena, para dar una buena clausura a la ceremonia, ¿no crees? —lo miró manteniendo la serenidad y conservando aquella sonrisa suya que tanto le caracterizaba.

Ahora que sabía todo Fandral no podía evitar enloquecer, tenía que avisar a los guardias, que estén preparados para el ataque; sin embargo, ya había prometido o al menos lo habían dejado sin escapatoria para estar del lado de Loki y sentía que si no cumplía tal vez perdería la confíanza de éste... tal vez lo perdería a él.

— Me has puesto en una situación realmente difícil —se volvió a poner demasiado ansioso y nervioso a la vez empezando a caminar de un lado a otro de la habitación murmurando cosas sin mucho sentido.

— Fandral —Loki le seguía el paso tratando de detenerlo—. Detente, me estás mareando de tanto moverte.

Y aún así Fandral siguió haciéndose sordo a lo que le decía. En verdad estaba en un gran aprieto que se le era imposible tener la cabeza en un mismo lugar.

— ¡Fandral! —lo tomó de los brazos deteniéndolo y mirándolo fijamente a lo ojos— ¡Deja ya que pensarlo! Odias a Padre de Todo, yo también lo odio, ¡¿cuál es el problema?!

— Odín no es el único involucrado, Loki —trató de mantenerse en su postura, todo había llegado tan lejos como para arreglarlo, lo único que podría hacer por él sería cambiar su parecer—. No sólo él, tu familia también, los asgardianos que tanto han confiado en nosotros, ¡¿piensas arriesgar su bienestar por tu capricho?!

— Fandral, yo...

— ¡No estás pensando con claridad, Loki!

Loki se quedó callado, jamás había visto su amigo así y de cierta manera se sintió regañado. Él creía que todo lo que hacía estaba bien, ¿por qué ahora sentía que lo arruinaba todo?

— Tu no lo comprendes —se apresuró a en decir.

— No solamente yo, tú tampoco puedes comprender la situación... ¡Eres un arrogante y un egoísta! Y no entiendo porque yo... —«me enamore de ti».

Antes de que pudiera decir algo más su boca quedó sellada por los labios de Loki. Sorprendido ante la repentina acción no supo cómo reaccionar, pero al ver que éste no se detenía no tuvo más elección que corresponder algo confundido.

Los dos chicos se envolvían dentro de aquel momento sin percatarse de que alguien había presenciado aquella escena desde la entrada de la habitación.

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