Capítulo 9

—Entonces, ¿sí la amas? —le pregunta el rubio con pesar.

—¡No! Es... complicado.

—No entiendo. ¿Por qué...? ¿Por qué me estás haciendo esto otra vez?

Jungkook se acerca y le toma ambas manos al chico.

—Escúchame, tuve que hacerlo. Yo no la amo, no quiero estar con ella. Quiero estar contigo, pero... no puedo decirte lo que ocurre.

—Vete Jungkook —le dice entre sollozos.

—No, no, espera. Tienes que confiar en mí. Cuando esto se solucione podremos estar juntos.

—¡Vete! ¡Ah!—le grita Jimin haciendo que sienta dolor en la herida de la cirugía.

—¡¿Qué ocurre?! —vocifera la madre de Jimin al entrar.

—Nada mamá, Jungkook, digo, el Sr. Jungkook ya se va.

—¿Hay algún problema, señor? Recuerde que mi hijo está recién operado.

—Lo siento, no quise causarle un disgusto.

—Adiós señor Jungkook —le dice Jimin y voltea la mirada.

—A-Adiós Jimin. Permiso —dice el pelinegro mirando a la madre del chico, quien no luce contenta.

Jungkook sale contrariado del hospital.

—¡No puedo hacer esto!  —se reprocha en voz alta mientras camina hacia su auto.

Entonces el pelinegro saca su teléfono del bolsillo y le envía un mensaje a Jimin.

          *Te lo contaré todo. Te quiero.

Al llegar, Jungkook se da cuenta de que alguien lo espera en la entrada. Es Kai.

—Te dije que no volvieras.

—Oye, vengo a hablarte de Jimin.

—Deja tranquilo a Jimin.

—Quiero pedirle perdón. Yo... Jungkook no sé qué me pasó.

—Aléjate de Jimin, te lo advierto.

—Oye, él y yo tenemos algo.

—Ustedes no tienen nada. Jimin no quiere saber nada de ti.

—¿Sigue enojado?

—¡¿Enojado?! ¿Sabes dónde está ahora?

—No.

—Está en un hospital, tuvieron que realizarle una cirugía debido a los golpes que tú le diste.

—¿Qué? Yo...

—Vete Kai antes que te desfigure el rostro. No me provoques.

—Pero Jungkook...

—Vete —finaliza el pelinegro sosteniendo una mirada de furia en contra de su ex amigo.

Kai resopla furioso y se va dándole un azote a la puerta.

Al día siguiente, Jungkook va a la casa de su padre.

—No puedo hacer esto, papá. No puedo estar con Jennie, no es justo para ella, ni tampoco para mí.

—Tienes razón hijo. No puedes sacrificarte por un error mío. Debo encontrar otra solución —le dice su padre con pesar.

—¿Se lo dirás a mi madre?

—No quisiera hacerlo, pero es mejor que hable con ella para que esté preparada cuando pase lo peor.

—Pero papá, ¿sabes cómo lo vas a arreglar?

—Aún no lo sé.

—¿Cómo pudiste confiar en el padre de Jennie? ¿Por qué le contaste?

—Se lo conté porque él es o era mi amigo.

—¡Carajo, papá!

Jungkook ve a su padre tan deprimido por la situación de peligro financiero de la familia que se compadece nuevamente por él y aún más por su madre.

—Está bien, lo haré. Pero solamente hasta que los abogados encuentren una solución, así que presiónalos para que lo hagan cuanto antes.

—Gracias, hijo. Lo haré, no te preocupes. Yo hablaré con ellos y les pediré que trabajen solamente en eso.

Jungkook sale de la casa de su padre, más pesaroso y preocupado que antes.

Se sube a su auto y piensa en cómo salir del tremendo problema en el que se encuentra.

          No puedo hacerle esto a Jimin. Debe pensar que soy un miserable —piensa.

Entonces decide ir a hablar con él y contarle toda la verdad sobre el delito que cometió su padre y por qué tiene que estar con Jennie.

Llega al hospital decidido a pedirle una oportunidad a Jimin. Sin embargo, cuando llega a la habitación, la puerta está abierta y la cama tendida. No hay nadie.

—¿Dónde está el paciente de esta habitación?

—Esa habitación está vacía —le contesta una enfermera.

—¿Y el chico que estaba aquí?

—Déjeme revisar, señor —le dice mientras buscar la información en el computador.

—Está bien.

—El paciente fue trasladado a otro hospital.

—¿Qué? ¿Por qué?

—El paciente decidió ir a otro hospital.

—¿Dice ahí a dónde se fue?

—No señor, lo siento.

Jungkook podría ir a hablar con la madre de Jimin, pero no quiere causarle más problemas al chico. Entonces se va y se resigna a esperar a que Jimin se recupere y vuelva a trabajar al club.

Más tarde, ese día, Jungkook va al club y mientras revisa algunos documentos, Hoseok entra a su oficina.

—Jimin me llamó —le dice.

—¿Y qué dijo?

—Llamó para renunciar.

El pelinegro cierra los ojos y niega con la cabeza. Saca su teléfono del bolsillo y lo llama, pero Jimin no le contesta.

—Llámalo desde tu teléfono por favor —le pide a Hoseok.

—Jimin... —alcanza a decir antes de que Jungkook le quite el teléfono de la mano.

—Necesito que hablemos —le dice el pelinegro antes de que Jimin corte la llamada.

—¡Carajo!

—¿Tuvo algún problema con él? —le pregunta Hoseok.

—Algo así.

Jungkook le deja otro mensaje:

          *Dime dónde estás, necesito que hablemos. No quisiera ir a preguntarle a tu madre.

Jimin no responde.

—Permiso jefe —dice Hoseok antes de salir de la oficina. 

Jungkook se sienta en la silla y se reclina hacia atrás. Mira el techo y suspira. Repentinamente, suena su teléfono y se emociona al pensar que Jimin lo está llamando. No obstante, quien lo llama es Jennie. Al ver su nombre en la pantalla se siente decepcionado y solamente se limita a silenciar el sonido.

Minutos después, nuevamente suena su teléfono. Cabreado, Jungkook lo saca del bolsillo y ve el nombre de Jimin en la pantalla.

—Por fin llamas —le dice al contestar.

—¿Me estás amenazando Jungkook?

—¿Qué?

—¿Si no hablo contigo irás a contarle todo a mi madre?

—No Jimin. No fue lo que quise decir...

—Déjame tranquilo Jungkook.

—Mi padre cometió un fraude y el papá de Jennie lo está extorsionando.

—¿Qué?

—Si no regresaba con Jennie, su padre denunciaría al mío. Por eso tuve que hacerlo, mi padre me lo pidió.

—Pero Jungkook, eso... es terrible.

—No quiero que pienses que aún siento algo por Jennie.

—¿Y por qué no me lo dijiste simplemente?

—Porque no debería contarle a nadie lo que hizo mi padre. Si alguien más se entera, él podría ir a prisión durante mucho tiempo. Además, mi familia lo perdería todo.

—Yo jamás le contaría a nadie.

—Si vuelves a enojarte conmigo, ¿no lo usarás en mi contra?

—Por supuesto que no. Aunque a veces actúas como un idiota.

—¿Un idiota? ¿Me dijiste idiota?

—Sí —le responde riendo.

—¿Jimin?

—¿Sí?

—¿Puedo ir a verte?

—Sí, te enviaré la ubicación.

—Voy saliendo para allá.

Con una enorme sonrisa en su rostro, Jungkook se levanta del asiento para salir raudo de su oficina. Pero al abrir la puerta se encuentra de frente y sorpresivamente con Jennie.

—¡Jennie!

—Hola mi amor, ¿qué pasa? Pareciera que viste un fantasma.

—No esperaba verte.

—Te dejé un mensaje para avisarte que vendría.

—No lo vi.

—¿Vas a salir?

—Eh, sí, debo reunirme con alguien.

—Oh, pensé que podíamos ir a comer.

—Ahora no puedo, lo siento.

—¿Jungkook?

—¿Qué?

—Has estado evitándome todo el día. ¿Hice algo que te molestó?

—No Jennie. He estado ocupado, nada más.

—Está bien. Entiendo.

Jennie lo observa cabizbaja, no muy convencida de las palabras de su novio.

—Escucha, ahora tengo que ir a una reunión, pero antes de irme a mi apartamento pasaré a verte, ¿de acuerdo?

—Podríamos pasar la noche juntos.

—Um, sí... claro. Um, me tengo que ir. Ven, salgamos juntos.

Jennie le toma la mano a Jungkook y salen del club. Ella se despide con un beso en la boca y se sube a su auto. Por su parte, Jungkook se sube a su auto y arranca rápidamente. Sigue las instrucciones que le da la aplicación GPS de su teléfono para llegar al hospital en donde se encuentra Jimin.

Al llegar, pregunta en el mesón de las enfermeras en qué habitación se encuentra el chico y luego se dirige hacia allá. En el pasillo, afuera de la habitación, está la madre de Jimin, quien lo divisa desde lejos y se acerca a él.

—¿Qué hace usted aquí? —le pregunta ella.

—Vengo a ver a Jimin.

—Él no quiere verlo a usted.

—Le pregunté antes de venir.

—¿Entre usted y mi hijo... pasa algo? ¿Ustedes...?

—Somos... amigos.

—No parece ser una simple amistad, ¿por qué lo busca tanto?

—Señora, yo...

—¿Jungkook?

—¡Jennie! —dice el pelinegro sorprendido.

—¿Tu reunión es en este hospital?

—¿Me estás siguiendo?

—¿Quién es esta mujer? —le pregunta la chica.

—Jennie, ven acá —le pide mientras la toma del brazo con firmeza, aunque no bruscamente.

—¿Me estás engañando con esta... señora?

—¡Por Dios! ¿Qué estás diciendo? Ella es la madre de Jimin.

—¿Quién?

—Jimin, el chico que trabaja en el club.

—¡Oh! Lo siento, yo pensé...

—Vete a tu hotel, yo iré luego.

—Jungkook, yo...

—Después hablaremos —finaliza el pelinegro entonando una voz más grave.

Avergonzado por el comportamiento de su novia, vuelve a acercarse a la madre de Jimin, quien lo mira de reojo.

—Siento mucho que haya tenido que escuchar eso.

—No se preocupe. Yo también me disculpo por haber pensado que usted y mi hijo... Lo siento.

—Está bien. Voy a entrar para ver a Jimin, ¿de acuerdo?

—Sí, claro.

—Ah, otra cosa.

—¿Sí?

—Jimin me dijo que renunció a su trabajo, ¿viene a pedirle que regrese?

—Um, sí, por eso... vine —le miente Jungkook.

—Entiendo.

Finalmente, Jungkook entra a la habitación y ve al chico que le ha quitado el sueño durante las últimas noches.

—Hola —le dice con una gran sonrisa.

—Hola, viniste.

—Por supuesto, te dije que vendría —continúa hablando mientras se acerca a la cama en donde él está sentado. Le toma la mandíbula y le da un beso. Un beso intenso que llega a estremecer su estómago. Jimin lo sujeta de la cintura sutilmente, ya que su movimiento es limitado debido a la cirugía.

Al separar sus bocas, Jungkook se sienta a su lado y lo mira con ternura.

—Pensé que nunca llegaría este momento. Deseaba tanto volver a besarte.

—Yo también —le responde el sonriente chico y se acerca para besarlo nuevamente.

—¿Jimin? —dice la madre al entrar inesperadamente, haciendo que ambos se separen bruscamente.

—¡Ay! —exclama el chico.

—¿Estás bien? —le pregunta ella, mientras Jungkook se pone de pie mirando con mucha atención a rubio.

—Sí, solo me moví bruscamente. Me voy a recostar.

—Déjame ayudarte —le dice Jungkook mientras acomoda la almohada detrás de su cabeza.

—Debo irme, vendré mañana a buscarte —le recuerda su madre.

—¿Mañana sales del hospital? Yo podría recogerte.

—Gracias, pero un amigo de Jimin vendrá por nosotros.

—¡Oh! Entiendo.

—Mi mamá lo llamó ayer —le explica Jimin mientras observa a ambos.

—Nos vemos mañana, hijo.

—Chao mamá.

—Hasta luego y nuevamente le pido disculpas —le dice a Jungkook, haciendo que su hijo sienta curiosidad por sus palabras.

—¿Por qué le pides disculpas, mamá? ¿Qué pasó?

—Fue un malentendido.

—No se preocupe señora. No tiene que disculparse.

—Pero díganme, ¿qué pasó? —insiste Jimin.

—Yo tuve una idea muy loca, una estupidez. Se me ocurrió pensar que el Sr. Jeon tenía intenciones amorosas contigo.

Jungkook tapa con su mano la incipiente sonrisa en su rostro.

—¿Q-qué? —trastabilla el chico mientras su rostro palidece aún más.

—Insistía tanto para verte que pensé que... olvídalo. No sé por qué se ocurrió eso.

—¡Pero mamá...!

—Sí, lo sé, lo sé. Fui muy imprudente, pero cuando llegó su novia me di cuenta de lo equivocada que estaba.

—¿Su novia estuvo aquí? —le pregunta a Jungkook.

—Um, sí, ella vino a buscarme —le responde mirando de reojo a la madre del rubio.

—Permiso, yo debo irme —interrumpe la madre antes de salir.

—Sí, claro —le responde el pelinegro.

Cuando ella sale y cierra la puerta, Jimin sienta en la cama.

—¿Cómo supo ella que estabas acá?

—Me siguió.

—¿Qué?

—Entonces sospecha que nosotros...

—No, solo sospecha que estoy interesado en alguien más.

—¿Y qué harás?

—No lo sé, Jimin. Creo que deberé hablar con ella y seguir mintiéndole —le dice con pesar.

—Ven aquí.

Jimin extiende su brazo para confortar a Jungkook.

—¡Ay!

—Mejor yo te abrazo —le dice y se sienta a su lado para que el chico descanse en sus enormes brazos.

—¿Qué le dijiste cuando te vio con mi madre?

—La verdad, le dije que ella es tu madre y que tú estás internado aquí. Ella no sabe que tú renunciaste al trabajo.

—¿Y se quedó tranquila?

—Claro.

—Um, ¿quiero preguntarte algo?

—Dime.

—¿Me puedes volver a contratar?

—No.

—¿No?

—Preferiría que no trabajes en el club.

—Pero Jungkook, necesito el dinero.

—Yo te daré el dinero que necesites.

—No, no tienes que hacer eso.

—Quiero hacerlo, Jimin.

—Yo quiero trabajar y ganarme mi propio dinero.

—Entonces te conseguiré otro trabajo, ¿de acuerdo?

—¡Oh! Ya entiendo. Solo bailaré, nada más.

—Ese trabajo no funciona de esa manera y lo sabes.

—Entonces no me contratarás de nuevo, okay —le dice haciendo un puchero.

—Déjame conseguir otro trabajo para ti, ¿bueno?

—En otro trabajo no ganaré tanto y necesito juntar dinero para la universidad.

—Yo puedo pagar tus estudios.

—¡No! Conseguiré trabajo en otro club.

—¿Qué? ¡No!

—No te estoy preguntando.

—No te importa lo que yo piense o cómo me sienta sabiendo que tú estarás con otros hombres.

—Antes no te importó.

—Antes no estábamos juntos.

—Jungkook, no me gusta que me prohíbas hacer cosas.

—No te lo estoy prohibiendo, te lo estoy pidiendo. ¿Te gustaría que yo haga lo mismo?

—Tú me haces algo peor. Tienes una novia con la cual duermes todas las noches.

Jungkook

Jimin

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