Al llegar a Tokio, Jungkook llama a su novio Jimin para avisarle que llegó bien. Sin decírselo directamente, quiere darle tranquilidad, pues sabe que Jimin siente desconfianza de Taehyung, algo que para él es difícil de entender, pues confía plenamente en su amigo y no advierte ninguna señal de que tenga intenciones amorosas h0acia él.

Habiendo llegado al destino, antes de irse cada uno a sus respectivas habitaciones en el hotel, Jungkook y Taehyung realizan una última revisión a los documentos que deberán presentar en la importante reunión que se llevará a cabo al siguiente día, lo cual significará un importante logro para la carrera de Jungkook en la compañía.

Suben el ascensor que los lleva hasta el piso en donde están las habitaciones. Ambas están contiguas una a la otra.

Dos días después, tal como estaba planeado, Jungkook regresa a casa para reunirse con su novio Jimin.

—¿Cómo te fue amor? —le pregunta al recibirlo.

—Bien.

—Te extrañé mucho.

—También yo —le confiesa el pelinegro, no obstante no le entrega ninguna muestra de afecto a su novio.

—¿Quieres comer algo?

—No, tal vez después. Estoy un poco cansado, voy a recostarme un rato.

—¿Te sientes bien? No tienes buena cara amor —le pregunta al notar su desánimo y sobre todo su frialdad.

—Solo es cansancio. Necesito dormir un poco y estaré bien.

—¿No dormiste bien anoche? —le pregunta con suspicacia.

—Dormí bien, pero estoy agotado por el viaje. Es todo.

—Bueno. Yo tengo que ir a clases.

—Pero hoy es sábado.

—Tengo un taller de danza, pero volveré temprano. Te lo prometo.

Jimin se despide de su novio con un beso y se va a la facultad.

Esa tarde, cuando Jimin llega del taller de danza, se encuentra a Jungkook sentado en el sofá mirando televisión. Algo que no es habitual en él.

—Hola amor, ¿está todo bien? —le pregunta cuando lo ve.

—Sí, todo bien.

—¿Pudiste descansar?

—Sí, dormí un poco. Si no has comido aún, puedo pedir comida.

—No, yo puedo preparar algo.

—Iba a cocinar, pero me entretuve con la televisión.

—Está bien, amor. Es bueno que te relajes un poco. Has trabajado mucho en el último tiempo.

—Sí, es verdad.

Jimin nota un comportamiento poco común en su novio y también lo ve algo cabizbajo. Se preocupa un poco, pero luego piensa que debe estar cansado por el viaje, tal como se lo dijo antes.

Esa noche, ambos se duermen temprano, a pesar de ser noche de sábado. Ninguno de los dos tiene actividades que realizar temprano a la mañana siguiente.

Durante la tarde de ese domingo, Jimin se reúne con su amigo Beomgyu. Su propósito es desahogar sus pensamientos con su mejor amigo, con quien más confianza tiene.

—Creo que Jungkook me está ocultando algo.

—¿Algo como qué?

—No estoy seguro. Volvió muy extraño del viaje a Tokio.

—¿No estarás pensando que pasó algo entre él y Taehyung?

—Sí. Eso es lo que creo.

—No lo sé, tal vez tenga otro problema y no tiene que ver con Taehyung. Creo que estás imaginando cosas que no son.

—¿Y por qué ahora lo defiendes?

—Solo te digo que podrías estar equivocado y las cosas no son como tú piensas.

—Si algo más hubiese pasado, ¿por qué no me lo cuenta?

—Quizás no quiere que te preocupes.

—No lo sé. Estoy a punto de ir a hablar con Taehyung.

—No hagas eso Jimin. Primero intenta hablar con Jungkook. Si algo pasó entre ellos, es mejor que te enteres por tu novio y no por ese imbécil.

—Tienes razón. No le voy a dar en el gusto a ese idiota para que se burle de mí. Ya tengo que irme. Nos vemos mañana en clases —se despide el pelirrubio de su amigo.

—Nos vemos Jimin.

Al regresar al apartamento, Jimin encuentra a su novio trabajando en su computador.

—¡Hola mi amor! ¿Dónde estabas? —le pregunta.

—Hola, estaba en casa de Beomgyu.

—¿Por qué no me dijiste que irías para allá?

—No tengo por qué contarte todo lo que hago. Tú no lo haces.

—¿Qué?

—Sé que algo pasó en tu viaje.

—No pasó nada.

—Está bien, como digas. Me voy a dormir.

—Pero Jimin....

—¿Por qué actúas tan extraño desde que volviste?

—¿Extraño? ¿De qué estás hablando?

—Estás callado y...

—¿Y qué?

—No te has acercado a mí desde que volviste.

—Yo... solo he estado cansado.

—¡No me sigas mintiendo!

—No te miento mi amor, no ha pasado nada.

—Si no me lo dices ahora, esto se va a poner feo, Jungkook. Te lo advierto.

—¿Me estás amenazando?

—Solo te advierto que si no me dices la verdad, te voy a dejar.

—Debes estar bromeando.

—Buenas noches —le dice Jimin con tristeza.

—Jimin, espera.

Pero Jimin se encierra en la habitación y su novio lo sigue.

—¿No quiero que estemos así? —le dice el pelinegro.

—Entonces dime lo que ocurre.

—Mi amor, ya te dije, no pasa nada. 

—Jungkook, yo te conozco y sé que algo no anda bien. Volviste muy extraño del viaje que hiciste con Taehyung. Necesito que me digas la verdad.

—Si piensas que te he engañado con Taehyung, te equivocas.

—Me gustaría creerte, pero nunca he confiado en Taehyung. Yo sé que tú le gustas.

Jungkook se queda en silencio y baja la mirada. Entonces Jimin, lo advierte. Ahora tiene la certeza en su corazón de que su novio no le está diciendo toda la verdad.

—Me voy a duchar —le dice el rubio antes de meterse al baño.

Jungkook se sienta en el borde de la cama con las manos sobre sus rodillas. Pensativo, espera pacientemente a que el rubio salga del baño.

Cuando Jimin sale del baño, mira de reojo a su novio, quien permanece sentado en la cama y mira el suelo. Se mete bajo las sábanas y se acurruca para dormir. Jungkook se pone de pie y se acerca lentamente hasta quedar en cuclillas en frente de su rostro. Acaricia el mechón de cabello que cae sobre la frente del chico, quien se mantiene con los ojos cerrados.

—Lo siento —le susurra el pelinegro.

Entonces Jimin abre sus ojos y traga saliva, sintiendo terror y esperando que, lo que a continuación le dirá su novio, podría destrozar su corazón.

¿Por qué siempre el corazón del dulce Jimin tiene que romperse en mil pedazos?

¿Qué pasó con Jeon Jungkook? ¿Pasó de ser un cariñoso y leal novio a un despreciable hombre infiel?