Capítulo 30

Richard caminaba a lo largo del desierto a paso abatido. Por primera vez en su vida, no sentía satisfacción por viajar, ni siquiera sabía hacía donde iba. Era como ser un muerto en vida, a cada paso el cuerpo le pesaba más de lo que realmente recordaba. Hace solo un día era una persona segura y alegre, ahora la chispa de su interior se había agotado. Amelia, el amor de su vida, la persona con la que pensaba pasar el resto de su vida, estaba muerta, y todo por su culpa...

Sentir su cuerpo sin vida sobre sus brazos era una sensación dolorosa que no podía olvidar, y ver al profesor tan destrozado fue la cereza del pastel. Sus palabras aún resonaban en la mente de Richard, sobre que había sido su culpa, que no había sido capaz de sanarla pese a tener a su alcance la salvación, que ni siquiera el profesor pudo llegar a decirle adiós, cada palabra era una lanza más que atravesaba su corazón... y lo peor es que era cierto.

El sol se ocultaba, la tierra volvía a tornarse fría para dar paso a la noche. Richard no sentía una diferencia ante el cambio de luz ni de temperatura, todo eso le daba igual. Solo avanzaba cabizbajo, con los brazos caídos, ni siquiera pensaba que su corazón siguiera vivo. Tan solo quería alejarse a dejar todo atrás, quería que la huella del dolor desapareciera de su espíritu.

Azahar: (en la mente de Richard) Richard...

Richard: (con voz afligida)  Te dije que necesitaba estar en silencio un momento...

Azahar: Ocho horas es tiempo más que suficiente para estar en silencio.

Richard: El dolor me impide actuar como se debe...

Azahar: Soy consciente de tu estado de dolor, y no espero que desaparezca pronto, pero también me entristece verte así.

Richard: Azahar, de verdad no puedo charlar.

Azahar salió del cuerpo de Richard y voló hasta estar cara a cara con él.

Azahar: Se que como inmortal, la muerte es un elemento ajeno a mí y no sé lidiar con esas emociones, pero sabes que siempre contarás conmigo para ayudarte.

Richard frenó y apretó los puños.

Richard: (con desdén) Supongo que es una forma de decir "Te lo dije".

Azahar: No comprendo...

Richard: (mirando fijamente a Azahar con enojo) Oírte decir que si hubiera aceptado tus poderes desde un principio esto no hubiera pasado, que si lo hubiera hecho hubiera curado a Amelia, que hubiera podido evitar todo esto...

Azahar: No pretendía...

Richard: (alzando la voz) ¡Pues estabas en lo cierto! ¿De acuerdo? Esto es mi culpa por rechazar tus habilidades. Este es mi castigo por no aceptar a jugar a hacer de Dios, por haber querido ser alguien común y corriente (extendiendo los brazos) ¡¿Eso querías escuchar?!

Azahar: Richard...

Richard: (lagrimeando) Yo no acepté esos poderes por qué quería vivir como una personal normal, que mis esfuerzos fueran lo que me trajeran bienestar y no ganarlo sin hacer nada. Quería no recurrir a trampas para realizar trabajos, ganar dinero, viajar por el mundo, deseaba obtener esas cosas por mis propios méritos y el sudor de mi frente. ¡Y al final esto me gané! Por querer ser normal, por querer ser mortal, por querer no ponerme encima de cualquier persona solo porque si. Pero igual eso me arrebato a Amelia, y que me restrieguen en la cara que fue culpa mía su muerte es lo que menos quiero escuchar ¡¿Porque fue ella la que se fue cuando ella era inocente de cualquier cosa?!

No pudo decir nada más. Richard cayó de rodillas al suelo y comenzó a llorar con fuerza. La había perdido, nunca vería sus ojos de nuevo, nunca la volvería a escuchar reír, jamás volvería a probar sus labios, Amelia se había ido. Richard no paraba de llorar y sufrir. El tenía la culpa de su fallecimiento, el debió morir en su lugar, nunca debió regresar por el estúpido mapa, y encima ella murió con dolor y había lastimado al profesor también, eso también causaba en Richard una culpa mayor.

Azahar no dijo nada, solo se posó sobre la arena frente a Richard. Paso un rato mientras este lloraba, nunca había derramado tantas lágrimas como ahora. Azahar solo estuvo en silencio, esperando que Richard se desahogara lo suficiente para tranquilizarse. Tras un rato en en que parecía que el sol finalmente se ocultaría totalmente, Richard se tranquilizó lo suficiente para que Azahar pudiera tomar la palabra.

Azahar: Perdón, no elegí bien mis palabras. Creo que el no entender estas cosas hace que no actué como es debido.

Richard: No... tu perdóname a mí.

Azahar: Richard...

Richard: (viendo a Azahar a los ojos) Mi estado no es justificación para actuar de esa forma hacia ti. Solo querías ayudarme y yo estuve tan ciego de dolor que descargue gran parte de él hacía ti. Eres lo último que me queda, no quiero perder a alguien más.

Azahar asintió en silencio. Los ojos llorosos de Richard eran algo nuevo para él, pero no era grato este cambio.

Azahar: La noche está por llegar, será mejor buscar un refugio o pasar la noche con seguridad de alguna forma.

Richard: (sonriendo tristemente) Creo que tienes razón.

Azahar: Espero que está herida pueda desaparecer de ti, y que salgas adelante como sueles hacerlo al final.

Azahar se convirtió en una corriente de arena y regresó al interior de Richard. El Gunslinger se puso de pie y volvió a ponerse en marcha, seguía adolorido pero se dijo que Amelia jamás lo perdonaría si moría sin luchar, solo esperaba que ella ya no sintiera más dolor. Richard avanzó despacio por el desierto, intentando que la noche aún no tomará las riendas del cielo.

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