Capítulo 29
Tras un viaje en el metro, el grupo entró en una habitación que casi hizo que Elena chillara de la emoción.
El laboratorio era básicamente del tamaño de tres habitaciones juntas. El brillo de varias mezclas coloridas sobresalía de los frascos del lugar. Varias personas iban de allí para acá trabajando en aquellas mezclas, el aire químico en el aire se filtraba a través de la nariz de Elena, llenándola de júbilo.
Elena: ¡¡¡Increíbleee!!!
Felicia: (riendo) Se nota que disfrutas estar en este lugar.
Elena: (mirando a Felicia) ¿Bromeas? La alquimia es mi pasión de toda la vida. Me siento una niña pequeña con una bolsa de caramelos.
Felicia: (sonriendo) Disfruta tu estadía, eres libre de sentirte como pez en el agua.
Elena: (dando una palmada) ¡¡¡Eres la mejor!!!
Mientras Elena se alejaba para poder disfrutar de esa habitación, Felicia se dirigió a Richard.
Felicia: Voy a asegurarme de que no haga explotar nada, ustedes pueden revisar su aeronave en la habitación de a lado.
Richard: Gracias por todo...
Felicia: Eres mi amigo, Richie. Es lo menos que puedo hacer.
Tras decir eso, Felicia se fue tras Elena quien no dejaba de actuar como niña pequeña en una tienda de dulces. El resto del grupo fue hacia el otro lado de la habitación, entrando en el cuarto de reparaciones, allí la aeronave se alzaba por la habitación. Pese a que el globo de la misma no se encontraba, se encontraba en excelentes condiciones desde el mascarón hasta la popa.
Con cuidado, Richard subió por la escalerilla hasta cubierta para pasear por la misma. Aisha y el profesor siguieron tras él.
Profesor Hudson: Es increíble que la construcción esté tan avanzada.
Aisha: (sonriendo) No me extrañaría que en un par de días esté reparada totalmente.
Richard: Creo que lo mejor será que dejemos las cosas que carga Aether para ir ligeros a las Cataratas Terreas.
Ni Aisha ni el profesor se mostraron inconformes con esta decisión. En unos momentos el grupo guardó en su lugar correspondiente varias de las cosas innecesarias para la misión que tenían de antes. Richard se acercó a Aether y le dio unas palmadas en el brazo.
Richard: Debes sentirte mejor sin tanto peso sobre tus hombros.
Aether: El peso jamás fue un problema para mí, amo.
Richard: Igual no quería que tuvieras tanta carga sobre tus hombros. No debes sobreesforzarte.
Profesor Hudson: Me parece que podemos ir a reunirnos con la señorita Timberlake y Felicia.
Richard: Adelántense, quiero pasar un rato solas.
Aisha: (confundida) ¿Todo bien, maestro?
Richard: Solo necesito descansar un rato, esos idiotas del clan del cuervo me han dejado agotado y no me sentaría mal estar sobre mi cama unos momentos.
Aisha: Si usted lo dice...
Profesor Hudson: Tranquila, Aisha. No sucederá nada si descansa un poco, (dirigiéndose a Richard) solo no vayas a quedarte dormido.
Richard: (asintiendo) No me tardaré, profesor.
Hudson asintió y junto a Aisha y Aether bajaron de la aeronave. Richard avanzó a través de la cubierta y entró al interior de la nave. Al parecer la gente de Felicia habían estado limpiando el lugar, eso se agradecía mucho. Llegó al pasillo donde se encontraban los dormitorios. Eran cuatro en total; uno de Aisha, otro suyo que compartía con Aether, otro del profesor, y un último cuarto al que pensaba dirigirse.
https://youtu.be/OmsPZyhcOlY
Richard: Azahar, ¿puedes abrir la puerta, por favor?
Azahar: ¿Estás seguro?
Richard: Esta habitación no puede estar cerrada toda la vida.
Una corriente de arena bajó por el brazo de Richard hasta su mano. Richard puso su mano en el pomo y la arena entró por la cerradura haciendo un sonoro click, permitiéndole a Richard abrir la puerta y entrar en la que fue en su entonces la habitación de Amelia. El lugar estaba cubierto de polvo a más no poder, aunque era normal, puesto que esa habitación había permanecido cerrada por años. Fuera de eso, todo seguía tal y como Richard lo recordaba. Los libreros estaban llenos de antiguos libros de historia, los cuadros seguían en su lugar aunque algo opacos por el polvo, y la cama seguía tendida y como invitando a que alguien la volviera a usar.
Azahar: (Saliendo del cuerpo de Richard) ¿Quieres que limpie la habitación?
Richard: (sonriendo ligeramente) No estaría mal, gracias.
Azahar abrió sus alas y drenó todo el polvo de la habitación, dejándola como nueva. El cuarto pareció ganar más color y los retratos fueron más visibles. Richard tomó asiento lentamente en la cama de Amelia, como si fuera un lugar sagrado, pasó su mano por encima para sentir su tacto.
Azahar: (posándose sobre un librero) Es curioso estar nuevamente aquí, incluso para alguien inmortal como yo, le parece como si hubieran pasado siglos sin estar aquí.
Richard: Yo no creía que volvería a estar aquí, creo que simplemente sentí la sensación de entrar nuevamente. (acostándose boca arriba en la cama) Aunque la habitación sigue igual, la siento como un lugar diferente. No es lo mismo sin su presencia, ella hacía especial a este cuarto.
Hubo un momento de silencio. Azahar parecía fijar su vista en los retratos de paisajes que adornaban la pared de su cuarto, mientras Richard cerró los ojos un momento y respirando con fuerza. El olor del cuarto también era diferente, como si la esencia de Amelia fuera otro factor que hacia que la habitación se sintiera diferente.
Richard: (abriendo los ojos) Mañana, Gilal y yo nos volveremos a ver las caras.
Azahar: ¿Buscaras venganza?
Richard: La verdad, no estoy seguro.
Azahar: Una respuesta algo enigmática en mi opinión.
Richard: Hace años mi respuesta hubiera sido afirmativa. Ese hombre me había arrebatado a la persona que más profundo estaba en mi corazón, inclusive la hizo sufrir antes de morir. Pero creo que el tiempo me ayudo a cerrar algunas heridas, tuve que anteponerme a la perdida para poder abrirme de nuevo a los que me importaban. Por mucho tiempo, aprendí a lidiar con la mención de Amelia. Puede que no busque la venganza, eso solo te lleva por lugares que uno no debería visitar jamás, puesto que a veces no eres capaz de regresar allí.
Azahar: ¿Buscas redención entonces?
Richard: Busco justicia. No dejaré que una niña inocente pase por algo peor a lo que pasó Amelia, los pecados de Gilal han de ser pagados. Sé que solo uno de los dos saldrá con vida si nos volvemos a enfrentar, pero no dudaré en dar lo mejor de mí, incluso mi propia vida, para salvar a la hermana de Elena.
Viper se levantó despacio y apretó los puños.
Richard: Mi maestro una vez dijo que en este mundo hay tres tipos de personas: las ovejas, los lobos y los perros ovejeros. Las ovejas son aquellas personas que viven de forma normal, sin molestar a nadie, pero que a veces no tienen la fuerza necesaria para defenderse. Luego los lobos, quienes intentan someter a las ovejas y no tienen reparos para hacerles daño a la menor oportunidad. Y finalmente, los perros ovejeros, pese a tener la fuerza de un lobo ellos siempre protegen a las ovejas, toman la iniciativa de ser mejores para que los rebaños sean seguros. (mirando fijamente a Azahar) Las palabras de mi maestro fueron claras: Tú no eres una oveja, y ojalá nunca llegues a ser un lobo, como perro ovejero debes dar lo mejor de ti para proteger a aquellos que no son capaces de hacerlo.
Azahar asintió.
Azahar: Los ciclos humanos son interesantes. Tu maestro fue un gran hombre, dando a su alumno una lección que definirá su futuro. Ese alumno crece y se vuelve la imagen de su maestro, pero corrigiendo los errores que llegó a tener. Y ahora tú sigues ese ciclo pasando ese conocimiento a Aisha, convirtiéndola en una mejor versión de ti cuando madure. Puedo ver el pasado, pero no el futuro, pero eso no me impide tener fe en que la balanza estará de tu parte.
Richard: (sonriendo) Definitivamente, solo tus palabras sirven para demostrar por qué el Pájaro de Arena es un símbolo para Imperio del Sol. Aunque creo que tendremos que reunirnos con el resto. Ya no tenemos nada más que hacer aquí.
Azahar: Coincido, es hora de irnos.
Azahar regresó al cuerpo de Richard y este abrió la puerta. Antes de cerrarla, vio una última vez el cuarto de Amelia. El lugar había permanecido cerrado durante mucho tiempo, era la hora de no volver a cerrar con llave, era solo una habitación después de todo. Con una sonrisa, cerró la puerta.
(Soy consciente de que ha pasado mucho, mucho, mucho tiempo desde el último capítulo, por eso quiero disculparme y aclarar algunas cosas. Volví a sufrir de bloqueo de escritor tras el último capítulo, por lo que no tuve mucha inspiración para escribir. Me gustaría decir que ya la cosa acabó, pero me temo que no acaba allí. Al momento de escribir esto, ya hace un tiempo desde que entré a la universidad. Esto hace que ya no tenga tanto tiempo para escribir. Y lo peor es que volví a sufrir otro bloqueo de escritor durante la cuarentena.
Se qué muchos pueden creer que por la cuarentena he tenido el tiempo de sobra para escribir, pero por algún motivo no podía. Y parece que no solo soy yo, otros amigos y amigas escritores me han comentado su incapacidad de escribir debido a esta situación que realmente nos ha impactado mucho y no parece que vaya a desaparecer pronto. Aunque les deseo a todos mucha fuerza en estos tiempos difíciles.
Además, realmente este semestre requiere mi esfuerzo absoluto debido a lo complejo que va a ser debido a que será digitalmente, por lo que el tiempo entre capítulos será muy extenso. Aunque igualmente iba a ser de esta manera cuando regresara a la Universidad, los estudios siempre tendrán prioridad para mí. Ojalá lo entiendan, ya que posiblemente el siguiente capítulo no llegará en poco tiempo. Espero que al menos disfruten este y nuevamente les agradezco su apoyo a esta historia y les deseo los mejores deseos para que tengamos la esperanza de que todo pasará).
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