Capítulo 16
(Antes de empezar el capítulo, hay algunas cosas importantes que tengo que decirles. Antes que nada, ¡ya tenemos un mapa de Imperio del Sol en condiciones!
Quiero darle de corazón las gracias a mi amiga Amanda Merino por hacer esto por mí. No es la primera vez que trabajamos juntos en algo, y realmente es una amiga de corazón. Por favor, síganla en instagram: @amanda_merino.21 es lo mínimo que pueden hacer para agradecerle este trabajo.
En segundo lugar, debido a las festividades próximas, voy a estar en mi casa de playa después del 25 de diciembre hasta enero. No voy a subir capítulos de esta serie en un tiempo, y allá es una zona muerta de internet, de modo que tampoco podré escribirlos en ese lugar. Por lo que pido paciencia de su parte, que no pienso ni en sueños dejar esta historia.
Y finalmente, quiero aprovechar este espacio para agradecer a Dana, una amiga muy estimada que me ayuda en esta historia a corregir errores ortográficos y gramaticales. Realmente ha hecho mucho por esta historia y nunca podré agradecerle lo suficiente. Eres la mejor. Si quieren seguir a esta chica prodigiosa, su cuenta es user34087242.
Eso es todo, ahora ya podemos iniciar el capítulo. Gracias por su apoyo).
Elena estaba recargada en la entrada de la cueva. Se encontraba asimilando todo lo que acababa de descubrir, era difícil estar ante una criatura mística de esa magnitud. Su padre le había contado sobre seres fantásticos en el pasado, pero saber que al menos una era real, realmente le hacía doler la cabeza.
Elena: (pensando) Esto es muy irreal...
Elena sabía que no podía darle más vueltas al asunto, necesitaba salvar a Celia costara lo que costara. Posteriormente se pondría a analizar la existencia de seres milenarios.
Richard: Perdóname...
Elena se dio la vuelta y vio a Richard con las manos tras la espalda.
Richard: Supongo que te encuentras molesta conmigo.
Elena: (pasando una mano por su pelo) Bueno, creo que no te hubiera creído si me hubieras dicho...
Richard: No me refiero a eso.
Elena: (sorprendida) ¿Entonces?
Richard: Lo de tu hermana...
Elena bajó la mirada.
Elena: Mi hermanita es lo único que me queda actualmente, no quiero perderla a ella también.
Richard cruzó los brazos y se acercó a ella.
Richard: Lo sé, yo tampoco quiero que el Gilal acabe con la vida de otra persona por mi culpa.
Elena: No puedo imaginar como debe sentirse eso.
Richard: Y no quiero que llegues a experimentarlo si fallamos, porque aunque la culpa será únicamente mía, se que te sentirás culpable al pensar que todo fue tu culpa aunque no sea así. Yo nunca permitiré que llegue a suceder.
Elena sintió un impulso de llorar, pero se contuvo, llorar no le traería a Celia de nuevo.
Richard: Le tengo mucha estima a Azahar, y sé que si usara su poderes todo se volvería más sencillo. Pero sería traicionar mis propias ideologías y principios.
Elena: ¿Tanto poder a su disposición, solo para no usarlo nunca?
Richard: Déjame plantearlo de esta manera. Imaginemos que fuera un panadero y usted me paga para hacer un pastel, y en lugar de hacerlo yo mismo le pago a otro para que lo haga y yo se lo doy a usted. ¿Piensa que es lo correcto?
Elena: No... no lo sería.
Richard: Para mí sería fácil usar todo el poder de Azahar, como yo quisiera y a toda hora, presumir tener a mi disposición a un ser de gran poder y saber que nadie podría oponerse a mí. Pero hay mucha gente día a día que batalla para ganarse la vida, para llevarse algo a la boca, y a veces a su familia que se encuentra en la pobreza. ¿Qué hace que esa gente sea menos digna para usar este poder para algo mejor? ¿Sería tan hipócrita de ir por el camino fácil cuando sé de sobra que ninguna otra persona cuenta con una suerte así? Puede que eso haga que mi vida sea complicada, y que debido a mi trabajo pueda ponerme en riesgo mortal, pero quiero vivir de esa forma en lugar de dejarle toda la responsabilidad a otra persona. Soy un Gunslinger, soy capaz de cuidarme yo solo, he enfrentado a amenazas más grandes solo con mi destreza y mis amigos, ¿he de usar un poder casi divino solamente por tenerlo? ¿Tirar por la borda todo lo que se me inculcó ahora que tengo algo que puede solucionar todos mis problemas? Hay cosas que uno debe ganarse por sí mismo y no por el merito de otros. Yo acepté a Azahar para evitar que desapareciera de este mundo, y con el tiempo se ha convertido en un amigo para mí, pero no pienso usar sus poderes a menos de que sea una verdadera emergencia o necesidad.
Elena no respondió, estaba anonadada. Esa forma de pensar, era lo mas noble y honorable que hubiera escuchado en su vida. ¿Realmente ella podría tener esa determinación de no dejarse tentar por un poder de tal magnitud? Richard apartó la vista.
Richard: Sin embargo, ahora que sabe de la existencia de Azahar, usted está en su derecho de decidir.
Elena: ¿Decidir?
Richard: Si desea usarlo.
Elena: (sorprendida) ¿Qué dijo?
Richard: No le negaré que quiera usar ese poder ahora que sabe de él, al fin de cuentas usted me contrató, es libre de utilizar los poderes de Azahar si usted lo desea. Yo tan solo le conté el porqué no los utilizo yo, pero me resignaré a pedirle a Azahar su ayuda si usted me lo pide. Yo estoy seguro de que en menos de un día llegaríamos a Redspot y podríamos acortar el viaje a nuestro destino, pero haga lo que le plazca. Ir a las Cataratas Terreas, ir directamente con ellos, no la obligaré a que decida otra cosa. Su hermana es lo más importante, yo tan solo le dí mi opinión. Pero la elección es solo suya.
Elena: Pero, ¿y usted?
Richard: Prefiero mil veces lidiar con eso, que permitir que Celia sufra algo horrible. Además, la única vez que verdaderamente quise usar el poder de Azahar para algo, fue demasiado tarde... No quiero que también sea demasiado tarde para usted.
Hubo un momento de silencio entre ambos. La voz del profesor llegó de la caverna unos instantes después.
Profesor Hudson: (desde el interior de la cueva) ¡Richard! ¡Ayúdanos a guardar las tiendas!
Richard: ¡Ya voy!
Viper le sonrió tristemente a Elena.
Richard: Piénselo bien, señorita Timberlake.
Richard se retiró hacia el interior de la cueva, dejándola con un dilema con ella. ¿Qué debía hacer? Lo lógico sería ir directamente a salvar a Celia, pero lo pudo ver en el rostro de Viper, realmente le dolería tener que hacer eso. ¿Elena podría lastimar de esa manera a la persona que le salvó la vida? ¿A la persona que la ayudó desde un principio sin cobrarle nada? ¿A la persona que había compartido tanto con ella en tan poco tiempo? Quería mucho a Celia, pero tampoco quería ser malagradecida con Richard.
Estar en esa situación, hizo que Elena comprendiera de alguna forma la carga con la que Richard lidiaba. Vivir todos los días con tanto poder que podría derrochar a su antojo, tener lo que quisiera en bandeja de oro, nunca tener impedimentos para hacer lo que deseara, y aún así vivir como una persona normal. Elena tenía en sus manos la elección, y esa elección definiría su forma de ser. ¿Iría por el camino fácil o le daría la oportunidad a Richard de mostrarle en otro modo? En la cabeza de Elena se libraba una batalla campal, y esperaba que quien ganara fuera la decisión correcta...
...
Richard terminó de guardar la última tienda.
Profesor Hudson: ¿Es normal que la señorita Elena tarde tanto?
Richard: (encogiendo los hombros) Solo necesita un momento, tuvo que digerir mucho hoy.
El profesor asintió en silencio, el cual fue interrumpido por un insulto arabisano de parte de Aisha. Seguía practicando la recarga rápida, y había vuelto a tirar las balas al suelo. Las recogió y se puso a intentarlo de nuevo. Richard valoraba mucho a Aisha, la joven era muy noble y decidida. Puede que Richard no tuviera la edad idónea para ser un maestro, pero Aisha le había demostrado que tenía cualidades únicas para ser una Gunslinger, tan solo era necesario entrenarla en la dirección correcta. Aisha pisó el suelo con fuerza al volver a tirar las balas al suelo.
Aisha: ¿Es que esto me saldrá alguna vez?
Richard: Lo dominarás, confío en ti.
Aisha suspiró.
Aisha: ¿Cuánto le tomó a usted la recarga rápida?
Richard: (riendo) Pues creo que terminaras dominándola más rápido que yo.
Aisha: (acercándose a Richard) Maestro Lancaster, puede ser sincero conmigo, usted lo sabe.
Richard vio a Aisha a sus ojos verdosos. Aunque es cierto que era una guerrera innata, todavía seguía siendo una niña, incluso con diecisiete años era muy joven. Richard puso una mano en el hombro de su aprendiz.
Richard: Sinceramente, yo dominé la recarga rápida en tan solo cuatro meses. Yo era un niño muy intuitivo cuando mi maestro comenzó a enseñarme, dijo que la mayoría lo aprende con dos años.
La chica bajó la cabeza, pero su maestro la volvió a levantar suavemente con la mano.
Richard: Pero no dejes que lo que yo logré en su momento te haga creer que tu no puedes lograrlo antes. Algunos podemos aprender rápido ciertas cosas y otras se nos pueden dificultar. La paciencia y el compromiso son la clave para dominar algo que realmente te apasiona, y si te sigues repitiendo que no puedes, puede que al final no puedas hacerlo. Tú siempre tendrás honestidad de mí, así como mi afecto y apoyo. Tampoco debí ocultarte lo de Amelia...
Aisha: Maestro, yo no soy quien para meterme en sus asuntos.
Richard: Solo porque tengas un año conmigo no quiere decir que no pueda hablarte sobre mí. Debí abrirme más contigo si eso te ayudaba a verme como mejor maestro.
Aisha: (sonriendo) Usted ya lo es.
Richard: Así como tú también eres una gran aprendiz, y confió en que un día incluso puedas llegar a ser mejor Gunslinger que yo.
Aisha abrazó con cariño a Richard.
Aisha: Lo quiero mucho, maestro Lancaster.
Richard: El sentimiento es mutuo.
Richard pensó en como lo vería su maestro ahora. Aquel hombre lo había cuidado y entrenado desde que era un niño, nunca pensó que llegaría ser un maestro también, y a una edad tan temprana. Richard y Aisha se separaron y ambos se fijaron en que Elena sonreía a un lado suyo.
Richard: (sorprendido) Elena.
Elena: Lo lamento, no quería interrumpir.
Richard: Entonces, ¿ha decidido?
Profesor Hudson: ¿Qué cosa va a decidir?
Azahar: (saliendo del cuerpo de Richard) Richard dijo que aceptaría si la señorita Timberlake decidía usarme para rescatar a su hermana.
Aisha y el profesor: ¡¿Qué?!
Richard: Eres algo bocazas, ¿eres consciente de eso?
Azahar: Igual se iban a enterar si ella accedía.
Elena: Pues esa no iba a ser mi respuesta.
Richard miró sorprendido a Elena, no pensaba realmente que esa hubiera sido su respuesta.
Elena: (seria) Quizá quede como la peor hermana del mundo, y no niego que mi tentación por decir que sí era grande, pero yo también tengo principios, señor Lancaster. Usted ha hecho tanto por mí que dudo que sea capaz de compensárselo lo suficiente a estas alturas, pero sería muy descarado de mi parte que usted no me ayudara como usted sabe.
Ella con iniciativa tomó el saco con las cosas y con esfuerzo se la dió a Aether.
Elena: Eso sí, quiero que estemos en Redspot antes de que anochezca. Sino puede que reconsidere la oferta.
Richard sonrió.
Richard: En ese caso intentaré no decepcionarla. (viendo al resto) ¿Listos para proseguir el viaje?
Aisha: Yo siempre lo seguiré a donde vaya, maestro Lancaster. Nunca me lo perdonaría si lo abandonara cuando más me necesita.
Profesor Hudson: Por mucho que a veces saques de quicio, realmente no puedo dejarte por tu cuenta. Por no decir que no eres el único que tiene asuntos pendientes con ese desgraciado.
Aether: Yo estoy a su disposición, amo. Estoy bajo sus ordenes y deseos.
Richard miró al Pájaro de Arena.
Richard: ¿No te importa que no vuelva a utilizar tus habilidades de nuevo?
Azahar: La verdad es que no. Más de una vez me has demostrado conseguir cosas que parecieran imposibles sin recurrir a mí, de modo que volveré a darte el beneficio de la duda para que lo vuelvas a demostrar.
Richard: Es bueno escucharlo.
El halcón volvió a convertirse en una corriente de arena que entró en Richard, el cual observó con decisión a Elena.
Richard: ¿Lista para volver a ver a su hermana?
Elena: Siempre. Y sé que lo conseguiremos, ya no tengo ninguna duda al respecto.
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