Elena abrió los ojos y estiró los brazos mientras bostezaba. Salió de su tienda y vio que el resto todavía estaba dormido, al parecer era muy temprano aunque ya hubiera luz del sol por el lugar. Una vez más se fijo en que nuevamente la tienda de Richard estaba abierta. Elena dudaba de que se hubiera quedado despierto toda la noche afuera, pero miró que había marcas en la arena del suelo que le dieron a entender que se había adentrado al interior.

Elena se adentró despacio cueva adentro, sin saber qué estaría haciendo Richard. Normalmente no le gustaba meterse en donde no la llamaban, pero quería asegurarse de que Viper se encontrara bien. Tras haber caminado un buen tracho, se detuvo abruptamente al pensar que quizá había ido al baño, esa idea hizo que volviera a ponerse roja. Iba a regresar con los demás hasta que escuchó voces a lo lejos, eso hizo que siguiera avanzando con cautela.

Mientras más avanzaba, Elena se dio cuenta de que efectivamente había gente hablando. Poco a poco las voces cobraban más fuerza, pudo reconocer la voz de Richard, pero no tenía idea de quién era la otra voz.

Richard: ¿Es que siempre vamos a tener esta conversación?

Azahar: Entiendo que tus ideales no te hagan querer usar mis poderes, pero por lo menos deberías hacerlo para ayudarla.

La voz denotaba edad, posiblemente fuera una persona mayor. Aunque también emanaba autoridad, la voz misteriosa le provocaba a Elena una paz interior al escucharla.

Richard: Le prometí a la señorita Timberlake que rescataría a su hermana, y no tengo intenciones de faltar a mi palabra.

Azahar: Y no quiero que la faltes. Pero, ¿por qué hacer un viaje tan largo cuando yo podría llevarlos de forma más rápida? Sabes que podría hacerlo.

Richard: (con sarcasmo) Seguramente Elena estará feliz de verte en persona...

Elena tuvo un escalofrío al escuchar la conversación, a lo lejos veía una entrada hacia el fondo de la caverna, de donde procedía una luz fuerte. Elena se pegó a la pared y se fue acercando poco a poco para no alertar a los hombres de su presencia.

Azahar: Admito que mi aspecto la impresionaría demasiado.

Richard: Comenzaría a gritar asustada...

Azahar: Pero no tienes que complicarte tanto para rescatar a esa pequeña cuando me tienes a mí para que todo sea más rápido.

Elena avanzó con un poco más de ritmo, ¿era posible rescatar a su hermana de forma más rápida?

Richard: (con mal humor) Entiendo que tú me darías la vía más fácil, pero no la pienso tomar. No solo no quiero asustar a la señorita Timberlake con tu presencia, sino porque realmente puedo llegar a recatar a su hermana sin tu ayuda. No te lo digo a mal, pero ya deberías saber que hay cosas en la que no siempre necesito de tu ayuda. No será tan rápido, no será tan fácil, pero esto es algo que puedo resolver por mí mismo, y me cansa en ocasiones de que siempre tengamos esta discusión.

Ella acercó su oreja a la entrada de la caverna para escuchar mejor, pero pisó mal y cayó con estrépito al interior rodando por una pequeña colina. Tras reponerse pudo ver a un asombrado Richard, juntó a un pájaro brillante de color negro y dorado con ojos brillantes que desprendía polvo de él. Elena tardó un momento en asimilar lo que tenía delante y procedió a gritar asustada.

...

Richard no perdió tiempo y le tapó la boca a Elena. Mientras ella forcejeaba para liberarse, Richard no pudo no maldecir por lo bajo. Tras levantarse, se había alejado del grupo un momento por algo de lo que Azahar quería hablar con él. Confiaba en que los demás estaban dormidos, ¿en qué momento se despertó ella y hasta qué punto había escuchado?

Richard: ¡Elena, tranquilízate! ¡Déjame explicarte con calma!

Richard liberó la boca de Elena, pero ella no estaba tranquilizada del todo mientras se incorporaba con velocidad.

Elena: (asustada) ¡¡¡¿Qué demonios es esa cosa?!!!

Richard no llegó a explicarle ya que escuchó unos sonido viniendo hacia ellos, en menos de un segundo apareció Aisha como un rayo, con cimitarra en mano, cruzando de un salto la colina y aterrizando tomando posición de combate.

Aisha: ¡¿Quién se atreve a meterse con...?!

Aisha abrió los ojos sorprendida al darse cuenta de que no había malhechores o algo así, le tardó menos de un segundo darse cuenta de lo que había sucedido.

Aisha: (guardando su arma) Oh, ya veo...

Richard: (intentando sonreír) Sí, la situación se nos fue un poco de las manos...

Elena: ¿Pero qué sucede aquí?

Aether llegó pocos segundos después bajando la colina con velocidad y con dos sables de sus manos, seguido de un cansado profesor pero con revolver en mano.

Profesor Hudson: ¿Qué pasa?

Aisha: (volteándolo a ver) Elena descubrió a Azahar.

Profesor Hudson: (sorprendido) ¿Qué dices?

Elena: (enfadada) ¡¿Alguien quiere explicarme de una vez todo este alboroto?!

El grupo compartió miradas antes de que Richard respondiera tras un suspiro.

Richard: Creo que conociste al último integrante de nuestro grupo.

Elena: ¿Esa cosa?

Richard: (con seriedad) Es un halcón, se llama Azahar.

Elena: Pero, ¿qué criatura se supone que es? Porque un halcón normal claramente no.

Richard se tomó un momento antes de contestar.

Richard: ¿Conoces la leyenda del Pájaro de Arena?

Elena: No.

Richard: (sorprendido) ¿Venías a Imperio del Sol sin conocer una de sus historias más trascendentales?

Elena: (molesta) Venía para refugiarme de una maldita guerra, no para turistear.

Aisha: Si bien las cuatro reinos de Imperio del Sol son muy diferentes tanto en su cultura como en forma de vida, el Pájaro de Arena es una antigua leyenda que habla de un ser poderoso con forma de halcón que posee poderes increíbles e insuperables.

Richard: Como toda leyenda hay variaciones de la misma, pero el Pájaro de Arena es una criatura mitológica con gran impacto en Imperio del Sol. Pero la idea es que era solo eso, una leyenda, hasta que descubrí que no...

Elena no terminaba de entenderlo, se notaba en su mirada pero Richard sabía que no era algo fácil de digerir.

Elena: ¿Dices... que esta criatura es ese ser mitológico?

Richard: Es un halcón. Y sí, es el mismo.

Elena: Pero, ¿por qué está contigo?

Azahar: Porque es mi emisario.

Elena: (volteando a ver a Azahar) ¿Disculpa?

Azahar: Yo no puedo presentar mi forma física en este plano por mucho tiempo, a menos que tenga un humano en el cual canalizar mi espíritu. Este humano es mi heraldo, mi emisario, aquel que me permite seguir en este plano y a quien tengo la obligación de seguir hasta que perezca. Yo estoy ligado al alma de Richard y él tiene acceso a todo mi poder si él me lo pide. Aunque casi siempre no es así.

Richard: Cuando era joven, fui contratado por un grupo de exploradores para que los protegiera durante una excavación. Ellos sucumbieron a las trampas, y yo terminé en una cámara secreta en donde conocí a Azahar. Yo al principio no quise aceptar ser el emisario de Azahar, realmente no quería tanto poder en mis manos. Pero era incapaz de permitir que Azahar desapareciera de este plano, por lo que acepté, hace años desde que iniciamos este viaje juntos.

Azahar: Si bien puedo abandonar el cuerpo de Richard de vez en cuando, no puedo utilizar mis habilidades o poderes cuando quiero. Richard es el único que me puede permitir hacer uso de estas cuando él me lo pide. Si no tengo su aprobación, soy incapaz de desplegar mi poder.

Richard: Muy poca gente ha llegado a saber de la existencia de Azahar, fácil el número no supera los dedos de mis manos. Pero aunque no niego haber llegado a usar mínimas cantidades de las habilidades de Azahar, realmente nunca he querido usar un poder que me supera. Soy una persona que prefiere vivir su vida de forma normal, actuando y sobreviviendo de la forma en la que lo haría cualquiera, he aprendido a lidiar con la vida siendo yo mismo y no por la ayuda de algo superior. Esa es toda la historia, es su turno de poder asimilarlo todo lo que acabamos de contar.

...

Elena estaba sin palabras. Jamás en su vida había visto algo tan surrealista como eso. Pensar que un ser mitológico de gran poder existiera, era una autentica locura.

Profesor Hudson: Sé que no es fácil de digerir, nos pasó lo mismo en su momento, pero siempre ha sido el secreto mejor guardado de este grupo.

Elena volvió a ver a Richard.

Elena: Todos tus logros de Gunslinger...

Richard: (con firmeza) Son míos, no se les acreditan a nadie más que a mí. Soy un Gunslinger y vivo de ello, mancharía mis principios si utilizara dotes divinos para hacer trabajos que estoy consciente que puedo hacer yo mismo.

Elena: ¿Usted es capaz de atrapar una bala?

Aisha: (ofendida) ¡Por supuesto que sí! Un Gunslinger siempre puede atrapar una bala sin llegar a lastimarse al hacerlo.

Richard: (cruzando los brazos) El Gunslinger debe aprender a conocer las balas. Si uno no es capaz de atrapar una, entonces tampoco es capaz de dispararla con control.

Elena: ¿Me estas diciendo que me salvaste sin llegar a utilizar nunca esos poderes?

Azahar: Puedo dar fe de ello, tan solo los llegó a usar una vez y fue cuando me pidió que le diera velocidad para salvarte del disparo que ibas a recibir.

Elena enmudeció y se puso colorada.

Elena: (nerviosa) ¿Q-Q-Qué?

Profesor Hudson: (sorprendido) ¿Es eso cierto?

Richard miró con cara de malhumor a Azahar.

Richard: Simplemente actué impulsivamente para evitar una tragedia...

Aisha: (confusa) ¡Pero usted nunca ha actuado así! Siempre dice que ser impulsivo es perjudicial para un Gunslinger, y usted siempre encuentra más de una forma para poder lograr lo que...

Richard: (cortante) ¿Has practicado la recarga rápida hoy, Aisha?

Aisha: (temerosa) N-N-No. Creo... creo que voy a estar practicando.

Aisha se alejó hacia un extremo mientras sacaba su revolver.

Profesor Hudson: Ella tiene razón, impulsivo no es una palabra que te describa...

Richard: (molesto) ¡Simplemente actué lo que pensé mejor! Yo tampoco soy perfecto.

Elena finalmente recuperó la compostura. Había recordado algo que debía preguntar.

Elena: Señor Lancaster, ¿a qué se refería Azahar en lo que ambos conversaban hace un rato?

Richard tardó en responder.

Richard: A veces... Azahar intenta convencerme de que use sus poderes en ciertos escenarios, pero realmente muchas veces no lo consigue.

Elena: ¿Y qué escenario era esta vez?

Richard pareció un momento decidido a no contestar, pero no pudo contenerse.

Richard: De que lo usara para rescatar a su hermana...

Elena: ¿Un ave tan pequeña sería capaz de llevarnos?

Richard: Azahar puede aumentar su tamaño tanto como quiera. Casi siempre adopta el tamaño de un halcón normal, pero puede llegar a ser más grande que un roc(1).Lo que implica que si quisiera, Azahar nos podría llevar a donde quisiera.

(1. Un roc, o ruc dependiendo de la región en la que se le llame, es un águila gigante de varios metros de altura. Son pájaros salvajes que pueden llegar a ser peligrosos si se enfrentan a un humano. Muy poca gente ha llegado a domar un roc, pero cuando lo consigues tienes a una criatura que te será leal y obediente toda la vida. Este pájaro está basado en la ave del mismo nombre de la cultura persa. Si bien en la mitología original se describen como capaces de levantar un elefante con sus garras, aquí son ligeramente más pequeños).

Elena: ¿Y qué le impide rescatar a mi hermana de esa forma?

Richard: Primero que nada, dudo mucho que me hubiese creído si le decía que tenía un pájaro mitológico que me permitía usar sus poderes. Por no decir que se le nota que aún no se recupera del susto.

Elena: Bueno, eso es bastante razonable. ¿Pero qué me dice ahora que ya lo sé?

Richard: ¿Qué pasaría si alguna persona o alguien bajo nosotros vislumbrara a Azahar?

Elena: Quizá piense que es una alucinación por el calor, la mayoría posiblemente...

Richard: Elena, quiero rescatar a tu hermana tanto como tú, pero no pienso utilizar a Azahar en algo que sé que puedo hacer yo mismo.

Elena: (enojada) ¿Es que no te preocupa lo que pueda pasarle a Celia?

Richard: (enfadado) ¡Por supuesto que me preocupa! ¡Su vida es mi responsabilidad! Pero yo sé que podemos rescatarla de otra forma. Traeré a tu hermana cueste lo que cueste, pero debes confiar en mí. Yo solo uso los poderes para una emergencia o una situación de vida o muerte, su hermana está a salvo mientras le siga siendo de utilidad a Arthur James. Pero hay algo que le puedo prometer, y es que no descansaré hasta traerte a tu hermana.

Elena quería seguir intentando convencer a Richard de que lo hiciera, pero en el fondo sabía que no lo conseguiría. Además, recordó los momentos que había pasado con él, Viper no la defraudaría.

Elena: Pues espero que sea verdad...

Sin decir más, Elena se retiró del lugar sin mirar atrás. Necesitaba estar a solas un momento para poder meditar una revelación tan grande.