Capítulo 12
Es curioso como todo podía cambiar en tan poco tiempo. Elena había pasado de estar sola y en una situación desesperada, a estar rodeada de un grupo de personas que la hacían sentir capaz de rescatar a su hermana. Ya en las afueras del pueblo de Deleiro, caminando a través del desierto al pueblo de Redspot, para acercarse a las Cascadas Terreas y rescatar a Celia, a darle su merecido a el Gilal, Elena avanzaba con paso firme.
Richard: El camino será largo señorita Timberlake, ¿podrá seguirnos el ritmo?
Elena: (decidida) Seguiré hasta donde haga falta para rescatar a Celia.
Richard: Es bueno escucharlo, pero debe comprender algo importante.
Elena: ¿Y qué es?
Richard: Pues que nosotros somos de Imperio del Sol, estamos acostumbrados al calor dentro de todo. Usted no lo está, por lo que no dude en avisar cuando se sienta mal.
Elena asintió a modo de respuesta. El resto del trayecto siguió tranquilo a través del ancho desierto. Por lo que ella había comprendido, el camino a Redspot podía llegar a tardar uno o dos días de recorrido, pero Richard insistía en que llegando al tren podrían inclusive llegar a las cascadas antes del grupo del Gilal. Y Elena quería creer en Viper.
Elena comenzó a perder la cuenta del paso del tiempo mientras seguían andando. Poco a poco el sol bajaba por el horizonte y el calor también disminuía. Esto era realmente gratificante para Elena, ya que el calor durante el viaje era sofocante a más no poder. Es curioso como era la única del grupo que estaba sudando, Richard no mentía cuando dijo que ellos estaban acostumbrados al calor.
Cuando el sol bajó lo suficiente para ocultarse en el horizonte, llegaron a la entrada de unas cuevas que sobresalían de una montañas a su lado.
Richard: Creo que acamparemos aquí...
Elena: ¿Acampar?
Richard: Es peligroso seguir de noche, sin mencionar el frió que se da en las noches y de los posibles depredadores nocturnos que pueden aparecer.
Elena: ¿Qué clase de depredadores acecharían en un lugar tan distante?
Aisha: Coyotes, leones de montaña, y puede incluso que haya hienas por la zona.
Richard: Llegaremos a tiempo a las Cataratas Terreas para rescatar a su hermana, pero será mejor que por hoy descansemos y recuperemos fuerzas. Proseguiremos en la mañana.
Elena parecía no del todo satisfecha, pero asintió. El grupo entró en la cueva y llegó a un espacio llano donde podrían montar el campamento.
Richard: Voy a explorar el resto de la cueva, no quiero que nos llevemos la sorpresa de que sea el refugio de algún animal peligroso. Ustedes encárguense del campamento mientras tanto.
Antes de internarse, le guiño el ojo a Aisha.
Richard: Cuida a nuestra invitada en mi ausencia.
Aisha: No lo defraudaré, maestro.
Richard se adentró en lo profundo de la cueva hasta perderse de vista.
Profesor Hudson: (sacando las cosas de un saco) Mientras más rápido acabemos con esto, más rápido podremos descansar...
Elena ayudó al profesor mientras Aisha montaba otra tienda de campaña. Elena nunca había acampado en su vida, realmente jamás había salido más allá de su aldea en Noirmont(1) Por lo que una parte de ella realmente disfrutaba montando las tiendas de campaña.
(1. Noirmont es uno de los reinos de las tierra de Marouyane. Es el más cercano a la frontera con Imperio del Sol).
En pocos minutos las tiendas estaban terminadas. El sol había bajado lo suficiente para que poco a poco el lugar se fuera obscureciendo. Elena notó a lo que se refería Richard con lo del frío, la temperatura del desierto cuando no había sol era muy baja. Aunque era una temperatura que le recordaba un poco a su hogar.
El profesor sacó algo de madera de uno de los sacos para hacer la fogata. Al acabar Aisha sacó sus cimitarras y creo con el filo de ambas unas chispas que lograron encender un fuego que fue creciendo poco a poco.
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Unos momentos después, estaban cenando algunos trozos de carne que asaban en varas hasta que estaban listos para comer. Elena se fijó en la ausencia de Richard.
Elena: Oigan, ¿no creen que Richard ya debió haber regresado? Temo que ya no pueda guiarse por la oscuridad y se pierda.
Profesor Hudson: Créeme muchacha, Richard nunca ha tenido problemas con la oscuridad.
Elena no comprendió a que se refería, pero se interrumpió al escuchar a Aisha decir algo en un idioma que no sabía. La observó y se fijó que estaba vaciando las balas de su revolver en su mano y empezó a llenar el cargador rápidamente, pero al acabar repitió el mismo proceso. A la quinta lo hizo tan rápido que las balas chocaron con el arma y terminaron en el suelo.
Aisha: (susurrando) Demonios...
Richard: Ya verás cómo te saldrá.
Elena se sobresaltó al fijarse en que Richard estaba allí. Estaba tan centrada en lo que hacía Aisha, que ni se percató cuando había llegado.
Elena: ¿Cómo encontraste el camino de vuelta en la oscuridad?
Richard: ¿Dudas de mi capacidad de orientación?
Elena: ¿Simplemente por eso lograste encontrar el camino de vuelta?
Richard: (guiñando el ojo) Tengo mis métodos para no perderme, y raro no encontrar este lugar con el olor de la carne asándose.
Aisha: Lamento que tuviera que presenciar mi fracaso...
Richard: No digas eso, Aisha.
Aisha: Simplemente todavía no logro dominar la recarga rápida.
Richard solo sonrió y puso una mano sobre su hombro.
Richard: Ya te lo dije, es solo cuestión de práctica.
Él tomo las balas del suelo y sacando su propio revolver llevó acabo la operación, fue tan rápido que Elena pensó que había sido un efecto óptico. Richard vació el cargador y le entregó las balas a Aisha.
Richard: Tú eres una gran aprendiz, y sé que en un futuro, también serás una gran Gunslinger.
Aisha sonrió a su maestro y tomó las balas.
Aisha: Usted es un gran hombre, maestro Lancaster.
Richard tomó asiento frente a la hoguera.
Richard: Cuando en este mundo existe gente que crea muros con maldad, debe haber gente que haga puentes y haga el bien...
Elena no pudo evitar sonreír. Viper realmente era un gran hombre, y no dudaba que ese hombre rescataría a Celia. Solo esperaba que su hermanita no perdiera la fe.
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