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Viernes a la misma hora que el día anterior y sobre la misma banca frente al Sena donde Kagami y Marinette habían pasado un rato, los tres chicos comían macarons de distintos sabores y colores, cortesía de la azabache.

-¿Entonces tienes cita en 2 semanas?

Preguntó la ojiazul y la japonesa asintió.

-Si, la ginecóloga regresa de vacaciones hasta entonces. Después de la cita decidiré que hacer con el estorbo.

Dijo señalando a su estómago, después de haber nombrado de aquella "cariñosa" manera a lo que podría ser su hijo, mientras seguía comiendo con tranquilidad.

Marinette y Adrien se miraron con un pensamiento en mente: "Pobre feto".

Una notificación del celular de Adrien interrumpió sus pensamientos, luego otra notificación del celular de Marinette le secundó, una saturación de mensajes los hizo asustar y ciclar sus celulares, hasta que Kagami, que tenía solo un mensaje (de sus únicos 5 contactos) les dijo.

-Todos piensan que Adrien embarazó a Marinette.

Dijo Tsuguri y la ojiazul cerró los ojos con negación.

-¡Pero Chloe prometió no decir nada!

Exclamó realmente desconcertado Adrien y las chicas lo miraron con incredulidad.

-¿Enserio le creíste?

Dijo y la no embarazada asintió.

-Literalmente estaba frotando sus manos malvadamente mientras miraba a la nada, pensando seguramente en un monólogo malvado.
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Agotada la ojiazul llegó a su casa después de un largo día, arrastrando los pies por el pasillo de la sala y tirando su mochila en el sofá.

Al mismo tiempo, un olor desagradable causado por el camión de la basura pasando por la avenida, hizo a Marinette tener una arcadilla, una reacción natural en cualquier organismo, aguantando el vómito y tornándosele levemente los ojos acuosos producto del asco. Corrió a cerrar las ventanas y cuando fue a la alacena por el aromatizante, miró el hueco de la puerta entreabierta por el que sus padres llevaban rato mirándola, con profunda preocupación.

-Yo lo hago, no te sobresfuerces.

Dijo Tom torpemente a lo que ella entrecerró los ojos, deseando que lo que se imaginaba no fuera cierto.

-Hija, ya lo sabemos todo.

Si, lo que se imaginaba era cierto, ya habían escuchado del chisme. Así prosiguió a negarlo todo y a rogar por una cita médica para desmentirlo.

Lamentablemente sus padres no le prestaron atención, estaban más concentrados en ser buenos padres que le brindarían todo el apoyo, que en escucharla.

-Marinette, es normal vomitar en tu estado, aunque si no quieres estar en tu estado puedo darte un té de rud...

Le dijo su madre cuando vio como ella cansada de todo eso se iba a su cuarto, no terminando la oración pues ella ya se había ido.
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En el balcón de la ojiazul, Adrien y Marinette miraban las estrellas con sus pies sobre el barandal y sus espaldas en el suelo.

-¿Y ya sabes quién es el papá del hijo de Kagami?

La azabache negó mientras tomaba su mano.

-Adrien, literalmente tu presionaste el botón del invento de fertilización.

Dijo mientras los kwamis iban de un lado a otro del balcón, jugando con unas canicas que de vez en cuando caía sobre sus estómagos.

-Oh. Entonces realmente fue mi culpa.

Ella asintió y se repuso bocabajo pero sobre sus codos, para brindarle un beso corto en los labios.

-Lamento mucho el haberte gritado esa ocasión, me pasó lo peor por la cabeza.

Él sonrió y tomó sus mejillas antes de acercarla y besarla nuevamente.

-Eso quedó olvidado, pero si así de dulces son las disculpas, puede que aún no te haya terminado de perdonar.

Le dijo juguetonamente mientras estiraba los labios y ella ponía ambos codos a cada lado de la cabeza del rubio, mientras comenzaban a besarse sin pausas ni rodeos, de manera tan dulce que era como acariciarse los labios con los labios contrarios.

Pero de la nada ¡Pum! Todos los kwamis se levantaron y volaron a esconderse a la velocidad de la luz, haciendo que ambos se asustaran. Entonces giraron sus cabezas y en la trampilla estaban sus padres que les miraban atónitos.

-Que bien que esta aquí, Adrien.

Los dos se sentaron en el suelo y Adrien sintió que quería morir.

-Juro que no hemos hecho nada, de verdad. Solo nos hemos dado 41 besos en toda nuestra relación que lleva dos semanas y...

La ojiazul lo interrumpió desesperada.

-Llevenme con un doctor. Enserio, juro que no estoy embarazada porque no he hecho nada para estarlo.

Los dos padres no parecían enojados, más bien preocupados.

-Bajen a la sala y comiencen a rezar. Créame que no lo digo por nosotros.

La presión de Adrien terminó de bajarse al ver a su padre en la sala.

-Sabía que estarías aquí, Adrien. Usted piense en cómo proceder. Vámonos Adrien

Continuara...

Holaaa, pues que les digo, tantas cosas están pasado con mi vida que no sé qué decir. Solo quiero tiempo para verlo todo con calma, para actualizar y para noviar con mi novio <3 como lo quiero a mi novio <333

Si, la escritora se fue como gorda en tobogán JAJAJAJAJS. Si esto no termina en boda, será la peor ruptura de mi vida (que sea boda, que sea boda)

Pero bueno, veré que tanto puedo adelantar a las historias antes de que vuelva a ahorcarme el siguiente semestre.

En fin, disfruten.

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