Capítulo 19

– ¿Y todo esto lo hiciste tú sola? – preguntó Power Loader.

– ¿No? – Melissa sonaba confusa. Aunque estaba muy cerca, casi lanzó una pregunta de contraataque con una dosis sana de actitud adolescente.

Su profesor la miró algo dudoso, mientras Nezu se echaba para atrás, con expresión divertido.

– Yo lo diseñé. – explicó Melissa. – Hice todo el programa personalizado y la mayor parte del ensamblaje. Pero obviamente no hice las tuercas, tornillos y arandelas a mano. O las cámaras. Algunos de los soportes y miómeros los hice yo misma, pero la mayoría fueron comprados. Imprimí algunos circuitos para correlacionar y repetir los datos, pero los cerebros primarios son un par de la marca Strawberry Tarts. Corren en Linux, aunque tuve que ajustar el sistema operativo. En cuanto a armarlo, yo hice la mayor parte, pero Izuku me pasaba las herramientas y me ayudó a cargar los componentes pesados.

Melissa se detuvo, luego de atraparse hablando de más. Pero sí tenía una última defensa.

– Usted debería tener acceso a mi repositorio. – le recordó. – Puede bajar de allí todas las revisiones de los esquemas y el código.

– Mis disculpas, Shield-chan. – Loader inclinó su cabeza ligeramente. – Mi pregunta era más de sorpresa que de dudas, pero supongo que fue una mala forma de preguntarlo.

– Yo también estoy un poco impactado por las últimas revisiones. – le dijo Nezu a la rubia. – Y aun así las terminaste a tiempo.

– Decidí implementar estos cambios en lugar de hacer todo el conjunto a prueba de agua. – admitió. – Y tenía otras ideas que tuve que recortar debido a la falta de tiempo y partes. Como un cañón de agua para el partido de waterpolo. Pero sí, añadí más cámaras y escáneres. Puse más músculos en las piernas para saltar y aterrizar. Y estos de aquí... que me hacen sentirme decepcionada de mí misma por apenas pensarlo ayer.

Señaló su nueva y favorita adición a sus muñequeras acorazadas.

– Bueno, todo parece estar a punto para la primera ronda. – decidió Majima. – Aunque no podrás utilizar las partes que no son a prueba de agua para la segunda ronda. Pero tienes mi aprobación.

– También la mía. – dijo Nezu. – Y con eso dicho, más vale que los dos vayamos a la línea de partida.

Power Loader les dio a ambos una sonrisa, ya en este punto estaba bastante acostumbrado a que sus estudiantes hicieran cambios de último minuto a su equipamiento de apoyo.

...

La Clase 1-A observaba cómo los estudiantes de segundo año se iban alineando para el primer evento. Y varios de ellos, especialmente Izuku y Momo, estaban más interesados en los cambios que hicieron a la pista de carreras barra curso de obstáculos, más que en los participantes. Había sólo una corredora que a ellos dos les importaba.

Para empezar, la pista era más larga pero más angosta. Estaba el mismo trazado de paneles cuadrados blancos y negros de dos metros y medio, pero en lugar de ser de ocho paneles de ancho, lo redujeron a ocho. Y añadieron medio kilómetro de largo adicional, incrementándolo a dos kilómetros y medio.

Segundo, había más cañones. Ayer, no había cañones en los primeros cien metros. Luego de eso había dos torretas independientes montadas en cada lado de las filas de la cuadrícula. Hoy, había cañones inmediatamente después de la línea de salida. Y había tres torretas por fila, con la tercera ubicada en una base más alta que el par original.

Finalmente, en donde el camino se dividía en medio, no se quedaba plano. La ruta izquierda se levantaba en una pequeña colina, mientras la derecha descendía formando un valle. La colina se levantaba rápidamente y luego bajaba en dos etapas con una meseta corta entre ambas. El valle también ascendía en el mismo punto.

– Y probablemente haya más tipos adicionales de trampas y ataques de los que prometió Nezu-sensei. – continuó Izuku murmurando. – Pero no podemos verlas ajora mismo.

– Cállate. – ladró Bakugou.

Izuku lo ignoró. Pero de todos modos ya el peliverde había terminado de hablar.

– Ja. – Bakugou de pronto se rio un momento después. – ¿Qué se supone que lleva tu rubiecita? ¿Un disfraz de Iron Man de mier... salido de una tienda de 100 yenes?

Estaba a punto de decir "mierda salida de un depósito de chatarra". Sólo para que Izuku le lanzara una mirada con los ojos en rendijas. Una punzada de dolor le atacó el puente de la nariz de Katsuki. Recovery Girl ya le había dado un beso (recordar eso hizo que Katsuki se sonrojara de rabia y verguenza), y le dijo que no estaba tan malherido en primer lugar. Pero todavía sentía el rayo de energía verde que lo golpeó. Podía ver las dagas fusionadas en una pistola apuntándole al rostro. Y también recordó que, el año pasado, Izuku lo había estado evitando e ignorando. Excepto cuando Melissa estaba presente o Katsuki la había insultado. La cuchara de helado. La rubia tuvo que detener a Izuku de darle una paliza a Dedos Largos. El incidente del White Day.

Bakugou no podía detener por completo el insulto. No lo iba a hacer. Pero sí le bajó un poco, cortando las profanidades.

Incluso Izuku tuvo que admitirlo, aquí a la luz del día, el equipamiento de soporte de, Melissa se veía un poco tosco.

– Lo que hace es más importante que cómo se ve. – declaró Izuku confianza.

– Te desafiaría a que construyas algo la mitad de bueno. – le dijo Iida-kun a Bakugou. Aunque algo débilmente, como si no le convenciera su propia declaración.

– No lo sé. – comentó Mineta desde la cabina de la Clase 1-B. – Tiene sus... atributos.

Ashido-chan le lanzó un puño de palomitas.

...

Melissa se puso detrás de la multitud. La rubia no tenía intenciones de tomar un lugar en la línea de partida, prefiriendo quedarse detrás de todos los estudiantes del curso de héroes que estaban confiados. Ya había suficientes de ellos que estaban peleando por posiciones al frente de la multitud, y ella no veía la necesidad de hacer eso.

Presionó el botón de su mochila. La caja se desplegó como un fluido de metal y se envolvió alrededor de su cuerpo. Saltó para que las botas pudieran cerrarse debajo de sus zapatillas deportivas. Los guanteletes se formaron alrededor de sus manos y muñecas. El exoesqueleto de acero y los músculos metálicos envolvieron sus piernas, torso y brazos. Finalmente, las piezas del casco se cerraron sobre su cabeza.

Los guanteletes y casco eran inmaculados. Quedaron perfectamente ensamblados y estaban pulidos como para reflejarse en ellos como un espejo. Lo único que les podría faltar sería un revestimiento de esmalte con colores de héroe o una insignia.

Lo mismo no podía decirse del resto del traje. Las botas estaban talladas de manera muy tosca, con unas notables brechas entre las placas sobre los tobillos de Melissa. No había otra armadura, excepto por unas delgadas hombreras requeridas para distribuir el peso y la fuerza. Los miómeros estaban apropiadamente sellados, por supuesto, pero los soportes que los sujetaban necesitaban que se les diera forma y lijado. Las vainas metálicas que sostenían los alambres tenían algunas grietas en medio de la soldadura. En resumen, parecía un buen primer paso para el traje, que Melissa estaba probando antes de terminarlo.

Y en defensa del punto de Mineta, el traje envolvía el busto y las caderas de Melissa sin armadura que la cubriera, lo que acentuaba sus curvas y le apretaba aún más su uniforme de gimnasia. Si eso era lo que estabas buscando, el equipamiento de soporte de Melissa no decepcionaba.

Nezu levantó su pistola para dar el arranque.

*¡BANG!*

Melissa dio un salto. Se elevó por encima de sus compañeros de año, y aterrizó en un cuadro en la tercera fila.

– Whoa. – dijo Asui-chan croando.

Sin nada de estar dudando o escaneando como le habían visto hacer a Hatsume-chan, la chica Shield volvió a saltar tres cuadros más adelante y uno a la izquierda, aterrizando sobre un piso seguro de madera. Luego saltó hacia un piso en un cuadrado de metal a cuatro espacios a la derecha. Eso le daba el camino más despejado para avanzar, al menos durante el primer medio kilómetro.

Aunque definitivamente iba en segundo lugar, había una estudiante adelante de Melissa. Wingspan acababa de desplegar unas alas de colibrí, y salió disparada cuarenta metros directo hacia adelante. Luego cambió a unas alas de cóndor y empezó a volar de frente.

– Se creen la gran cosa. – gruñó Bakugou entre dientes. – Vamos a ver si soportan los golpes.

Tardaron un momento, pero los cañones pudieron compensar su tiempo de reacción a los saltos rápidos de Melissa. Uno de ellos le disparó, apuntándole mientras estaba en el aire.

*¡CLACK, CLACK, CLACK!*

Un panel se extendió desde el dorso de cada uno de los guanteletes de Melissa. Empezaron a desplegarse en espiral rápidamente.

*¡KER-CHUNK!*

Con un pesado ruido metálico, se fijaron en su lugar. La chica Shield ahora llevaba una instancia de su nombre de un metro de diámetro en cada uno de sus brazos. Movió unos pocos grados hacia abajo su brazo derecho, y el primer balón de quemados golpeó el escudo. Resultó ser de pegamento. Por un momento parecía que ganaría el forcejeo para pegarse de su muñequera, pero finalmente se deslizó fuera de la superficie revestida de neo-teflón y cayó en un panel lleno de agua helada.

Melissa aterrizó y ya le venía un segundo ataque. Este provenía de uno de los balones pesados. El titanio arqueado bajo la chapa antiadherente absorbió la mayor parte del impacto, deformándose momentáneamente antes de recuperar su forma. Melissa y su traje recibieron el resto del impacto con sólo un ligero retroceso.

Wingspan cambió a unas alas de halcón para evadir los ataques lanzándose en picada rápidamente. Luego regresó a las alas de colibrí, ganando suficiente altitud para salir del rango de los cañones. Y después de eso volvió a cambiar a alas de cóndor, planeando un poco más rápido que antes.

Otro balón explotó cuando Melissa lo bloqueó. El gas hilarante no pudo penetrar su casco, y la momentánea pantalla de humo tampoco la ralentizó.

– Tsk... – Bakugou chasqueó su lengua mientras veía a Melissa desviar dos ataques más sin perder velocidad. Sus compañeros de clase podían ver todavía al fantasma del ojo morado que uno de los balones le dejó ayer.

...

Ninguno de los de segundo año fue capaz de alcanzarla. Tal como se lo había hecho Asui-chan a Hatsume-chan, unos cuantos intentaron seguir el mismo curso que Melissa. Por desgracia, al parecer ninguno de ellos tenía los Quirks o la memoria necesarios para poder igualarla.

Wingspan llegó de primera, y Shield de segunda muy de cerca. Le llevó más de un minuto al que iba en tercer lugar para poder alcanzarlas, y apenas lo logró así de cerca porque su Quirk le permitía desviar los disparos.

Los treinta y dos clasificados ahora estaban reunidos, todos en sus trajes de baño escolares. Se estaban aglomerando alrededor de la misma piscina octagonal del día anterior. Melissa había dejado la mayor parte de su traje de poder en el vestidor luego de cambiarse, debido al previamente mencionado revestimiento a prueba de agua incompleto. Incluso si no fuera por eso, todavía habría dejado atrás el traje; su traje de baño escolar no le cubría las extremidades y los miómeros podrían haberle provocado irritaciones por el roce.

Pero los guanteletes y el casco eran seguros, y todavía los llevaba puestos.

Midnight estaba de nuevo actuando como réferi, pero había elegido un traje de baño de una sola pieza, en lugar del bikini que utilizó para moderar a los de primer año. Bueno, técnicamente era de una pieza, pero no le cubría mucho más que el de dos piezas.

Mineta estaba literalmente babeando. Kento extendió un dedo y empezó a picarle duro en el hombro, haciendo que se limpiara la boca con la manga.

– Buenos días, mis preciosos. – los llamó a todos Nemuri. – Seguramente recordarán este evento de ayer, Ultra Waterpolo.

Una mirada sombría cruzó por su rostro. Todoroki-kun y Uraraka sintieron punzadas de culpabilidad. Hatsume-chan ni siquiera lo notó. Midnight negó con la cabeza y volvió a sonreír.

– Por supuesto, no podemos hacérselos tan fácil como se los hicimos a los de primer año. – les dijo. – Todavía se van a dividir en equipos de cuatro. Cada equipo defenderá una porteríal específica. Si anotan en la portería de otro equipo, recibirán tres puntos y ellos perderán uno. Pero las porterías ahora son más o menos diez por ciento más pequeñas, y en lugar de seis balones habrá sólo cinco. Y para compensar por el decrecimiento en su área de superficie, ahora deberán dejar al menos 75% del área de su portería descubierta, a menos que estén activamente bloqueando un intento de penetrarla de sus oponentes. Y también, si crean cualquier clase de estructura permanente con sus Quirks u objetos de soporte, estarán limitados a metro y medio cúbico de volumen total. Permanentes, o que duren por más de un minuto. Nada de bloques de hielo gigantes o hacer crecer un poste de madera gigante.

Se detuvo por un momento para respirar profundamente, y luego concluyó: – Por último, si cualquiera de ustedes tiene la capacidad de sacar del juego a un oponente sin hacerle daño, adelante. Pero sólo podrán hacerlo con dos jugadores máximo. Y si cualquier equipo se queda sin un jugador, ese equipo o equipos ya no perderán puntos por los goles que reciban. Y por supuesto, nada de lastimar a otros. Se permite pelear por posiciones, pero hasta allí. ¿Alguna pregunta?

La mayoría de los de segundo año negaron con sus cabezas, y nadie dijo una palabra.

– Excelente. Diez minutos para decidir los equipos, empezando... ¡ahora!

– ¿Alguien necesita una portera? – preguntó Melissa. E inmediatamente fue abordada por todos.

...

Luego de los primeros cuatro minutos, sólo los estudiantes más atléticos o arrogantes trataron de anotar en la portería del equipo 7. Melissa había reducido sus escudos a 75 centímetros de diámetro, en parte por la regla de cobertura, y mayormente porque era todo lo que necesitaba.

La portería del equipo 7 parecía vacía, pero había una masa delgada de azul en el agua debajo de ella. Entre la refracción del agua y sus propios movimientos tan sutiles, era muy difícil saber dónde estaba la portera, tal como ella esperaba.

– ¿Cómo puede permanecer bajo el agua tanto tiempo? – preguntó Momo. – No hay forma de que tenga una reserva de aire extendida, su casco no es lo bastante grande.

– No la tiene. – confirmó Izuku. – Es capaz de extraer el oxígeno del agua y meterlo en el casco, expulsando los óxidos de carbono. Así no necesita filtrar los gases, toxinas o micropios.

– Ingenioso. – Yaoyorozu estuvo de acuerdo.

Un estudiante del curso de héroes, cuyos brazos estaban hechos de bronce, decidió tomar su oportunidad. Sus extremidades eran más duras y fuertes que la carne. Se fue acercando hacia la portería, braceando más rápido que cualquiera de los demás. Keleawe, así se hacía llamar, saltó fuera del agua, y arrojó el balón por encima de su cabeza, hacia la esquina superior de la red.

Melissa surgió de fuera del agua como un delfín, interpuso su escudo izquierdo, y lo movió ligeramente hacia afuera.

– ¡Wings! – llamó Melissa. La chica aviana le devolvió la mirada, y atrapó el balón fácilmente entre sus manos. Melissa entonces volvió a zambullirse bajo el agua.

Otro jugador trató de lanzar desde mayor distancia. Shield ni siquiera tuvo que reaccionar. Mientras sus cámaras le permitían hacer sus cálculos, el balón rebotó en uno de los postes de la portería. En cuanto cayó al agua, Melissa lo agarró, y se lo lanzó a uno de sus otros compañeros de equipo.

...

Los encuentros para el tercer evento ya habían sido decididos. Los estudiantes del curso de héroes eran todos llamados por sus nombres código designados. Melissa, siendo la única que no era de dicho curso, la llamaban sólo por su nombre civil.

En la primera ronda del torneo, le tocó enfrentarse en el tercer encuentro, con alguien llamado Violet Knight. Ya que Melissa pasaba la mayor parte de su tiempo con los de su salón en la clase 2-G, o con Izuku y la 1-A, no tenía idea de quién era este.

También se dio cuenta que Wingspan se estaba enfrentando a Keleawe en la última batalla de la ronda. Ella no era como Hatsume, Melissa se había aprendido los nombres de sus compañeros en el segundo evento. Y también el nombre de Keleawe, que fue el único capaz de anotarle un gol a ella.

Observó los primeros dos encuentros con mucho interés. Y ahora era su turno.

– Ahora, para el tercer evento, tenemos a un caballo, o quizás debo decir yegua oscura, ¡la sirena de la clase 2-G, Melissa Shield! ¡Y su oponente, el caballero del crepúsculo de la clase 2-B, Violet Knight!

Ante el anuncio de Mic, los dos estudiantes se subieron al escenario, ambos ya de vuelta con sus uniformes de educación física. Melissa se había puesto de vuelta sus guanteletes acorazados, pero no su casco o el resto de su traje. Su oponente era un joven delgado con cabello oscuro de color corto, con triángulos y romboides púrpuras que sobresalían de los rabillos de sus ojos. Ojos que, inesperadamente, eran azules. Y se notaban nerviosos.

Melissa ingresó al ring con confianza. Knight subió las escaleras más dudoso.

– ¿Listos? – preguntó Cementoss.

– Sí. – declaró Shield, golpeándose sus nudillos acorazados. Violet Knight simplemente asintió.

– ¡Comiencen! – declaró el profesor.

Pero antes que Melissa se pudiera mover, Violet Knight alzó una mano.

– ¿Puedo hacerte un par de preguntas primero? – le dijo con una voz que sonaba suave y melodiosa.

– ¿Seguro? – Melissa asintió, algo confusa.

– Tú eres la que derrotó a Advisory-sensei y le rompió el brazo, ¿correcto?

– Uh, sí. – Melissa sonaba algo avergonzada de confirmarlo.

Katsuki le lanzó una mirada fulminante a Izuku. Y Momo sonrió ante la reacción de su amiga mayor.

– Pero aun así estás tomando Combate Desarmado, no Autodefensa. – continuó Violet, cuya voz temblaba. – ¿Sólo para poder tener peleas de entrenamiento con Advisory?

– No es sólo para poder pelear contra ella. – Esta vez, Melissa habló con tono serio. – Tampoco quiero tener una B que me baje el promedio. Y quiero ser mejor.

Eso provocó que los estudiantes que observaban, y los graduados de la UA comenzaran a murmurar. Un promedio de B en la UA era considerado mejor que tener una boleta completa de A en la mayoría de las demás escuelas. Además, lograr una B en Combate Desarmado era considerado difícil.

– Sólo una más. – Knight trató de apaciguar a la chica Shield. – ¿Qué le pasó a tu casco?

– No necesito el escaneo extra para una pelea uno a uno. – respondió la rubia. – Y me parecía justo, que no lleve protección en la cabeza cuando ninguno de los demás la tiene.

– Gracias. – dijo con gratitud Violet Knight, y se inclinó. Le dio la espalda a Melissa, y rápidamente salió del ring.

– Ganadora, Shield-chan. – anunció Eraserhead en tono aburrido.

Melissa parpadeó como un búho.

...

El segundo oponente de Melissa también tenía un Quirk ocular. Era la habilidad de lanzar rayos de electricidad por el ojo izquierdo. Desafortunadamente, los guanteletes de Melissa estaban totalmente aislados como era posible. Si hubiese podido golpearla unas veinte veces o más, quizás podría haber recalentado sus guanteletes lo suficiente para que sintiera un choque menor y que la temperatura se le hiciera incómoda, pero ella no le dio ese tiempo. El chico se sorprendió cuando ella le bloqueó el primer rayo, y trató de huir de ella cuando se le acercó. Apenas le bastaron un par de puñetazos y una patada final para sacarlo del ring.

La tercera ronda fue un encuentro más largo. Una batalla de resistencia. El oponente de Melissa tenía un Quirk curativo y habilidades medianamente decentes en karate. Pero ninguno de los dos fue suficiente para ganar contra la Ranger en entrenamiento, pero sí lo suficiente como para que ese encuentro casi terminara en tiempo fuera y por decisión de los jueces. Melissa logró someterlo en una llave contra el suelo, con menos de tres minutos en el reloj. Cementoss determinó que el chico no podía soltarse, así que declaró a Shield como la ganadora.

Ahora Melissa se estaba enfrentando a Wingspan. La inventora todavía estaba cansada luego de pasar básicamente treinta minutos golpeando un saco pesado. La otra joven se veía bastante refrescada.

Las dos se miraron una a la otra. Melissa no tenía armas de largo alcance, excepto su arco si cambiaba de opinión e iniciaba mórfosis a Modo Yellow. Si intentaba atacar Wingspan, la voladora podría fácilmente ponerse fuera del rango de Shield.

O "volar como un águila", como lo dijo Ashido.

Por su parte, Wingspan no estaba con ganas de acercarse a Melissa. La rubia era más alta, físicamente más fuerte y rápida, y había demostrado ser un monstruo en combate cercano.

– A diferencia de Lump – le dijo Wingspan a su enemiga – no creo poder soportar más de uno o dos golpes tuyos, antes de que me noquees.

– Entonces ¿qué vas a hacer? – preguntó Melissa, dando un paso más cerca.

– No planeo rendirme. – dijo Wingspan pensativamente. – Pero me pregunto, si puedo evitarte durante todo el encuentro, sabiendo que no puedo vencerte... ¿sería suficiente para que los jueces me den la victoria?

Extendió sus alas, y se elevó en el aire. Empezó a volar en círculos, cogió uno de sus zapatos y se lo arrojó a Melissa.

– ¿Qué fue eso? – se quejó Melissa, desviando de un manotón el arma.

– Una muestra de ofensa. – argumentó Wingspan. – Y de protesta, porque no me dejan utilizar mis cuchillos o bombas.

Y dejó caer su otro zapato, literal, no figurativamente.

– El curso de soporte puede traer objetos que hayan fabricado. – dijo Melissa para la multitud, cuando la zapatilla deportiva golpeó en el bucle de su cinturón. – Pero los cursos de héroe y demás sólo pueden traer objetos que sean necesarios para controlar sus Quirks.

– Exacto. – dijo Wingspan. Retrajo sus alas y se lanzó en picada contra Melissa. La chica Shield se preocupó por la otra, pero en realidad Wingspan había retirado sus alas para quitarse la chaqueta. Sus alas volvieron a brotar, esta vez con la apariencia de un ave rapaz que cazaba en picada. Ralentizó un poco antes de llegar, y al estar un metro encima de Melissa, le arrojó su chaqueta como si fuera una red, antes de volver a ascender de golpe.

– ¿Qué fue eso? – repitió Melissa, riéndose antes de lanzar la prenda a un lado.

– Si no puedo llamar su atención peleando... – Wingspan hizo un ademán de acicalarse, y sacó a relucir su ahora más evidente pecho – ... tal vez pueda destacar de otra forma.

Se llevó la mano hacia su cinturón.

– No se te ocurra quitarte los pantalones. – le advirtió la voz molesta de Eraserhead.

– Llevo puestas unas bermudas. – protestó ella. Pero le hizo caso. Durante varios minutos simplemente se puso a volar en círculos.

– "Si mis escudos fueran desprendibles, podría tratar de arrojarlos." – pensó Melissa. – "Pero eso habría debilitado la estructura integral. Debí haber... no, ya no tiene sentido lamentarme por eso. Si me hubiera puesto todo el traje, ella sólo habría volado más alto. ¿Podría arreglar...?

Melissa se dio cuenta que estaba distraída y no prestaba atención. Y que ya no podía ver a Wingspan. Oyó algo a sus espaldas, y otro par de pechos chocó contra ella por detrás. Unos brazos la sujetaron de las axilas, y sus pies dejaron de tocar el suelo.

– Gracias al cielo. – Wingspan empezó a susurrarle a Melissa en la oreja. – Escuché que sueles perderte mucho pensando, pero no estaba segura si eso iba a funcionar aquí. ¿Sabías que el halcón gerifalte puede levantar presas casi la mitad más pesadas que él? No por mucho tiempo, pero sí son capaces. Y eso significa, que yo también puedo.

Shield hizo una mueca.

– Te daré una opción. – dijo Wingspan. – Ríndete ahora, y te bajaré. O si no, simplemente te dejaré caer fuera del ring. Pero puede que te lastimes, ya que no me voy a arriesgar a acercarme demasiado al suelo para que me hagas algún lanzamiento de artes marciales. Tienes treinta... que sean veinte segundos.

Melissa miró hacia abajo. Estaban a casi veinte metros de altura, y ya no estaban encima de la plataforma de cemento. La hierba sería un aterrizaje más suave, pero no tan suave. Melissa desactivó sus escudos.

– ¡Me rindo! – gritó con fuerza.

– ¡Melissa Shield se rinde! – anunció Cementoss. – ¡Wingspan es la ganadora!

La mujer pájaro descendió, aterrizándolas a ambas en medio del ring. Le extendió su mano, y Melissa se la aceptó en un apretón.

...

– Puedes sentirte orgullosa. – le dijo Tommy a Melissa. – Quedaste de segunda, entre ciento tres otros competidores. Todos los demás han tenido sus Quirks por más de una década, mientras tú has sido una Ranger por menos de tres meses. Y tú elegiste no hacer mórfosis para guardar tu secreto.

– Y el mío. – añadió Izuku apretándole la mano. – Sabes que podrías haber ganado si hubieras hecho mórfosis.

– Y peleaste de manera justa. – le dijo All Might. – Me siento muy orgulloso de ti por eso.

– Yo no. – Melissa hizo un puchero. – Si hubiera tenido mi casco, podría haberla visto venir. Podría haberla esquivado.

– Cierto. – All Might estuvo de acuerdo. – No debiste perderte en planear al punto de que perdiste de vista a tu oponente. Tenemos que trabajar en eso. Con los dos. Dicho eso, en una pelea real, Wingspan no habría podido simplemente ponerse a volar en círculos arriba de ti esperando a que pasara el tiempo.

– Melissa. – Izuku la miró a los ojos. – Escúchame bien. En todos los años que la UA ha llevado a cabo el Festival Deportivo, ningún estudiante del curso de soporte ha sido capaz de llegar hasta el encuentro final. Tu eres la primera. Y apenas la segunda que consigue llegar a los cuatro mejores. Los del curso de negocios ni siquiera han podido llegar hasta los ocho mejores.

– Supongo que eso es algo. – Ella estuvo de acuerdo. Él le dio un besito en la mejilla.

– Y el próximo año – le recordó él – serás todavía más fuerte y rápida. Tengo la certeza de que ganarás. – Se detuvo por un momento y murmuró. – A menos que Nezu-sensei decida cambiar las reglas.

Melissa le lanzó una sonrisa retorcida, y le picó la frente con el dedo.

– Si te vas a poner así, tengo algo que decirte. – contraatacó ella, cuyo humor ya se estaba levantando. – Me complace mucho decir que estaré asistiendo a tu clase del jueves y el viernes, Midoriya-sensei.

Izuku se puso blanco, recordando en qué se había metido.

Esta historia continuará...

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