Capítulo 13

Aproximadamente ocho horas después, cuatro héroes profesionales y dos oficiales de policía observaban la pantalla de video en busca de cualquier señal. Señales de engaño, de recolección, o de arrepentimiento.

Al otro lado, en la sala de contención reforzada, había dos personas. Ambas de cabello rubio y ojos azules, madre e hijo, abrazándose una al otro. Fuera lo que fuera que los observadores estuvieran buscando en ellos, lo único que veían era desesperación.

– ¿Cómo está el padre? – preguntó el Jefe Tsuragamae.

– En cirugía. – respondió Nezu. – Pero no tienen muchas esperanzas de que lo logre. De no ser por el Quirk de su esposa, ya estaría muerto, y probablemente ella también.

Eraserhead gruñó, y All Might suspiró.

– ¿Qué hacemos ahora? – preguntó Snipe, y todos miraron al segundo oficial de policía, Tsukauchi Naomasa. Él había sido el único presente en ambos interrogatorios, debido a su Quirk de detección de mentiras.

– Aoyama Yuga nació sin Quirk. – Naomasa miró por encima de su tabla de notas. – Cuando sus amigos y compañeros de preescolar comenzaron a manifestar sus propios Quirks, se burlaron de él. Una historia bastante común, por desgracia. Sus padres intentaron probar que simplemente era de manifestación tardía, haciéndole pruebas de ADN y de Factor Quirk varias veces. Cuando quedó comprobado que Yuga-kun no tenía Quirk, gastaron una cantidad extravagante de dinero buscando soluciones alternativas. Consideraron incluso drogas o implantes cibernéticos, pero antes de poder intentar cualquier cosa, un doctor vino a ellos.

Volteó una página.

– El Dr. Zeyasu ya estaba muerto, pero los Aoyama no lo descubrieron hasta mucho después. – continuó. – Un hombre que decía ser Zeyasu utilizando sus credenciales les dijo que había desarrollado un método para extraer energía Quirk y trasplantarla a un nuevo recipiente, manifestando un nuevo Quirk.

– Eso suena como... – murmuró Eraserhead.

– All for One. – gruñó All Might.

– O quizás uno de sus secuaces. – El detective estaba de acuerdo. – La familia Aoyama aceptó el trato, y luego de tres sesiones del supuesto tratamiento, Yuga-kun desarrolló su Quirk Láser de Ombligo. Era lo suficientemente similar al Quirk de su madre para que nadie lo cuestionara. Todo parecía ir bien hasta que intentaron ir a pagarle al doctor. Éste rechazó el dinero, y en su lugar les dio tres números de teléfono y tres contraseñas, diciéndoles que tendrían que pagarle con favores en el futuro. Alguien los llamaría de uno de esos números, les daría la contraseña, y tendrían que hacer lo que fuera que les pidieran. Zeyasu les prometió que los favores no estarían por encima de sus capacidades, pero también que, si se rehusaban, vendría para "reclamar el Quirk de su hijo, y con intereses añadidos".

»Después de eso, ellos cambiaron su número de teléfono y proveedor. – continuó. – Empezaron a planear mudarse a Francia, pero recibieron una llamada del primer número en la lista. La persona les dijo que estaba bien si se iban de Japón, ya que tenían favores que podrían hacerles en Europa también.

– Así que decidieron quedarse. – asintió el jefe con cara de perro.

– Y no escucharon nada más durante ocho años. – continuó Naomasa. – Pero hacia el final del primer año de secundaria de Yuga-kun, recibieron otra llamada. Les dijeron que Yuga-kun no estaba sacando su potencial. Les indicaron, como primer favor, que lo presionaran para entrar a la UA. Les dijeron que el curso de Héroes sería el mejor, pero mientras el chico entrara en la UA, estaría bien.

– Y lo hizo. – dijo Nezu. – Quedó apenas en el límite para el Curso de Héroes, pero ciertamente habría podido entrar en Estudios Generales. Y nosotros nunca descubrimos nada de esto.

– Ayer, recibieron una llamada del segundo número. Les dijeron que recibirían un paquete por correo, y que durante el alboroto que sucedió hoy, Yuga-kun tendría que colarse dentro de la sala de profesores, y conectar ese disco portátil en cualquier computadora. Seguramente esperaban que funcionara.

– Hace una semana, tal vez habría funcionado. – admitió Nezu con una risita débil. Ambos oficiales lo miraron en shock.

– Una de nuestros estudiantes reportó una falla en la seguridad de nuestra red. – explicó Snipe. – Mientras hacíamos las pruebas e instalábamos los parches, encontramos otra vulnerabilidad, y también la arreglamos. Esa segunda era la que Aoyama-kun y su maestro intentaban atacar.

– Y fue gracias a la sugerencia de esa estudiante que no sólo impedimos el hackeo, sino que pudimos encontrar y atrapar al traidor. – añadió Nezu.

– ¿Dicen que detuvieron el hackeo? – preguntó Tsuragamae.

– Sí. – confirmó Nezu. – Los datos en la tarjeta son todos falsos. A menos que All Might haya estado tomando clases de ballet sin mi conocimiento.

– No lo he hecho. – dijo el Símbolo de la Paz con voz atronadora.

– Hemos instalado múltiples niveles de datos falsos – dijo Snipe – y un nuevo servidor con seguridad diferente para los datos reales. Al igual que nuevos protocolos para cuando haya una incursión no autorizada.

– Estábamos considerando dejar ir al chico, y seguirlo. – dijo Eraserhead. – Pero no estábamos seguros de qué se suponía que hiciera, o si eso lo pondría en peligro. Lo cual, dado el ataque que ocurrió cuando intentamos aproximarnos a sus padres, sería lo más probable.

– ¿Y qué vamos a hacer ahora? – preguntó All Might.

– Los pondremos a ambos en custodia de protección. – ladró Tsuragamae. – Al menos hasta que determinemos si hay algo más que hayan hecho y que amerite presentar cargos en su contra.

...

Le dije que no iba a funcionar. – chilló Shigaraki Tomura. – No hay forma de que ese punk brillante fuese capaz de pasar desapercibido. Diablos, ya probablemente nos delató, viendo lo rápido que los Ceros aparecieron en el lugar de sus padres.

Tal vez. – La voz de All for One estaba de acuerdo. – Sin embargo, era nuestra mejor opción para hacer que nuestro Plan Beta funcionara. Ahora sin la información, tendremos que ir con el Plan Alfa.

¿Y acaso va a funcionar? – preguntó el joven hombre conocido como Decay, muy dudoso. – All Might ha estado menos activo, y siempre ha sido difícil de rastrear. Si no podemos atacar donde sabemos que va a estar, ¿cómo estaremos seguro de que lo atraparemos?

Todavía sabemos el lugar aproximado donde estará. – dijo el ser de neblina oscura llamado Kurogiri. – En la UA. Aunque no podamos entrar a la escuela o a su ubicación precisa, si causamos suficiente caos cerca de ella, All Might debería responder.

Es cierto que estaba apareciendo con menos frecuencia. – le dijo All for One a su protegido. – Pero eso ha cambiado desde el Año Nuevo. El Símbolo de la Paz ha estado más activo, y también parece ser más efectivo. Y por eso es que, junto con los secuaces, tal como los llamas, y el Nomu prototipo, tengo otro recurso para ti.

Un ser emergió desde una esquina oscura en el bar. La mayor parte era negro y gris, con vagas manchas de rosa oscuro en la armadura del pecho y la cabeza. O más bien casco, era difícil de ver qué era, aunque las alitas de murciélago deslizadas hacia atrás en los lados de su cabeza coincidían con las hombreras de su armadura, implicando la opción de un casco. La armadura también tenía un prominente broche en el cinturón con un símbolo que parecía un cruce entre la letra N y un relámpago.

Este es un enemigo que ni siquiera All Might podrá derrotar.

...

Las clases del miércoles iniciaron con una explosión. Los estudiantes de la clase 1-A notaron que Aoyama estaba ausente, y los adolescentes empezaron a chismorrear sobre dónde estaba y por qué no estaba aquí.

– Si tiene un resfriado, ¿no deberíamos empezar a tomar todos suplementos de Vitamina B y C? – murmuró Hagakure-chan.

– Eso no será necesario. – les informó Aizawa-sensei al entrar al aula. – Pero tampoco sería una mala idea de cualquier manera.

Los chicos lo miraron, notando que se veía más cansado de lo usual.

– Aoyama Yuga se ha retirado de la UA debido a problemas familiares. – les dijo Eraserhead. – Sus razones y problemas no son asunto de ustedes, así que enfóquense en sus estudios. En cuanto a la clase, hemos estado revisando los resultados del examen de entrada y el desempeño en las últimas semanas. Una vez que decidamos quién y hablemos con ellos, tendrán un nuevo compañero uniéndose al curso de Héroes el próximo lunes.

– ¿Ya saben quién será? – preguntó Ashido-chan, excitada.

– ¿Qué les acabo de decir? – preguntó el profesor barra héroe.

– ¿Qué hay una fila de espera de facto? – replicó ella. – ¡Vamos, usted debe saber algo!

– Sé muchas cosas. – le dijo en tono monocorde.

...

La clase 1-A se sentó en grupo para almorzar. O por lo menos, había más de ellos de lo usual. Bakugou no estaba con el grupo, pero sí más cerca de lo normal. Se les había unido también Melissa Shield, pero no el otro estudiante de la clase 2-G que a veces pasaba tiempo con Izuku, Melissa y Momo.

– ¿Creen que de verdad se haya ido por razones familiares, kero? – murmuró Tsuyu.

– ¿Qué otra cosa podría ser? – preguntó Kirishima confuso.

– Podría haber sido expulsado. – dijo Todoroki suavemente.

– Bueno, sí quedó de último en la prueba de evaluación de Quirks. – recordó Momo.

– Eso podría explicar por qué el sensei estaba tan evasivo. – Kaminari estaba de acuerdo con ella.

– ¿No creen que están pensando demasiado en esto? – preguntó Melissa. – La Navaja de Occam. Uno de sus padres podría haberse enfermado, o tal vez fue herido en un ataque de villanos.

– Eso es verdad. – murmuró Koda.

– El sensei nos dijo que dejáramos esto de lado. – dijo Izuku. – Y quizás deberíamos hacerlo. Si él está sufriendo, sólo empeoraríamos las cosas, y tal vez él no quiera recordatorios al respecto.

Melissa le dio una mirada compasiva, y varios de los compañeros de Izuku se dieron cuenta y captaron el mensaje.

...

Domingo, 13 de mayo.

– Entonces, ¿ya desafiaste a Advisory-sensei? – preguntó Melissa.

La pareja estaba teniendo un combate de sparring en la sala de entrenamiento. Ambos llevaban guantes y zapatos acojinados junto con sus ropas de entrenamiento normales. No se permitía ningún ataque excepto con las partes acojinadas. Cualquier contacto con ellas contaba como un golpe, incluso si normalmente habría sido un bloqueo válido. La meta era practicar ciertos tipos de ataques y maniobras evasivas.

– No. – dijo Izuku. Se agachó para esquivar un jab de ella, y luego le lanzó una patada a la pierna.

– ¿Por qué no? – Ella dio un salto hacia atrás. La Pink Ranger usó su alcance para lanzarle otro jab hacia la nariz. Él empezó a desviarle el brazo hacia un lado, y se dio cuenta al último instante que eso no estaba permitido. Desvió su cabeza a un lado, pero aun así ella todavía le rozó la oreja.

– Estúpida memoria muscular. – se regañó a sí mismo. Luego añadió: – Todavía no me ha hecho la oferta. Y además, aún sigo estudiando su estilo.

– Es realmente buena, ¿verdad? – Melissa sin darse cuenta se colocó en una postura de wushu, curvándose alrededor del puñetazo de Izuku y poniendo su mano en posición de tajo.

– Sí. – Él asintió ligeramente, intentando mantener el control de sus movimientos y equilibrio. – Me gustaría verla pelear contra el Dr. O.

– Tendremos que aprender... diablos... todo lo que podamos de ambos. – Ella se interrumpió cuando Izuku le conectó un golpe sólido al pecho.

– Con ese son 11. – dijo él.

– Pero esta vez sólo me ganaste por cuatro. – dijo ella, luego frunció el cejo. – A menos que todavía sigas conteniéndote.

– Los dos lo estamos haciendo. – le dijo él. – Esto es sparring, no una pelea real. Y tampoco queremos hacernos daño. Pero si estás hablando de que no te estoy dando toda mi velocidad y agilidad, entonces no. Realmente has mejorado mucho. Entrenar con Advisory-sensei además del Dr. O ha sido una gran ayuda.

Melissa sonrió ante el pensamiento de eso. Luego apretó los labios y entrecerró sus ojos.

– Otra ronda. – dijo con toda la intención. – Dame la oportunidad de acercarme más a ti.

– Sin duda me encantaría tenerte más cerca. – le dijo Izuku. Su mirada de combate de repente se tornó más una mirada de dormitorio, e Izuku se sonrojó al darse cuenta de las implicaciones de dicha oración. Iba a decir algo, pero Melissa lo interrumpió.

– Entonces ¿una pelea de judo? – ofreció seductoramente.

– En realidad, creo que probablemente deberíamos prepararnos. – dijo Izuku lamentándolo.

Melissa miró la cara de su morfer.

– ¡Diablos!

...

La Torre de la Ciudad de la Ópera de Tokio había sido destruida durante la cúspide de las Calamidades. El salón para la orquesta había sido meticulosamente reconstruido cuarenta años antes, usando todo lo posible del material original.

Los dos adolescentes estaban vestidos formalmente, sentados en el balcón inferior, con una gran vista del escenario. La orquesta asumió sus asientos, levantaron sus instrumentos y prepararon sus partituras musicales.

*Boom, boom, boom.*

Los timbales comenzaron con una nota muy familiar, seguido inmediatamente del chirrido similar a un grillo de los violines. Izuku tomó la mano de Melissa, entrelazando sus dedos con los de ella. Cerró los ojos mientras se imaginaba la escena. Un hombre, totalmente solo, sosteniendo en su muñeca los restos de su escudo destrozado.

Luego sonaron los cuernos franceses, con una tonada algo triste, pero la fanfarria fue aumentando, ganando más y más fuerza. Se volvió esperanzadora. Triunfante.

Yibambe. – murmuró Izuku a pesar de sí mismo. La canción continuó, y los ojos de Izuku empezaron a humedecerse. Melissa le apretó la mano.

– Vengadores... – dijo el conductor, girándose para encarar a la audiencia. Y el coro dio un paso al frente desde los costados. El conductor señaló a la audiencia un momento después.

– ¡UNIDOS! – gritó toda la multitud. Y el resto de la orquesta inmediatamente se soltó con todo mientras las tarolas y la guitarra eléctrica tomaban el control.

– Somos uno al pelear, esta batalla. – El coro empezó a acelerar el ritmo. Continuaron la letra con una canción de rock que Izuku conocía, lo que le hizo sonreír. La audiencia en general no parecía conocer las dos estrofas, pero la mayoría sabían lo suficiente para conectar la canción con la primera parte del popurrí.

– La unión fuerza nos daaaaaaaa... – El coro alargó la última palabra, y el latón comenzó a sonar de nuevo, entrando en la fanfarria del tema principal de los Vengadores. Sólo la versión original, en lugar de la versión que usualmente era parte de "Portals".

La música luego se tornó en el tema de Iron Man. Luego el de Thor. Después otra vez Los Vengadores. Luego cambió en el tema del Capitán América, y finalmente terminó con la versión de Secret Wars del tema de los Vengadores.

Al terminar la primera canción, el conductor se dio la vuelta e hizo una reverencia. – Gracias. Y sean todos bienvenidos a Héroes de la Filarmónica de Tokio, una Retrospectiva.

Volvió a encarar a los músicos, que le dieron vuelta a la siguiente página.

...

A continuación, tocaron un popurrí de Superman, seguido de una colección de Kamen Rider. Luego Batman, Spider-Man, y un popurrí listado en el programa como "Fate", que ninguno de los dos Rangers en entrenamiento reconoció, pero aun así lo disfrutaron.

– Ese realmente te gustó. – Melissa le sonreía a su novio mientras caminaban a casa.

– Claro que sí. – asintió él. – Gracias.

– ¿Por qué me agradeces? – se rio ella. – Tú conseguiste las entradas.

– Por venir conmigo. – dijo él. – Por estar conmigo. Fue mucho mejor contigo estando allí. Igual que todo lo demás.

Las mejillas de Melissa se tornaron rosas. La joven pareja hizo una pausa, se abrazaron y luego compartieron un breve beso.

...

Llegó el lunes, con calor y lluvia. E Izuku estaba muy cansado. Incluso después de dejar a Melissa en el edificio Yagi, los dos pasaban más tiempo del que deberían en el teléfono. Hablando de héroes, cuyos Quirks coincidían con cuales instrumentos, cuáles serían sus temas musicales, para los que no tenían ya uno propio, y ambos admitiendo que por mucho que les gustara, y por inspirador que fuera, el tema musical de All Might era un poco cursi.

Así, el estudiante de primer año bostezó mientras entraba en su salón. No se le escapó la atmósfera cargada que había entre sus compañeros, pero no se le ocurría por qué.

Al menos, hasta que Aizawa-sensei entró, escoltando a una joven desconocida.

– Escuchen todos, esta es su nueva compañera. – les dijo Eraserhead. – Quedó empatada en el puesto 37 del examen práctico, y ha tenido mejores calificaciones tanto en el examen escrito como en sus clases hasta este momento. Siéntete libre de presentarte, pero sé discreta.

Luego se dejó caer en su silla y se echó a dormir, sorprendiendo a la recién llegada, pero no al resto. Luego que se recuperó, la chica se giró para encarar a su nuevo grupo.

No era tan alta como Momo, pero sí más alta que las demás chicas de la clase 1-A, y que la mayoría de los chicos. Tenía cabello castaño rizado, una cara linda con unos brillantes ojos verdes, y una constitución tonificada con curvas decentes.

– Hola. – dijo inclinándose. – Soy Nekotora Katherine, el cual es un nombre familiar del lado de mi mamá, que es mitad británica. Pueden llamarme Katie o Manx, ese es el nombre de héroe que he elegido.

– ¿De qué agujero infernal te sacaron? – preguntó Bakugou con desdén.

– Me encontraba antes en Soporte, la clase 1-H. – respondió ella, ignorando su tono. – Me gusta la robótica, y honestamente habría pedido estar en el curso de Soporte incluso de haber logrado pasar el examen práctico. Pero después de un mes, me alegra que me transfieran al curso de Héroes. Algunos de mis compañeros son... demasiado revoltosos.

– Oh, ¿y cuál es tu Quirk? – Hagakure agitó una mano hacia Nekotora.

– Lo llamo Felidae. – explicó Nekotora. – Puedo asumir características de uno de cinco tipos de felinos salvajes. No una transformación total, sólo...

Empezó a cambiar su apariencia. Sus orejas se elevaron por encima de su cabeza y adoptaron la forma de orejas de gato. Sus manos y antebrazos se volvieron peludos, convirtiéndose en híbridas de manos y garras. Una cola emergió debajo de su falda, y todo su cabello adoptó la coloración de rayas naranjas y negras de un tigre.

– ¡Ah, eres la chica tigre! – exclamó Izuku, recordándola.

– ¿Huh? – Manx y una gran cantidad del resto de sus compañeros gruñeron en respuesta.

– Nos encontramos durante el examen práctico. – les explicó. – Estabas peleando contra un par de robots de dos puntos, y yo detuve a uno de tres puntos cuando intentaba emboscarte. Luego me mostraste que tu Quirk te permite tomar diferentes formas por diferentes razones, igual que el mío.

– Oh, tú eres el chico del casco. – dijo ella golpeándose su puño de garra contra su palma.

– Creo que te debo una disculpa. – Izuku se rascó detrás de la cabeza. – Sé que dijiste que estaba bien que me deshiciera de ese robot de tres puntos, pero si te lo hubiera dejado para que lo derrotaras, seguramente habrías entrado al Curso de Héroes en primer lugar.

Bakugou lanzó un gruñido de molestia, mientras que el resto de la clase 1-A parecían divertidos ante lo que decía su presidente.

– No. – Nekotora negó con su cabeza. – Si no me hubieras ayudado, probablemente me habría noqueado. Y entonces definitivamente... definitivamente no habría podido entrar en el curso de Héroes, quizás ni siquiera ahora. Además, como dije, me alegra haber tenido la oportunidad de probar el curso de Soporte.

La conversación se detuvo, y Manx retornó a su forma original. Y de inmediato les preguntó a todos: – Y bien, ¿qué hay del resto de ustedes?

...

Todos se presentaron, aunque Kaminari salió al paso cuando Bakugou rechazó su turno.

Las clases de la mañana fueron mayormente normales, aunque había estudiantes que seguían zumbando en ansias por conocer a su nueva compañera.

Cuando salieron para la hora del almuerzo, la clase 1-A se movía más como un grupo cercano de lo normal. A excepción de Todoroki y Bakugou, que iban cada uno por su propio lado.

A mitad de camino a la cafetería, el corredor estaba bloqueado por dos estudiantes. Ambos estaban de pie deliberadamente atravesándose en el camino de la clase 1-A, mirándolos con malicia. Uno de ellos parecía arrogante, y el otro miraba lascivamente. El primero era rubio, de estatura media, constitución promedio, y apariencia por encima del promedio. No muy por encima, nadie diría que era feo, pero tampoco sería un modelo ni especialmente memorable. El otro chico era diminuto, apenas superando el metro de estatura. Parecía más un estudiante de primaria que de preparatoria, y en vez de pelo, tenía lo que parecían siete pelotas de color púrpura pegadas a su cráneo.

– ¿Quieren algo de nosotros? – preguntó Kyouka tajantemente.

– Sólo darle un vistazo a la clase de los perdedores. – dijo el chico rubio en tono imperioso.

– ¿Y qué se supone que significa eso? – replicó Kirishima.

– Se supone que la clase 1-A sería genial. Tienen a los dos primeros en el examen de recomendación, y a los dos primeros en el examen regular. – Se encogió de hombros. – Ustedes son la "primera" clase. Pero la verdad es que también tienen a los estudiantes basura, los que apenas entraron, los que no deberían haber entrado en primer lugar, o simplemente causan problemas.

Izuku sintió un tic incómodo en su ojo, sabiendo que parte de la declaración iba dirigida hacia él, y la última línea iba dirigida hacia el ausente Bakugou. Su examigo y antiguo abusador escolar no estaba dando una buena impresión.

– La mayoría de ustedes se quedaron con Aizawa-sensei porque es demasiado flojo para discutir. – insistió el chico pequeño. – Y que esperaba echar fuera a la basura como siempre lo hace.

– Y así lo hizo. – dijo el rubio con una sonrisa burlona. – Escuchamos que ya se quedaron sin un estudiante.

– Aoyama se fue porque su mamá tiene cáncer. – le dijo Ashido en tono condescendiente.

Ambos chicos antagónicos de echaron un paso atrás.

– ¿En serio? – preguntó el chico diminuto, sonando algo arrepentido.

– En realidad no lo sabemos. – señaló Hagakure. – Sólo nos dijeron que eran problemas familiares. Pero ustedes tampoco lo sabían, ¿verdad?

Los dos chicos se relajaron, y el rubio empezó a contraatacar. – Lo de problemas familiares es sólo una excusa para no herir los sentimientos de la clase. Agréguenle entonces negación y mentiras a la lista de problemas de la clase 1-A.

– Y eso encima de haber acaparado a todas las chicas bonitas. – declaró el chico púrpura enojado. Por un momento, el chico rubio parecía querer suspirar, pero igualó la expresión enojada de su compañero y asintió.

– ¿Qué? – preguntó Kodai con genuina, aunque apagada confusión.

– Kodai Yui y Yaoyorozu Momo. – dijo señalándolas a ambas. – Las dos chicas más sexys de nuestro año están atrapadas en su clase. Además está esa lindura curvilínea de Uraraka, y ahora la sexy chica gato Nekotora. Hagakure es invisible, pero definitivamente tiene un cuerpo para morirse. Incluso sus chicas raritas son mejores que las nuestras. Nosotros tenemos a una loca cabeza de hongo, una fantasma tenebrosa, y una yegua que apenas sabe hablar japonés. Ustedes tienen a una chica rosa sexy y a una linda rana. Hasta las de buena apariencia en la clase 1-B tienen problemas. Kendo tiene manos de hombre y es violenta, el Quirk de Tokage es perturbador y su risa también. Y a Shiozaki no le puedes tocar ni un pelo y es súper rara, siempre hablando de Dios y la salvación y cosas así.

Kyouka frunció más el ceño. No estaba segura si sentirse insultada de que el pequeño pervertido ni siquiera la mencionó, o feliz de que no la estuvieran viendo como objeto sexual. Las otras heroínas parecían menos inseguras. Todas le dieron al diminuto chico miradas de asco, excepto Ashido, que se acicaló un poco el pelo.

– Y encima de eso, ¡este idiota tiene acaparada a la más sexy de todas las sexys entre las sexys! – terminó furiosamente, señalando a Izuku.

– ¿Hablas de Melissa Shield? – La voz de Izuku era monocorde, pero debajo de ella había un aire de frialdad y enojo en su tono.

– ¡Por supuesto! – El pervertido pareció no darse cuenta. – ¿No has visto esos ojos? ¿Esa cara? ¿Ese cuerpo? Espera, por supuesto que los has visto. Y seguramente habrás visto más...

*SMACK.*

Izuku parpadeó sorprendido, al darse cuenta que la mano de Momo acababa de abofetear en la cara al pervertido.

– Melissa-san es una persona. – declaró. – Está con Izuku-san porque gusta de él, porque él la respeta, y no la trata como si fuera un objeto. Ninguna de nosotras somos objetos, tú horrible...

Se detuvo en cuanto sus sentidos del decoro y la vergüenza se apoderaron de ella. Momo también se dio cuenta que ni siquiera sabía su nombre, y estaba a punto de disculparse por su arrebato.

Pero entonces, alguien detrás de los chicos empezó a aplaudir. Tanto la clase 1-A como los antagonistas se dieron cuenta que todo el corredor estaba lleno de estudiantes de la UA observando el altercado, y varios otros de los observadores también empezaron a aplaudir.

Los otros dos chicos parecían muy avergonzados. Luego dieron un paso atrás cuando vieron quién había iniciado la ronda de aplausos. Era una chica, más o menos de la misma estatura que el chico rubio. Era atlética, con cabello naranja atado en una coleta del lado izquierdo de su cabeza, y tenía una expresión muy siniestra.

– Ah, Kendo-san. – dijo el chico rubio con miedo. – ¿Qué...?

– Ustedes dos, ¿están causando problemas de nuevo? – demandó saber muy duramente.

– ¿No? – intentó decir el chico de cabeza púrpura.

– ¿Y ahora quién es el mentiroso? – contraatacó Tokoyami.

– Vengan conmigo. – dijo la chica llamada Kendo. Sus manos se expandieron alcanzando el tamaño de las puertas de un auto, y agarró con cada una de ellas a sus compañeros y se los llevó arrastrando.

– Eso fue interesante. – Ochako no sonaba perturbada.

– Esos dos son un par de raritos. – dijo Melissa, que había salido a buscar a la Clase 1-A cuando Izuku y Momo no aparecieron para el almuerzo. Entrelazó su brazo con el de Izuku, y agregó: – Gracias por defenderme, Izuku.

Luego le dio un pequeño beso, sacando gritos de sorpresa y algunos silbidos de los otros estudiantes.

...

– Muy bien, todos pónganse sus uniformes de gimnasia. – ordenó Aizawa, en cuanto puso un pie en el aula 1-A la mañana del miércoles. – Hoy no tendrán clases normales.

Todos se cambiaron, y lo siguieron afuera. Había un autobús aparcado, que los estaba esperando.

– ¿A dónde mier... a dónde vamos? – quiso saber Bakugou, de nuevo apenas frenándose de maldecir.

– A una instalación especial en el lado más lejano del campus de la UA. – le dijo Aizawa. – Ahora, todos súbanse al autobús.

Mientras los estudiantes se iban subiendo, unos pocos se detuvieron al ver quién los estaba esperando ya a bordo del vehículo.

GOOD MORNING! – gritó All Might. – ESTOY AQUÍ... para ayudarlos con su lección especial.

Todos se iluminaron, incluso Bakugou.

...

El autobús iba rodando frente a un enorme domo en un terreno vacío, y algunos estudiantes notaron a una pequeña figura esperando en la entrada.

– ¡Oh! – exclamó Uraraka. – ¡Allí está Trece, la Heroína Espacial!

– ¿Conoces a Trece? – preguntó Izuku.

– Trece es mi heroína favorita y mi modelo a seguir. – La castaña movió su cabeza de lado a lado. – Es el tipo de heroína que espero ser.

El autobús se detuvo, y los estudiantes se bajaron.

– Un placer de conocerlos a todos. Soy Trece, conocida también como la Heroína Espacial. Si están familiarizados conmigo, quizás hayan adivinado por qué estoy aquí. Si no, bueno... todos comenzarán a entrenar en cómo lidiar con desastres. Los héroes no sólo luchan contra villanos, sino que tiene que lidiar con incendios, terremotos, y cualquier otro número de catástrofes. Así que, utilizando mi experiencia, he construido esta facultad de entrenamiento especializado.

– Bienvenidos, al "Unforeseen Simulation Joint".

Trece-sensei y All Might-sensei llevaron a los adolescentes adentro. El pasillo de entrada tenía un amplio camino de baldosas, delineado con árboles en ambos lados. Había una gruesa red metálica detrás de los árboles, obscureciendo lo que estaba detrás de ellos. El camino llevaba a unas escaleras que descendían a unos treinta metros y terminaban en lo que parecía ser una feria de comida, pero este era enorme, como para unas cien o más personas con una gran fuente en el medio, y a su alrededor se expandía por lo menos a un kilómetro cuadrado.

– Yo misma diseñé este lugar. – les dijo Trece a todos. – Con algo de ayuda, para hacer mi sueño realidad. El Unforeseen Simulation Joint, o USJ para abreviar, tiene prácticamente todos los entornos que se podrían esperar en Japón. Zonas urbanas con edificios de varios pisos y sistema de trenes en funcionamiento. Suburbanas con casas, mansiones e incluso un centro comercial a pequeña escala. Un campo con tierras de césped, arrozales, y un pequeño bosque. Un lago que puede ser de agua dulce o salada con una máquina de olas. Terreno rocoso y montañoso.

Los estudiantes observaron la enorme área de entrenamiento. Casi parecía un parque temático, sólo que sin atracciones. Trece les indicó que la siguieran, y empezó a bajar por las escaleras.

– También podemos controlar el clima. – continuó la heroína de rescate. – Desde lluvia...

Un diluvio modesto comenzó a caer sobre la zona suburbana.

– ... hasta nieve...

La lluvia se detuvo, y empezó a caer nieve en la región de montañas.

– ... y granizo, relámpagos, niebla, e incluso tornados a pequeña escala. También podemos controlar las luces para simular cualquier hora del día o la noche. El USJ puede reproducir casi cualquier clase de desastre. Es la mejor instalación en el mundo para entrenamiento de rescate, al menos en mi opinión, de cualquier manera.

La clase 1-A miró alrededor con asombro.

– Esto es increíble. – dijo Kirishima.

– Entonces ¿qué estamos haciendo? – preguntó Bakugou hoscamente.

– Lo que vamos a hacer hoy – dijo Trece alegremente, girándose hacia el resto – será dividirnos en cuatro equipos de cinco. Dos de los equipos irán conmigo, y los otros dos con All Might-sensei. Se alternarán entre ser los rescatistas, y actuar como víctimas. Luego de los ejercicios de esta mañana, volveremos aquí para almorzar, y se dividirán en cuatro equipos diferentes, para repetir el proceso por la tarde.

– Muy bien. – dijo All Might con voz atronadora. – Comencemos.

...

Bakugou Katsuki cerró la puerta de un portazo cuando volvió a su casa.

– ¡ESTÚPIDO MOCOSO, CASI ME ROMPES LA MALDITA PUERTA! – le gritó su madre furiosa.

– ¡VETE AL DIABLO, MALDITA VIEJA! – le gritó él en respuesta.

Mitsuki y Masaru se miraron una al otro. El portazo había sido más fuerte de lo normal, y había una capa adicional de decepción en la voz de su hijo. Mitsuki inclinó la cabeza, y Masaru suspiró antes de asentir.

Luego fue a ver a su hijo en la sala familiar.

– ¿Qué tal las clases? – preguntó Masaru.

– Un completo y maldito desperdicio. – gruñó Bakugou. Cuando su padre no dijo nada ni se fue, decidió continuar. – Nos llevaron a este estúpido parque temático que parece una ciudad de entrenamiento. Y luego pasamos todo el día pretendiendo que nos rescatábamos. Aprendiendo a "cargar gente", qué hacer y qué no hacer en un incendio, mierda como esa. Como dije, un desperdicio. ¿Qué clase de héroe de pacotilla necesita saber eso?

– All Might. – dijo Masaru simplemente. Esa era la palabra mágica. Bakugou entrecerró sus ojos y su ceño fruncido se aligeró, volviéndose más pensativo.

– Sí, supongo. – admitió el chico explosivo.

– ¿Pasó algo más? – preguntó Masaru.

– ¡Quedé de SÉPTIMO! – explotó Katsuki. – Séptimo. No sólo ese nerd de mierda de Deku, Coleta, y el Doble Cara de hielo y fuego. Incluso la cachetona tendría sentido, ya que estaba actuando como una friki con Trece y toda esta mierda de rescates. Pero incluso la rana, y la nueva extra lo hicieron mejor que yo.

– Pero si era una clase estúpida – Masaru intentaba recordarle a su hijo su insistencia previa – ¿por qué te importa tanto que lo hayan hecho mejor que tú?

– Por supuesto que importa. – resopló Katsuki. – Mierda o no, todavía me califican en ello. Y yo soy el mejor. No puedo permitir que ninguno de esos extras de mierda sean mejores que yo.

– ¿Y qué vas a hacer al respecto? – preguntó cautelosamente Masaru.

Katsuki se quedó pensando en ello.

...

Hemos confirmado que Aoyama Yuga y su madre han sido colocados en Protección de Testigos. – reportó Kurogiri. – Pero en el nivel más alto, basándose en su posible conexión a usted, Maestro. No podemos llegar a ellos en este punto.

No hay razón. – dijo suavemente All for One. – Eran sólo un recurso menor, y no valen tanto la pena. Lo que importa es que nuestros otros intentos de infiltrarnos en la UA han fracasado. Ellos han incrementado su nivel de seguridad luego de nuestro último intento. Así que tendremos que ir con el Plan Alfa.

¿Cuál es la prisa, sensei? – se quejó Shigaraki. – Ya sé que usted quiere probar el Nomu prototipo para que podamos empezar a trabajar en la siguiente generación, pero si no podemos soltárselo a All Might, ¿cuál es el punto?

All for One giró sus ojos que no podían ver, fijándolos en su protegido. No dijo nada, temiendo que mencionar al Maestro Demonus atraería la atención del alienígena.

Mañana. – habló finalmente. – El viernes por la tarde será el momento ideal para máximo de muerte y caos. El mejor momento para atraer al Símbolo de la Paz. Reúne a tus tropas, Tomura. Le daremos a All Might suficiente tiempo para abandonar la escuela. Luego atacaremos.

...

Viernes, 18 de mayo.

La UA había terminado por ese día. Melissa e Izuku (al igual que Momo y Sanji) habían asistido a la primera reunión de representantes de clase. Se sorprendieron ligeramente al ver que Kendo era la representante de la clase 1-B, y descubrieron que su nombre de pila era Itsuka. Fue una reunión muy breve, para presentarse ante todos y darles a los estudiantes instrucciones con sus horarios y responsabilidades básicas.

Algunas cejas se levantaron, ante el hecho de que un estudiante de primero y una de segundo se sentaran juntos, pero la bola de rumores en la UA ya se había extendido tanto que la mayoría de la gente ya sabía que Izuku y Melissa eran una pareja.

Luego que los dejaron ir, se dirigieron al Centro de Mando como de costumbre.

– Bienvenidos de vuelta. – los saludó Tommy. – ¿Qué tal su reunión?

– Hey, Dr. O. – dijo Melissa. – Afortunadamente fue rápida, pero todo indica que eso no será la regla.

– Esto recortará nuestro tiempo de entrenamiento por la tarde. – asintió Izuku. – Pero al menos podemos seguir juntos.

– No les hará ningún daño bajar el ritmo. – les dijo la IA. – Ahora que ambos tienen lecciones en la UA, y que Melissa puede hacer mórfosis por más de una hora, entrenar demasiado puede ser tan malo como no hacerlo lo suficiente.

– Tommy tiene razón. – dijo Toshinori, deslizando la puerta tras de sí. Había tomado una ruta distinta al camino que su protegida y el novio de ella favorecían. Múltiples rutas diferentes para que fuera más difícil conectar a Yagi Toshinori con All Might.

– Ya lo sé. – dijo Izuku suavemente.

– Es sólo que nos preocupa no estar haciendo lo suficiente. – añadió Melissa.

– Por ahora las cosas están tranquilas... – dijo Toshinori, pero se vio interrumpido cuando su teléfono empezó a zumbar, y sonó también una de las alarmas del Centro de Mando. No la de alerta de intrusos, sino una de ataque de villanos.

Tommy activando el monitor.

– ...no Makoto reportando en vivo desde el Centro Comercial Kashyyyk. – decía una mujer alta y castaña con ojos verdes brillantes. – Todo el distrito de compras ha sido tomado por lo que algunos describen como "un pequeño ejército de villanos haciendo alboroto". Los héroes locales y la policía hasta ahora no han podido detener los disturbios.

La pantalla mostró a múltiples villanos soltando sus Quirks con total abandono salvaje, y varias personas siendo golpeadas por ellos.

– Hasta ahora hay docenas de heridos, tanto civiles como héroes y policías, y dos muertes confirmadas...

Toshinori se giró, transformándose en All Might.

– All Might, déjanos ir contigo. – dijo Izuku.

– No. – dijo el héroe número uno sin más, y luego añadió: – Aún no tienes tu licencia, Izuku, y como estudiante de la UA tus formas de Ranger están en el registro. Si te ven ayudándome, te arrestarán y como mínimo te expulsarán. Esto no es un simple villano con el que te hayas topado por casualidad. Esto sería lanzarte de manera deliberada para un ataque coordinado. Y lo mismo va para ustedes dos, incluso si Melissa todavía no es conocida.

Luego los miró y les sonrió.

– No se preocupen. – les dijo. – Ya he lidiado con estas cosas antes. Y gracias a ustedes tres, estoy en mejor forma de lo que he estado durante años, y soy mejor peleador incluso de lo que era antes.

Y luego se fue sin decir más.

...

Melissa e Izuku se sujetaban de las manos, mientras continuaban observando las noticias. Las cosas se fueron calmando ligeramente. Habían caído en un punto muerto, ya que los villanos tomaron rehenes y empezaron a saquear mientras mantenían a las autoridades a raya.

Y entonces All Might apareció, Hubo una oleada visible de alivio que recorrió a la prensa, a la policía y a los demás héroes. All Might intercambió algunas palabras con los policías, Kamui Woods y Death Arms. Los reporteros no pudieron captar lo que se decía.

Tras algunos asentimientos de sus aliados, el Símbolo de la Paz cargó hacia el interior. Kamui Woods y Death Arms se acercaron más a la entrada, esperando algo.

Luego, hubo un rugido aterrador desde el interior del centro comercial. La cámara trató de acercarse más para ver.

Una figura gris y negra de aspecto femenino apareció de repente en la entrada. Se puso un dedo en el casco, donde normalmente estarían los labios, y la pantalla se puso negra.

– Pedimos disculpas. – Un reportero diferente apareció unos segundos después. – Al parecer hemos perdido el contacto con el equipo de Kino-san en el campo. Trataremos de recuperar la conexión.

– Esa era una Sombra. – dijo Melissa con miedo. – ¡El tío Might no podrá pelear contra ella!

– No era cualquier Sombra. – Tommy parecía sonar aún más aterrado que ella. – Esa era Psycho Pink.

Esta historia continuará...


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