8

Había descubierto algo esta semana, me gustaba estar entre sus brazos.

-Levántate, ya llegamos.

Me acomodo en el asiento y sin abrir mis ojos aún me estiro en él, doy un sonoro bostezo y me sacudo intentando dejar toda la flojera atrás.

Cuando abro mis ojos me encuentro con una mujer al frente mío, sus ojos cafés me miraban fijo detallándome de pie a cabeza, mire a mi lado donde se encontraba Jonathan leyendo un periódico, aclare mi garganta y el volteo a verme sonriendo.

-Jazmyn te presento a mi esposa LIa de Angelo y amor, te presento a mi hermana, Jazmyn Angelo –me quede callada sin poder creer lo hermosa que era su hermana, era de tés blanca, su cabello era castaño, tenía los ojos cafés casi mieles, no llevaba ni una pisca de maquillaje y se veía perfecta, ¿Qué hará para no tener ojeras?. Nota: Preguntar después.

-¿En serio así me piensas presentar a tu esposa? –el la miro extrañado

-No sé cómo mas presentártela ,hermana

-Jonathan conociste a una mujer, te enamoraste de ella, te casaste en un Mc Donald y ahora simplemente me la presentas así como si nada.

-Agradece que al menos te la presente.

-¡Angelo! –Grito ella tirándole un pequeño cojín que tenía a su lado haciéndome reír.

-¿Por qué te ríes?, ¡No es gracioso! –me cuestiono el.

-La verdad si, ya me cae bien ,Jazmyn.

-¡Chócalas! –me dijo ella estirando su mano para que le diera los cinco lo cual hice.


El solo soltó un bufido levantándose de su asiento mientras Jazmyn y yo seguíamos riendo atrás de él.


Jonathan hoy me levanto con urgencia de que teníamos ir a New York, Estados Unidos, sinceramente me tomo algo por sorpresa, pero me dio mucha ilusión ya que nunca había visitado New York y por lo que he visto es una ciudad muy hermosa, aunque Jonathan me amenazo con llegar diez mil abrigos ya que en esta época del año hacia demasiado frió y era cierto, solo de salir del avión sentí el frió entrar en mi cuerpo y al parecer él lo noto, ya que se colocó al lado mío y me abrazo.


Sí, me gustaba estar entre sus brazos.

-Jonathan –le dije una vez que Jazmyn estaba algo lejos de nosotros.

-Dime...

-¿Qué hacemos en New York? ¿Y en qué momento subió tu hermana al avión?

-Cuando entramos al avión te dije que me esperaras, cuando regrese ya estabas durmiendo y bueno venía con ella, y venimos a New York porque Max me pidió venir a revisar el testamento, además de que parece que hay una anomalía.

-¿Anomalía? –pregunte extrañada-

-Lo sé, yo tampoco sé que es, pero ahora vamos a ir directo donde el –dijo y asentí, el me miro sonriendo-

-¿Qué paso?

-Tienes las mejillas y la nariz roja –dijo riendo-

-Hace mucho frió.

-Lo sé, estamos dos grados –dije y yo  abri los ojos sorprendida.


De un momento a otro se detuvo, puso su mano en mi mentón y me acerco a él mientras unía nuestros labios. Jonathan últimamente me besaba así, de repente, solo porque quería besarme y sentir mis labios junto a los suyos. Me gustaba eso, me gustaba mucho.


En todo el camino fui entablando más conversación con Jazmyn y al final se me fue ese miedo que sentía por conocerla, en realidad es una chica muy relajada, no parece ser una chica que viniera de una familia adinerada, ya comprendo la relación y el aprecio que le sigue teniendo Jonathan aparte de ser su familia, claro.

Una vez que llegamos a la oficina de Maxwell en New York nos dijo que esperáramos un momento en la sala de conferencia.


-No sé por qué me trajiste –le dijo Jazmyn a Jonathan

-Eres hija también, llevas la sangre de los Angelo, ya investigue y si tienes derecho a la herencia 

-Pero papá dejo en el testamento que no iba a recibir nada

-Tu cállate y déjame resolver esto –le dijo el firmemente mientras ella se cruzaba de brazos-


Al entrar Maxwell vino acompañado de otro hombre, cabello castaño bastante claro, sus ojos eran cafés como los de Jazmyn, de hecho se parecía mucho a ella.


-¿Y él es? –pregunto Jonathan una vez que lo vio.

-La anomalía que te decía

-¿A qué se refiere? –Pregunto Jazmyn

-Déjenme presentarme primero –dijo el sonriendo-, soy Jason Angelo, su hermano.


Y ahí estaba yo en una revolución familiar, solo me quede callada viendo como la familia Angelo cada vez se destruía más.

La reunión paso de discusión en discusión como era de esperarse, luego Jazmyn se fue a su habitación en el hotel, Jonathan me acompaño a la habitación pero de ahí salió el solo sin saber a dónde iba.

Era de noche y no sabía nada de él, asi que me dispuse a preguntar si algunos de los trabajadores del hotel sabían de él, hasta que uno me dijo que se había ido a la azotea, y la verdad no sé cómo no me lo imagine. Subí y ahí estaba el sentando en unas pequeñas escaleras, el me vio y me hizo seña para que fuera hacia a él, fui y me senté a su lado.


-¿Estas bien? –pregunte-

-Dentro de lo que cabe, digo hoy me entere que mi padre engañaba a mi madre y tenía otra familia aparte dando como resultado un pequeño imbécil que no paro de mirarte en toda la reunión –dijo y fruncí el ceño-

-Él no me estaba mirando.

-Ay por favor...


Los dos miramos arriba percatándonos que había comenzado a nevar.


-¿Por qué estás aquí si supuestamente estas bien?

-Quería estar solo.

-Oh, perdón –dije y me levante pero me detuvo haciéndome sentar de nuevo.

- Te deseo a mi lado y encima también si se te antoja.

-Oh –me queje-, ya vas a comenzar.

-Nena es que te tengo ganas, de las bonitas y de las malas también.

-¿Sabes Jonathan?, hoy es viernes con V de vete a la verga.

-Tú puedes venir a la mía cuando quieras . - refuto

-Jonathan

- ¡Porque no entiendes que me gustas!

-No, yo no te gusto, solo me quieres en tu cama.

-Bueno, sí, pero también me gustas –le hice mala cara- seamos algo más

-Estamos casados, ¿Qué más podemos ser? –le respondí, riendo.

-Sabes a lo que me refiero

Sí, si sabía a lo que se refería, pero en él no iba a creer ni por un segundo.

-Mejor vamos a dormir  - Dije levantándome mientras le daba la mano para que la tomara y me siguiera.

-Antes, espera - vi como saco su celular- ven, una nueva foto


El apoyo su celular en un pequeño muro y puso el temporizador.


-Dame un beso

-No

-¿Qué tienes en la cara?

-Nada, ¿Por qué? ¿Qué tengo? –pregunte asustada, mirándolo y de la nada me beso una vez que me tenía frente a el.


Tomo su celular sonriendo y procedimos a irnos. Una foto mas.


-Algún día me dirás que si para ser algo mas.

-Uno nunca sabe.

-En eso tienes razón, pero de algo estoy seguro...

-¿De qué? –Pregunte mientras caminábamos a la habitación-

-Tu eres lo más bonito que me ha pasado en estos últimos años


Y me volvió a besar, así, de la nada, llevándome de nuevo al cielo con sus besos y entre sus brazos.

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