Mis padres volvieron muy alegres y renovados de su cita, nos contaron a Dante y a mí que el restaurante era muy fino, también que la comida fue excelente y, como broche de oro, la noche en el hotel fue perfecta.

–¡Gracias! No quiero más detalles. –Dante fue a su habitación rápidamente antes de que nos narren su noche. En mi caso me resulta romántico, pero no pude concentrarme en ni una sola palabra que me decían. Mis pensamientos estaban ocupados, y un siguen así, por lo que pasó la noche anterior. La nota me asustó mucho, demasiado. Pero si les dijera a mis padres, ellos sólo dirían que es producto de mi imaginación. Como lo que pasó en la fiesta.

–¿Qué piensas hija? –mi papá me saca de mi estado de transe, analicé sus palabras y creo que estaba hablando sobre algo y ahora quería mi opinión.

–Ammm. Claro. –respondo de todos modos. No sé de lo que estaban hablando.

–Bien. Ruy es buen chico y lo conocemos muy bien, no te lastimaría. –agregó teniendo una copa de vino en su mano derecha. Bebió un poco mientras que yo lo miraba con los ojos bien abiertos.

¿Cuándo entró Ruy en nuestra conversación? ¿De qué estamos hablando?

–Quedaste sin palabras. –mamá sonrió –Él es tierno y sabemos que te gusta mucho. Además fue muy caballero hablar con tu padre para que sean novios. –ella me miraba con una tierna sonrisa.

¡¿Novios?! ¡Esto está pasando demasiado rápido! ¿Ruy y yo? Debe ser un sueño, de seguro es un bellísimo sueño. ¡No quiero despertar!

–¿Es broma? –murmuro teniendo toda mi atención en ellos.

–No, ya te expliqué que él vino conmigo. Fue muy educado. –papá continuó bebiendo luego de acabar el almuerzo. Pero a pesar de mi felicidad, Dante estaba un poco distante conmigo desde que recibimos esta noticia.

En la tarde fui a su cuarto, estaba jugando muy concentrado a "Mortal Kombat", a él le encantaba la natación pero desde el accidente de convirtió en un adicto a los video juegos. Solemos jugar juntos –¿Jugamos una partida? –pregunté sentándome a su lado en la cama.

Él no contestó pero me dio el otro mando, Dante no suele ser callado. Al contrario. Jugamos y en dos movimientos su personaje hizo trizas al mío. Okey... Sí estaba molesto conmigo.

–¿Cuál es tu problema?

–El problema es Ruy. –murmuró sin mirarme y se enfocó en el siguente asalto del juego. Esta vez yo acabé con su personaje con una serie de golpes mortales.

–¿Estás celoso? Pero si ya lo conoces. –empezó el tercer asalto, Dante hizo "Fatality" el pobre Escorpio terminó sin columna vertebral gracias al sádico Subzero.

–Si, y siempre lo estuve. ¡No puedes ser su novia! –Dante dejó el mando caer al suelo y agachó la mirada, sus brazos cruzados sobre el pecho.

Suelté un suspiro y avanzé para darle un abrazo en silencio pero él me rechazó. Nunca había hecho eso, yo siempre lo abrazaba. Yo salí molesta de su habitación y cerré la puerta con fuerza. Creo que casi la rompí. ¿Quién es la delicada y débil?

En la cena no nos hablamos, yo sólo soltaba comentarios cuando mamá me preguntaba algo o papá contaba lo que pasó en su trabajo. Él hacia lo mismo pero ninguno se dirigía la mirada.

Ahora, en mi habitación, planeo algo para hacerle entender a Dante que no me perderá. Más que hermanos, nosotros somos amigos, él perdió a muchos desde que quedó en silla de ruedas. Sus compañeros de natación, y los de escuela. Los primeros días lo visitaban para saber sobre él y si se encontraba bien, lo invitaban a fiestas y eso, pero con el tiempo todo fue cambiando. Ya casi nadie venía a visitarlo, sólo una niña de su edad llamada Milagros. Muy simpática, pero Dante estaba en un grave estado de presión, odiaba la vida, su suerte, odiaba la silla de ruedas, odiaba los autos, los choques, odiaba a los médicos que lo atendían diariamente, odiaba no poder caminar y si, alejó a todos de su lado con su actitud amargada y malhumorada. Mamá y papá no sabían que hacer, la situación estaba fuera de control. Milagros se dio por vencida al igual que los demás.

Dante alejó a todos, excepto a mi, yo siempre fui perseverante. Hasta que un día me harté y le dije sus verdades.
Flashback, tres años antes~~~~~~~~~~
–¡Quiero estar sólo! –él corrió a mamá de su habitación como si fuera basura. Sé que está sufriendo pero no tiene derecho de tratarla de esa manera. Pasaron dos semanas desde el accidente y sus amigos ya no vienen a visitarlo por su actitud podrida.

–¿Mamá? –la encuentro en el pasillo juntando las galletas que preparó para Dante. Y el muy insensible de mi hermano las arrojó al suelo.

–Todo está bien. Él sólo necesita un tiempo. –susurra suspirando, lo dijo más para ella que para mí.

Yo tomé dos galletas que se le olvidaron cuando fue a la cocina. Mis padres siempre me ordenaron que deje a Dante solo cuando tiene esos ataques, que es muy frecuentemente, pero ya estoy harta. Abro la puerta rápidamente y la cierro una vez que estoy dentro. Lo primero que veo es a Dante con una mirada amenazadora hacia mí, él está sentado en su silla.

–¡Largo! –exclama señalando la puerta. Yo me acerco a pasos decididos hacia él y le hago tragar las dos galletas que había recogido del suelo justo cuando estaba por gritarme de nuevo.

–Cierra la boca. –me apoyo por el posabrazos de su silla para estar a su altura –Mamá hizo estas galletas especialmente para ti y te las comerás. ¡Yo la encontraré en el pasillo recogiendo todo después que le tiraras el plato en la cara! –doy una pausa para aclarar mi voz –Ahora mamá está llorando en la sala.

Miento, pero creo que ella sí está llorando, no a mares, pero sí alguna que otra lagrimita. Él intenta decir algo pero con la boca llena sólo salen balbuceos incoherentes, yo lo miro con el ceño fruncido –Ella y papá hace lo imposible para hacerte sentir mejor y tú, en cambio, los desprecias. Si, te sucedió algo horrible, no volverás a caminar. Pero, como si eso no fuera suficiente, te amargas y tratas mal a las personas que te aman. No lo hagas porque te lastimas aún más... y a nosotros también. –en ese momento siento como si mi garganta se cerrara herméticamente para no decir más. Sólo era eso.

Dante traga saliva y con ella las galletas, guarda silencio por un momento para luego mirarme –E-Están deliciosas. –su voz le falla y comienza a llorar como nunca lo había hecho. Todo esa rabia y malhumor era para ocultar lo que realmente sentía, muchas tristeza. Pero la logré sacar.

Ya no hay nada más que decir, sólo lo abracé. Me correspondió de inmediato mientras solloza, puedo sentir sus lágrimas mojar mi ropa pero me importa muy poco. En eso, sentimos que otro par de brazos nos rodean a ambos, es mamá. Dante le pidió perdón una y otra vez por todo lo que pasó desde el accidente, ella claro que lo perdonó. Luego, el mismo día, papá trajo un regalo muy especial para mi hermano.

–¿Qué es? –Dante mira curioso la caja que está sobre sus rodillas, es de un tamaño mediado y lleva un lazo azul sobre la tapa.

–¡Ábrelo! –digo emocionada. Yo también tengo curiosidad por lo que hay allí.

Dante retira la tapa y vemos, es una esquina, una bolita peluda monocromática. Esa cosita se comienza a mover y es cuando nos damos cuenta que es un gatito con ojitos verdes.

–¡Un gatito! –soy la primera en chillar porque me encantan los animales. ¡Un momento! Nunca me dejaron tener una mascota a mí.

–Es hermoso. –comenta mamá tomándolo en sus manos –Parece que tuviera puesto un traje. –agrega sonriendo.

–Lo llamaré Sheldon. –Dante le puso ese nombre. Así, poco a poco, él volvió a ser el mismo chico que era antes del accidente. Ya no odia la vida, la silla le da igual, tiene una mascota y su familia lo ama como siempre lo hizo.
Fin flashback~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~