Una semana después.

Natsu tenía una semana entrenando a Yurico y a Elizabeth, con la pelinegra no tenía muchos problemas después de todo solo la ayudaba a pulir su estilo de pelea y a mejorar el control de su magia, con la peliplateada, la situación era muy distinta.

-Concentrate Elizabeth- Le dijo Natsu a la princesa.

Ella se encontraba en pose de meditación, mientras se concentraba. Toda esta semana había sido lo mismo, Natsu quería ver si ella era capaz de liberar su poder mágico.

Por su parte Yurico veía con atención a la princesa.

-No se ha dado cuenta, pero está cerca de lograrlo- Dijo Yurico para si misma mientras seguía viendo a la princesa.

La princesa dió un suspiro al sentir que no lograba nada y dejo su concentración.

-Lo siento Natsu-san, creo que solo te estoy haciendo perder tu tiempo- Dijo Elizabeth mientras se ponía de pie.

El pelirrosa negó con la cabeza.

-Has avanzado bastante en poco tiempo Elizabeth, solo que aún no lo notas- Le dijo el hijo de Igneel a la princesa de Liones.

-¿En serio?- Pregunto algo dudosa la peliblanca.

-El maestro tiene razón, debes dejar de dudar tanto de ti misma princesa- Le dijo Yurico a Elizabeth.

-L-lo intentaré- Respondió Elizabeth.

-Bueno, terminamos por hoy, te voy a llevar al castillo Elizabeth, Yurico, tu ve a casa- Le dijo el Dragon Slayer a la pelinegra, a lo que está asintió y fue a casa.

El pelirrosa acompaño a la princesa de regreso al castillo, pero tenía una extraña sensación, su instinto le decía que tuviera cuidado, Elizabeth vio que Natsu estaba más serio de lo habitual.

-¿Sucede algo?- Pregunto la peliplateada al ver el semblante de Natsu.

-Creo que si... Pero descuida Elizabeth, yo me encargaré- Le respondió Natsu, dándole una leve sonrisa.

Esa sonrisa pareció tranquilizar un poco a Elizabeth.

-Confio en ti, Natsu-san- Dijo la peliplateada también con una sonrisa.

No tardaron mucho en llegar al castillo, la sensación se hizo aún más fuerte cuando llegaron a la sala del trono.

-Ya regresamos, papá- Dijo Elizabeth.

-Eso veo hija, ¿Has tenido progresos?- Pregunto con curiosidad el Rey Bartra.

-Si, ha tenido mucho progreso- Le respondió Natsu al rey.

-Es bueno escuchar eso- Dijo Bartra con una leve sonrisa.

El hijo de Igneel iba a decir algo más, pero se puso en guardia al escuchar estática provenir de la puerta.

-Asi que sus planes se vieron forzados y se revelarán antes de lo planeado- Dijo con seriedad el Rey Bartra, sorprendiendo a Natsu y a Elizabeth.

-¿Ya lo sabía, majestad?- Le pregunto Natsu al rey, a lo que este solo asintió.

-¿Que está ocurriendo, papá?- Le pregunto una preocupada Elizabeth a su padre, pero rayos de color azul se vieron en la puerta.

-No hay tiempo de explicar, tu y Natsu salgan por atrás, hay un pasadizo secreto que solo yo conozco-  Dijo Bartra con seriedad.

-Majestad, no podemos dejarlo- Replicó Natsu a lo dicho por el rey.

-Escuchenme bien, quiero que ambos escapen del castillo, si se quedan aquí los van a capturar a ambos- Dijo con seriedad el anciano.

Los rayos en la puerta se hicieron más intensos.

-¿Que hay de ti, papá?- Le pregunto Elizabeth a su padre, no quería abandonarlo.

-Yo estaré bien, lo que quiero es que ustedes dos vayan y busquen a los 7 Pecados Capitales, ellos podran ayudarnos en esta situación- Le dijo el rey a ambos chicos.

El pelirrosa vio que la puerta estaba por estallar, así que decidió obedecer la orden.

-Esta bien majestad, buscaremos a esos tipos- Respondió Natsu a la orden del rey.

-Confio en ustedes, vayan y salven este reino- Comento el rey.

El pelirrosa y la peliplateada salieron por el pasadizo, justo cuando la puerta de la sala del trono explotó, Natsu alcanzó a ver a un caballero sacro de cabellera rosada antes de que el pasadizo se cerrará.

-Natsu-san, ¿Que haremos?- Pregunto Elizabeth.

-Primero iremos por Yurico, después de eso nos largamos del reino para buscar a esos 7 Pecados Capitales- Dijo Natsu mientras salía del castillo con Elizabeth, sin que ambos fueran detectados.

Corrieron lo más rápido que pudieron a la vivienda del pelirrosa, solo para ver a varios caballeros sacros inconscientes.

-¿Puedo preguntar porque tantos idiotas trataron de capturarme?- Pregunto Yurico mientras veía a la princesa y al Dragon Slayer.

-Digamos que ahora somos enemigos públicos del reino- Dijo Natsu, haciendo que la pelinegra diera un suspiro.

-Genial, ¿Que procede entonces?- Pregunto la pelinegra.

-Tomamos todo lo que veamos importante y nos largamos, debemos buscar a algunas personas... Y de paso seguir con su entrenamiento- Dijo el pelirrosa, sorprendiendo a Elizabeth.

-¿Aún a pesar de esto, vas a seguir entrenandonos?- Pregunto completamente asombrada la peliplateada.

-Por supuesto, no podemos de encontrar a esos tipos, si no los encontramos nos haremos cargo nosotros mismos de la situación- Dijo con decisión el hijo de Igneel.

La princesa solo pudo asentir ante las palabras del pelirrosa.

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Un rato después.

Los chicos salieron con una pequeña mochila cada uno, se aseguraron de que ningún caballero sacro los viera para poder salir sin problemas de Liones.

-Bien, hay que alejarnos lo más posible de Liones para que los caballeros sacros no nos encuentren tan rápido- Dijo el pelirrosa con seriedad.

-Podriamos dirigirnos a algún pueblo pequeño- Sugirió la peliplateada.

-Suena bien, pero en algún momento nos encontrarán- Respondió el pelirrosa.

-Podriamos ir a algún reino abandonado, dudo que nos busquen en un lugar así- Dijo está vez Yurico.

-Interesante, creo que esa podría ser nuestra mejor opción- Comento el Dragon Slayer.

-Si ese es el caso, el Reino de Edinburgh y el Reino de Danafor son las mejores opciones- Menciono la peliplateada los dos reinos dónde podrían ocultarse.

Natsu pareció pensarlo un poco, aunque su instinto le decía que ir a Danafor podría resultarle algo bastante benéfico para entrenar a Yurico y Elizabeth... Además de que lo ayudaría a desarrollar un pequeño truco que se estaba guardando.

-Bien, decidido, iremos a Danafor, Elizabeth, tu nos guías- Dijo Natsu con una sonrisa emocionada.

-¡Si!- Dijo la peliplateada con decisión.

-¡Danafor, aquí vamos!- Grito una emocionada Yurico.

El pelirrosa también estaba bastante emocionado, hace tiempo que no sentia esa enorme emoción por tener una aventura.

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Bueno, hasta aqui el capítulo, espero que sea de su agrado.

Cómo ven, ya los caballeros sacros empezaron su rebelión en Liones, y nuestro pequeño grupo se dirige a lo que antes era Danafor, muchas cosas pueden salir de ese lugar.

Déjenme sus opiniones en los comentarios.

Sin más que decir...

SAYONARA!!!