capítulo 16

- ¿Lograste encontrar una salida? - cuestionó Kakuchou rascándose la cabeza, había muchísima vegetación en este lugar. No había ningún límite asegurado para saber hasta dónde llegaba, sino fuera por el punto de referencia que el coloco el Omega se hubiera perdido hace rato.

Inupi negó con la cabeza mientras se quitaba los tacones que llevaba puesto, caminar entre las gruesas raíces le mataban los pies. Ambos habían decidido separarse para poder cubrir más terreno y lograr encontrar alguna salida o algo similar. La única manera para no perderse que encontraron, era colgar los hilos amarillos, que casualmente traía Inupi, en las ramas de los árboles.

- ¿Estás bien? Esos pies se ven realmente mal - comentó Kakuchou algo preocupado al ver los pies llenos de heridas del Omega. Eso se veía doloroso.

- Si tratas de coquetearme, créeme que no te está saliendo - la cara del Alfa se volvió roja como un tomate mientras negaba rápidamente - Es broma, esto no es nada, he tenido heridas peores -

Kakucho sin saber qué más decir solo terminó asintiendo con la cabeza. A Inupi le pareció tierno ese gesto. Miró a su alrededor una vez más. Sólo había maleza y más maleza, ni siquiera tenían algún indicio de cuánto tiempo había pasado desde que despertaron. Todo esto es tan complicado. Solo esperaba que Izana se encontrará bien y no causará tantos problemas, sabía que se irritaba con facilidad.

- Seguramente todos están muertos - El Alfa volteo a mirar al Omega rápidamente, desconcertado por sus palabras. Inui lo miró sin mucha importancia, apoyado en el tronco de uno de los tantos árboles - ¿Por qué te sorprendes? Si estamos aquí debe ser por algo, no hemos tenido ninguna señal del resto en horas. Además, nadie nunca nos aseguro que saldríamos vivos de aquí en primer lugar, así que deben estar muertos -

Frunció el ceño, no entendía él comportamiento de ese chico - Deberías ser un poco más positivo, asegurar que todos están muertos es un pensamiento muy pesimista y hasta extremista ¿Sabías no? ¿Acaso no te preocupas por ninguno de tus amigos? ¿Por qué piensas tan aligera que ellos deben estar muertos?-

Inui chasqueo la lengua - No tengo muchos amigos ¿Y de que serviria de todos modos? Tiene a mi hermana de su lado. Nada ni nadie le va importar si la tiene a ella. Así que yo ya no le soy de utilidad... Mientras esté ella, no me necesitará. - Se mordió el interior de su mejilla para contener su frustración, debería estar feliz. No ha visto a su hermana en años, pero hasta ahora no ha podido tener una plática decente con ella, solo ve, Koko parecía volver a brillar con tan solo su presencia.

No lo habia visto ser el mismo despues del accidente, no hace sus chistes de millonario hacia probre desde que Akane aparecio. Y solo puede pensar en que no es suficiente... No es suficiente para nadie. Trato de ser Akane para compensar el dolor de su amigo, pero ya no sabe quien es él. Koko era la única persona que tenía y no pudo hacerla feliz, y Akane solo... Ella lo hace sonreír sin mucho esfuerzo. ¿Por que ella?

- ¿Ese chico de ojos gatunos es tu Alfa? - cuestionó casi sin medir su intromisión, sorprendiendo bastante a Inupi, sacandolo de su atormentada mente, llegando a fastidiarlo por el tono que usó. Luego señaló a un lado del cuello - La marca perdida, ¿Te la hizo él? -

- Deberías aprender a controlar esa maldita curiosidad tuya, alfa de pacotilla, no son cosas que te deberían interesar - soltó de manera agresiva casi liberando los dientes por completo. Kakuchou se disculpó por invadir un tema que seguramente era delicado para el rubio. Inui afiló su mirada hacia cierto punto, podía sentir que alguien lo estaba observando - Estamos rodeados -

Kakuchou asintió, agudizando mejor su oído, escuchando como susurros se escondían en la maleza. Frunció él ceño y abrió rápidamente los ojos para esquivar el zarpado que iba en su dirección, al recuperarse de la sorpresa miro confundido al ver a un coyote en medio de una ¿Selva? Donde sea que estén, es raro. El animal simplemente los miraba, parecía divertirse con solo su presencia, noto sus intenciones de querer atacar nuevamente, pero cambió de objetivo.

Inupi cayó de espalda luego de sentir una patada golpearle de improviso la cara. Su rostro fue tomado de manera brusca haciendo mirar a la cara a su atacante, entonces vio a aquel rostro idéntico al de él, con algunos rasgos más maduros pero la misma marca de quemadura en la frente.

- ¡Oye! - No entendía, el coyote se transformó en esa persona de la nada. Y estaba atacando al Omega, lo que le asustaba un poco eran las uñas afiladas que esa persona poseía. Parecían cuchillas.

Trató de ir a ayudar al mayor pero fue tomado del cuello de su uniforme y lanzado hacia atrás, cayó encima de su brazo por una reacción tardía. Ahora aquellas uñas acariciaban su cuello. ¿Cómo llegó hasta donde estaba él?

- Mmm, que tierno Alfa. Haciéndose el héroe - Kakuchou noto como la persona de atrás, que era idéntica a él se quitaba el saco y se desabotonar sus mangas de su camisa - Qué empiece el Round 2 - aquellas palabras confundieron a Kakuchou, pero entendió que no trataría con personas fáciles.

(...)

El sonido de un cristal quebrándose, fue el sonido que puso las alarmas en todos los presentes de la sala. La guardiana estaba empezando a alterarse, Mikey estaba atrapado en un nuevo campo junto a sus dos versiones futuras, para nada sanas, empezando así una nueva prueba. No solo eso sino que tenemos al mismísimo Hanagaki Takemichi como espectador de la pelea en primera fila. Naoto ha desaparecido, no sabe dónde chucha se ha metido, estaba en un lado y luego ¡Pop! Desapareció.

¡Ah! Pero eso no es todo, ¡No puede sacar a Chifuyu y a Kazutora! ¡Se supone que ya habían culminado su prueba, estaban muy dañados! No entiende por qué no los dejan ir. Y ahora estaba lo de Mitsuya, maldita sea parece que solo los problemas se agravan más. ¡Maestro, por favor! ¡No me advirtió que sería tan complicado arreglar este mundo! Revolvió sus cabellos desesperada, prendió rápidamente su segunda tablet al escuchar un sonido.

Al ver las imágenes abrió los ojos de sorpresa, definitivamente las cosas solo iban de mal en peor - La prueba de Inui Seishu y Kakuchou Hitto ha dado inicio! - Las dos únicas personas que faltaban, mierda, encima son de los peores. Solo le deseaba suerte a esas dos pobres almas.

Izana miraba las cámaras en búsqueda de la de su siervo, frunciendo el ceño cuando lo vio frente a frente con su versión futura, debe admitir que se veía bien. Shinichiro hizo una mueca al notar que ya no veía a Wakasa en ninguna parte de su campo. Todo esto le daba mala espina.

Akane estaba desesperada, ya había visto suficiente para saber lo que eran capaces las versiones de ese futuro, tuvo que ser fuerte cuando vio a la versión adulta de su hermano. Se ve tan mal, se tuvo que apoyar en Hajime para evitar sus ganas de correr hacia la barrera. ¿La vida fue muy cruel contigo, verdad Seishu?

A pesar del alboroto de todos los presentes, ken tarareaba tranquilamente una canción que su madre siempre solía cantarle cuando era cachorro, sus dedos jugaban con la navaja que tomó "prestada" de uno de los bolsillos de la guardiana, parecían danzar en sus dedos. Habia estado observando los movimientos de cada uno de los presentes, los únicos que parecían guardar la calma era el beta, Kisaki Tetta, y su complice Zombie. Ellos parecían estar observando una pelicula barata en el cine, ajenos a toda la situacion. Tal como las historias que ha escuchado. Detuvo sus pasos al estar frente a sus objetivos.

Akkun alzó la mirada al ver al niño parado frente a ellos, no lo había oído llegar. Él se había mantenido distanciado del resto, cuidando tanto de Takuya como de Kawaragi, quienes aún seguían inconscientes, no sabía cuando iban a despertar y temía que haya alguna reacción negativa luego de lo sucedido.

- ¿Qué ocurre pequeño? - cuestionó el Alfa al menor, a pesar de su rostro cansado seguía manteniéndose amable.

Analizó detenidamente a cada una de sus facciones, nunca entendería a los adultos. - La balanza está equilibrada - Soltó de repente. Akkun lo miró confundido - Tres han pasado la prueba y tres han reprobado. -

- Supongo que te refieres a que al final no seremos capaces de cambiar nuestro futuro ¿No? - sonrió de manera decaída, aquella respuesta molestó al menor.

Se ve que son personas totalmente distintas, su tío Akkun, nunca encontró esa palabra en su vocabulario. Era una de las personas más sensatas de la organización, luego de que perdiera a la mitad de su familia se entrego en cuerpo y alma a su padre, pero claro ese era su futuro.

Apretó la navaja, su frustración era clara, si algo cambia... Si ellos llegan a pasar la mayoría de las pruebas ¿Él estará con su madre? A pesar de todo, si el pasado cambia ¿Podrá crecer a su lado? No. si algo cambia, jamás se conocerán. Jamás se convertirá en su hijo si algo cambia. El pasado es tan distinto... y la vida está tan llena de posibilidades.

Es posible que solo en esta línea sea hijo de Hanagaki Takemichi. Lo mas probable es que en la línea original o en alguna de sus variantes, jamás haya habido rastros de su existencia. Tenso la mandíbula, la sala estaba llena de almas, podía sentirlas cerca de él. Almas varadas y que perdieron el camino. Como dijo la guardiana: El tiempo peligra. Estas almas son la prueba.

Miró las versiones de sus tíos, luego volvió a ver a la miembros de la "Toman''. Mamá sufre por el líder Bonten, siempre lo ha hecho, pero a pesar del dolor, ellos eran felices. ¿No? Él creció junto a su madre y a sus tíos, Kakucho y Seishu, por más que estos dos se maten cada mañana. Los amaba, se amaban.

Además, gracias a ellos pudo conocer a Ryuichi, quiere mantener su futuro. Quiere vivir.

La guardiana revisó sus bolsillos al tratar de buscar algo en que escribir en su tableta, ante la fría sensación en su espalda, supo que algo andaba mal. Espera, tanteo entre sus bolsillos desesperada. No, no, no ¿¡Dónde está?! ¡El abre portales! ¿¡Dónde está?!

Volteo rápidamente y miró hacia todos lados, no estaba con izana. Tampoco con Shinichiro. Los de Toman están descartados por el momento. ¿Dónde...?

- ¡¡Ken!! ¡¡Espera!! - Llamó el nombre del menor, quién tenía él abre portales en sus manos. Parecía tener intenciones de atacar a Akkun.

El resto se volteó rápidamente a ver la escena - ¿Qué mierda está haciendo ese niño? - cuestionó Rindou incrédulo, ese mocoso se mostraba demasiado calmado para que de la nada quisiera atacar a alguien.

Abriría un portal, sabía gracias a las Almas como funcionaba esa cosa. Ellas tambien quieren esto. Mandar a su tiempo a los que no pasaron la prueba, podrían causar grandes revuelos si no descansan lo suficiente en este lugar, podrían empeorar el futuro. Hasta podrían destruir su mundo al romper las leyes de la fisica. Pero también, podrían abrir nuevas probabilidades... Nuevas líneas alternas, y él podría mantener viva a su familia en una de ellas.

Podrian ser felices ¿No?

Aunque si los mataba aquí y ahora, les podría ahorrar todo el sufrimiento que tienen o tendrán que pasar. Podría cambiar sus muertes a unas más pacíficas ¿No sería eso algo maravilloso?

Ha estado rodeado de muerte y cadáveres desde que nació, ya sea de gente desconocida o conocida, conoce lo que es la muerte. Incluso en estos momentos, podía sentir aquellos susurros atrapados en el tiempo. Ellos le incitaban, tambien lo esperaban con ansias. Alzó la cuchilla y la clavó a la nada misma, a la guardiana se le congelaron los sentidos. Nadie de la sala entendía que era lo que pasaba.

- O-oye... - Akkun trató de tranquilizar al menor, o hacer que bajara el arma, no sabia que hacer.

Los murmullos no se callan, nunca se han callado - En el tiempo existen tres fuentes importantes, pasado, presente y futuro. Para los del presente es el futuro, el futuro es pasado y el pasado el presente. ¿A cuál pertenecen ustedes? - Donde había clavado la navaja, empezó a aguarse, como si un sólido pasara un líquido, luego grandes grietas aparecieron en la nada misma. Para finalmente romper la pared que dividía la sala con el tiempo, creándose así una puerta.

- Oh mierda, me van a castigar... - se quejó la guardiana cuando noto como pequeñas esferas entraban a la sala.

Ken observó como esas pequeñas esferas empezaban a tomar forma - Pasado y futuro, entre lo bueno y lo malo. - Las risas de los niños empezaron a invadir el lugar.

- Esto da escalofríos - murmuró Benkei, sintió que sus ropas eran jaladas y cuando quiso ver dio un grito al ver un niño cubierto de sangre. La sangre le cubría casi la mitad de la cara, esas heridas se veían terribles, pero al niño no parecían dolerle.

- Kaku-chan!! - El niño que lo miraba giró la cabeza para ver a su amigo - ¡Vamos a jugar! - El niño asintió y corrió detrás de un niño con capa.

Kisaki frunció el ceño, varias de estas esferas, se habían transformado en personas similares a las que conocen, pero había un detalle todos tenían heridas graves en zonas que no deberían ni siquiera en poder ponerse de pie - Como ya no existir una barrera, los muertos o cercanos a estas han empezado a invadir este sitio... - Su voz decayó cuando volteo a ver a su cómplice,quien no le habia respondido con un chiste sarcastico o fuera de lugar como siempre. Este había dejado caer su cigarrillo, su rostro exppresaba miedo y horror a la vez. No era para menos, después de todo al frente suyo, estaba kisaki, una versión de el, bañado en su propia sangre y claramente con algunos huesos rotos.

Baji se quedó mudo al tener la mirada fija de un chifuyu adulto sobre él, no quería verlo en la cara, ya que esta estaba llena de agujeros. También estaba rodeado por un kazutora joven, pero este tenía claros golpes que le deformaba un poco la cara.

- Esto es lo que veo a diario... A veces, ya no distingo quienes son los muertos o los vivos... - soltó Ken - Pero tenía a mi madre que me consolaba... - Apretó los labios - No permitiré que me lo quiten - Saco unas cuchillas que tenía bajo sus mangas y lanzó un par directo hacia los que seguían inconscientes.

- Ken es suficiente, crearas mas caos de lo que hay en las líneas temporales - Reprendió la guardiana, estiró de golpe su brazo para bloquear el ataque del menor - A Takemichi, no le habría gustado tu forma de actuar -

Los ojos del menor se afilaron - ¡Tú no sabes nada! - Ambos se separon, el saco unas cuchillas de las plantas de sus zapatos - No sabes nada -

- No me retes, niño. Aunque tú fuerza no sea al de un niño promedio. Yo no soy un ser humano - advirtió, haciendo aparecer un bastón para bloquear los ataques con cuchillas y proteger a los miembros de Toman.

Draken observaba todo, las ideas se le estaban acaban y no sabía por qué mierda seguían empeorando las cosas. Empezó a sentir movimiento en sus brazos, miro rápidamente hacia Mitsuya que descansaba en ellos - Mitsuya... Despertaste es un— Su voz se recortó cuando vio aquellos ojos lilas brillar con intensidad, su amigo se levantó con cuidado y con demasiada calma. Como si no viera a los muertos que los observaban fijamente.

El Omega observaba todo a su alrededor, sus movimientos eran cautelosos pero a la vez gritaban amenaza. Se quedó observando a la pelea de la guardiana y el niño, incluso observo una cabellera blanca/rosada escapar por él portal que estaba abierto sin que alguien le pusiera un alto. Una mano se apoyo en su hombro, su mirada se afilo, cualquier movimiento en vano atacaria. No era Takashi Mitsuya en estos momentos.

- Tienes que descansar - Sugirió Draken, hablandole con voz suave, queriendo tener su completa atención, cosa que funcionó. Mitsuya estaba muy dócil para ser su actitud normal, lo único que puede pensar es que en realidad la bestia de Mitsuya no estaba tan alterada, a pesar de que habia tomado el control total de su cuerpo. Lo bueno es que los caballos no atacan a las personas.

Su gemelo dragón se sentó en el suelo de nuevo como si un niño obediente fuese, cuando el también se sentó, esté reposó su cabeza sobre su hombro. Tal vez, podía entender un poco cómo tratar de apasiguar los instintos de sus amigos. Pronto despertaran los demas.

El filo de ambas armas chocaban, esto no era nada para ella, esquivar y bloquear los ataques no era nada. Aunque, si fuera otra persona no dudaría en atacarla y encerrala en lo mas profundo de la nada. Sin embargo, ese no era el caso, tenía que hacer entender al niño lo que sus acciones pueden atraer.

- ¡Ken! ¡Hablemos! Se que no quieres que Takemichi salga herido, pero finalmente podemos hacer el deseo de tu madre realidad. Un futuro en dónde todos estén vivos, si se puede lograr, yo lo creo - Aseguró, al ver que los ataques se detuvieron, sonrió. Ken, era un niño muy comprensivo, sabe que era capaz de entender está situación.

Sin embargo, no era del todo así - Que va entender un ser como tú acerca de los sentimientos humanos - murmuró - ¿Acaso puedes asegurarme de que estaré en ese futuro perfecto? - Sin respuesta, lo sabía - Claro, por supuesto que no puedes asegurar nada... Al igual que no puedes asegurar ese 'Futuro perfecto' Las acciones siempre tienen consecuencias, los seres como ustedes no lo viven por qué son seres perfectos, a diferencia de nosotros que vivimos de eso desde el momento en el que nacimos... Todo este trabajo tuyo de ver nuestro futuro puede resultar en nada, si alguno de ellos mete la pata -

Todos los presentes se sintieron señalados, la mirada de ese niño era demasiado dura para la edad que aparentaba - Pero a pesar de eso, hay momentos felices, incluso durante esos futuros desastrosos, hay momentos felices - sonrio, recordando cada momento que su mente recordaba.

Izana entrecerró los ojos desconfiado, a parte de verte a ti mismo cara a cara y con el pecho lleno de balas como colador. Desconfiaba de las palabras del niño, el también habia hecho ese truco varias veces - Abajo - Distraer a tu enemigo.

- Y eso es algo que jamás entenderás -

La guardiana escucho la advertencia de Izana, al mirar hacia bajo notó pequeños petardos que estaban clavados en él suelo por las cuchillas del menor - Carajo - Ya era tarde, los petardos se encendieron, creando así una enorme barrera de humo.

Todos miraron sorprendidos e impactados por lo que acaba de ocurrir, enserio que tantas cosas ocurrían que era difícil tener un momento para pensar con claridad.

- ¡¡SUFICIENTE!! - Toda la neblina de humo empezó a girar, para finalmente desaparecer y mostrar a la guardiana reluciendo su vestido blanco, estaba realmente molesta. Esta empezo a caminar de manera amenazante hacia Ken - No eres más que un simple mortal que fue creado para cubrir un vacío - Ken arqueo la ceja, confundido por sus palabras, pero con las armas en alto.

- ¡¡Hanagaki Ken!! ¡Tu existencia no estaba escrita en la historia! ¡Ni en alguna variante o línea temporal alterna! ¡Ni siquiera estas completo! Solo eres una parte de una alma sin descanso. No eres más que una reencarnación de Ryuguji Ken - Soltó duramente, la respiración del niño era cada vez más agitada. Yamigishi se acomodo los lentes al notar como las almas estaban inquietas. La guardiana mantuvo la mirada en el chico - Hay veces que cuando un mortal no puede afrontar la perdida de un ser amado, con el tiempo encontrará a alguien igual o similar a esa persona. No eres más que un reemplazo, Ken - Explico con voz calmada - Solo eres un capricho del universo -

No queria oir mas, esto era absurdo - ¡¡Silencio!! - Todos los presentes de la sala tuvieron que sujetarse la cabeza al sentir un agudo dolor expandirse por su cerebro. Siendo bañados por las imagenes de las vidas de sus variantes. De todas ellas.

(...)

- Ugh - Podía sentir los pedazos de vidrio clavarse en toda su espalda, su vista le estaba fallando un poco, veía todo borroso. Cuando empezó a reincorporarse, un agudo dolor le atacó a la cabeza. Se sacudio para ponerse de pie, aunque con algo de dificultad, lo primero que noto fue sangre. Había demasiada sangre en la nieve. ¿Nieve?

Cuando siguió el rastro pudo escuchar algunas cosas cada vez mas claras. A pesar de la nieve del lugar, no hacia frío del todo, todo esto era una jodida locura. Si alguien le dijera que presenciaria una pelea campal de dos tigres bengalas, puede que le haya creído, con algo de duda. Pero, ver a una pantera negra de dos colas atacar a un humano y que este esquivará sus ataques, sin dificultad, eso sí es algo nuevo que ver.

- Los jóvenes tienen mucha energía - Se apartó rápidamente, debido al susto, sus dientes y sus iris se afilaron por instinto. Su versión adulta solo lo analizó para luego negar con la cabeza - No lo controlas aún, tal vez no deberías ocultarlo nunca -

Se le erizo la piel - ¿¡Qué mierda estás diciendo?! ¡¡Tu seguramente sabes lo peligroso que es esto!! ¡¿Perdiste la cabeza?! -

- Puede ser - Soltó con desinterés, mirando atentamente a la pelea - Pero míralos a ellos, son de otra generación, ellos aceptan ese lado salvaje que tanto temes, y lo vuelven algo útil y hermoso. No son unos cobardes como otros - Esquivó la patada que iba directamente hacia el pecho. Adolescentes.

Suspiró. Estaba harto, su versión joven era mucho más irritante de lo que pensaba. Esquivo otra de los ataques apoyándose sobre sus manos. Lo que fue música para sus oídos fue cuando escucharon los gritos del tigre mas pequeño. Tan desgarradores que parecían sacudir cada fibra de tu cuerpo. Solo por esto amaba este tipo de torturas.

Cuando noto que ese mocoso irritante iba a ir a interrumpir el espectáculo tuvo que sujetarlo de la muñeca e inmovilizardo detrás de su espalda - ¡Déjame! ¡Están sufriendo! ¡Tengo que—

- Solo mira y aprende, mocoso. Este será tu futuro, solo prepárate y deja de resistirte - Tomó su rostro para que viera con detenimiento cómo al tigre novato era derrotado con tanta facilidad. Y la pantera era dañada con tanta diversión.

- Nos trajeron aquí para cambiarlo, tiene que parar... ¡Shin-chan, Jamás hubiera aprobado— Su brazo fue fuertemente estirado.

Aquel nombre le había tocado los nervios - Shinichiro murió, mocoso. Deja de ser tan dependiente de una puta vez a ese jodido Alfa cobarde. Te recuerdo que tienes un brazo roto por haber lanzado a este campo, preocupate un poquito por ti - Torció cada vez más el brazo derecho, el joven de cabellos blancos gemía de dolor, un agonizante dolor - Shin-chan esto, Shin-Chan lo otro. Estoy harto, ¡Tienes la sed de sangre igual a la de un vampiro en una década! ¡Tienes mayor probabilidad de empatizar a tu bestia! ¡Pero lo desperdicias por esos idiotas de los Black Dragons! ¿De verdad crees que son tus amigos? ¿O que se preocupan realmente por ti? Me causas asco - Lo soltó, dejándolo caer en la nieve todo adolorido. Sin dudar un solo segundo piso el brazo como si fuera una cucaracha.

Los gritos de esa versión suya llegaron a los oídos de todos los de la sala. Aun mareado por las imagenes, Shinichiro dejo todo el drama para correr directo hacia las cámaras y se horrorizo por lo que vió. Todos los campos que quedaban eran un desastre. Ya había tenido suficiente. Esto debe terminar si o si.

- ¡Waka– Sensei, no sé irrite tanto o se le acabará la diversión! - Exclamó Chifuyu arrastrando su joven yo por el suelo. Pero al ver cómo el mayor seguía haciendo presión hacia aquel brazo roto, solamente negó - Vaya, creo que ya es demasiado tarde para mí advertencia - se encogió de hombros, aunque un fuerte tirón de su brazo llamo su atención.

El tigre novato tenía al felino protegido entre sus brazos - Que adorable, pero definitivamente estúpido. Han colmando mi paciencia malditos engendros - No se moría con nada, su voluntad le irritaba. No recordaba que la versión joven de su amado fuera extremadamente terco e Impulsivo.

- Actúa por instinto. Hace tiempo que su cuerpo quedó inconsciente, pero su bestia no tiene control de sus sentidos - Afirmó su Tigre destransformandose. Entonces hay que dar el golpe de gracia.

Nuevamente el sonido de un vidrio se escucho por todo el lugar. Atrayendo la atención de las versiones futuras.

(...)

Fue empujado un par de metros de su sitio al tratar de bloquear aquella patada hacia su rostro. Se suponía que conocía sus propios movimientos, ¿Cómo es posible que le tengan tanta ventaja? No tuvo tiempo de pensar nuevamente por qué tuvo que moverse para evitar que las balas le rozaran la pierna.

- Oh~ eso no fue suficiente para matar a la mosca - gruñó él Mikey de cabellos oscuros. Su actitud bipolar y vacilante no le daba ventaja para leer sus movimientos. Tampoco esa version suya de pelo blanco, ese no se habia movido de su sitio mas que para disparar ¿Acaso sus balas nunca terminaban? - Te distraiste - Lo mando volando hacia otra dirección.

Mierda, no lo vio venir. Trato de levantarse nuevamente, observando los movimientos de sus oponentes. Takamicchi tampoco se ha movido, todo este tiempo, ha estado sentado sobre unas cajas observando la pelea como si fuera un juego. La mirada en él era tan vacia, dejaba que esos dos pelearan por él mientras estaba en la cima de todo, ese no era takemicchi.

- Deja de mirar a Takemitchy con esos malditos ojos - Gruño furioso Manila - Puede que seamos la misma persona, pero me enfermas. No has hecho nada para merecer la mirada de Takemitchy, solo lo has dañado... -

Mikey escupio la sangre en su boca para luego limpiarse lo restante - ¿No lo hiciste tú también? Quiero decir– No soy un santo, pero ninguno de ustedes tampoco lo son. Ademas seguro solo están así por yo si estoy vivo y puedo disfrutar de mi Omega- Una bala le rozo la mejilla. Bonten lo queria recontra muerto ahora, estaba sudando, estos dos lo podrian matar en cualquier momento - Solo quiero hablar con takemitchy... Por favor -

- Ni en un millon de años - Hablaron los dos al mismo tiempo, para eso si eran coordinados. Al escuchar nuevamente un disparo y sentir un agudo dolor en su pecho, supo que no era momento de bajar la guardia. El Mikey de Bonten estuvo a menos de tres metros de el para luego patear sus piernas y tirarlo al piso, Manila se lanzo contra el. Por lo que tuvo que ser rapido y girar sobre su cuerpo hacia un costado para esquivar que le clavaran una navaja.

- He matado de diferentes formas a todo Toman, asi que encontrar una simple arma en mis bolsillos es de la menores de tu preocupaciones - Respondio Manila al notar la mirada de Boten sobre el y su navaja.

Observando cada detalle de la batalla con indiferencia, Takemichi recosto su rostro sobre su mano que encontraba apoyado sobre su pierna. Llegar a el no sera sencillo, pero si la unica manera de salvar a sus amigos es llegar a él lo hara. Cuando estaba apunto de correr unas balas hacia el solo lo detuvieron, carajo.

- Deberias hacerle caso a tus mayores ¿Sabes? - Hablo Bonten amenazante, Mikey logro bloquear la pata de manila con otra pero recibio un punetazo que casi lo hace perder el equilibrio - siempre dices que quieres proteger cuando todos los que estan a tu alrededor están en una maldita tumba, asi que te lo voy diciendo de ante mano y de manera amable - Sonrió falsamente hacia su pequeña versión - No eres capaz de proteger a nadie ¡Así como no pudiste proteger a Emma! -

-¿Qué...? – Nuevamente se distrajo.

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