Al día siguiente

El grupo estaba viajando con dirección desconocida, aunque la mayoría parecían estar aburridos.

-Que raro ¿Y a dónde nos dirigimos ahora?- Pregunto Ban con aburrimiento.

-¿Alguien tiene idea de dónde pueden estar los demás?- Pregunto King.

-Se refiere a Escanor y Merlin- Aclaro Gowther.

-No, primero pienso ir a la capital para recuperar mi espada- Dijo Meliodas con un tono serio.

-¿Te refieres a la empuñadura de dragón que perdiste?- Le pregunto Natsu al rubio, el cual solo asintio.

-No puedo dejarla así como así, ¿Ustedes vendrán conmigo verdad?- Le pregunto Meliodas a los chicos.

-Suena aburrido, así que paso- Dijo el peliblanco como si nada.

-Si, fue tu culpa el haberla perdido, capitán- Dijo King.

-Responsabilizate- Le dijo Gowther a Meliodas.

-Yo solo iré si es que hay una buena pelea- Dijo Natsu con aburrimiento.

Meliodas solo metió su cabeza debajo de la falda de Elizabeth para que lo "consolara", la peliplateada acaricio la cabeza del rubio, mientras que Diane destrozo la ventana al meter su cabeza a la taberna molesta y Natsu golpeo al rubio para hundirlo en el suelo.

-Deja de aprovecharte de Elizabeth, rubio pervertido- Dijo Natsu con una vena en la cabeza.

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Un rato después

-Asi es, el cofre de la eterna oscuridad, y la empuñadura es uno de los fragmentos de sus reliquias- Dijo Meliodas mientras reparaba la ventana.

-¿Esa espada es...?- Trato de preguntar Elizabeth, pero el rubio la interrumpió.

-Si, de acuerdo a una antigua leyenda, es uno de los fragmentos de una antigua reliquia para sellar a la raza demoniaca, fue cuando las diosas, las hadas, los gigantes y los humanos unieron fuerzas hace mucho tiempo- Explico Meliodas.

Natsu solo presto atención y recordó a cierta pelinaranja con la que peleó en Vizel.

-No lo comprendo, ¿Que planean hacer los caballeros sacros con eso?- Pregunto la princesa de Liones.

-Temo que resucitar a los demonios- Dijo Meliodas con Seriedad, mientras Ban hizo un gesto de molestia.

-Odio a esa maldita raza- Dijo el peliblanco con algo de enojo.

Mientras todos hablaban acerca de lo que querían los caballeros sacros, Natsu solo estaba pensando y Happy lo noto.

-¿En qué piensas Natsu?- Le pregunto el felino a su amigo pelirrosa.

-Tengo un extraño presentimiento- Dijo el hijo de Igneel mientras veía de reojo a Diane.

-Ahora que lo pienso... Ellos no solo iban tras la espada, sino también detras de ti Elizabeth, ¿Porque?- Le dijo Hawk a Elizabeth.

En ese instante una mujer con una extraña máscara apareció, sorprendiendo a todos.

-Eso es sencillo, ella es la última pieza para romper el sello- Dijo la enmascarada, Meliodas trata de atacarla, pero la mujer se fue junto con Hawk y Elizabeth.

-¿¡Se teletransporto!?- Se preguntaron unos sorprendidos Natsu y Happy.

Meliodas tomo su espada y salió rápido de la taberna, los demás lo siguieron.

-Capitan- Dijo Diana al ver a Meliodas tan apresurado.

-¡A la capital, iré de inmediato para salvar a Elizabeth!- Dijo Meliodas.

-Pero está a más de sesenta kilómetros de aquí- Le dijo King al rubio.

-Diane- Dijo el rubio, la gigante entendió el mensaje y asintio.

-Espera, cambie de parecer, iré contigo- Dijo de forma divertida Ban mientras abrazaba a Meliodas.

-Ban, no es momento para bromas- Le reprochó King al peliblanco.

-Tengo una razón para ir, enserio- Comento Ban.

-Yo también voy- Dijo Gowther como si nada mientras se sujetaba a Ban y Meliodas.

-¿También tu Gowther?- Pregunto King.

-Happy- Llamo Natsu a su felino amigo.

-Aye Sir!- Exclamó Happy mientras desplegaba sus alas y tomo a Natsu.

Diane tomo a los tres pecados capitales y los lanzo con dirección a la capital, mientras Happy solo siguió la estela de esos tres para llevar al pelirrosa.

En la capital ya estaban preparados para recibir a los Pecados capitales, varios soldados estaban en una de las entradas del reino listos para atacar.

Los Pecados aterrizaron con violencia, generando una nube de polvo, salieron de ella para correr hacia el reino.

-Nuestro único objetivo es recuperar a Elizabeth, así que eviten las peleas cuanto sea posible- Le dijo Meliodas a Gowther y Ban.

-Entendido- Respondió el pelimagenta.

-Siempre tratando de evitar todo, ¿Verdad capitán?- Dijo el peliblanco con algo de burla, pero el rubio lo ignoro.

-Rindanse o mueran- Dijo Meliodas dirigiéndose a los caballeros sacros.

Estos no hicieron caso y lanzaron varios ataques contra ellos tres.

-Full Counter!- Exclamó Meliodas mientras regresaba los ataques mágicos con el doble de potencia y se libraba de los caballeros sacros.

Más caballeros sacros los esperaban, pero una estela azul se vio en el cielo.

-Karyuu no Houko!- Natsu lanzo un potente rugido que impacto a los caballeros sacros que estaban ahí y los dejo fuera de combate.

-Creo que te pasaste- Dijo Happy con una ligera gota de sudor en la nuca.

-Nah, esos idiotas estarán bien- Dijo Natsu, pero se puso serio al sentir un extraño poder, Happy y los demás también lo sintieron, incluso en el reino lo sentían.

-Natsu, ¿Que está sensación?- Pregunto Happy.

-No lo se, pero quién la emite es bastante fuerte, ya que viene desde el otro lado, y dudo que este reino sea pequeño- Dijo Natsu con seriedad.

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Momentos después

El grupo ya se había abierto paso y estaban dentro del reino, se dirigían al castillo para rescatar a Elizabeth, al menos hasta que vieron que un gran pilar de roca se levantó cerca del castillo.

-Capitan, mire- Dijo Gowther al ver el pilar de roca.

-Si, es Gladius Terrestre... Debe tratarse de Diane- Dijo el rubio, mientras el hijo de Igneel se sorprendió y se preocupo por la gigante, esto fue notado por Happy.

-¿Que hace en la capital? No es muy raro- Dijo Ban confundido.

-Lo es, pero ese poder definitivamente es de ella- Contesto el pecado de la lujuria.

-¿Que vamos a hacer capitán?- Le pregunto Ban a Meliodas.

Antes de que Meliodas dijera algo, el hijo de Igneel contesto.

-Yo iré a ayudar a Diane, ustedes vayan y rescaten a Elizabeth- Dijo el pelirrosa con seriedad.

El rubio no tuvo ni oportunidad de responder cuando Natsu y Happy ya se habían ido a ayudar a Diane.

Con Diane las cosas no pintaban bien, la gigante estaba rodeada por 5 caballeros sacros bastante poderosos, dos de ellos los grandes maestros, además de que presentaba algunas heridas.

-No será condescendiente con nosotros, te alabo para la pelea y el coraje que emites este día, eres una oponente que valdrá la pena derrotar, Diane de los 7 pecados capitales, con tu muerte podremos dar inicio a una nueva guerra santa- Dijo con seriedad el gran maestro Dreyfus.

-Devuelvanla, devuelvanme a mi amiga- Dijo Diane con enojo.

-¿La princesa tu amiga?- Se pregunto Dreyfus para después reír ligeramente.

-¡Devuelvela!- Exigio la gigante.

-Callate- Respondió el gran maestro con seriedad.

Diane ataco nuevamente con su Gladius Terrestre, pero Dreyfus detuvo su ataque solo con su espada, sorprendiendo a la serpiente de la envidia.

-El poder mágico emana de la voluntad, la experiencia y la mente de quién lo posee, debo eliminar a todo a aquel que entorpece la realización de mis ideales para poder avanzar, el nombre de mi poder mágico nacido de mi voluntad es... Quebrantó- Dijo Dreyfus mientras el Gladius Terrestre de Diane era destruido.

Diane se quedó sorprendida, Dreyfus no perdió el tiempo y lanzo un ataque mágico con su espada que atravesó el pecho de Diane, la gigante cayó al suelo casi inconsciente.

Hellbram había Sido quien recibió el primer Gladius Terrestre, aterrizó en su forma de Love Helm para después volver a la normalidad.

-Dime Hellbram, ¿La princesa Elizabeth se encuentra en Liones?- Le pregunto Dreyfus a Hellbram.

-Ni idea, esa niña gigante debió estar equivocada, supongo- Respondió Hellbram con seguridad.

-Fue uno de ustedes... Quien se llevó a Elizabeth... De repente se mostró ante nosotros... La sujeto... Y desaparecio- Dijo Diane mientras trataba de reincorporarse.

-¿Que, acaso es inmortal?- Se pregunto Hellbram al ver a la gigante.

Howzer se encontraba entre esos caballeros sacros y estaba preocupado por Diane.

-Ya basta, no te levantes, necia- Trataba de detener Howzer a la gigante.

-Estupidos, los gigantes somos más fuertes de lo que los humanos creen- Dijo Diane para tratar de atacar nuevamente.

-Estocada!- Dreyfus lanzo un nuevo ataque mágico con su espada, está vez atravesando la pierna de la gigante y haciéndola caer nuevamente.

Dreyfus se preparaba para realizar otro ataque, pero fue mandado a volar por un tremendo puñetazo que lo hizo estrellarse contra una pared.

Diane vio a quien había golpeado a Dreyfus, se sorprendió al ver una cabellera pelirrosa y a un felino azul.

-Natsu... Happy- Dijo la gigante sorprendida.

Gilthunder veía a Natsu, recordó su derrota en el bosque del sueño albo, y estaba preparado para atacar, mientras que Dreyfus se reincorporo y vio al pelirrosa de forma analítica.

-¿Estás bien, Diane?- Le pregunto Happy a la gigante.

-Tranquilo... Esto no es nada...- La gigante trataba de mantenerse fuerte.

Natsu veía el estado de Diane, la chica estaba bastante herida, apenas y podía mantenerse, el pelirrosa fue rodeado por llamas y en su mirada mostraba bastante enojo.

Los caballeros sacros se asustaron ante esa mirada, Dreyfus trataba de mantenerse tranquilo.

-Tu eres quien derrotó a Gilthunder y a Guila, ¿Verdad?- Pregunto Dreyfus al pelirrosa.

El hijo de Igneel dirigió su mirada a Dreyfus, pero no contesto su pregunta.

-Todos ustedes lastimaron a Diane... ¡Y nadie toca a mi chica!- Grito el dragon Slayer de forma inconsciente, de estaba demasiado molesto como para pensar en lo que dijo.

Las llamas se volvieron más intensas, los caballeros sacros sintieron un enorme poder mágico en Natsu, mientras que Diane se sonrojo al escuchar como la llamo Natsu.

-¿Su... Su chica?- Se pregunto Diane bastante sonrojada.

Su corazón latía bastante rápido, le hacía feliz que Natsu la hubiera llamado así y que la estuviera protegiendo.

El Dragón de Fuego se lanzo al ataque, todos ellos iban a pagar el daño que le hicieron a SU Diane.

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Y bueno, hasta aquí el capítulo, espero que sea de su agrado.

Déjenme sus comentarios para saber lo que piensan, a mi sinceramente me gustó lo que hice en este capítulo.

Y sin más que decir...

Sayonara!!!