T.3.2.

Penemuel era, entre sus hermanos Cadres y Arcángeles, la más sagaz y astuta. Ella parecía tener una capacidad de intuición asombrosa e, incluso prodigiosa, dentro del Mundo Sobrenatural. Esta capacidad era muy apreciada por sus hermanos Cadres, hasta su propio Padre Elohim apreciaba esta gran capacidad. Un gran ejemplo de esta capacidad de extraordinaria intuición fue cuando, en una de las multitud de guerras que se lucharon entre los Ángeles Caídos de Grigory y las huestes demoníacas comandadas, en aquella ocasión, por el Duque Barbatos.

En dicha batalla se enfrentarían 15.000 ángeles caídos apoyados con 5.000 ángeles puros auxiliares enviados por Elohim en persona, contra 25.000 demonios del Ducado Barbatos más 10.000 demonios del Reino Bael. En resumen, una batalla de 20.000 ángeles contra 35.000 demonios. La batalla se daría en un valle a no más de 100 kilómetros de Grigory-capital, por lo que una derrota aquí supondría el fin de Grigory como tal. Ese condicionante lo sabían todos en la batalla. Pero, ¿Cuál es el papel de la impresionante habilidad de la Cadre de pelo morado secretaria de Azazel?

La noche anterior a la batalla, la Cadre Penemuel tuvo un sueño premonitorio extraño. Son estos sueños premonitorios la base de su alta capacidad de intuición. En el sueño, la Cadre pudo ver a las huestes demoníacas marchando hacia Grigory, con el ejército angelical derrotado. Ella no sabía exactamente qué significaba aquellas visiones, pero algo tenía que hacer para evitar a toda costa la derrota que había presenciado. No se le ocurrió otra cosa que mandarle una carta al Rey Dragón de la Facción Abrahámica: Tannin. En dicha carta, Penemuel le explicó el sueño que había tenido esa noche. Tannin comprendió lo que leyó y aprobó mandar un regimiento de los dragones que vivían en su territorio. Un total de 15 dragones marcaron la diferencia en esa batalla épica.

Penemuel, esta vez, y al igual que aquella vez, batalla que ocurrió aproximadamente hace 700 años, Penemuel tuvo otro sueño, tal vez premonitorio, tal vez no. Pero antes de asegurarse de que ese sueño fuese de los suyos, llamó a una reunión de urgencia en la que sus hermanos, tanto Cadres como Arcángeles, estarían presentes en Grigory, más precisamente en el Mekom-Heskemim, el Parlamento de Grigory, más concretamente en la sala de reuniones donde dieron la bienvenida al actual portador de Draig Goch, Issei Hyōdō.

Y hacia allí que se dirigieron el castaño portador del dragón de Gales, su novia ángel caída Raynare y su otra novia, la ex-monja de Florencia Asia Argento, todos montados en la Harley & Davidson de la pelinegra, quien tuvo que comprar que añadir a su moto un sidecar, para que Asia fuese con ellos sentados. Tras una agobiante espera de casi una hora por parte de Raynare, Issei y Asia al fin llegaron a la moto, que había sido recogida por Raynare cuando les dejó en el gimnasio.

Salieron del gimnasio apresuradamente, con la ropa mal puesta y con los pelos mal peinados. Sudorosos y con la lengua fuera, como se suele decir, llegaron a la moto de la pelinegra. la cual estaba apoyada sobre el asiento con su traje de motera y con el casco en el brazo a modo de bolso. Taconeando con una mezcla de furia e irritación, alzó la vista y pudo ver a la joven pareja corriendo jadeando dirigiéndose hacia ella.

-¿Sabéis cuánto tiempo llevo esperándoos? -preguntó con un leve tono de irritación en su voz, pero comprendiendo la situación. ¡Más de media hora! -exclamó, haciendo que la pareja agachase la cabeza, como si de niños siendo regañados por su madre se tratasen.

Raynare calmó su voz, dejó de taconear y se acercó a la pareja para darles un gran abrazo, abrazo que les trasmitía una sensación cálida, acogedora, como si la pelinegra les quisiese decir "Todo irá bien". El silencio, cómodo y hospitalario, se quebró cuando Raynare rompió el abrazo y les dijo dándoles el casco a Issei y a Asia (rojo con llamas verdes y amarillo con líneas verdinegras respectivamente):

-Poneos esto, los Cadres y Arcángeles nos esperan en el Parlamento. -dijo Raynare con una sonrisa confiada guiñándoles el ojo a la joven pareja. -Supongo que os habéis puesto al día... -susurró la pelinegra poniéndose su casco, uno negro con líneas moradas y estrellas de cinco puntas en todo el casco.

Issei se montó en la moto, detrás de la ángel caída agarrándole la cadera mientras apoyaba su cabeza en la espalda alta de su novia. Desde que entró en el Mundo Sobrenatural, el castaño japonés portador de Draig Goch apenas ha tenido momentos de tranquilidad con su novia o estando él solo. Transilvania, el rescate a la hija de Baraquiel, la reunión en el Cielo y la posterior invasión demoníaca, el entrenamiento con Tannin, el combate contra Marduk y el Mušḫuššu y por último, pero no menos importante, el viaje diplomático a Egipto y Grecia. En todo ese tiempo, casi un año desde que Raynare le reclutó, apenas ha tenido una mísera hora de descanso; tenía que aprovechar cada momento, por muy nimio que este fuera.

Por su parte, la rubia ex-monja Asia Argento se sentó en el sidecar, se puso el casco que le había dado su mejor amiga Raynare y entabló conversación consigo misma, en su mente. Desde que despertó del estado comatoso, hace una semana, muchas cosas han cambiado, no solo en el Mundo Sobrenatural (Ella asistió a la inauguración de la Alianza, así como al alzado de las banderas en el Shchunat Shagriruyot (el Barrio de las Embajadas), sino que también en su vida, tanto privada personal como espiritual.

Lo primero que hizo cuando despertó del coma fue confesarse. Pero no con un sacerdote humano, sino con el mismísimo Yeshua Ibn Mariy, el hijo de Elohim. Ella le contó todo lo que pasó en su mente mientras estuvo en coma, desde la presencia de ese ser monstruoso, la voz que le guio a ese ser, la aparición de su antepasado lejano, Gonzalo Fernández de Córdoba, y el consejo que éste le dio para sus combates. Yeshua escuchó atento todo lo que la rubia decía asistiendo y comprendiendo sus palabras. Al final, Yeshua le dijo que viviese su vida como antes, pero eso sí, tenía que hacer caso a lo que su ancestro le dijo. Desde es día, Asia ha estado suprimiendo su lujuria y su ira. Y así se mantuvo hasta hace unas horas, pero lo que pasó en el gimnasio era inevitable tarde o temprano, y el trío de ángeles caídos lo sabían.

Con estos pensamientos en mente, Issei, Raynare y Asia se dirigieron al parlamento, el Mekom-Heskemim, "Lugar de la Concordia" en español. En un viaje a través de la principal autovía que unía Grigory capital con la zona residencial de los ángeles caídos que trabajaban o en la capital o en el Parlamento. La zona residencial era un conjunto de casas unifamiliares, piscina, jardín compartido, el gimnasio que, gracias a la intervención de Issei, el actual Sekiryūtei, y su novia pelinegra.

El resto de ángeles caídos, los que no trabajaban en Grigory, campesinos y artesanos, vivían en aldeas o pueblos pequeños parecidos a los pueblos medievales. Estos pueblos usualmente seguían el mismo esquema en sus nombres, nombres que les son dados por sus habitantes, no por los Cadres. El esquema sería el siguiente: "Kfar (aldea/pueblo) + Adjetivo + El". Un ejemplo es el pueblo originario de Raynare y Kalawarner "Kfaranavel", es decir, "Aldea Modesta de Dios" o el de Donasheek "Kfarshchinael", traducido como "Aldea del Espíritu Divino de Dios".

Son de estos pueblos donde los Cadres reclutaban para sus ejércitos. Éstos se organizaban según el número de alas que los ángeles caídos tenían: si tenían dos alas eran soldados rasos "Chayal", cuatro alas, capitanes "Seren", seis alas, comandantes "Mefaked" , ocho alas, generales "Aluf". Los únicos con 10 alas eran Kokabiel y Baraquiel, Comandante Supremo y Gran Mariscal respectivamente, en hebreo "Mefaked-Elyon" y "Matzbi-Adir" respectivamente. El ejército como tal se organizaba en batallones de 100 ángeles "Gdud", dirigidos por un "Seren". 10 batallones formaban un escuadrón "Kita", dirigido por un "Mefaked". 50 escuadrones formaban una legión "Tzava", liderada por un "Aluf". En total, en los momentos más crudos de las guerras contra los demonios, Baraquiel reunía a 100 legiones, las cuales conformaban el "Chayil Kadosh Gehinom", es decir, "El Ejército Sagrado del Inframundo", un total de 5.000.000 de ángeles caídos que eran comandados por Kokabiel a la batalla.

Tras un viaje en moto en el que Raynare le enseñaba a Asia el campo y los distintos pueblos del inframundo de los ángeles, el trío de ángeles caídos llegaron por fin a la capital de Grigory, Grigory-Bira. Una gran ciudad de casi 5 millones de almas, ángeles que trabajaban en el Parlamento, en bares y restaurantes, en oficinas, etc... La moto rugía por las calles de Grigory, esquivando como Raynare medianamente podía los coches. Issei se agarraba a la baja espalda de su novia pelinegra para sentirse más seguro (aunque él no tenía ningún miedo a montar en moto, pero esta vez su novia iba demasiado rápido, pues llegaban ciertamente tarde). Asia, por su parte, solo veía los rascacielos de la ciudad embobada, muy pocas veces había visto Grigory capital.

Tras unos pocos minutos conduciendo, al fin llegaron al aparcamiento enfrente del Parlamento, lugar donde aparcaban los Cadres. Dejó aparcada su moto al lado del coche de Penemuel (un Seat Ibiza de color púrpura)*, guardó los cascos en la guantera trasera de la moto, se quitó la chupa de cuero para dejar ver una camiseta negra de mangas largas y unos pantalones vaqueros azules marinos. Issei vestía su típica camiseta roja y pantalones de chándal negro y Asia llevaba puesto un traje largo verde y una falda beige.

*El Auto de Penemuel, un Seat Ibiza púrpura*

Una vez aparcada la moto y puesto el seguro de ésta, el trío de ángeles caídos se dirigieron al despacho de los Cadres, mismo despacho donde fue presentado el actual Sekiryūtei a los líderes de Grigory. Entraron por las mismas puertas que hace un año, puertas de madera de caoba que tenían grabadas imágenes de ángeles cayendo del Cielo (véase "cayendo" como ser liderados por los Cadres a través del inframundo), así como, en las alturas a Elohim señalando el camino que los Cadres debían seguir con su dedo. Abrieron las puertas y entraron en el Parlamento, no sin antes una breve pregunta del castaño japonés.

-¿Estas puertas no tenían otro motivo grabado? -preguntó el actual portador de Draig Goch a la ángel caída que estaba a su lado.

-Así es. Pero con la reconciliación y la resurrección de Yeshua Ibn Mariy, los Cadres han estado intentando incluir imaginería del Cielo aquí también. -explicó Raynare abriendo la puerta dejando ver tras ella el principal pasillo del Mekom-Heskemim.

Éste estaba pintado en un tono beige claro, el suelo de porcelana gris, las paredes eran de cemento y en ellas estaban colgados, no ya solamente los retratos de los Cadres -que ahora estaban a la izquierda-, sino también los de los Arcángeles, situados a la derecha. El pasillo seguía por unos metros hasta llegar a una escalera. Ésta subía al piso superior, donde estaban las oficinas de los Cadres y los demás ángeles caídos que trabajaban allí. También bajaba al piso inferior, donde estaba el Parlamento como tal, el Mekom-Heskemim. El Parlamento como tal era un semicírculo de 15 metros de radio y, desde el suelo hasta la tribuna más elevada, 5 metros de alto. El semicírculo daba a un palco donde salían a hablar los ángeles (caídos o puros [éstos últimos venían desde la reconciliación y se sentaban siempre a la derecha]). Encima de esta palco había una entrada con cortinas lujosas de donde salía Yeshua y se sentaba en las sesiones más importantes.

El trío de ángeles caídos y el portador del dragón de Gales llegaron al despacho donde trabajaba Penemuel. Éste era un despacho pequeño pero acogedor. Una mesa en medio del despacho hecha de madera fina de ébano. Estanterías con libros en los distintos idiomas abrahámicos (hebreo, latín, griego -añadido gracias a la Alianza y a la llegada de los monjes del monte Athos-, eslavo eclesiástico y árabe). Detrás del escritorio estaba Akeno junto a su padre, Baraquiel, cruzado de brazos. El ambiente era tenso, sin saber exactamente porqué. Penemuel, el "Interior de Dios" y Baraquiel, "El Rayo de Dios" apenas hablaban, solamente un seco y frío "Shalom" al trío que acababa de llegar.

Issei, Asia y Raynare se sentaron en unas sillas que estaban dispuestos a la izquierda del despacho. Enfrente, a unos dos metros estaban otras sillas, otras tres sillas. Al parecer Penemuel había convocado a sus hermanos Cadres y al "Lahak-Yeshu'a", el "Escuadrón de la Salvación", Issei, Asia, Raynare y, tras unos minutos, llegaron Kalawarner, Mitelt y Donasheek. Tras una breve espera, no más de 30 minutos, al fin llegaron los Cadres restantes, Kokabiel "El Ángel de las Estrellas", Shemhazai y el Gobernador General Azazel. Los recién llegados también llegaron con una cara seria, tremendamente fría. Se sentaron en las sillas que estaban en frente del escritorio de Penemuel, la cual estaba con las manos entrelazadas.

El ambiente del despacho de Penemuel, si antes era tenso con la sola presencia de ella sola y la de Baraquiel, si añadimos ahora las presencias -igual de serias o incluso más- del Gobernador General Azazel, el Vicegobernador de Grigory, Shemhazai y el Comandante Supremo, Kokabiel, todos con auras y caras serias y tensas. Aunque no sabían el porqué Penemuel les había convocado, sí sabían el cómo: a todos les había llamado a través de un círculo mágico de comunicación y les había dicho lo mismo "Venid a mi despacho en el Mekom-Heskemim, tengo algo que deciros. Algo que nos afecta a todos nosotros y a la Alianza". Ahora, tras una espera total de un poco más de 45 minutos, todos están aquí en su despacho al fin.

-¿Para qué nos has reunido Penemuel-achot? ¿Por qué tenías una voz tan seria? -preguntó Azazel preocupado por su hermana y secretaria.

-Creo que para lo que tengo que deciros hace falta que nuestros hermanos del Cielo, incluido Yeshua. -declaró Penemuel mirando a los ojos a los presentes, haciéndoles entender que el asunto que tenía entre manos eran bastante grave, tan grave que necesitaban a sus hermanos puros y al mismísimo rey de la facción abrahámica.

Y así fue. Tras unas llamadas a través de un circulo mágico creado por Azazel, éste comunicó de urgencia a sus hermanos del Cielo (Miguel, Gabriel, Rafael y Uriel) y a su hermanastro, Yeshua Ibn Mariy, que necesitaban reunirse por un asunto de gran importancia para la facción abrahámica, e incluso para la Alianza Sobrenatural. No pasó demasiado cuando, a través de unos hologramas gracias a unos círculos mágicos creador por Cristo, aparecieron los Arcángeles y Yeshua Ibn de Mariy, todos con túnicas blanquísimas y aros sobre las cabezas, salvo Yeshua, que tenía en su cabeza las Potencias.

Una vez reunidos todos, ahora sí, Penemuel alzó la cabeza para ver a todos reunidos en el pequeño despacho suyo en el Parlamento. La secretaria de Azazel suspiró, colocó sus manos sobre la madera de su escritorio. Suspiró amargamente y, tras un leve y casi inaudible "Padre ten piedad de tus hijos", Penemuel soltaría la bomba:

-Hermanos, Yeshua-Amir, Issei Hyōdō-Sekiryūtei, Raynare, Asia, Akeno... -empezó a hablar Penemuel titubeante y, hasta cierto punto, temblando. -Tenemos un traidor en Grigory... -manifestó solemnemente la Cadre pelimorada confesando lo que ella había descubierto hacía poco.

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Palabras: 2598.

La bomba ha sido caído entre los líderes de la facción abrahámica. Pero, ¿quién se atrevería a traicionar a los Cadres? ¡Descúbrelo en el próximo episodio!

Un cordial saludo.

Atte.

E.S.Z.


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