Cuando Issei Hyōdō decidió que había que descansar en un hotel, todos se imaginaban un hotel de buena calidad, de 3 estrellas para arriba, pero el hotel adónde habían ido era pésimo. Decir pésimo era quedarse corto: las paredes estaban desconchadas, el suelo estaba sucio y lleno de polvo, las camas parecían que se habían lavado en semanas, o tal vez mese o incluso años, las bombillas, la gran mayoría estaban fundidas y para terminar, pero no menos importante, el hotel estaba lleno de escarabajos dorados ¿Por qué demonios había tantos escarabajos en el hotel? ¿Pero cómo hemos llegado a ésta situación?

FLASHBACK: 1 HORA ANTES.

Issei y compañía estaban caminando por las calles del Cairo, con calor y cansancio; habían estado caminando desde que el avión llegó al aeropuerto, hace aproximadamente 2 horas. Estaban cansados, deshidratados, a pesar de ser seres sobrenaturales necesitan comer y beber, por raro que suene, y necesitaban descansar aunque sea una noche, para seguir el día siguiente.

Asi que Issei se le ocurrió la brillante idea de quedarse ese día en un hotel. La idea en sí no era mala, tenía buena intención. Descansar por un día en el hotel y, ya mañana, volverían a la calle y buscar cómo contactar con los dioses egipcios, los cuales estaban ocultos aún hoy en día.
Entonces Issei se giró para atrás, donde estaban los demás y preguntó al aire "¿Alguien habla árabe?"

Todos se quedaron mudos por un momento. ¿Quién demonios sabía árabe entre ellos? La mayoría de ellos sabían hebreo y latín, pero árabe no sabía nadie. Solo Ël tenía unas nociones básicas del idioma, pero aparte de Padre, nadie más sabía. Pero entonces, la Arcángel Gabriel levantó tímidamente la mano y habló.

-Yo sé árabe, Sekiryūtei. Si quieres puedo hablar yo. -respondió a la pregunta del castaño la bella Arcángel Gabriel.

-Perfecto Gabriel. Hablarás tú con el recepcionista. -ordenó Issei, Gabriel asintió con una linda sonrisa.

Siguieron caminando por las calurosas y opulentas calles del Cairo. Raynare e Issei, junto a Kalawarner y a Mitelt iban por detrás de los Cadres y Arcángeles, que seguían a Azazel y a Miguel, junto a Gabriel. El grupo llamaba la atención de todo el mundo. No siempre por las calles de la capital de Egipto paseaban gente tan pintoresca como ellos. Y la que más llamaba la atención era Raynare, para mal de Issei. Issei era un poco celoso, por ser parte dragón, al igual que Raynare.

De toda esa gente a las que llamaban la atención, había algo que no era un humano, sino un pequeño escarabajo dorado. El insecto miró a los extraños y salió volando hacia la ventana de un hotel, por la que entró y le comunicó algo al que parecía ser el director del hotel.

-¿Así que han llegado ángeles caídos y puros junto al Sekiryūtei? Interesante... mantieneme informado, Jespri. -dijo la persona que parecía ser el director, revelando con el suave viento que tenía el pelo negro, pero con puntas rosas y doradas.

*Jespri es el escarabajo sagrado de los faraones egipcios. Se les enterraba con uno como símbolo de suerte*

Mientras tanto, el grupo de Issei llegaron al fin, tras casi media hora de caminata, al hotel donde se iban a alojar. El hotel en sí estaba en el centro de la ciudad, a un poco más de dos horas de las pirámides. El edificio había sido en la época colonial, cuando Egipto era una colonia Británica, un almacén de pólvora, la planta baja, y un edificio residencial para los militares británicos, la planta de arriba.
Encima de la puerta, estaba el cartel, que estaba en árabe e inglés, en el que estaba inscrito el nombre del hotel: "El hogar del Jespri". El nombre era muy llamativo, tan llamativo que Raynare alzó una ceja con duda y preguntó al aire "¿Qué es un Jespri?", a lo que Azazel, como la persona "más sabia" del grupo, le respondió que un Jaspri era, entre otra cosas, "el símbolo del Dios del Sol, representado como un escarabajo que empuja al disco solar cada mañana".

Una vez respondida la duda, entraron todos al hotel, la Arcángel Gabriel al frente, para hablar con el recepcionista; un hombre de pelo negro y ojos marrones, vestido con un traje elegante, mirando el PC. La sala de la recepción era un salón más o menos grandes, con un ascensor al fondo, y unos sillones con té. Todos se sentaron en las sillas mientras que la Arcángel Gabriel hablaba con el recepcionista.

-A-salamu Alaikoum. -saludó la Arcángel Gabriel haciendo una leve reverencia en señal de respeto. El recepcionista respondió. (Saludos.)

-Ahlan, sabah el-kher. -saludó de vuelta el recepcionista, a lo que Gabriel se quedó un poco dudosa*. (Saludos, Buenos días.)

-'Alan yakun ladayk ghuraf li wali'asdiqayiy? -preguntó Gabriel, a lo que el recepcionista miró a sus acompañantes con una cara rara. (¿No tendría usted unas habitaciones para mí y para mis amigos?)

-Daeni 'anzur 'iilayha ya ansatu. -dijo el recepcionista amablemente poniéndose a mirar la pantalla del ordenador. -Fi almajmue, eumuruk thalathat eashar, 'alays kadhalika? -le preguntó el recepcionista a Gabriel, a lo que ella respondió que sí. (Déjeme que lo mire, señorita. Seríais trece, ¿no?)

Estuvieron todos esperando con tensión, de Gabriel despedía ahora mismo que la misión saliese bien. Issei y Raynare estaban también con tensión entre ellos, pero una tensión distinta. Raynare le acariciaba la espalda lenta y suavemente, mientras que Issei gruñía como un animal en celo, a la vez que le acariciaba las piernas pero con agresividad. Kalawarner miró a la pareja y pensó "Por Padre, si estuvieran solos ya haría tiempo que estarían haciendo otra cosa"
Mientras, Gabriel y el recepcionista ya estaban terminando de hablar entre ellos sobre las habitaciones donde se alojarán el día de hoy.

-Huna tadhhab ya ansat, mafatih kuli ghurfati. ghurfat wahidat likuli zawjini. -dijo el recepcionista dándole a Gabriel las llaves de las habitaciones, 6 habitaciones en total, de la planta última del hotel.
(Aquí tienes señorita, las llaves de cada habitación. Una habitación por pareja.)

-Shukrana jazila. Allah yubarik lika. -dijo Gabriel haciendo una reverencia, al igual que el recepcionista. (Muchas gracias. Qué Dios le bendiga.)

Cuando Gabriel terminó de hablar, se dirigió a sus acompañantes dándoles las llaves de las habitaciones. Cada pareja cogió la llave de las habitaciones, y las parejas quedaban repartidas de esta manera: Azazel y Penemuel, Baraquiel y Shemhazai, Miguel y Gabriel, Issei y Raynare, Kalawarner y Mitelt. Kokabiel se quedó en una habitación aparte el solo.

Así que cada pareja se dirigió a sus respectivas habitaciones en la planta última del hotel, la cuarta. Pero fue entonces cuando vieron "el lado oscuro" del hotel.

FIN DEL FLASHBACK.

Cuando subieron a la cuarta planta, vieron el estado del hotel: la madera del suelo chirriaba, las paredes estaban desgastadas, la decoración de l pasillo era deprimente, por decir algo, y las luces estaban fundidas, de 10 que había, solo 2 funcionaban, la del inicio del pasillo, y la del final del pasillo. Todos se quedaron con cara de "¿En dónde nos hemos metidos?" Salvo Issei y Raynare, que estaban a lo suyo.

-Bueno, menos mal que solo estaremos aquí un día. ¿Qué podría ir mal? -preguntó Azazel con una sonrisa nerviosa.

-Todo Azazel-aj, todo... -respondió Penemuel cogiendo su maleta y dirigiéndose a la habitación.

Iban a sus habitaciones cuando se cruzó volando por delante suya un escarabajo dorado, que se les quedó mirando por un momento, y luego se fue por donde vino. Issei y Raynare ya habían entrado en su habitación y ya se estaban escuchando desde el pasillo gemidos y gritos de placer, para incomodidad de los que aún no habían entrado en sus habitaciones.

Así, cada pareja fue entrando en sus habitaciones, Kalawarner con Mitelt, Azazel con Penemuel, Baraquiel y Shemhazai, Miguel y Gabriel, Rafael y Uriel y Kokabiel solo en una habitación aparte, cerca de las escaleras para bajar.

Con Kalawarner y Mitelt:

La peliazul y la pequeña rubia estaba en su habitación, Mitelt con su móvil, hablando con una amiga suya, Silvia. Kalawarner estaba leyendo el libro que se había traído de Grigory. La situación era normal hasta que escucharon a Raynare gemir de placer el nombre de Issei acompañado de la sugerente frase "Justo ahí I-kun, me vas a dar el mejor orgasmo de mi vida".
Kalawarner se incomodó, al igual que Mitelt.

-Pero bueno, ¿qué están haciendo esos dos? -dijo Kalawarner con una voz entre indignada y deseosa. -¿Están haciendo el amor o grabando un vídeo porno? -se cuestionó Kalawarner a lo que Mitelt sonrió por lo bajo.

-Tal vez sí o tal vez no... ¡quién sabe! -dijo con sarna Mitelt, haciendo enfurecer y sonrojar al mismo tiempo a la peliazul.

-¡Ah! ¡¿Por qué me duele el pecho?! ¡Maldito Hyōdō! -exclamó Kalawarner levantándose de la cama y dirigiéndose hacia la puerta.

-¿Pero a dónde vas Kalawarner? ¡Espérame! -dijo Mitelt dejando su móvil en la cama, al igual que Kalawarner, la cual dejó su libro.

Kalawarner y Mitelt dejaron la habitación donde estaban y se dirigieron a la puerta de la habitación de Issei y Raynare, escuchando incluso sin abrirla los gemidos y gruñidos de placer de la fogosa pareja. Kalawarner abrió la puerta de una patada y pilló infraganti a la pareja, la cual ante la intrusión de la ángel caída peliazul, se separaron y se taparon con las sábanas que tenía el hotel, que estaban relativamente limpias a decir verdad.
Kalawarner colocó sus manos sobre su cintura y taconeó furiosamente. Mitelt llegó tras ella y miró sorprendida la escena: Kalawarner enfadada, taconeando nerviosa y la fogosa pareja tapada y sonrojada.

-¿Pero qué hacéis aquí, Kala-chan, Mitelt-san? -preguntó nervioso Issei tapado junto a Raynare, la cual se sonrojó salvajemente al pensar que sus amigas la vieron hacer el amor con su novio.

-Solamente veníamos atraídas por los sonidos que hacías tú Raynare... -respondió Mitelt a lo que le preguntó el castaño.

-Lo siento por el ruido chicas. No era nuestra intención... -dijo sonrojada a más no poder Raynare al recordar cómo Issei le hacía ese sexo oral tan maravilloso.

-¡Hyōdō! ¡Necesito que me aclares una cosa! -ordenó Kalawarner nerviosa al ver el sudoroso cuerpo de Issei.

-¿Qué pasa Kala-chan? ¿Qué necesito aclararte? -preguntó Issei con claro desconocimiento.

-Cuando estaba escuchando antes a Raynare me dolía el pecho. Y ahora me duele incluso más. ¿Qué me está pasando? ¿Hyōdō-kun qué me estás haciendo? -interrogó la peliazul al castaño.

-Ven aquí Kala-chan. Te voy a resolver tus dudas. -alentó Issei a la ángel caída de pelo azul, la cual se acercó con dudas.

Entonces Issei la agarró de la cadera y la besó en los labios con pasión y amor. Kalawarner se sorprendió, pero no se alejó, es más, metió su lengua en la boca de Issei. Así comenzó un largo beso entre Kalawarner e Issei, beso que alegró a Raynare, pues al fin su amiga confesaba lo que sentía por el castaño. Mitelt simplemente se quedó mirando el suelo como si fuese lo más interesante del mundo.
Cuando terminaron de besarse, un fino hilo de saliva unía las bocas de Issei y Kalawarner. La peliazul sonrió y susurró al castaño.

-Ese era mi primer beso... -dijo la peliazul sonrojada.

-Pues me alegro que haya sido con el chico que te gusta. -dijo Issei con un tono un poco cursi.

-Bueno, sí, ¿quién tiene hambre? Me estoy muriendo de hambre... -dijo Mitelt parodiando a un famoso empresario ficticio. A lo que todos rieron a carcajadas.

Pero lo que ninguno sabía, es que un pequeño escarabajo dorado había visto todo, desde que Issei y Raynare entraron en la habitación, hasta que Kalawarner se confesó y Mitelt sugirió ir a comer. El escarabajo desplegó sus alas de insecto y salió volando.

Con Baraquiel y Shemhazai

Mientras que Kalawarner se confesaba, Baraquiel y Shemhazai estaban en una habitación de la misma planta, más concretamente dos habitaciones más adelante.

Shemhazai estaba rezando, se había traído un ejemplar del Talmud y la Menorá. Baraquiel, al contrario, había traído un portátil para poder hablar con Akeno vía Internet. Pero el caso es que Baraquiel nunca había tenido un ordenador.

-¿Este trasto cómo demonios se conecta al Internet? -se preguntó Baraquiel con un tono enojado.

-¿Has visto la pestaña de abajo donde se ve unas especies de ondas? -le preguntó Shemhazai, que ya está altura había dejado de rezar. Baraquiel era un poco testarudo en cuanto a tecnología.

-Sí, la he visto. ¿Pincho ahí? -cuestionó Baraquiel. Shemhazai asintió. -Vale, ahora me salen varias opciones. ¿Cuál elijo? -dudó Baraquiel al ver la cantidad de redes disponible.

-Busca la del hotel ¿No? Tiene que estar entre esas redes. -dedujo Shemhazai, a lo que Baraquiel le hizo caso y empezó a buscar la WI-FI del hotel.

Casi 5 minutos después, encontró la Red del hotel "La Guarida del Jespri-WI-FI" Baraquiel pinchó en la Red y no hacia falta ninguna contraseña. Así que se conectó sin problemas.
Una vez conectado, se metió en Google y comenzó una sesión de Google Meet, para poder tener una reunión virtual con su hija, Akeno.

Lo que Shemhazai no se esperaba era el fondo de escritorio del portátil del Cadre. Era una foto de su hija y de su difunta esposa Shuri. Shuri estaba peinando a su hija. Parecían hermanas gemelas de lo que se parecían.

-¿Esa era tu esposa? -preguntó Shemhazai. Baraquiel asintió. -Era muy bella. Tu hija es una copia de ella. -dijo Shemhazai ante la sopresiva semejanza entre Shuri y Akeno.

-Sí. Akeno parece una copia de Shuri. -susurró Baraquiel con una lagrima en su ojo.

Entonces, Baraquiel inició la llamada vía Google Meet con su hija, la cual estaba en la casa de Valerie. Valerie no pudo ir a Egipto porque tenía que cuidar a Akeno. La hija de Baraquiel no podía estar sola en ningún momento. Akeno habló con su padre a través de la aplicación, y le contó sobre lo que había hecho ese día.

-Otõ-chan, hoy Valerie-chan me ha enseñado a hablar su idioma. ¿A qué sí Valerie-chan? -preguntó Akeno a Valerie, la cual estaba detrás de ella.

-Da, Da. Es muy buena estudiante Baraquiel, y muy adorable. Por ahora no me está dando ningún problema. -dijo Valerie acariciando a Akeno en el pelo, causando la linda risa de la pelinegra.

-¡Cómo sigas así Valerie, vas a hacer que el rumano sea lengua oficial de Grigory jajaja! -río Shemhazai ante la curiosa e impetuosa necesidad de Valerie de enseñar su idioma nativo a quien fuere, véase Issei o Akeno.

- ¡Agh, corvul prost! -gritó enfadada Valerie. Akeno se rió y Shemhazai sudó de los nervios por lo fácil que era hacer enfadar a la ex-heredera Ţepeş. (Cuervo estúpido)

-Ah, Otõ-chan, ¡he conocido a un chico muy amable y tierno! Se llama Abdel, y es vecino de Valerie-chan. -dijo Akeno a su padre, Baraquiel se puso nervioso, era un padre sobreprotector, y no quería que su niña se juntase con cualquiera.

-¿Abdel? Pero si ese tiene 150 años nada más. -dijo indignado Baraquiel.

*150 años en ángeles caídos serían unos 17 para 18 en años humanos*

-Sí, pero es muy amable. Quiere presentarme a sus padres. -contestó con tanta inocencia Akeno que Baraquiel no pudo soportar más y le gritó antes de cerrar la sesión.

-¡Pues por mi nombre y por el de Yeshua Ibn Mariy, tú no te vas a reunir con ese caído nunca más! ¡Adiós! -terminó cerrando la sesión de Google Meet, sin que le diera tiempo a reaccionar a Akeno.

Mientras, en Grigory, Akeno no sabía que decir. Su padre le había colgado la llamada sin ningún motivo aparentemente, y eso la hizo llorar. Valerie la vió llorar y la confortó y le dijo que todos los padres se ponen así cuando sus hijos tienen "novios en potencia". Eso la calmó y volvió a las clases de rumano.

Cuando Baraquiel cerró el portátil, pudo ver con el rabillo del ojo como un escarabajo dorado que estaba colgado del techo los veía atentamente, como si fueran lo más interesante del mundo. Shemhazai lo observó, pero ya se había fugado de su vista.

Con Kokabiel.

Kokabiel, el Cadre de las estrellas y el General Supremo de Grigory, estaba profundamente dormido en la sucia y desarreglada cama de su habitación. En la mesita de noche el Cadre había colocado una pintura a color pequeña, de formato portátil, en la que aparecían Rosemary, Kokabiel y un pequeño de ojos marrones, pelo negro con puntas escarlatas y una herida en su ojo, al igual que su madre. Parecía una foto feliz de familia normal.

Kokabiel estaba durmiendo tranquilo, pero, de repente, empezó a soñar con algo que le extrañó de sobremanera.

Sueño de Kokabiel.

Kokabiel estaba en una gran pradera verde, en Escocia, rodeado de imponentes montañas. Kokabiel admiraba el paisaje, un paisaje extraño para él, pero a la vez reconfortante para su corazón. Fue entonces cuando escuchó una voz que nunca imaginó escuchar de nuevo.

-¿Kokabiel? ¿Eres tú, dearbh? -preguntó la voz con amor y preocupación.

-Sí yakira, soy yo. -dijo emocionado el Cadre, dándose la vuelta para ver Rosemary, pero esta vez sin su típica armadura.

Entonces ambos se abrazaron y besaron con amor y hablaron entre ellos sobre lo que había pasado tras la muerte de Rosemary, hacía más de 2000 años. Kokabiel le dijo sobre el Sekiryūtei, sobre el plan de Yeshua sobre traer la paz al mundo sobrenatural, entre otras cosas. Rosemary le habló de que, en el mundo de los muertos, al fin se había encontrado con sus antepasados, Erza Scarlet, Titania, y Jellal Fernández, el ex-mago oscuro más buscado.

Tras la charla, ambos estaban mirando el atardecer en ese paisaje cuando Rosemary apoyó su cabeza en el hombro de Kokabiel y le dijo que se olvidara de ella, que ella ya era parte del pasado, que tenía que superar su pérdida. Kokabiel, entre lágrimas, dijo que lo intentaría, en su nombre y en el nombre de Ël. Rosemary sonrió y le dijo.

-Me alegro dearbh. Ahora despierta, te están vigilando a ti y a tus caraid.

-¿Cómo puede ser eso? -preguntó incrédulo Kokabiel, pero al segundo se despertó.

Afuera del sueño de Kokabiel.

Justo después de eso, Kokabiel se despertó súbitamente con preocupación. Entonces vio a un escarabajo vigilante mirándolo, pero Kokabiel fue más rápido y se abalanzó hacia el escarabajo, aplastándolo con sus manos. Kokabiel se dio cuenta de lo que era y decidió comunicarse con los demás.

-¡Yedidim, Sekiryūtei, nos están vigilando! -exclamó con preocupación Kokabiel a través de un círculo mágico en oído. Los demás lo escucharon y confirmaron que habían visto escarabajos dorados.

-{¡Hay que salir y descubrir quién nos ha estado vigilando!} -ordenó Issei, a lo que los demás asintieron a la orden del castaño.

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PALABRAS: 3463.

¡Al final se han dado cuenta de que alguien las ha estado vigilando desde el principio! Kalawarner se confiesa a Issei. ¿Qué eran esos escarabajos?
Atte.

E.S.Z.