13.

Rumanía, un país situado en la península balcánica. Los rumanos se autoproclaman como "Los últimos romanos" al no mezclarse con los invasores germánicos tras la caída del Imperio Romano. Ha tenido una historia convulsa: no fue un país unido hasta 1859, ha vivido una monarquía absoluta, un régimen comunista y una democracia corrupta, todo eso en menos de 100 años. En consecuencia, ahora es de los países más pobres de Europa. Eso era lo que los humanos sabían de Rumanía.
Pero en el mundo sobrenatural, Rumanía era conocida por ser el hogar de los vampiros. Una raza orgullosa e independiente y que no ha contactado con casi ninguna otra facción. Hasta ahora.

Cuando a Issei Hyōdō se le otorgó la misión de reclutar a la portadora del Santo Grial y se le dijo que estaba en Rumanía, él pensó que sería un rumano cualquiera. Pero se sorprendió de sobremanera al enterarse de que era heredera de la facción Țepeș, facción vampírica que apoyaba un gobierno dirigido por un hombre. ¿Pero una mujer heredera de una facción machista? Eso era algo nuevo.
Sus compañeras de misión, Kalawarner, Mitelt y Asia estaban peor que él; nunca habían hecho una misión tan importante, salvo la de reclutar al actual Sekiryūtei, para Kalawarner y Mitelt; Asia había rescatado a la hija de Baraquiel, una misión importante, pero no tanto como la que tenían que hacer ahora. Estaban ansiosas de dar lo mejor de ellas en esta vital misión para Grigory.

Azazel preparó como tapadera un "viaje diplomático" la misión. Issei, Asia, Kalawarner y Mitelt tendrían que ir primero en tren desde la ciudad natal del castaño, Kuoh, hasta Kyoto. En Kyoto tomarían un avión que les llevase a Bucharest, capital de la Rumanía humana, y en Bucharest, hacer un círculo mágico que les trasportase a la Rumanía sobrenatural. Entonces irían, en la Rumanía sobrenatural, a Cluj-Napoca, ciudad en Transilvania, capital de los vampiros. El plan era fácil, aparentemente.
Pero Issei y compañía no sabían de la mala fama del Gobernador como alguien cuyos planes siempre salían mal.

En cuanto llegaron a Kyoto, fueron asaltados por unos Yōkais. Los Yōkais creyeron que les iban a invadir. ¿Sólo cuatro ángeles caídos? Sí, solamente cuatro. Tuvieron que ser noqueados para seguir la travesía.
Una vez cogieron el avión, Issei habló durante todo el viaje con Asia, la cual se había sentado al lado de él durante el viaje en avión. Kalawarner y Mitelt se sentaron en los asientos de atrás. Durante todo el viaje en avión, Asia e Issei se la pasaron hablando entre ellos y divirtiéndose, por desgraciadamente para sus compañeras, las cuales sólo querían dar una cabezada para descansar. Al final no pudieron.
Una vez llegados a Bucharest, Rumanía, Issei, Asia, Kalawarner y Mitelt se fueron a esconderse en los cuartos de baño del aeropuerto, para poder trasladarse a la Rumanía sobrenatural.

Una vez hecho el traslado, a través del círculo mágico con el símbolo de Grigory, salieron del aeropuerto y, en la entrada del mismo, estaba esperando un vampiro mayordomo con un coche de caballos.Este tenía la piel pálida, los ojos eran azules y tenía los cabellos negros Se acercaron al conductor y él les saludó.

-Buna dimineata. ¿sois los îngeri căzuți que que mandaría Azazel? -preguntó el conductor con respecto.

-Sí. Somos nosotros. -dijo Issei con el mismo respeto. Él sabía que los vampiros apreciaban que les tratase con el respeto debido. Eran, sin duda alguna, una raza orgullosa, casi prepotente.

-Me presento. Soy Mihai, el mayordomo de mi señora, Valerie. Les llevaré al castillo. -dijo el vampiro de nombre Mihai*.

*Mihai es la versión rumana del nombre Miguel*

Así empezó un viaje de más de dos horas en el coche de caballos hacia el castillo de la Casa Țepeș. Durante el recorrido, Mihai les iba hablando de la historia de su raza. Su fundación como facción sobrenatural a manos de Vlad Țepeș, príncipe de Valaquia, les contó también sobre el aislacionismo de su raza era porque tenían miedo que alguna otra facción acabase con ellos, véase la greco-latina o la nórdica, con las cuales compartían frontera. Mihai también les preparó para cuando se encontrasen con la heredera. Tenían que ser respetuosos, incluso más respetuosos que con Azazel, tenían que responder siempre con la mayor sinceridad posible, la heredera no soportaba que la engañasen. Y tenían que vestir de gala, elegantes. "Uno no podía ir vestido de calle dentro de palacio", les contó literalmente.

Tras las dos horas de intenso viaje a través de toda Transilvania, al fin llegaron a Cluj-Napoca. Allí solamente estuvieron unos minutos, pues este era el peaje para ir al castillo donde vivía Valerie junto a todos los criados. Issei y sus compañeras solo esperaron a fuera del carro de caballos a que viniese Mihai.

Esperaron unos 10 minutos a lo sumo cuando el chófer llegó con tres carnets de identidad.

-¿Cómo os llamáis? Es para anotar vuestros nombres en los carnets. -explicó Mihai con una pluma en su diestra.

-Issei Hyōdō. Con una línea recta sobre las os. -explicó el castaño a lo que el mayordomo de Valerie escribió su nombre.

-Asia Argento. -se nombró a sí misma la joven rubia italiana.

-Kalawarner. Sin apellido. -explicó la peliazul vestida de su típica gabardina burdeos.

-Mitelt. Sin apellido, al igual que mi compañera. -dijo la pequeña rubia de ojos azules.

Mihai escribió sus nombres en los carnets y se los entregó. Les explicó que era importante llevarlos porque así podían identificarse ante la heredera Țepeș.
Entonces se subieron al carro y siguieron su camino hacia el castillo donde residía Valerie.

Tras un poco más de media hora, al fin llegaron a dicho castillo. El castillo estaba encallado en una montaña, era majestuoso, enorme. Enfrente del dicho castillo, había un gran jardín de varias hectáreas de tamaño. Cuando llegaron estaba anocheciendo y se podía ver las luces encendidas en todas las habitaciones. Mihai les invitó a pasar.

Issei y compañía pasaron a entrar al castillo a través del gran jardín, el cual estaba plantado con muchísimos tipos de flores distintas, rodeado el dicho jardín de muchos árboles de pino.
Cuando entraron vieron un gran pasillo con una alfombra roja, la cual cubría el pasillo. Del techo del corredor colgaba un candelabro con velas encendidas. Siguieron andando un rato más, hasta que alcanzaron una gran puerta de madera de caoba con los pomos de oro. Mihai llamó a la puerta suavemente con tres toques.

Tras unos minutos se escuchó un "Se întâmplă" de una voz joven y armoniosa, parecía que la había dicho un ángel de lo dulce que era la voz. Al escuchar la voz, Mihai abrió las puertas dejando ver un trono donde estaba sentada una mujer jovencísima, de ojos rojos como los rubíes, pelo sedoso de un color rubio como rayos del sol. La chica vestía un largo traje de noble, con muchas joyas sobre su cuerpo y una pequeña corona sobre su cabeza.

-¿Quiénes son los invitados, Mihai? -preguntó la chica a su mayordomo con un tono curioso. Tenía su mirada puesta en Issei y sus acompañantes.

-Mi señora, Valerie, los invitados son los îngeri căzuți que le conté que vendrían de parte de Don Azazel. -respondió Mihai la duda de Valerie.

Valerie miró con detenimiento a los ángeles caídos que estaban arrodillados en señal de respeto. Valerie había escuchado desde pequeña que los miembros de la facción abrahámica eran agresivos, bárbaros, soberbios. Pero ella veía ahora que los enviados por parte de Don Azazel eran humildes, se arrodillaban ante ella. Le sorprendió bastante ese pequeño detalle. Pero su sorpresa aumentó drásticamente cuando el único chico del grupo le habló.

-Mi señora, Valerie-sama, Grigory la necesita. El Gobernador General ha decidido reclutarla. -declaró Issei con respeto mientras seguía arrodillado.

-¿Cómo? No le he escuchado bien. Aparte, ¿cuál es tu nombre, Înger Căzut? –cuestionó Valerie a Issei con una mirada incrédula.

–Me presento. Soy Issei Hyōdō, mi señora, y soy el Sekiryūtei de esta época. Estoy afiliado a Grigory y soy un ángel caído. –se presentó el castaño mientras desplegaba sus cuatro alas negras más el par de alas de dragón, típicas del Sekiryūtei.

–Encantada de conocerte Dragonul Împăratului Roșu. –habló Valerie con respeto hacia Issei. Me podrías explicar eso de que Grigory me necesita, ¿queréis una alianza con nosotros? –dudó Valerie rascándose el barbilla con una mirada curiosa.

–No, mi señora, no queremos una alianza. Los asuntos internos de nuestra facción son lo primero para nosotros. Por eso la necesitamos. Eres vital para que Grigory se pueda reconciliar con el Cielo. –explicó Issei a lo que tanto Valerie como Mihai, el cual ahora estaba como su guardaespaldas, prestaron atención.

–¿Qué importancia vital tiene mi señora con ustedes? –cuestionó Mihai a Issei ya sus compañeras.

–Mi señora, Valerie, usted tiene un arma muy poderosa que Azazel necesita. Usted es la portadora del Sephirot Graal, el Santo Grial, la última copa de la que bebió Cristo. –expuso el joven castaño. Valerie se sorprendió muchísimo.

–¿El Santo Grial? ¿Un Sacred Gear? Pero si mi señora es una vampira pura. Que yo sepa los Sacred Gear solo la poseen los humanos y los híbridos, como él. –preguntó Mihai al aire.

–Mihai, hay algo que no sabes. Tanto yo como él, como yo somos híbridos. Nuestra madre era una humana de nombre Ileana. Madre fue solamente una aventura de padre. Pero cuando padre se enteró de que madre estaba embarazada, la invitó a vivir en Palacio. –explicó Valerie con nostalgia y alguna que otra lágrima escurridiza.

–¡Eso no lo sabía mi señora!. –dijo sorprendido Mihai.  –¡Una sucia híbrida no puede dirigir a nuestra gran y gloriosa raza! –gritó con ira e indignación Mihai.

–¡¿Cómo te atreves a hablarle así a Valerie, sucio chupa-sangre?! ¡¿Quieres que te atravese con una lanza de luz tu podrido corazón?! –vociferó Asia creando una lanza de luz verde en su manos derecha.

–Cálmate Mihai. De todas maneras, estoy cansada de gobernar. Que gobierne por mi parte mi primo Matius. Yo me iré a vivir aventuras y servir a Grigory. –declaró Valerie levantándose del trono.

–Creo que no va a poder ser Valerie... –dijo una voz entre las sombras del castillo. –Los demonios también te necesitamos... hermana. –declaró la voz con un tono lúgubre saliendo de las sombras el autor de dicha voz.

–¿Gasper? –se quedó perpleja Valerie, al igual que los demás. Mihai se colocó al lado del ahora llamado Gasper.

–Sucia híbrida, no te mereces vivir. Además, ya has escuchado a tu hermano. Por desgracia, los demonios te quieren viva. –insultó Mihai a Valerie.

–¡Guardias! –gritó Valerie a su guarda personal, pero estaban todos muertos.

–Los guardias ya no te van a ayudar, Valerie. –habló entonces otra voz, esta vez de una mujer.

–Por fin has llegado, Yubelluna.–dijo Gasper con seriedad.

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PALABRAS: 1800

¡Los demonios atacan Transilvania! ¡Gasper y Valerie se reencuentran tras mucho tiempo! ¿Qué pasará en el próximo capítulo? ¡No se lo pierdan!
Atte.
E.S.Z.

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