10.
Cuando Baraquiel les mostró el vídeo a Issei, Raynare y Asia, éstos se estremecieron por la crudeza de los demonios. ¿Cómo tienes el coraje de decirle a través de un vídeo a un Cadre que este mes van a sacrificar a su hija y, encima, decirle que la has violado, a saber cuántas veces? Seguramente ese demonio estaba loco y quería morir.
Cosa que sin problemas lo haría Baraquiel, pero, si iba él mismo, causaría un conflicto con los demonios y seguramente habría una gran guerra, otra vez.
Por eso llamó a quien, seguramente, podría liberar a su hija del infierno que estaba viviendo. Issei Hyōdō, el Sekiryūtei de esta época. Él había demostrado con creces que era poderoso, y eso que solo había entrenado una semana con cada Cadre. Tenía la fuerza, la habilidad, los conocimientos y la estrategia dignas de los Sekiryūteis.
-¿Qué quieres que hagamos, Baraquiel-sama? -preguntó con clara preocupación e ira el joven castaño mientras apretaba sus puños con indignación.
-Ve y tráeme a mi hija y la cabeza de ese murciélago bastardo. -declaró Baraquiel serio y con ira acumulada.
-Así se hará, Baraquiel-sama. -juró Issei hincando la rodilla en el frío suelo de madera.
-No hace falta que te arrodilles. Eres un ángel caído al igual que todos incluido nosotros, los Cadres. Aquí en Grigory todo somos iguales, ¿no recuerdas que vivimos en una república? -explicó Baraquiel un poco avergonzado de la actitud del Sekiryūtei.
-Ya lo sé, Baraquiel-sama, pero es mi deseo expresar respeto a mis superiores. -respondió Issei mientras se levantaba y se dirigía a la puerta. -¡Ah! Y le prometo que traeré a su querida hija de vuelta. ¡No lo dude!
En cuanto Issei dijo eso, Baraquiel lloró como nunca había llorado, no desde que cayó hace muchísimo tiempo.
Issei, Raynare y Asia se dirigieron de nuevo a su apartamento compartido a las afueras. Cuando llegaron, Issei y Raynare se prepararon para ir territorio demoníaco. En el video sólo se veía lo que parecía el patio de una casa noble, una casa palacio parecida a los palacios del Renacimiento. En el lado demoníaco del infierno hay muchas de esas: es típico que los demonios de alta de cuna vivan en palacios de ese estilo.
Pero la pregunta era ¿qué casa demoníaca la tendrá secuestrada?
El demonio que habló en el vídeo dijo "Rías-sama" y, que se sepa, solamente hay una "Rías" en todo el Inframundo "Rías Gremory" hermana del Maō Lucifer y heredera de la Casa Gremory.
Así que decidieron ir a al palacio de la Casa Gremory, que se encontraba a unos pocos kilómetros al este de Grigory, casi en la frontera.
Los Gremory eran una familia muy influyente en el Inframundo: el hijo mayor de los Gremory, Sirzech era el Maõ Lucifer desde que, junto a otros tres demonios muy poderosos, dio un golpe de estado y tomó el trono del Lucifer original matando al hijo del Lucifer original, Rizevim; Rías Gremory, hija menor de los Gremory, había sido colocada a dedo por su hermano en Kuoh en el año 1620.
Hay rumores en el Inframundo y en Grigory de que Rías está en un cuarteto amoroso entre su primo, Sairaorg Bael, su mejor amiga, Sona Sitri y su hermano.
Pasaron varias horas viajando en la moto de Raynare, que ahora tenía adosada un sidecar donde iba sentada Asia. La joven rubia iba rezando el Padrenuestro y el Credo con un crucifijo en las manos mientras susurraba "Cristo Santifícame" .
Pero lo sorprendente era que Raynare también rezaba salvo que decía "Padre perdóname a mí y a mis ancestros" Issei sólo las escuchaba y se preparaba para salvar a la hija de Baraquiel, Akeno Himejima.
Lo que los caídos más odiaban de los demonios era su hipocresía: habían sido ángeles, al igual que ellos, pero los demonios negaban a Dios y alababan a Satán: un ser antropomorfo, con cabeza de carnero, con cola de serpiente y pelo de simio.
Es curioso como, en un mundo donde todos los Dioses existen, Satanás no exista. Satán fue una alucinación de Luzbel. Fue en un sueño cuando lo vió y le dijo que se revelase contra su Dios, diciendo que él, Satán, era el único Dios verdadero.
-[Cythreuliaid budr! Sut dwi'n eu casáu! Rwyf am eich gweld yn pledio o fy mlaen, Draig Goch, draig nefol dominiad!] -rugió furioso Draig haciendo que los ojos de Issei pasasen de color ámbar a color verde esmeralda. (¡Asquerosos demonios! ¡Cómo los odio! ¡Quiero verlos suplicar ante mí, Draig Goch, el dragón celestial de la dominación!)
-{Cálmate Draig-sama} -sugirió Issei al dragón sellado en su Sacred Gear.
Siguieron su viaje cuando, al fin, llegaron a las afueras de la gran mansión Gremory. En el patio había un pequeño edificio, en forma de Tholos griego*, donde se podía ver a muchos demonios alrededor de este. Dentro del edificio había una escultura de mármol blanco. La escultura era una de un ser antropomorfo, con cabeza de carnero, cola de serpiente y pelo de simio.
Los demonios que estaban alrededor estaban, en lo que parecía, una sesión de rezo.
*Tholos era un tipo de templo griego de la era arcaica, antes de la era clásica*
*Acabada la explicación, prosigo*
Asia y Raynare vieron a los demonios con asco, como si fueran a vomitar. El aire era nauseabundo, olía a azufre y huevos podridos.
Issei y las dos chicas se apresuraron y pasaron de largo para intentar infiltrarse en la gran mansión de la Casa Gremory.
Todo iba a ser tranquilo a no ser de que un demonio guardián los vio y dio la alarma.
–¡Cuervos! ¡Los cuervos están aquí! –vociferó el demonio a los demás guardias, 20 en total.
–¡No pasaréis sucios cuervos! ¡Al ataque! ¡Gloria a Satán! –gritó el capitán de la guardia mientras cargaba hacia el grupo de ángeles caídos.
Entonces, en el patio de la mansión, comenzó una gran batalla entre 20 guardias demonios y solamente tres ángeles caídos: Issei, Asia y Raynare. Los tres invocaron sus armas de luz: Issei una katana, Raynare una Espada Ropera* y Asia una Alabarda* de color rojo, morado y verde, respectivamente.
*Espada ropera era una espada típica española del siglo XVI*
*
La Alabarda era una mezcla de lanza y hacha usada durante el Renacimiento tanto en Italia como en España*
Al grito de "Gloria de Satán", los demonios de guardias de la Casa Gremory cargaron contra Issei y sus acompañantes. Issei fue veloz y decapitó al capitán de un solo tajo. Raynare bloqueó el ataque de un demonio y, a continuación, le clavó la espada en el cuello, matándolo al instante. En cambio, Asia, solo cargó gritando "Deus Vult", mientras tenía su Alabarda en posición de lanza, consiguiendo atravesar a otro demonio en el vientre, matándole lentamente mientras le susurraba "muérete basura".
La "batalla" siguió durante unos minutos más: Issei amputaba miembros, decapitaba y mataba a todos los demonios que cargaban ciegamente hacia él. Raynare, en cambio, desafiaba a los demonios uno a uno a un duelo. Todos los demonios que le enfrentaron murieron rápidamente. La que sorprendió a Issei y a Raynare fue Asia: era una sádica psicópata que le encantaba matar demonios mientras exclamaba alegre que iba a batir el récord de un tal Freed Sellzen, un modelo a seguir, según ella.
La batalla al fin terminó con un balance desastroso para los demonios: los 20 guardias habían muerto y los atacantes habían entrado en la casa buscando a Akeno. Asia mataba a todos los sirvientes que se encontraba por el camino, Issei y Raynare la tuvieron que calmar porque si seguía así iba a extinguir a la casa Gremory ella sola.
Siguieron caminando durante un rato largo más, mirando por todos los lados y rincones de la mansión buscando alguna manera de encontrar a Akeno. Pero no encontraron nada .
Iban a rendirse cuando se encontraron con los dos demonios del vídeo: un chico rubio con ojos grises, vestido con unos pantalones de chaqueta, una camisa elegante y dos espadas a la cintura. El otro demonio era una chica con el pelo azul, ojos grises, al igual que el chico, y con una espada a dos manos en su espalda. También vieron a otra chica, castaña, con los ojos grises y con la mitad del rostro cubierto por una máscara rota. Esta chica también llevaba una espada, de una mano en su cadera.
–¡Vaya! ¿Qué estamos viendo compañeras? Son unos traviesos cuervos que han matado a muchos pobres e inocentes demonios. ¡Si que son atrevidos de venir a esta morada, matar a sus habitantes, y llevarse a nuestra invitada especial! –habló el chico rubio con arrogancia e hipocresía haciendo gestos exagerados con las manos. –De todas maneras, es de ser maleducado para un caballero no presentarse. Me llamo Yūto Kiba, caballero de Rías-sama. Un placer. –se presentó el rubio llamado Kiba.
–Así es compañero. No quiero ser maleducada. Me presento, soy Siris, caballero de Raiser-sama. Un placer en conoceros, cuervos. –se presentó la peliazul haciendo una reverencia.
–Quedo la última, como siempre. Soy Isabella, caballero de Raiser-sama. Me encantaría tener un duelo contigo, castaño desconocido.
–Y yo os digo, murciélagos, que cuando vas a matar a una sucia mosca, no le preguntas su nombre, ¿verdad Issei-san? –habló Asia con una sonrisa oscura que dio un poco de miedo a los demonios.
–Cierto Asia-chan, muy cierto... –dijo el castaño mientras invocaba, esta vez, una falcata dacia dirigiéndose lentamente a la castaña. –Te reto, Isabella. –declaró el castaño apuntando su arma a la castaña de ojos grises.
–Acepto, joven castaño. –le replicó la castaña sacando su arma de su cadera.
Mientras, con Raynare y Asia, ellas estaban discutiendo a quien retaban: Asia quería combatir con Kiba, cosa que Raynare no quería, ella sería quien acabase con la vida del rubio. Al final lo decidieron jugando a piedra-papel-tijeras. Ganó Asia, así que ella sería la que se enfrentaría al rubio.
–Yo, Asia Argento, ex-novicia del convento del Convento de Santa Maria Novella, te reto a un duelo, pérfido demonio. –manifestó solemnemente Asia mientras balanceaba su Alabarda de un lado a otro.
–Acepto, por el honor de Rías-sama y por Satán, ¡Gloria a Satán! –accedió Kiba desenvainando sus dos espadas mientras cargaba hacia la joven rubia.
Ahora solo quedaba Raynare, que se encontraba frente a frente con la peliazul de nombre Siris
–Que sea un duelo justo. –declaró Siris desenvainando su espada, al igual que Raynare, la cual invocaba una Espada Ropera de color morado.
Todos aguantaban las respiraciones, tanto los demonios como los ángeles caídos. El ambiente era tan incómodo que se podría romper con una espada. Todo ese silencio se rompió cuando se oyó un "¡Gloria a Satán!" De parte de los demonios y un "Deus Vult" de parte de Asia y Raynare. Issei solo le susurró a Draig que le diese unos cuantos aumentos, no muchos, solo 5.
Por un lado, con Asia, ella se lanzó contra el caballero de Rías Gremory. Su alabarda no era muy manejable a corta distancia, distancia en la que Kiba sí tenía ventaja. Así que Asia solo se echaba para atrás, mientras intentaba atravesar al demonio con su alabarda de luz verde. Asia se hartó de ir para atrás y decidió cambiar de arma a una de corto alcance: una spatha bizantina y un escudo romano; seguramente le daría más ventaja.
*La Spatha bizantina era una evolución de Gladius romano*
–¡Ahora sí podré cortarte sucio demonio! ¡Déjate cortar! –exclamó con locura e ira Asia mientras, en un ataque, cargó hacia el rubio. –¡Quiero superar al Padre Freed! ¡Ese sí es un buen sacerdote! ¡Es el mejor! –alabó Asia a ese tal Freed.
–¡Aparta de mí loca! ¡Ni siquiera pienses que puedas cortarme! –dijo Kiba parando de atacar a Asia. Grave error. Asia lo consiguió amputar un brazo, el derecho, para ser exactos. –¡Ah! ¡Mi brazo! ¡Joder! –gritó de dolor Kiba agarrándose el muñón.
–¡Sí, por fin! ¡Sangre de demonio! Sangra más para mí, Kiba-kun... –se alegró Asia mientras se lamía los labios donde había salpicado un poco de sangre de Kiba.
–¿Encima de sádica, le excita esto? ¡Esta tía está loca! Pero por Rías-sama tengo que vencer, solamente vencer... –dijo con dificultad el joven demonio rubio. –¡Gloria a Satán! –exclamó mientras cargaba, ahora más lento que antes, hacia la ex-novicia.
Asia consiguió esquivar el ataque de Kiba apartándose hacia la derecha. Asia entonces cogió su escudo de luz verde y cargó hacia el demonio. El demonio golpeó el escudo con la espada que le quedaba, pero Asia fue inteligente y le golpeó la cara con el escudo en un golpe ascendente. Kiba, mirando hacia el techo del pasillo solo dijo en su mente "Lo siento mucho, Rías-sama...". Entonces Asia le clavó su spatha en el cuello, haciendo que Kiba cayese al suelo de rodillas con los ojos muy abiertos. Aún estaba vivo cuando Asia le decapitó salvajemente, convirtiendo a Kiba en una fuente de sangre.
–¡Ah!~ ¡Uno menos! ¡Ah!~ –dijo gimiendo Asia mientras cogía un poco de sangre con sus dedos y los chupaba.
Mientras tanto, Raynare, luchaba un duelo con Siris. La Espada Ropera de Raynare chocaba con la espada de Siris. La verdad es que Siris era buena en el esgrima, pero no lo suficiente. Raynare tenía más experiencia que ella.
–¡Ríndete Siris! ¡Ya hemos visto que yo soy superior a ti! Si te rindes te dejaré vivir. –dijo Raynare parándose frente a una Siris cansada, sudando y con las manos en las rodillas.
–¡Nunca! ¡Por Raiser-sama nunca me rendiré! –exclamó Siris incorporándose sujetando la espada con fuerza. –¡Gloria a Satán! –gritó mientras cargaba contra Raynare.
–Tú lo quisiste. –dijo sin ganar Raynare. Acto seguido, sin que nadie se diese cuenta, Siris se hallaba en el suelo, desangrándose y sin cabeza. –Uno menos, ahora a esperar a Issei-kun. –pensó Raynare con un poco de pereza y asco al ver el cadáver.
–¡Yupi! ¡Más sangre de murciélago! –chilló contenta y excitada Asia.
A la vez que todo esto ocurría, Issei e Isabella luchaban chocando sus filosas armas. Issei tenía claramente desventaja, Isabella estaba más experimentando en el ámbito de la esgrima, pero Issei notaba que no tenía mucha fuerza, aspecto en el que el joven castaño sí tenía clara ventaja. Así que sacó provecho de esto y consiguió agarrar la espada de Isabella con una mano.
–¿¡Cómo!? ¿Cómo has conseguido parar con una sola mano mi espada? –preguntaba incrédula la castaña.
–¿Quieres saber cómo? Digamos que en un ser extremadamente poderoso está encerrado en mí y que este mismo ser me ayuda a combatir. ¿Ya sabes cómo? –preguntó Issei mientras seguía agarrando con fuerza la espada de Isabella.
–¿Eres el Sekiryūtei o el Hakuryūkõ? No, el Hakuryūkõ no puedes ser, yo me sentiría más débil, pero no siento nada. ¿¡Eres el Dragón Emperador Rojo!? –exclamó sorprendida y a la vez asustada. ¡Qué Satanás acoga a los mártires que acaban de morir! –exclamó ahora arrodillada y pegando su cabeza al suelo llorando.
–Puedes salvarte si me dices dónde está esa invitada tan especial. –explicó Isse a una Isabella arrodillada y temblando de miedo.
–Claro que sí, Sekiryūtei-sama. La invitada está en el sótano. ¡Ahora perdóneme! –suplicó la castaña arrodillada, pero mirándole a los ojos y con las manos juntas.
–¡Que te crees tú eso! –dijo con gracia atravesando el pecho de Isabella con sus manos desnudas. –Que Satán se apiade de ti, porque yo no lo he hecho. –dijo dirigiéndose al sótano junto a Raynare y Asia.
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PALABRAS: 2597.
Episodio bastante largo. ¡Espero que os guste!
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