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Namjoon bajo la carta que su cuñado le había escrito, o al menos su supuesto cuñado.

Era la tercera vez que la leía desde que la había recibido hace un par de días. La primera vez que le había leído, debe decir que estaba asombrado ante lo que esta decía.

Aunque la carta era alarmante, también era, en cierta manera, una fuente de información en bruto. Saber que Seokjin tenía familiares le alegraba en cierta manera, pero también lo desconsolaba al saber que habían permitido dejarlo en situaciones como las que enfrentó.

A pesar de todo ello, se sintió lo bastante tranquilo al saber que el hombre era quien le había enviado los baúles llenos de regalos a Seokjin así como a Jungkook.

Desde que recibió la carta, había preguntado sutilmente por Lee Hoseok y comprobó que lo que se decía en la carta era cierto. El hombre era el tercer hijo del vizconde que se menciona, además descubrió que era el último de los tres hijos.

Se sorprendió por toda la información que logro recopilar y se dijo que los rumores eran más peligroso de lo que pensaba originalmente.

Estaba seguro de que su esposo era el primogénito del vizconde; sin embargo, no entendía por qué se había cambiado el apellido por Kim. Sabía que detrás de esa acción se escondía un secreto que, por el contenido de la carta, era de sumo cuidado.

Entendía que los conflictos que podrían tener entre la familia, eran temas complicados para tratar; sin embargo, parecía que eso afectaba directamente a Seokjin y, al parecer, o al menos en su opinión, era claro que su cuñado estaba de parte de Seokjin.

Con lo que pudo recolectar, sabía que el doncel de los Lee, es decir, Seokjin se había extraviado o perdido. Nunca se tuvo una certeza de que se había escapado, lo que él sabía que era verdad.

Entre los rumores se decía que cierto doncel se había escapado de su familia después de que cierto barón estuviera visitando su residencia. Se rumoreaba que escapó para evitar un matrimonio, aunque dicho rumor murió rápidamente.

El pensar que querían obligar a Seokjin a casarse le daba una furia fría que lo sorprendía, sabía que era perfectamente normal y no se inmutaría por ello, pero imaginarse a Seokjin en esa situación le enfurecía.

Considerando la petición de su cuñado, le había comentado que Seokjin que no tuviera la necesidad de que asistiera a ese primer baile y la verdad fue una suerte que estuviera un poco resfriado, no lo suficiente para evitar sus actividades diarias, pero sí para usarse de excusa.

Cuando tocaron su puerta, estaba seguro de que era la hora de irse al baile. Como espero, su hermana estaba en el carruaje esperándolo para poder asistir al primer baile de la temporada, cabe decir que también tuvo que viajar con su tía y su prima.

Para su fortuna el viaje no duro demasiado y en poco tiempo estuvieron en la residencia adecuada. La varonesa Chai precedía el primer baile de la temporada y debía de admitir que la viuda tenía un gusto impecable sobre la elegancia.

Escuchó, como su tía daba comentaros críticos acerca de lo poco que se veía de la decoración del lugar, no le tomó demasiada importancia porque al menos la mujer sabía en dónde debía de dar su no tan humilde opinión.

— ¿Estás lista? —Hyo-ri asintió y cuando Namjoon le tendió su brazo, esta lo tomó con fuerza, logrando que su hermano la observara en una pregunta no realizada.

—Solo estoy nerviosa, me hubiera gustado que Seokjin estuviera con nosotros —Namjoon asintió de acuerdo con lo dicho.

—Estará en el próximo —ella asintió y procedió a caminar con su humano.

Ambos ingresaron a la residencia siendo seguidos de su tía y prima, la suave música les lleno los oídos. Los bailes no habían iniciado y solo había unos pocos invitados.

Teniendo en cuenta que llegarían en solo unos minutos porque la puntualidad era primordial, los invitados que estaban previamente a la llegada miraron con curiosidad a los recién llegados.

Era claro que pertenecían al círculo social, pero eran caras nuevas; no pudieron identificarlos porque no los habían visto antes y no tenían referencias de ellos.

Sin embargo, se debe de mencionar que llamaron mucho la atención, Namjoon quien iba vestido elegantemente con colores sobrios que le ayudaban a exudar esa elegancia que lo caracterizaba, además los hoyuelos que se le marcaban cuando otorgo una suave sonrisa causo muchos revuelos entre señoritas y donceles.

Hyo-ri destacaba como una belleza de extrema finura, llevaba un vestido con un color azul claro y detalles brillosos que la hacían ver como una dulce chica perfecta para desposar.

Cuando Samantha y Amelia salieron a escena detrás de Namjoon y le hablaron con suma confianza, entonces los presentes iniciaron a entender quiénes eran.

¡¿Ese es el Conde Kim?!

¿Era verdad lo que tanto presumían?

¿Estará soltero?

¡El Conde Kim es tan atractivo!

¡Si ella es su hermana se volverá muy codiciada!

Yo no tendría ningún reparado en unirme a su hermana.

Yo no tendría reparo en unirme al Conde.

Viene, solo no ha de tener una esposa.

Esos eran algunos de los comentarios que se podían escuchar en susurros por el lugar.

Hyo-ri quien no prestó atención de los susurros, se había perdido en la decoración del baile, arreglos florales que tenían una colorida visión sin ser demasiado llamativas. También pudo apreciar el olor a lavanda, notando que alrededor había varios ramos de ellas.

También en ciertos lugares se sentía un olor refrescante y no sabría identificar el olor, pero podía decir que era agradable, demasiado a su parecer.

El tiempo se había pasado tan rápido con ella admirando la decoración e intentando descifrar que era ese olor tan agradable que se filtraba. Sabía que se había perdido de muchas cosas del baile por no decir casi todo.

Namjoon había sido abordado por varios hombres que solo tenían el deseo de entablar otra conversación para evitar inmiscuirse en los asuntos de las damas, que incluía a las esposas buscando unos prospectos para sus hijas.

Su hermana lastimosamente no estaba al parecer entre los buenos prospectos si tenía en cuenta que tenía la cara casi pegada a todas las flores que encontraba, sin dudas necesitaba a Seokjin para poder llevar a cabo esta labor.

Incluso su prima había tenido algunos bailes con algunos caballeros y su hermana estaba más interesada en las flores que en algún hombre, con frustración se terminó el contenido de su copa y quizás debió de pensar en haberle buscado una chaperona para los bailes o al menos para el actual.

Con su hermana sin Seokjin y sin chaperona era claro que él tenía que hacerse cargo de la situación para que nada comprometiera el honor de Hyo-ri lo cual implicaba seguirla por todo el baile.

No quería confiársela a su tía porque sería una ofensa para Seokjin y teniendo en cuenta que llevaban una guerra que ellos creían silenciosa, no quería que lo asociaran a ninguno de los dos bandos.

—He notado que puede ser una amante de la jardinería por cómo observa los arreglos que nuestra anfitriona ha dispuesto —Hyo-ri se giró buscando frenéticamente a su hermano y lo noto al otro lado del salón observándola con ojos de águila analizando a quien había iniciado lo que sería una conversación.

—En realidad no lo soy, pero he notado una fragancia en particular que me ha llamado la atención y no puedo identificar su nombre —con eso era probable que el caballero se retirara.

—He tenido la misma duda acerca de un olor que identifico como refrescante, sin embargo, no logro concebir una idea acerca de qué tipo de flor daría un peculiar olor —al parecer no se retiraría.

—Al parecer será un misterio al cual no le encontraremos alguna solución —el caballero le sonrió tan brillantemente que sintió como su corazón inicio a latir más rápido.

—He sido un desconsiderado al no presentarme antes, Vizconde Kang Sung —ante la corta reverencia se sintió de una manera rara.

—Un placer conocerlo, Vizconde, Kim Hyo-ri —ella realizó una breve reverencia que era adecuada al presentarse.

—Un placer conocerla —él le dio un suave beso en su mano que causaron que las mejillas de Hyo-ri se sonrosaran.

—Confieso que esperaré un tiempo prudencial para poder preguntarle a nuestra generosa anfitriona sobre tales arreglos florales, para solventar tan terrible misterio ¿Estaría dispuesta a recibir mi carta para informar la respuesta que espero recibir? —era un buen movimiento para mantener la comunicación y Hyo-ri lo sabía, sin embargo, el vizconde era atractivo así como también el único que se acercó a ella con tales intenciones durante toda la velada. No quiso rechazarlo.

—Oh, estaría encantada de poder desvelar el misterio solo si usted está dispuesto a compartir tan vital información —el vizconde lucio en cierto modo aliviado ante su respuesta.

—Por supuesto, mi madre se avergonzaría de la crianza que me ha dado si no puedo ayudar a una señorita cuando lo necesita —tenía encanto, debía de reconocerlo, ella lo sabía y estaba emocionada por lo que podría significar tener un poco de la atención del hombre frente a ella.

—Por supuesto, usted la hará sentirse orgullosa del caballero en el cual se ha convertido —él le sonrió brillantemente y luego le tendió la mano pronunciando las palabras que podrían iniciar un romance adecuado.

— ¿Me haría el honor de concederme un baile? —Ella observó la mano que el Vizconde le tendía la mano esperando su respuesta —Por supuesto —ella le dio su mano, aun sintiendo el rubor en sus mejillas cuando, a pesar de sus guantes, sus pieles tuvieron un leve contacto.

Para su suerte, la música apenas iniciaba, lo cual indicaba lo mismo del baile. Cuando él la sostuvo adecuadamente como un caballero haría, sintió cómo su corazón parecía desbocado e internamente temió que él pudiera escuchar sus latidos.

Todo el baile sintió como si fuera irreal, podía decir que se sentía como tocar nubes. Perfecto y esponjoso.

Esa era su definición de calidez, el vizconde era todo un caballero sin mencionar que era tan atento e irradiaba tanta amabilidad. No era ese tipo de amabilidad fingida.

Era un tipo de amabilidad que parecía gravitar a su alrededor, la había visto en Seokjin cuando le explicaba algo a Jungkook y ahora verla en el vizconde era agradable.

Le decía que posiblemente sería un buen padre y para ella eso era suficiente para entregarle su corazón, si el vizconde daba las señales ella no se haría la tonta. Respondería a sus cortejos y si estaba todo a favor se casaría con él.

En sus pensamientos enamoradizos notó que el baile estaba por terminar y cuando el vizconde le dio esa sonrisa tan agradable y ella lo vio bajo las luces que se reflejaban, decidió que ese hombre tenía que ser su esposo.

Había quedado flechada por él, entonces, ¿por qué no tenerlo? Namjoon obtuvo a Seokjin de una manera un tanto escandalosa, así que ella también podía.

Aunque ella sería diferente a su hermano que se alejaba de su esposo en lugar de acercarse, ella iría por ese hombre y lo mantendrá junto a ella.

Era claro que debía de pedirle ayuda a Seokjin y lo haría, sabía que el doncel no se negaría más si eso significaba llevarle ventaja a su tía Samantha.

El infierno se congelaría antes de que Seokjin perdiera una ventaja en contra de ella, en ocasiones estaba segura de que su tía al igual que Seokjin eran de cierta manera enemigos naturales.

Para cuando el baile finalizó, había bailado una segunda vez con el vizconde y podía decir que estaba muy satisfecha con ella misma. Cuando estuvieron dentro del carruaje de regreso a su hogar, pudo notar cómo la mirada de su hermano estaba sobre ella.

No podía decir qué pasaba por su cabeza, pero a pesar de la fija mirada evaluadora, no obtuvo ningún comentario. Es más, ni siquiera una palabra salió de su boca y eso fue lo que su tía intentó mantener una conversación casi durante todo el viaje.

Esa noche ella sintió que pudo dormir espectacular, el descanso que había tomado lo sintió como años de nueva juventud, al contrario de su hermano por cómo se veía en la mañana.

Lo odiaba.

La despreciaba.

Lo toleraba.

Esos eran los tres calificativos para los tres principales miembros de los Kim a consideración de Samantha.

Toleraba al conde porque era quien las proveía; sin embargo, esa coraza que se construía alrededor de ellas la irritaba. ¿No podía ajustarse a los parámetros esperados? Es cierto que ahora no puede casarse con Amelia, pero al menos debía de proporcionarle una buena dote.

¿Pero qué obtuvo? Una cantidad que era muy poco considerada, antes de que se iniciara formalmente la temporada había sido querida por su sobrino.

Realmente antes no habían hablado de la cantidad de la dote que se establecería para Amelia; sin embargo, él le había asegurado que tendrían a su disponibilidad una.

Era claro que ingresar a un matrimonio sin dote sería una vergüenza para cualquier señorita respetable, así que cuando el conde le aseguró de que en efecto tendrían una, creía que esta sería lo suficiente generosa para estar en los estándares Kim.

Ahora que su sobrino había vuelto para tomar su lugar debidamente como proveedor, no esperó que la cantidad fuera tan baja, claro que en su momento tuvo que darle una brillante sonrisa y agradecerle su amabilidad.

La cantidad era adecuada para alguien de un estatus cuestionable, pero no la adecuada para alguien que se unía a la familia Kim. Ella tampoco esperó que le diera una cantidad exorbitante solo más de lo que obtenía realmente.

Sabía que la dote de Hyo-ri era más que generosa, había escuchado a la chica junto con Seokjin hablando de ello y la cantidad que habían mencionado era en exceso generosa.

A raíz de ello había crecido cierto resentimiento hacia la chica, ella obtenía lo que deseaba para su hija.

Fue frustrante que su hija tuviera que aventurase a buscar un buen marido con una dote tan baja, pero Hyo-ri tuviera una gran cantidad a su disposición que tentaría a cualquier caballero.

Además, si ella no se casaba, tenía a su hermano para respaldarla; sin embargo, ellas no tenían nada, sus aspiraciones habían sido unirse a su sobrino por matrimonio y, ahora que eso no se podía, tenían que buscar otro esposo.

Sin embargo, llegó a despreciar a Hyo-ri el día del baile. Ella no tenía a alguien a su lado para ayudarla, porque sabía que el conde no se inmiscuiría detalladamente en esos asuntos.

Pero a pesar de ello tuvo la audacia de poner sus ojos en el vizconde, quien lucía bastante agraciado con ella.

En las últimas semanas, ella había estado revisando a los solteros que podían ser adecuados pretendientes para su hija y quien encabezaba la lista era el vizconde Sung quien tenía una cuantiosa fortuna además de un título claramente.

Era el mejor candidato que pudo encontrar y que Hyo-ri lo hubiera tomado le desagrado en lo más profundo, es decir, ella podía temer a cualquiera que quisiera. ¿Porque el Vizconde? Entonces el desprecio inicio a formarse.

No podía creer que a su hija siempre le robaban todo, era como si estuvieran en su contra todo el tiempo.

Pero quien se ganaba el primer puesto entre a quienes les tenía un grado mayor de sentimiento era Seokjin.

Odiaba al doncel.

No solo lo que representaba, sino todo él. Él fue quien obstaculizó sus planes cuando contrajo matrimonio con el conde.

En segundo lugar, si bien era cierto que tenía derechos sobre la casa, siendo ahora el nuevo conde, no esperó tanta hostilidad.

Se adueñó de toda la casa para hacer lo que le placía, sin mencionar que ni siquiera compartía lecho con el conde. Si no compartían un lecho matrimonial, ¿por qué delegarle todos los derechos? Era cierto que algunos matrimonios compartían habitaciones separadas, pero nunca desde el inicio de su matrimonio.

Si bien podía justificar no compartir lecho matrimonial, sabía que al menos el matrimonio no se había consumado desde que habían ingresado a la residencia.

Los sirvientes eran muy comunicadores y sabían todo lo que sucedía en la propiedad y era claro que sabían que entre ellos dos no existía ese tipo de intimidad marital, pero no podía irse por esas intimidades porque no conocía si había sido consumado el matrimonio antes de que llegaran a la residencia.

Quisiera que el doncel padeciera lo mismo que ellas padecían en la misma casa, pero no encontraba la manera de hacerlo si quedar expuesta. Al final del día él era un conde, además su sobrino no querría que se saliera con la suya si se trataba de su esposo.

Por honor debía de defenderlo, pero también tenía que aceptar que el doncel no era fácil de vencer. Tenía inteligencia, malicia, ambición y modales, era perfectamente capaz de esquivar y devolver comentarios agresivos.

Era feroz y muy difícil de predecir, por ello necesitaba algo sobre el que pudiera causar los suficientes problemas.

Si bien no lograría una separación pública, podía romper su matrimonio aún más de lo fracturado que ya estaba, podía lograr darles ese paso para que todo se complicara entre ellos hasta romperlos.

Si ese matrimonio no fue para su hija, el doncel no encontraría la felicidad con su sobrino.

También tenía que actuar con Hyo-ri por robarle el mejor soltero a su hija.

Ambos pagarían por hundirla más en su desgracia.

Destruiría el matrimonio de Seokjin tanto que su sobrino lo despreciaría y con Hyo-ri le arruinaría sus planes de boda.

Uno destruido y la otra solterona.

¿Qué más podía pedir en venganza?

Ellos se lo habían buscado por meterse en su camino, entonces que no la culparan por actuar de tan vil manera.





Creado: 09/06/2024

Publicado: 20/06/2024

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