Kim Namjoon un hombre alto con la suficiente musculatura para causar miedo, con cabello negro y unos ojos cafés oscuro poseedor de grandes fortunas además del título de Conde.

Reconocía como familia a su única hermana y su tía, una viuda adinerada que prácticamente los termino de criar cuando su madre murió en el parto de su hermana.

Hace un poco más de cinco años había heredado el título que su padre ostento hasta que la muerte lo tomo por sorpresa en su triste y desolador lecho el cual lastimosamente no solo compartió con su madre.

Namjoon sabía que su padre intento ser un buen padre y realmente lo había sido hasta que su madre falleció, el gran conde se había quedado reducido a gimoteos y lágrimas en la seguridad de su habitación donde nadie podía verle su debilidad.

Él tenía doce cuando perdió a su madre y noto el cambio de su padre, más triste, callado, sumido en lo que él deseaba pensar eran los días felices que había pasado con su madre.

Ellos habían quedado a cargo de su tía materna una mujer viuda sin realmente muchas expectativas sobre el cambio que ellos deseaban ver en su ahora desolado padre.

Las cartas escuetas de su progenitor no faltaban así como regalos que consideraba adecuado sin embargo no se acercó a ellos, los había echado de su vida como si cuando su madre murió ellos también le hubieran seguido.

Los hermanos nunca estuvieron al tanto de la salud de su padre que tanto cuido hasta el final, paso toda su enfermedad él solo con personas desconocidas que contrataba para que lo cuidaran, nunca lo hubieran entendido de no ser por las cartas que su padre dejo.

En sus cartas les confesaba a sus hijos el intenso amor que le tuvo a su esposa quien le había dado el regalo de dos hermosos hijos, pero que con su muerte todo se opacó, su padre había hecho a su madre su motor en la vida, vivía para ella.

El mantenerse alejado de ellos fue por razones egoístas decía que él tenía la sonrisa de su madre y esos hoyuelos que la caracterizaban en cambio su hermana era idéntica su madre cuando era joven.

Verlos le recordaba su perdida por eso los alejo y su castigo había sido pasar su enfermedad en la soledad de su luto.

Sin embargo a pesar de todo se había asegurado de dejarles un futuro a sus hijos, con su muerte Namjoon heredaría su título y todas las propiedades así como dinero y negocios para su hermana dejo una dote bastante generosa y una casa que el mismo tendría que mantener.

Hace un año se había mudado a la residencia principal para proteger a su hermana principalmente, su hermana había tenido la mala fortuna de llamar la atención de un hombre adinerado antes de que ella iniciara su primera temporada social.

El hombre era mayor sin embargo lo que alerto al conde era el mal sano afecto que le profesaba, cuando su hermana ingreso a su primera temporada inicialmente había tenido caballeros interesados que rápidamente retiraron sus atenciones y así sucedió en su segunda temporada.

Este año su hermana tenía la última temporada y creía que la intensidad sería fuertemente afectada por el hombre que se había convertido en una especie de pesadilla.

Había tenido que rechazar una cantidad ridícula de propuestas del mismo hombre, como Conde tenía más responsabilidades que estar respondiendo cartas de rechazo a una misma persona, en algunas ocasiones había sido bastante hostil con sus respuestas y eso le había ganado el descontento de quien pretendía a su hermana.

Se habían corrido rumores absurdos de que él el Conde Kim se había negado a proporcionarle un enlace a su hermana por motivos egoístas e incestuosos. Los rumores decían que tenía un afecto más grande que lo fraternal por su hermana.

Mudarse a la casa principal de los Kim había sido un error, los rumores habían llegado unas semanas después y quienes habían visto como él rondaba a su hermana para evitarle encuentros desagradables desde que unos días después de ellos dicho caballero se había movido a la misma ciudad donde residían.

En poco tiempo su casa estaba llena de flores, cartas y regalos que su hermana rechazaba, pero que por rumores infames no podían deshacerse de ellos, Namjoon se había acostumbrado a su dosis diaria de coraje matutino sin embargo un día todo llegó más allá.

En la habitación de su hermana había aparecido una carta llena de sutiles amenazas sobre seguir despreciando tanto afecto mostrado, nadie había visto que alguien ingresara a la casa muchos menos hasta los aposentos de su hermana.

Ese fue el motivo para hacer mover a su hermana a la casa de campo que estaba prácticamente aislada cerca de la frontera donde creía que nadie la encontraría y donde todo era más pequeño por lo cual podía tener mejor seguridad.

Su vida sería pacífica o eso era lo que había pensado.

Estaba solo a pocos metros de llegar a su casa de campo siendo acompañado por su amigo, el poco terreno que recorrieron antes de que los caballos se detuvieran en su galope.

Sus esperanzas de mantener a su hermana segura se habían esfumado cuando observo la escena frente a él, sin embargo antes de que él diera un solo paso en ayuda de su hermana se quedó impactado por quien salía de la casa.

Era un doncel que escondía un plumero en su espalda, pero lo que le llamo la atención fue el doncel en sí, era precioso con ese caminar elegante y con seguridad además de ver como el suave viento movía sus cabellos dorados.

Desde lejos podía observar como tenía un leve rubor en las mejías que no sabía si era por la situación o si siempre se mantenían de esa manera, sus ojos eran atrayentes llenos de esperanza para quienes quisieran aventurarse y sus labios.

Lindos labios esponjosos y abultados con un color rosa natural y un brillo sobre ellos que el Conde se moría por probar, solo de imaginar saborear esos labios sintió un suave calor en su abdomen.

Sin embargo tenía curiosidad por la identidad del doncel, no podía ser un empleado por la forma en que se vestía y como se desenvolvía seguramente sería hijo de una prestigiosa familia y tal vez su hermana había hecho amistad con el atractivo doncel.

Los observo colocarse frente a su hermana y un niño que apenas notaba hasta ese momento por la manera en la que sus posturas estaban tensas intuyo que el intercambio de palabras no eran muy alentadoras.

El doncel había fruncido el ceño y su cara se había deformado en lo que catalogaba como indignación y entonces sucedió lo que en su vida espero que sucediera, los donceles nobles o de familias respetadas eran frágiles y lindas gacelas nunca se inmiscuían en un escándalo o en conflictos con caballeros.

Pero al parecer este doncel era diferente porque el mismo observo como levantaba su plumero e inicio a golpear al hombre frente a el que por un momento se había quedado estático como no creyendo lo que sucedía.

Jackson su mejor amigo quien lo acompañaba también estaba impactado con la escena.

— ¿Observas lo mismo? —Namjoon no tuvo ni que dirigir su mirada a su amigo para saber a qué se refería.

—Si observas un doncel atacando con un plumero la respuesta es si —Jackson solo asintió no despegando los ojos de la escena.

Un caballero que realmente fuera uno no debería de insultar o agredir a ningún ser que fuera más débil que el mismo sin embargo al parecer el señor Matthews no había estado presente cuando su padre le hubiera impartido tal conocimiento porque había tomado con fuerza el brazo del doncel y luego con fuerza lo había empujado logrado que el precioso chico callera sobre sus posaderas.

Con eso Jackson como el mismo Namjoon iniciaron a correr hacia donde se presenciaba la escena en donde su hermana tenía al niño aferrado a ella sin dejar de llorar y ver al doncel que sorprendentemente no se quedó en la sucia tierra.

El doncel se había levantado y tomado el ramo de rosas que se había quedado olvidado y con eso inicio a golpear al hombre en zonas descubiertas de ropa lo cual eran solo las manos y la cara.

Afortunadamente habían llegado rápido porque ahora el ramo de rosas no eran más que pobres ramas todas maltratadas.

Namjoon había tomado al hombre y Jackson había alejado al doncel quien al verse alejado de su objetivo principal apunto el ramo sin vida y con algunos pétalos colgando de su lugar original a quien intentaba ayudarlo.

—Está bien, solo queremos ayudar —ambos fueron observados por el doncel quien asintió y los ignoro completamente para luego observas a la chica y a Jungkook los cuales seguían lagrimeando.

Rápidamente se acercó a ambos y los separo observándolos para saber si tenían algún daño cuando se dio por satisfecho tomo al niño encajándolo en su cadera el cual rápidamente lo tomo por el cuello abrazándolo.

En ese instante llegaron algunos hombres que al ver la situación fruncieron el ceño y para ninguno de los presentes paso desapercibido como temblaron cuando el doncel les dio una mirada de desaprobación.

— ¿No fui lo suficientemente claro cuando di órdenes de no dejar pasar a nadie? —Los tres hombres que habían llegado asintieron cohibidos — ¿Expliquen su presencia? —les dijo señalando al hombre que era sostenido por Namjoon quien no había dicho ninguna palabra y mantenía el ceño fruncido ante la osadía del doncel de dar órdenes en su casa.

Ninguno de los tres respondió solo agacharon la cabeza sabiendo que en efecto era su descuido el dejar pasar al hombre al saber que era amigo de la familia sin embargo habían fallado en proteger a la chica y habían desobedecido órdenes.

—Un descuido —dijo uno de ellos, sin embargo los ojos llenos de furia casi los hace retroceder varios pasos porque el doncel no era agradable cuando se enojaba —Su descuido ocasiono esta situación en donde la integridad de la señorita Kim pudo verse comprometida —el doncel tomo la mano de la chica caminando unos pasos sin embargo antes les dirigió una mirada que para Namjoon y Jackson era difícil de descifrar sin embargo para los demás no.

—Están vetados de mi cocina durante todo el mes sin embargo me acompañarán a misa hasta que su castigo termine, los tres irán cada domingo conmigo —con esas palabras el doncel se retiró con Jungkook y la chica.

Namjoon había visto como los hombres asintieron obedientemente estaba seguro de que ni siquiera a él le habían sido tan obedientes en ninguna ocasión.

—Lleven al señor Matthews fuera de la propiedad y por el castigo no deben de preocuparse —Namjoon estaa consciente de que a muchos empleados se les aplicaban castigos físicos o en efecto dejarlos sin comer durante mucho tiempo en donde ellos prácticamente comían sobras no adecuadas para consumo.

Namjoon siendo el Conde y dueño de la propiedad no permitiría ese tipo de castigos podría parecer blando, pero no quería que sus empleados le tuvieran miedo o que alguien más les diera miedo como al parecer ese doncel atrevido les daba.

— ¡NO! —dijo uno de ellos rápidamente cuando el Conde menciono que no habría castigo descolocando a Jackson y al mismo Namjoon — ¿No? —les cuestiono a los cuales ellos solo se vieron entre sí y luego el mismo que se había negado hablo.

—El señor Seokjin es muy bueno y si lo obligan a compartir sus bocadillos se pondrá furioso y eso no es bueno puede ponerle cucarachas o cualquier alimaña a los bocadillos que nos dé. Un mes no es demasiado además fue nuestro descuido lo que sucedió con la señorita Kim —Namjoon sabía que ellos lo conocían porque había visitado la propiedad hacía un tiempo sin embargo la curiosidad por el doncel era grande.

Namjoon dejo que dos de los hombres se llevaran al indeseado hombre y dejo uno para que saciara sus dudas acerca del doncel.

— ¿Quién es el doncel? —el hombre le respondió sin titubear —Es el encargado de la propiedad —Namjoon lo pensó entonces quizás el pensar que era un hombre quien se encargaba de la casa era su error.

—Kim Seokjin, ¿Él es Kim Seokjin? —el hombre asintió y Jackson sabiendo que el error era de Namjoon al pensar que era un hombre estaba conteniendo la risa ante el descubrimiento.

— ¿Él sabe cómo llevar toda la propiedad? —El hombre asintió vigorosamente —Es muy bueno en ello, dos veces por semanas hace bocadillos para todos y no da castigos físicos, pero no lo enojamos porque da miedo —el hombre se estremeció ante el pensamiento del último que verdaderamente enojo al doncel.

— ¿Él no estaba enojado cuando se fue? —El hombre negó —Me atrevo a decir que estaba preocupado por el estado de la señorita Kim sin embargo no estaba enojado —Namjoon asintió y despacho al hombre así como también le lanzo una mirada a Jackson que decía que cerrara la boca.

Cuando a Namjoon la antigua encargada de la casa le hablo se Seokjin y de cómo ponía su voto de confianza en el ahora que ella dejaría la casa él no dudo en aceptarlo y cuando este le había comunicado de las inconsistencias en la administración de la propiedad el mismo le dio potestad para determinar lo que sucedía.

Que su antiguo administrador fuera un asco haciendo su trabajo fue una sorpresa sin embargo en esos momentos no tenía lugar para administrar una casa de campo menor así que solo se la delegó a Seokjin y ahora se cuestionaba su decisión.

Despidió a Jackson quien noto se retiró algo renuente sin embargo su padre lo estaría esperando por lo cual no podía faltar a su palabra.

Cuando ingreso a la casa observo como quienes ya lo habían conocido realizando una reverencia, pregunto dónde se encontraba su hermana y lo dirigieron a un pequeño salón en donde estaba.

Su pequeña hermana aún estaba temblorosa y lo notaba por cómo le temblaba la mano al tomar lo que estaba seguro era té sin embargo cuando se quiso acercar el mismo niño que había visto antes se colocó en frente de ella con las manos extendidas prohibiéndole el paso.

Debe decir que fue un dulce gesto de parte del infante así que no queriéndolo asustar más de lo que seguramente ya estaba levanto sus manos en señal de que venía en paz y aun así no cedió hasta que su hermana intervino.

—Está bien pequeño Kookie, él es mi hermano te hablé de él ¿Recuerdas? —el niño había asentido y se había hecho a un lado sin embargo no dejo la habitación y Namjoon no dijo nada al respecto además no quería hacer llorar al pequeño que ya tenía los ojos enrojecidos por su llanto anterior.

— ¿Cómo te encuentras? —Le cuestiono a su hermana —Estoy bien un poco asustada he de admitir, pero ha sido una bendición que Seokjin llegara a tiempo —bueno al menos eso lo podía aceptar que el doncel fue muy oportuno.

Namjoon sabía que su hermana no era de muchas palabras y en momentos así presionarla para hablar acerca de lo que sentía era un gran NO sin embargo podía conversar acerca de otros temas para distraerla y la ocasión era perfecta para saciar sus dudas acerca del doncel.

—Asumo que has sido bien atendida durante tu estadía —la chica asintió lentamente como analizándolo lo que diría a continuación —Si, todos han sido muy hospitalarios puedo asegurar que me he llevado una sorpresa en esta propiedad nunca la imagine tan agradable.

—Seokjin ¿Cómo es él? —había hecho la pregunta con un tono demasiado bajo para que el pequeño no escuchara.

—Es bastante agradable ha sido una grata experiencia conocerlo —Namjoon asintió pensativo y su hermana soltó una pequeña risita porque conocía a su hermano y sabía lo que buscaba escuchar.

—Él es bueno en lo que hace maneja bien la casa y la propiedad en general está bien cuidada, las tierras que producían muy poco están siento sembradas y debo decir que está muy atento a todo el proceso, es amable con todo aquel que trabaja bajo sus dominios y para tu conciencia no aplica castigos físicos bueno en realidad no aplica castigos drásticos es bastante suave como tú.

Namjoon asintió ante las respuestas sin embargo aún deseaba ver como se manejaba la casa por el mismo no es que no confiara en su hermana sin embargo ella podía ser bastante influenciable.

El verlo con sus propios ojos se había convertido en horas de espera en su sofisticada sala.

Según le habían informado el doncel fue requerido de urgencia, el cómo Conde tenía la responsabilidad de ir a revisar que sucedía sin embargo no tenía información y seguramente era su oportunidad para saber que sucedía.

Sabía que era muy tarde y seguramente todos estuvieran dormidos por lo cual dejando su sala privada se dirigió a la cocina por algún té sin embargo lo que encontró no era algo que se esperara.

En la cocina estaba una de sus empleadas con el pequeño niño que al sentir otra presencia se levantó abruptamente sin embargo toda emoción decayó y prácticamente volvió a tumbarse sobre la pequeña mesa que estaba ubicada en una esquina, el pequeño estaba prácticamente dormitando sobre ella.

— ¿Por qué no está descansando? —Le cuestiono a la mujer que estaba en el lugar.

—El pequeño no puede dormir sin que este su padre, se despierta con terribles pesadillas además aunque es un niño es muy terco en cuanto se refiere a esperar a Seokjin —el niño ya era bastante grande para esos pequeños berrinches sin embargo no dijo nada porque no tenía derecho a opinar sobre el hijo de otras personas.

De repente la puerta de servicio de la cocina se abrió dando paso a un bueno como decirlo ¿Cansado y estropeado? No sabía si sería la mejor manera de describirlo.

El doncel que antes vestía pulcramente ahora tenía el cabello alborotado y la ropa salpicada de tierra de esa que seguramente se ha mezclado con agua sucia porque el olor era asqueroso.

— ¡Papá! —el pequeño grito como si el sueño que antes lo dominaba hubiera sido un espejismo.

Namjoon se detuvo en observar la forma en la cual el doncel negó seguramente por no encontrar el pequeño en cama.

—No te acerques Jungkook estoy muy sucio y no quiero que tomes un baño tan tarde cuando deberías estar durmiendo —el niño se vio culpable si eso significaba que mordía su labio y desviaba su mirada.

Hasta ese momento parecía que el doncel no había notado su presencia sin embargo cuando el carraspeo sus ojos se dirigieron hasta él, parpadeo varias veces como intentando despejar algo que tuviera en los ojos sin embargo en lugar de ello realizo una perfecta reverencia cordial y formal.

—Lamento que haya sido testigo de mi falta de modales y principalmente de acto tan fuera de los límites como el de esta tarde, mis más sinceras disculpas por todo lo sucedió principalmente por mi manera en recibirlo tanto hace unas horas como ahora que no me encuentro en una situación presentable. También quiero agradecer su oportuna irrupción —Namjoon sabía a lo que se refería así que solo asintió y sinceramente era demasiado tarde para tener alguna conversación a esas horas.

—Hablaremos mañana descansen —Se retiró de la cocina esperando al día siguiente para saber que sucedió con el doncel para que llegara en esa situación.

Creado: 01/06/2023

Publicado: 06/06/2023