Después de quemar unos cuantos hierbajos más, consigo calmar al fuego y pensar con claridad. "Mi tío no mataría a unos niños de 14 años" pienso "No sería capaz" Camino de vuelta a palacio intentando no encontrarme con nadie ya que voy desnudo. Me dirijo directo a mi habitación y sin distracciones. Una vez allí me tiro en la cama tras ponerme algo de ropa, el fuego me ha dejado agotado, pero eso no me impide pensar en mi tío.  Siempre ha sido agradable conmigo, nunca me lo hubiera imaginado mandando a alguien matar, pero era la voz de mi tío de eso estoy seguro. Desde que mis padres murieron él ha sido un segundo padre para mi, pero hace tiempo que se encierra en su despacho y le veo poco.

   Decido ir a hablar con él. "Debe haber una explicación" pienso mientras cruzo los pasillos que me llevarán al despacho de mi tío. Cuando me queda solo un giro más a la derecha para ver la puerta, me encuentro con él y sus guardias

   -Ray-Dice parándose 

   -Hola tío-Digo yo- Me gustaría hablar contigo un momento

   -Me pillas muy ocupado ahora, hablaremos más tarde ¿Vale?

  Asiento, no me queda otra. El tío Ash es así ¿Quieres hablar con él? Ocupado ¿Necesitas su ayuda? Ocupado, siempre está ocupado. Se va sin mirar atrás seguido de sus cuatro guardias. Los cuatro son fuertes y visten el uniforme de la guardia real, una armadura roja. Los conozco, no hace mucho que eran unos jóvenes inexpertos y asustados que habían descubierto su don. Un don peligroso, ya que si naces en Esfire tu don está relacionado con el fuego. No sé cuales son sus dones, pero deben de ser poderosos sino no formarían parte de la guardia personal de mi tío.

   Ellos se han marchado, dejándome aquí solo en medio del pasillo. Puedo ver la puerta del despacho y me tienta entrar. Me giro, no debo, pero por otro lado, si entro podría resolver todas mis dudas. Decido entrar, no tengo nada que perder, y avanzo por el pasillo. No hay nadie que pueda verme, pero aun así el corazón se me acelera y el fuego ruge. Ya estoy junto a la puerta y tiro pensando que estará cerrada, pero no. La abro, entro y cierro corriendo por si acaso. El despacho de mi tío es un desastre, no había visto tanto desorden desde que tenia cinco años y era yo quien desordenaba. Hay papeles tirados por todos lados, libros abiertos y un motón de mapas. Me fijo en uno que tiene anotaciones escritas. Es un mapa de Terras, Riocca está rodeada y Arenase también. Me fijo en otro mapa, este es de Calagua y tiene rodeado Maire y Gota.  No sé lo que significa pero no me gusta. Ambos tienen una cosa en común, les falta una zona por rodear. A Terras le falta Pinion y a Clagua le falta Lagonia. También hay un mapa de Bahair, que ha sido arrugado y alisado varias veces.  Decido mirar otra cosa, ya que de eso no estoy entendiendo nada. 

    Ojeo unos papeles con cantidades y porcentajes, de eso entiendo gracias a mi padre. Se trata de las materias de cada zona y región. Las piedras preciosas y las pepitas de oro de Riocca y Arenase, las perlas de Maire ... Sabía que recibíamos estas cosas pero no la cantidad. Según los papeles, recibimos la gran mayoría de lo que producen y solo llega a Lavia, Chalor no se queda nada. "¿Para qué usa mi tío todas estas cosas?" pienso mientras busco alguna respuesta entre los papeles del suelo. No encuentro nada de eso, pero si encuentro un listado de personas que están marcadas como prisioneros.  

    "-En los calabozos ya no hay sitio, señor

     - Pues entonces los mataremos a todos"

   Recuerdo la conversación que he oído hace unas horas y se repite en mi cabeza como un eco "Si tiene prisioneros y quiere matar a alguien, matará a los más viejos pensando que así convencerá a los jóvenes para que hagan lo que él quiere" pienso. Debo ir a los calabozos, liberarlos antes de qué lleguen los demás y mi tío decida acabar con ellos. Tengo un problema, no sé donde están los calabozos, de pequeño mi padre no me dejaba ir nunca y luego siempre he buscado salir de palacio en vez de investigar dentro. Busco los planos del castillo en los papeles del suelo como loco, ahora que tengo algo que encontrar me empeño en mi tarea. No encuentro nada y decido buscar entre las cosas que están ordenadas. Mi tío tiene una estantería con un montón de archivadores, supongo que allí estarán los planos. Los encuentro enseguida y cojo la hoja de los calabozos, me la voy a llevar para poder organizar un plan para liberarlos.

   Salgo del despacho y me dirijo de nuevo a mi habitación, ya se acerca la hora de comer y tengo hambre. Cuando giro por el pasillo me vuelvo a encontrar con mi tío Ash y dos de sus guardias "¿Dónde habrá dejado a los otros dos?" me pregunto

     -Ray, sigues aquí-Dice mi tío al verme

    -Te estaba esperando-Contesto

   -Bien-Dice-Podemos hablar ahora 

   -No, da igual tío-Digo mientras comienzo a andar de nuevo-No era nada importante 

 Dejo a mi tío atrás y suspiro "Para una vez que me iba a dedicar tiempo, yo me voy" pienso, pero es que necesito tiempo para idear el plan y además ya empiezan a rugirme las tripas y lo que no son las tripas.

    Cuando llego a mi cuarto me encuentro con la sirvienta que me trae la comida esperando en mi puerta

   -Qué bien huele-Digo olfateando el aire-¿Qué es?

  -Estofado, señor-Contesta ella

 -Genial, gracias

  Cojo la bandeja, provocando una reacción de sorpresa por mis actos. Hemos de dejar que los sirvientes sirvan a la realeza el plato en la mesa, pero también deberíamos comer todos juntos en el gran comedor y yo llevo comiendo solo en mi habitación desde que descubrí mi don.  Abro la puerta, entro y cierro. El estofado tiene una pinta estupenda. Lo dejo encima de la cama con cuidado de no derramarlo y saco los planos que he robado del despacho de mi tío. Los observo mientras como. No son difíciles de entender. Están situados en lo más profundo de palacio y consisten en cuatro cámaras rectangulares, una de ellas la de castigo, donde supongo algún guardia con dones especiales hará uso de su poder por ordenes de mi tío. Cada cámara tiene una sola puerta de entrada, la cual supongo estará custodiada por más guardias. "Demasiadas suposiciones", pienso "Tengo que verlo todo sobre el terreno".  

   Me termino el estofado y valoro el bajar ahora, pero lo descarto ya que los guardias estarán en sus puestos. Debo conseguir la información de otra manera, volveré al jardín principal con la esperanza de que aun no hayan terminado con las decoraciones y así mientras finjo ayudar  a Fermin, haré preguntas y conseguiré respuestas.

    Después de unas horas de duro trabajo de contención, estar tan cerca de personas siempre descontrola mi fuego interior, consigo lo que quiero. El cambio de guardia se realiza a mediodía y a medianoche. Me quedo deambulando entre los pasillos de palacio hasta que se acerca la noche y entonces es cuando me pongo en marcha. Corro bajando escaleras hasta los calabozos, el trayecto es fácil pero largo. No veo a ningún guardia hasta que llego abajo del todo. Son tres, uno a cada lado de la puerta y otro en las escaleras. Observo bien la puerta, es maciza pero la cerradura parece sencilla, podría forzarla o inculso robar la llave. No la veo bien y no puedo avanzar más, vuelvo por donde he venido trazando el plan en mi cabeza. Entrar va a ser fácil, el problema será como salir con todos los prisioneros sin llamar la atención, tengo que ocasionar una distracción además de librarme de los guardias. Según los planos solo hay una forma de entrar y salir, esa puerta y debo conseguir que esté despejada

    El plan tiene sus fisuras, pero tengo un plan y estoy dispuesto a llevarlo a cabo