Capítulo 2- ¿Por qué?

Dedicado a Min_Stefani YoonminconNutella y a Nam-sWife


Jin sabía que era una persona peculiar.

No habían sido pocos los momentos a lo largo de sus treinta años donde las circunstancias le hicieron saber que él era diferente al resto. No en un mal sentido, o al menos no creía que lo fuera, pero sí había comprobado que su forma de comportarse en determinados momentos, o incluso la manera de pensar y reaccionar ante diferentes situaciones, hacía que los demás lo excluyeran dentro de lo que ellos consideraban como "normalidad".

Sin embargo, y para su fortuna, aquello no era algo que le quitara el sueño, porque aún con sus rarezas, sus particularidades y su, quizás, irritable actitud, él era feliz.

Tenía una familia grande y cariñosa, un trabajo que adoraba, un considerable grupo de amigos (lo cual, teniendo en cuenta las opiniones que se generaban de él, resultaba bastante increíble) y, sobre todo, tenía a un Namjoonie.

Sí, un Namjoonie. En términos de Seokjin, un Namjoonie era una persona que te cuidaba aunque no fuera familia, que te ayudaba más allá de la ayuda que te podría prestar un compañero de trabajo común y corriente, y en la que confiabas más que incluso tu mejor amigo.

Y como en la vida de Seokjin solo existía una persona que cumpliera con esas características y el nombre de dicha persona era Kim Namjoon, entonces, inteligentemente, decidió crear una nueva categoría dentro de las cosas que le hacían feliz, a la que llamó Namjoonie.

Namjoon no era familia, no era un simple compañero de trabajo y no se sentía correcto llamarle amigo. Así que, simplemente, era Namjoonie.

Y Jin estaba completamente satisfecho de su ingenio para haber llegado a tan curiosa conclusión.

No es que fuese a explicarlo en alto, ya que no quería que le llamaran raro. Con mil millones de trillones de quintillones de los miles de "llones" inexistentes que se le ocurrieran de veces al día bastaba.

No obstante, su vida no había sido color de rosa. Tal vez sus rarezas no le molestaran demasiado, mas ello no significaba que otros individuos pensaran igual.

Pero, una vez más, había conseguido que tal cosa no le importara, porque, contrario a lo que podrían opinar muchos, el pelinegro había alcanzado la madurez suficiente para darse cuenta de que, si alguien no le quería como era, entonces ese alguien no valía la pena. Otra razón más para adorar a su Namjoonie.

A Jin le parecía fascinante que Namjoon fuera tan bueno con él. 

La mayor parte de la semana el pelinegro se la pasaba en la clínica que, a base de estudio, esfuerzo y sacrificio, había logrado crear un par de años atrás. Durante las horas laborales, la persona que le hacía compañía el 90% del tiempo era el moreno, y Seokjin no miente al afirmar que, los días libres de Namjoon, se sentían como el mismísimo infierno, porque sin su asistente, el aburrimiento lo consumía.

Seokjin no descartaba la posibilidad de que algún día Namjoon se hartara, pegara un grito y abandonara el trabajo al no poder soportarle más, pero afortunadamente, y a pesar de la cara inexpresiva, los ojos en blanco y las respuestas sarcásticas, ese momento no había llegado, y cada día que pasaba, el silencioso muchacho se iba colando más en el corazón de Jin, hasta el punto de estar en su top 3 de personas favoritas en el mundo mundial.

No habían sido pocas las ocasiones donde por menos, individuos "queridos" se alejaban de él, y por ende, significaba mucho para su corazón que, a pesar de todo, su Namjoonie no hubiera desaparecido aún.

Eso solo podía significar que le tenía aprecio, ¿no?

Es decir, el castaño era un chico sumamente inteligente y capacitado, podría trabajar en cualquier lugar donde incluso pagaran mejor. Así que Jin no creía que se quedara en el hospital por cuestiones de dinero.

No quería pensarlo mucho, de todas formas. Para él era suficiente que Namjoon siguiera a su lado, independientemente de las razones que tuviera.

La gente decía que eran la noche y el día, el agua y el aceite, que sus personalidades eran completamente disparejas y que no había forma de que esos dos pudieran llevarse bien. Mas, inexplicablemente, Jin había encontrado fácil y refrescante relacionarse con Namjoon. Adoraba sus desayunos y almuerzos juntos, sus charlas entre turno y turno, los regaños del contrario o lo quisquilloso que el muchacho podía volverse con absolutamente cualquier cosa. No había nada chocante o incómodo entre ellos, de hecho, las conversaciones se daban con fluidez.

Y eso que en ellas, de cada 10 palabras, 8 eran de Seokjin.

Y de las dos de Namjoon, una era un "señor". La otra quizás un sí, pero mayormente, solía ser un no.

Jin se trazó la meta de conseguir que ese asqueroso "señor" fuese sustituído por un Hyung en algún momento. Arriba la esperanza, abuelita. A su vez, se propuso relacionarse un poco más con él, porque Namjoonie, por desgracia, era lo suficientemente profesional como para no dejar que las interacciones entre ellos se saliesen del marco laboral. Eso era admirable, pero para Seokjin, también era frustrante como el infierno.

En ámbitos personales, el pelinegro no tenía reparos en afirmar que disfrutaba de encuentros íntimos casuales y sin compromisos, y siendo bisexual, conseguir esto no se le complicaba demasiado. Podía vivir sin sexo, no estaba dentro de sus prioridades, pero no negaba que de vez en cuando las aventuras eran necesarias.

Más allá de eso, no, gracias. Tenía demasiadas cosas de las que preocuparse con su clínica como para también meterse en embrollos amorosos. Hacía casi tres años que no tenía una pareja oficial, y su última relación terminó de manera tan abrupta e inesperada que de alguna forma, le hizo llegar a la conclusión de que la exclusividad y el compromiso no eran para él.

Si al pelinegro le preguntaran si alguna vez se había enamorado, probablemente tardaría siglos en hallar una respuesta que le convenciera a sí mismo. No sabía con exactitud qué era estar enamorado y solo podía basarse en opiniones ambiguas o telenovelas, donde plasmaban al amor como un sentimiento tan fuerte que te hacía ver la vida de maneras diferentes y experimentar maravillosas sensaciones. Entonces, volviendo a la hipotética pregunta, Jin no sabría cómo responderla porque no podría recordar un momento en toda su existencia en el que se hubiera sentido de maneras similares con alguno de sus antiguos compañeros íntimos.

Solo con Jung Hoseok, Seokjin creía haber tenido algo parecido, y de todas formas no estaba seguro de que hubiera sido tan fuerte. Hobi, sin lugar a dudas, era su mejor amigo, y no cabía incertidumbre acerca de cuánto le adoraba. Sin embargo, una vez se separaron, su corazón no se rompió y no sufrió todo lo que creía que debería haberlo hecho, teniendo en cuenta sus seis años de relación. Le preocupaba más perderlo como amigo que perderlo como pareja.

El bailarín de ahora hebras caramelo, había sido su confidente, la persona con la que compartía una casa, a la que le contaba absolutamente todo y con la que disfrutaba de un sexo maravilloso; así que sí, resultó un bombazo escuchar un: "lo siento, hasta aquí hemos llegado", de su boca.

No obstante, no había sido por las razones comunes. Fue porque Jin no podía entender qué había hecho mal o por qué las cosas habían resultado de esa manera, ya que, en su cabeza, todo marchaba bien.

Pero Hobi se había desencantado por alguna razón, razón que no tardó en descubrir.

"- Jin, te amo, joder. Esto está siendo tan condenadamente difícil para mí - El castaño comentó con cierta frustración, caminando de un lado a otro en la habitación con las manos en su cintura - Pero Jinnie, no estamos en la misma página. Tú no sientes lo mismo por mí, y eso es evidente. Me quieres, lo sé, pero también sé que te daría exactamente igual que saliéramos o no. Sinceramente, ¿qué diferencia habría en nuestra relación si no tuviéramos sexo? - Aguardó silenciosamente unos instantes, y aunque Jin trató de contestar, parecía haberse quedado inmóvil. Tal vez por la sorpresa, quizás por la confusión - Exacto, ninguna. Porque yo estoy enamorado de ti, y, aunque me cueste aceptarlo, sé que tú, de mí, no.

>>En tu corazón no hay espacio para mí, no de la forma en que yo quiero. No te enfades, porque yo no lo estoy contigo. Pero bebé, ya me cansé de intentarlo. Ya me cansé de saber que en tu vida solo hay cabida para tu carrera, para lo que sea que pase por tu cabeza... Que yo solo soy un extra, una pieza reemplazable que va a estar siempre de segunda opción - Hizo una pequeña pausa, observando hacia el techo. El pelinegro creyó escuchar su voz temblar, y temió que fuera el inicio de un futuro llanto - Oye, ¿recuerdas nuestro último aniversario? Sacamos aquella reservación, en ese lugar que te gusta... - Hoseok sonrió, pero no era una sonrisa honesta, no llegaba a sus ojos. Parecía melancólica, nostálgica - Llamaste para decir que no podrías ir, que querías quedarte en el hospital para monitorear un paciente.

>>Bebé, admiro tu dedicación, ¿pero, en serio? Era nuestro maldito aniversario, Seokjin - Sonaba tan dolido que el pelinegro comenzó a sentir que sus tripas se retorcían en culpabilidad. Hoseok pasó con frustración una de sus manos por su cabello -  Dolió tanto, como probablemente no debería haberlo hecho. Pero lo hizo, Jin. Lo hizo mucho. Y así, han sido tantas las veces. Un compromiso que cancelar, una cena aplazada con mi familia, semanas sin vernos despiertos... Me he desgastado, ¿sabes? - Nuevamente, soltó un suspiro tembloroso, y cuando le observó directamente, el doctor experimentó una cruda opresión en el pecho, ya que los ojos contrarios estaban cristalizados - No me compensa, Jinnie. No puedo seguir insistiendo con la esperanza de que un día veas lo nuestro de la misma manera en que yo lo hago - Rápidamente frotó uno de sus puños contra sus orbes, eliminando inútilmente la humedad.

>>Pero, ¿quieres un consejo? Así no vas a llegar a ninguna parte. No me malinterpretes, no estoy diciendo que debas cambiar lo que eres. Pero a este paso, te vas a quedar solo. Un noviazgo, o lo que sea, es algo mutuo. No puedes esperar recibir sin dar nada a cambio. Yo también quería, no lo sé, ¿algún detalle? ¿Algo que demostrara que te importaba? Cariño, así no funciona una relación... Joder, no, esto es algo de dos.

>> No estás hecho para el compromiso, Jin. Y me preocupa que tal vez algún día encuentres una persona realmente importante para ti, porque si sigues con esta actitud, terminarás perdiéndola - De repente, una emoción aún más extraña invadió el cuerpo de Seokjin. Porque ya no era dolor, no era tristeza o despecho lo que se reflejaba en el rostro de Hoseok. Era lástima -  Y entonces, a diferencia de ahora, sí te va a doler."

El pelinegro recuerda ese discurso como si hubiese sido ayer, sobre todo porque esa fue la primera vez en su vida donde no había tenido nada que decir, una respuesta inteligente que dar.

Muy en el fondo, sabía que era verdad.

Pero, lo que no sabía, era cómo o cuándo cambiar lo que ocurría. Y tampoco era capaz de terminar de entender exactamente por qué eso ocurría, por qué era así.

Jin esperaba que realmente apareciera ese ser fantástico que le hiciera cambiar su perspectiva, sin embargo, no confiaba en ello, y, francamente, no entendía cómo podría identificarlo. En la medicina había lógica, quizás instinto. Y eso lo llevaba fenomenal. Pero, ¿y las emociones?

Le parecía irónico que siendo cardiólogo, no tuviera idea de las cosas del corazón.

Más irónico que con tantos másters y doctorados, hubiesen tantas cosas que aún no podía entender.

Como el porqué le molestó tanto saber que Hoseok finalmente se casaría.

No, error. Jin sí entendía por qué le molestaba tanto, solo no era capaz de entender por qué no se permitía aceptar que realmente, Hobi había tenido razón.

Jin estaba celoso, y no, no eran celos hacia su ex pareja y su actual relación, de hecho, estaba realmente feliz por ellos y deseaba que su noviazgo, o, bueno, matrimonio, durara por los siglos de los siglos. Lo que le ponía celoso era saber que después de lo que había pasado entre ellos y la forma en que se separaron, Hobi hubiese podido rehacer su vida y él no.

Que Hobi hubiese pasado página y encontrado a alguien que lo amara, y él no.

Que Hobi hubiese dado un paso más en la historia de su vida y Jin siguiera en el mismo capítulo de siempre donde lo único que valía era su hospital y sus pacientes.

Que Hobi hubiera sentado cabeza y él siguiera solo, sin un abrazo cálido en las noches de una persona que amara.

Jin tenía envidia de Hoseok porque Hoseok había conseguido algo que él ni siquiera sabía de qué manera empezar a buscar.

Y sí, se sentía como la peor persona del mundo por tener esos sentimientos cuando se suponía que debía chillar de la alegría por lo que estaba a punto de pasar con su amigo.

Sin embargo, era incapaz de controlar sus emociones. Y justo así pasó con sus acciones, pues de un momento a otro, probablemente guiado por aquella repentina oleda de celos absurdos, se encontraba de puntillas besando a Namjoon en los labios.

Tal vez no hubiera tenido la misma suerte que Hoseok y aún no hubiese aparecido en su camino un individuo que fuese su media naranja, pero eso Hobi no tenía que saberlo... ¿Verdad?

Después de unos segundos e ignorando lo extraña e inesperadamente bien que se sentían los belfos de Namjoon junto a los suyos, Seokjin finalmente se separó del contrario, quien parecía estar en trance, o eso daban a entender su mirada desenfocada de ojos muy abiertos y posición inmóvil.

Consciente de lo que acababa de hacer, cierto miedo caló los huesos de Seokjin, no por el paripé y la historia que estaba montando, sino por la posibilidad de que Namjoon pudiese no seguirle la corriente. Y, siendo realista, Jin sabía que el que el castaño reaccionara de mala manera era lo más probable

Demonios, era su jefe y acaba de besarlo. Sin tener en cuenta lo poco ético que ello podría considerarse, Seokjin ni siquiera tenía idea de la orientación sexual de Namjoon, y si bien no había habido interés romántico detrás de ese contacto, no todo el mundo toma bien que otro hombre le coma la boca sin ton ni son.

Bien, "comer" es algo exagerado, pero ajá.

El caso es que, no puedes esperar besar a otro tipo solo porque sí y que este te siga la corriente. Al menos no en un ambiente laboral y completamente sobrios.

Sin embargo, demostrando que el día podía seguir volviéndose más y más loco, justamente eso fue lo que pasó.

El doctor hizo una expresión que, en su cabeza, decía básicamente "por favor, no digas nada, solo sigue el juego, ya hablaremos después". Aunque, ni idea de cómo era dicha expresión. No obstante, y para su fortuna, Namjoon pareció entenderlo, porque cuando por fin superó el shock experimentado, se relamió los labios con nerviosismo, tragó grueso y se quedó en silencio. Y en el extraordinariamente expresivo lenguaje del asistente (nótese el sarcasmo por favor), esas acciones eran básicamente un "vale".

Bueno, tal vez no, mas Jin quiso interpretarlo como que sí porque eso era mejor que un espectáculo homofóbico, ¿no?

Total, volviendo a la historia, una vez el atolondrado doctor se aseguró de que el moreno no fuese a arruinar su novela, dio media vuelta, y con la sonrisa más falsa que ni siquiera sabía que podía forzar, observó a Hoseok y se enganchó al brazo de Namjoon.

Por segunda vez, ignoró la extraña sensación de placer que le provocó el contacto. Uff, alguien iba seguido al gimnasio en su tiempo libre.

Hoseok, al igual que el más alto de los tres segundos atrás, se había quedado congelado, y si las emociones pudiesen materializarse físicamente, Seokjin sabía que del menudo cuerpo contrario la sorpresa podría prácticamente salir caminando.

Pero, tratemos de ponernos en el lugar del pobre chico. No, no de Seokjin. Ese de pobre solo tenía el cerebro, y para lo que le convenía. No obstante, supongamos que somos un bailarín homosexual con un gusto cuestionable de la moda, que va a visitar a su mejor amigo, quién también es su ex, para invitarle a su boda. Y de repente, resulta que dicho amigo, individuo que claramente está carente de algún que otro tornillo, se casó de la nada, sin que nadie lo supiera y, lo peor, sin habernos invitado.

En lo personal, yo, como mejor amigo-ex novio-bailarín-homosexual, me sentiría al menos indignado o decepcionado por no haber sido invitado a la boda a lanzar arroz.

Hobi, más que indignado se hallaba conmocionado, y el pelinegro decidió tomarlo como algo positivo. De hecho, exclamó un pequeño ¡Hurra! mental, porque justamente aquel era su objetivo.

- Espera - Dijo el más bajo - ¿Tú - Lentamente apuntó con un dedo al asistente, sin desenfocar la vista del doctor - y el grandullón?

- Hey... - Soltó el aludido, aunque no fue realmente un reclamo, sino más bien un resoplido bajito.

- Anjá - Respondió Seokjin, levantando la barbilla de manera desafiante, como queriendo decir "¿Algún problema?". Para reforzar su punto, se acercó un poco más a Namjoon, apretándose de tal forma que ahora sus muslos se tocaban, y acto seguido, apoyó la cabeza en el hombro del contrario. A estas alturas se había convertido en una especie de juego ignorar el porqué tocar a Namjoon se sentía tan bien. Jin se aseguró de que era por la emoción de la primera vez.

- Pero... Pero... - Hoseok abrió y cerró la boca repetidas veces, buscando algo que decir. A su vez, acompañó todo aquello con innumerables parpadeos.

- Eh, Hobi, ¿estás bien? Pareces un pez.

- ¿Pero cómo? O sea, ¿en serio? ¿Vosotros dos? - Continuó, ignorando el comentario anterior.

- Sí, sí, nosotros dos. ¿Qué tiene?

- No, nada... - Arrugó el entrecejo con confusión - Es solo... No sé, no me lo esperaba. No parecéis del tipo que encaja juntos. Bueno, aunque no es tan sorprendente. Notando como él te mira. Pero no lo sé, Jinnie. Me sorprendió de ti, la verdad.

"¿Como él te mira?" Repitió Seokjin en su cabeza, esta vez siendo él el confundido.

¿Cómo lo miraba Namjoon? ¿Con molestia exasperación, irritabilidad, estrés, instintos homicidas?
Hombre, si para Hoseok eso era romántico...

Volteó la cabeza en dirección al más alto y enorme fue la sorpresa al notar que este, incluso con su característico tono de piel moreno, se encontraba rojo a más no poder.

Ok, Jin se sintió más confundido si eso era posible.

"Bah, ni caso, aquí todos están locos".

Y así de fácil dio por olvidado el dilema y continuó con el espectáculo.

"The show must go on", dijo el Freddie.

- Espera, ¿qué estoy diciendo? - Intervino el bailarín. ¿Intervino? Perdonad, continuó, porque ese aparentemente estaba teniendo una especie de monólogo - ¡Lo verdaderamente sorprendente aquí es que yo esté sorprendido! - Chilló, y posteriormente se dio una palmada en la frente - Dios, debí haberlo sospechado desde que dijiste que él era "Solo Namjoonie". - ¿Cómo eso podría haberle hecho pensar que entre Namjoon y yo hay algo? Se preguntó Seokjin, no obstante, no iba a decirlo en voz alta porque por alguna extraña razón tal planteamiento solo reforzaba la veracidad de una relación que no era en lo absoluto verídica - Pero, aún así ¡wow! Jinnie, tú eres tan "Booom" - Abrió los dedos, simulando una explosión - Y él es tan... Tan... Hombre, sin ofender. Eres bastante... ¿Seco?. Aunque obvio, al lado de este loco cualquiera lo es - Está vez, obviamente hablaba directo hacia Namjoon.

- ¡Oye! ¡No digas eso de Namjoonie! - Saltó Seokjin a la defensiva, descubriendo que, por un motivo extraño, se había sentido verdaderamente molesto por el comentario. Odiaba cuando alguien decía que Namjoon era seco, a pesar de que, siendo realistas, sí lo era. Al menos no le habían llamado indolente, porque eso lo ponía histérico. Una vez expulsó de una consulta al acompañante de un paciente después de que el mismo hubiera dicho algo que daba a entender que el moreno no tenía sentimientos. Jin no recuerda haberse sentido más furioso en toda su vida - Para que te enteres, Namjoonie es una persona súper divertida. Pero no como un comediante, o como esas que hacen cosas graciosas solo porque les sale, o como las que hacen chistes, o como esos que tienen tan mala suerte que termina siendo gracioso. Él es muy gracioso de una forma súper rara. ¿Te suena de algo el sarcasmo, Hobi? Y además, es el chico más atento, inteligente y amable que he conocido. ¡Y me escucha cuando hablo! ¿Alguna vez tú me hiciste caso cuando te conté sobre el Esternocleidomastoideo? No, ¿verdad? Es más, ahora mismos seguro te estás preguntando qué coño es eso - Nota informativa: ajá, eso mismo estaba pasando. Para que conste, no solo Hoseok. Yo, y una gran parte de vosotros también lo hacéis. Aceptémoslo - ¡Pues Namjoonie sí lo hizo! Y, además, lo he oído mil veces diciéndole bajito cosas bonitas a los niños en la sala de espera cuando están asustados por entrar. Namjoonie solo es calladito porque es tímido, pero no es seco. Es un amor, y la próxima vez que vuelvas a decir algo como eso le diré a Margaret que verdaderamente traiga ese alcohol y te lo daré de beber.

- ...

- ...

Ah, que maravilloso el sonido artificial y prácticamente imperceptible proveniente del aire acondicionado, el trinar de los pajarillos al otro lado de las ventanas de cristal, el crujir de las hojas azotadas por el viento, lo pasos tranquilos de algún que otro trabajador del hospital fuera de la habitación y a través de los pasillos...

Por si no me hago entender, básicamente un silencio abrumador se instauró en la sala tras todo el discurso de Seokjin, discurso que, instantes después, notó que había dicho totalmente en serio.

Creía todas las palabras que acababa de soltar, y las hubiese repetido fingiendo o no que Namjoon era su esposo.

Mas, por milésima ocasión en el día, parecía que los otros chicos se habían quedado sorprendidos al punto de no saber qué responder.

Ok, corrección. Hoseok había quedado sorprendido, Namjoon solo estaba siendo Namjoon.

Pero, independientemente de los motivos, la cosa se estaba volviendo incómoda, ya que ambos observaban fijamente al doctor. Este, al ver que era el centro de atención, se soltó finalmente del más alto y se cruzó de brazos, creando una especie de barrera defensiva.

- ¿Qué? - Comentó en tono hosco, al ver que nadie más pretendía hablar.

- Vale, me rindo - Dijo el de hebras caramelo, alzando los brazos en una pose de, efectivamente, rendición - Está claro que estás coladito por este hombre. ¿Pero cómo comenzó todo esto?

- Nos vemos casi todos los días y siempre estamos juntos, Hobi. O esto terminaba en amor, o Namjoonie terminaba en la cárcel por tratar de ahorcarme - Aportó rodando los ojos.

- Muy raro que no haya sido de la segunda manera...

- ¡Oye!

- Vale, está bien, está bien. Te creo, por muy loco que sea todo creeré en lo que me dices. Pero antes, ¿y los anillos?

- Eres consciente de que trabajoy entro al quirófano casi todos los días, ¿verdad? Digamos que ese pequeño aro de plata entorpece mis planes. Y Namjoonie se lo quita porque dice que es molesto estarlo retirando constantemente cada vez que entramos a zonas esterilizadas - Eso no era una justificación realmente válida, porque al final usaban guantes, pero como Hoseok no sabía una mierda del trabajo de hospital se conformó con eso. Además, su tonito de "Duh" lo hacía más creíble.

- Ya, lo entiendo - Asintió - Bueno, Jinnie - Entonces, como era característico en él, una sonrisa gigantesca se extendió por sus labios, y dio unos pasitos hasta quedar cerca de Seokjin, para acto seguido, apoyar sus manos en los hombros contrarios. El pelinegro, contagiado por la repentina alegría, también alzó sus comisuras - Solo me queda decirte... ¡¿POR QUÉ MIERDA NO ME DIJISTE QUE TE CASABAS MALDITO LOCO?! - Y comenzó a sarandearlo de atrás hacia adelante compulsivamente.

¿Sorprendidos? Oww, pequeñas criaturas, es necesario tener en cuenta que, para ser novio y amigo de Seokjin, a Hobi también debía faltarle algún tipo de componente cerebral.

¿Pero qué sería de esta cutre historia sin personajes locos que hicieran los momentos más entretenidos?

Por tanto, prosigo.

- ¡Hobi para! ¡Veo estrellitas! - Gritó en la desesperación más absoluta.

- ¡ME LA PELAN TUS ESTRELLAS! ¡¿ERES CONSCIENTE DE QUE YA HA PASADO EL DÍA MÁS IMPORTANTE DE TU VIDA Y NO SE LO HAS DICHO A NADIE?! ¡¿TU MAMÁ LO SABE?! ¡¿TU HERMANO?! ¡¿O SOLO FUI YO EL ÚNICO GILIPOLLAS QUE NO SE ENTERÓ?! ¡¿LE DISTE AGUA DE CALZÓN A ESTE POBRE HOMBRE?! ¡¿DE VERDAD TE TRATA BIEN?! ¡¿ES BUENO CONTIGO?! ¡¿ERES FELIZ, JINNIE?! ¡DIME SI NO LO ERES PORQUE SI ESTE TE HACE ALGO MALO TE JURO QUE LE PARTO LA CA-

- ¡HOBI SOY FELIZ PERO SUÉLTAME PORQUE SI ME SIGUES AGITANDO LOS ÓRGANOS ME VAN A CAMBIAR DE POSICIÓN!

Para su fortuna, el bailarín paró, y él, luego de apoyar una mano en su pecho, comenzó a respirar agitadamente, tratando de recuperarse y añadiendo un ápice de sobreactuación exagerada muy característica de Kim Seokjin.

- Joder, Hobi, qué tosco eres por Dios.

- Lo siento, es que todo es muy loco y yo me vuelvo más loco y hago cosas locas y-

- Shhh. Cállate, que tal parece que el que está hablando soy yo.

Ese comentario fue suficiente para disipar la tensión que, si bien era leve, se hallaba presente desde el inicio de la noticia. Luego de que los dos empezaran a reír, Hoseok atrajo a Seokjin a sus brazos, dándole un apretado abrazo, que fue correspondido rápidamente.

- Felicidades Jinnie, me alegro mucho por ti.

El médico no estaba muy seguro de cómo se sentía en ese momento. Le agradaba saber que el chico le quería y se encontraba feliz por él, pero por otra parte, empezó a sentir culpabilidad por mentirle. Así que se limitó a murmurar un "Uhmm" y a dar una palmadita en la espalda contraria.

Hoseok se separó de él, y caminó un par de pasos para quedar frente al tercer chico en la habitación.

- Bueno, hombre. Felicidades atrasadas a ti también, ¿no?

- Supongo... - Respondió Namjoon, nervioso, o tal vez incómodo. Puede que incluso tratando de contener la molestia. Jin no podría decirlo bien.

- Lamento haberte llamado seco - Continuó Hobi, rascando su cabeza y con una mueca apenada.

- Descuida.

- Pareces un buen chico, Namjoon. Creo que ya es la tercera vez que lo digo hoy, pero bueno, encantado de conocerte - Sonrió, recuperando la confianza esa que era tan característica de Jung Hoseok - Ya sabes, ahora que tú y Jinnie estáis juntos, puedes contar conmigo para lo que sea. Y cuando digo "para lo que sea", me refiero a que si un día no puedes lidiar con él por algún motivo, aquí me tienes para darte apoyo moral. Para eso estamos los compas - Guiñó un ojo y luego, volvió a enfocarse en Seokjin, quién no paraba de murmurar quejas y maldecir en turco. Ya sabéis, secuelas de la novela - Y tú, que sepas que tenemos una charla pendiente - El pelinegro resopló, e hizo un puchero, mas no discutió. Sabía que le debía explicaciones, aunque fuesen falsas -  Bueno, chicos. Entonces supongo que tendré que traer una invitación más para mi boda.

Oh, oh.

Vale, una cosa es que por un momento de neblina mental Seokjin decidiera convertir a su asistente en su esposo temporal.

Pero de actuar por unos minutitos, a llevarlo a una boda... Bueno, ahora sí que Namjoon lo iba a ahorcar.

Antes de que alguien pudiera dar una respuesta, la puerta sonó, y tras un par de golpecitos, el moreno salió de su letargo y fue a abrirla, dejando entrar acto seguido al chico de la cafetería, que venía con una bandeja llena de humeantes tazas de té y algunos aperitivos.

- Hola, traigo lo que me habéis pedido.

- ¡A buenas horas llegas, Jenbak!

- ¡Que es Jungkook!

Holi :D

Bueno, ni disculpas voy a pedir. Encarecidamente ruego porque todos hagamos como si yo no estuviese desaparecida y bajemos los cuchillos :'(

Espero que os haya gustado el cap. Está empezado desde hace un siglo, pero ni había podido terminarlo. Sé que no es la gran cosa, pero era necesario hacer algo desde el punto de vista de Jin porque obviamente no es Namjoon el único que siente kozkiyaz en la la panza, pero Jin es muy idiota pa darse cuenta.

También perdón por mi redacción hedionda, llevo mucho tiempo sin escribir constantemente y pues he perdido calidad cuando de por sí no era muy buena :'D

Estoy aquí muy tranqui escribiendo cuando para esta semana tengo seminario de física, evaluación de física, evaluación de técnicas de representación, evaluación de economía política, parcial de economía política y entrega de diseño JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJA

Voy a suspender 🤡

No importa, sin miedo al éxito grrrr

Buenooo, de nuevo, mil gracias, ojalá os guste y nos leemos. Tal vez más tarde que pronto, pero nos leemos. Besitos wapis 💚💚💚💚💚💚💚💚





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