El par de alfas estaba en la alfombra, las piernas del pelinegro estaban abiertas y el rubio entre ellas.

-Haa...-Suspiro Nile-E-esto no...-

-¿No que?-Se frotaba-Sabes que quieres...-

-N-no.... No es verdad...-Sus manos se dirigieron hacia los hombros del rubio y apretó entre sus manos la camisa que tenía.

-Solo dejate llevar....-bajó sus manos y le quitó el cinturón y le bajó un poco el pantalón.

Siguió besándolo, saboreando la boca de Nile.

Lamía y le mordia el cuello, succionaba la piel dejando marcas.

Miró hacia un lado y frunció el ceño.

-¡Ese es mi alfa sumiso!-Gritó Mike, quién estaba mirando por la ventana.

Rompió el vidrio y entró.

Zeke frunció el ceño y se puso de pie frente a Nile.

-¡¿Que quieres?!-Dijo molesto-¡La niñera alfa es mío!-Hizo tronar los huesos de su cuello.

-¡Deja esa estupidez!¡Yo me lo cargue primero!-Decia Mike molesto-¡Es mío!-

Nile fruncía cada  vez más el ceño, viendo cómo los dos alfas rubios discutían y de la nada sacaron sus armas para comenzar a amenazarse.

-¡Aléjate de aquí!-Zeke le quitó el seguro a su arma-¡Tú no perteneces a este lugar!-

-¡Eso no te importa!¡Es mi alfa sumiso!-

-¡Ya dejen de gritar!-Dijo Nile-Los niños están durmiendo... ¡Por la mierda!-

Se arregló el pantalón y se alejó molesto.

Se encerró en la habitación matrimonial y desde ahí seguía escuchando como los rubios discutían.

Cerro sus ojos y se dejó caer en la gran cama de la pareja.

Se quedó dormido.